Mi primera mujer
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por SilverRain.
Llevo semanas de estar teniendo sexo con mi vecinita, ella viene cada lunes, miércoles y viernes a coger conmigo.
Ella después de perder su virginidad, tanto vaginal como anal se ha vuelto adicta, tanto que cada vez que la penetro por su ano ella me quita el condón y desea sentir mi semen en su ano, a pesar de que cuando se va de mi casa tiene que apretar sus nalgas para que no se salga mi semen y manche su ropa.
Esto paso un miércoles, después de coger con mi vecinita y venirme sobre sus pechos ella estaba lamiéndome la verga cuando el sonido de mensajes del whatsapp suena en mi celular.
– Creí que lo habías dejado mudo.
– dijo mi vecinita algo molesta con mi verga en su boca.
– Sabes que no puedo apagarlo del todo.
– conteste yo agarrando mi teléfono.
Ella algo molesta comenzó a chupar mas fuerte como diciéndome que le prestara atención.
No pude terminar de desbloquear el teléfono cuando mejor lo deje a un lado y tome la cabeza de mi vecinita para cogerle la boca a lo que a los minutos logre venirme dejandole la boca llena de mi semen, y me atrevería a decir que le llene mas la boca que los pechos de mi semen.
– Siempre sabe rico.
– dijo ella tragándolo todo de golpe, Debo admitir que esta chica para su edad traga bien.
Después de coger con ella y que se fuese a su casa, volví mi atención al teléfono y me sorprendió mucho quien era el whatsapp.
Era de una vecina mayor que yo que tuve en mi vieja colonia.
Debo hacer un paréntesis aquí y dar un resumen de mi vida en aquel entonces.
Ahora mismo tengo 24, en aquel entonces tenia 17 años, ella tenia 35 años y digamos que de todos los chicos de la colonia yo era su preferido.
Ella es casada, en aquel entonces llevaba 10 años de casada y sin hijos.
Su esposo, un hombre trabajador pero que en la cama la dejaba insatisfecha.
En aquel entonces su físico era maravilloso, bien cae en la categoría de milf, era alta, algo llenita pero sin llegar a gorda, pechos grandes y una grandes nalgas, piernas gruesas y sus muslos eran jugosos.
Sus ojos son de tonalidad café y su cabello lo mantenía suelto hasta la mitad de la espalda.
Y debo decir que ella fue mi primera mujer en la vida.
Ella me quito mi virginidad.
Imagínense a una mujer de 35 años quitandole la virginidad a su vecino favorito de 17 años, ah y ella me dejaba venirme dentro de ella, cada vez que cogíamos porque ella decía que le encantaba sentir como mi joven semen le llenaba el útero.
Sin dar mucha larga a este paréntesis, con ella empece a tener sexo en el mes de junio hasta que me mude de la colonia en el mes de febrero del siguiente año, cuando ya tenia los 18 años cumplidos, me despedí de ella teniendo sexo toda una madrugada y viniéndome dentro de ella durante toda la noche, tanto que cuando me salí de ella la ultima vez de esa noche mi semen también se salio de ella.
Ella me dijo que eso fue la mejor despedida que había tenido.
que superaba su despedida de soltera.
Yo le di un beso y me fui de su casa, y de su vida.
Ahora han pasado 7 años desde la ultima vez que la vi y cogimos y este mensaje me hizo recordar muchas cosas.
– Hola mi vecinito joven.
– decía el mensaje, sabia que era ella porque siempre me saludaba así en la calle.
– Hola mi madurita caliente.
– le respondí ya que después de meses de coger como conejos le pegue ese apodo en la cama.
– Sabes que me alegra que recuerdes mi apodo bebe.
–
– ¿Como podría olvidar a la mujer que me dejo probar el sexo con su cuerpo? –
– Veo que no lo olvidas.
Sabes estoy alegre que tengas el mismo numero telefónico activo en todos estos años.
Quería contactar contigo.
–
– ¿Sucede algo extraño? – pregunte con curiosidad.
– No, solo que quería saber como esta mi hombrecito y que quería hablar contigo.
¿Puedes hoy? – con algo de duda le dije que si podía y quedamos en vernos en un mall.
Sin perder mucho tiempo me arregle y me prepare para verla.
Tenia curiosidad de ver en que había cambiando debido a que su foto de whatsapp era una iglesia.
¿Se habrá hecho monja? o ¿religiosa?
Estaba sentado en una banca del mall que nos citamos, sacaba mi celular del bolsillo cada rato, inquieto, me sentía como la vez que perdí mi virginidad con ella, nervioso.
Después de unos minutos escucho una voz en mi espalda.
– Hola vecinito.
– supe que era ella.
Me puse de pie para verla y vaya que ha cambiado un poco, vino con un vestido ceñido al cuerpo, sus pechos y caderas se ven mas grandes pero esta vez tiene algo de pancita, creo que 7 años no pasan en vano.
Ademas de que su cabello ahora estaba mas largo, casi llegando a la cadera.
Ella sonreía con la misma alegría que antes.
– Hola vecina.
– respondí con educación dándole un beso en la meno derecha.
– Pero miren que caballeroso te has hecho.
– dijo ella con gracia .
– Estamos en peligro de extinción.
– dije en tono de broma a lo que ella rió de manera delicada.
Después del saludo formal fuimos a un puesto de café donde nos pusimos a hablar.
– Durante estos años siempre quise hablar contigo, saber que fue de ti después de que te mudaste de casa.
Pero tenia algo de pena, es decir, de que hablaríamos, de nuestros encuentros sexuales.
Quizás.
– dijo ella con algo de nerviosismo.
– Creo que esos encuentros nos hicieron mas unidos en aquellas épocas, es decir, pasaba mas tiempo en tu casa que en la mía.
–
– Tu hacías por mi lo que mi marido no podía.
Y sabes porque quería verte.
–
– Mmmm ¿me extrañaste? –
– En parte si, pero quería decirte algo en persona.
– en ese momento ella bajo un poco la cara.
– ¿Sucede algo?- pregunte.
– Es algo complicado pero quiero que sepas esto.
–
– ¿Que cosa?-
– ¿Recuerdas nuestra despedida? –
– Claro que la recuerdo, me dejaste seco los testículos esa noche.
–
– Después de esa noche, comencé a sentirme mal.
Tenia síntomas que nunca había sentido antes, mareos, vómitos, debilidad, hasta que decidí hacerme un test de embarazo y salio positivo.
–
– Espera.
me estas diciendo que te deje embarazada esa noche.
–
– Así es.
Estaba entre alegre y algo preocupada porque no sabia como reaccionaria mi marido, pero solo le dije que estaba embarazada se alegro.
Quizás porque pensó que lo poco que teníamos sexo me había logrado embarazar.
Así que tuve un embarazo normal con mi esposo feliz porque seria padre pero yo algo preocupada porque la criatura se pareciera mas a ti que a el.
–
– ¿Entonces diste a luz? –
– Si, una linda niña, se llama Tatiana, tiene 6 añitos ahora mismo y se parece mas a mi por fortuna.
– dijo eso al mostrarme en su celular una foto de Tatiana, quien de hecho si se parecía mas ella pero tenia mi tono de piel y tono de cabello pero por fortuna esos rasgos también los comparto con su marido.
– Ella es mi hija.
–
– Es un amor sabes.
es adorable y tiene algunas cosas que me recordaron a ti en su personalidad.
sabes me hubiera gustado tenerte a mi lado cuando la tuve, es tan adorable.
–
– Veo que estas alegre, –
– Sabes que mi mayor deseo era ser madre, en aquel entonces tenia 35 años y mi mayor enemigo era el tiempo y la menopausia, ahora ya la tuve a ella y actualmente tengo 42 años recién cumplidos.
–
– Ahora caes bien en la categoría de milf porque ahora eres madre.
– Hay cállate, sabia que ibas a decir eso.
– Sabes, no se que decir.
– No pienses en nada, es mas sígueme.
– en ese momento ella se levanto de la mesa y yo la seguí, camino y camino hasta llegar al auto estacionamiento del mall y ella me metió en su auto y nos fuimos del mall.
– También te quería ver para recordar viejas vivencias- en ese momento y mientras manejaba me saco la verga del pantalón y bóxer con una rapidez que hasta me sorprendí.
– Tatiana esta con mi marido así que la casa esta sola.
– me dijo eso mientras mi verga ganaba forma en su mano.
Durante todo el trayecto ella iba masturbandome, ella metio el auto dentro de la casa y ahi mismo en el auto despues de apagarlo comenzo a chuparme la verga.
Solo logre escapar un suspiro al recodar las chupadas que me pegaba ella hace 7 años.
– Mmmm tu verga sabe a jabon.
– me dijo ella.
– Si, me acabo de bañar.
–
– ¿Acaso cogiste con tu novia?-
– Yo diria mas follamiga, es menor de edad aun.
–
– Mmm picaron, te gustan menores ahora.
– en ese momento se saco los pechos del vestido y el brassier dejándolos libres y salio del asiento del conductor para abrir la puesta de pasajero, se arrodillo y puso sus pechos envolviendo mi verga con ellos.
– Si solo me gustasen menores no tendría la verga así por ti.
– conteste mientras masajeaba sus pezones.
– Mmm espero te haya dejado algo de semen adentro, quiero darle un hermanito a Tatiana.
– en eso escupió sobre mi glande y comenzó a mover la lengua alrededor del mismo.
Eso me estaba volviendo loco tanto que de golpe me salí del auto provocando que ella se cayera de espaldas en el suelo y antes de que se levantara me puse sobre ella y puse mi pene de nuevo entre sus pechos y comencé a moverme como cuando la cogía a ella, o a mi vecinita.
– AH SI! – dijo ella cuando vio como mi glande aparecía y desaparecía de entre sus pechos.
Yo estaba feliz en ese momento hasta que sentí como me estaba a punto de venirme.
Ella lo noto y me detuvo de golpe mientras se ponía de pie y se quitaba las bragas.
En ese momento se acostó sobre el capo de su auto y yo ni lento ni perezoso me puse detrás de ella y rápidamente y sin piedad la penetre.
Se escucho un gran gemido salir de su boca acompañado por el sonido de mis embestidas a su vagina que esta mas que húmeda, se sentía mas húmeda que aquellos días de hace 7 años.
Gracias a que su cabello era mas largo podía agarrarla del mismo, con una mano mientras la otra apretaba y jugaba con sus pezones e intercambiaba esa mano entre dándole nalgadas o pellizcarle el clítoris cosa que hacia que se mojara mas y mis embestidas eran mas salvajes.
Luego de unos minutos la acosté totalmente sobre su capo y ella me abrazo con su piernas alrededor de mi cadera mientras seguía penetrándola con fuerza, el capo ya estaba escurriendo sus fluidos mientras se escuchaba tanto el sonido de su húmeda vagina y los amortiguadores del auto.
Mis manos estaban ocupadas en sus pechos mientras seguía con los movimientos de cadera haciéndolos cada vez mas violentos.
– Oh si! Recuerdo este sentimiento! ¿Que es? ¿Lujuria? – decía ella mientras veía como salia saliva de su boca, quizás no había cogido así de duro desde que me despedí de ella, desde que la embarace de Tatiana, y al momento de recordar de mi hija comencé a cogerla mas fuerte porque solo me imagine lo deseable que estaba embarazada, tengo un fetiche por mujeres embarazadas y al imaginármela embarazada digamos que perdí la cabeza tanto que sentí como me estaba viniendo dentro de ella como antes, parece que mi vecinita si me dejo semen en los testículos después de todo.
A pesar de haber eyaculado seguí moviéndome unos minutos mas hasta que sentí la siguiente eyaculacion.
Ella cayo rendida, y yo al salirme de ella su capo se lleno de mi semen también, ni con Carmen le llenaba tanto su ano de semen.
Pasaron unos minutos y solo escuchaba su respiración agitada y veía como sus manos jugaban con el semen que le salia, ella lo agarraba y trataba de meterlo de nuevo o lamerlo de sus dedos.
– Quiero que sea varoncito esta vez.
– dijo ella viéndome de pies a cabeza aun con lujuria.
– Llamare un taxi para que venga por ti.
Si no salgo embarazada te llamare para que vuelvas a venir a trabajar en mi- me dijo ella dándome un beso en los labios queme dejo sin aire y luego se arrodillo para limpiarme la verga y meterla de nuevo en el bóxer y pantalón.
Pasaron unos minutos y el taxi llego, y mientras íbamos por la calle vi el auto de su marido con Tatiana en el asiento trasero, creo que me dio mi instinto paternal porque sentí bello ver a mi hija, lastima que no puedo decir que es mi hija, al menos no por ahora.
Al llegar a casa sentí como desde la casa de mi vecinita Carmen me miraban, de seguro se pregunta donde estaba o ¿me estará celando? Quien sabe, solo entre a casa, me desnude y me tome una taza de café viendo el noticiero.
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