Mi primera ves
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por RecolectordeFlujoVaginal.
Hola a todo, esta es la primera vez que escribo y espero que no sea la última; Así que para eso, necesitaremos empezar por el principio, no es cierto? Entonces empezaremos por mi primera vez.
Rapidito, les daré algunos detalles de mi aspecto físico, moreno, en ese tiempo oscilaba en los 50 kilos, 1.50 de altura, ojos marrón oscuro, cabello negro corto.
Era el 3 o 4 en la fila de la escuela.
Tenía 2 hermanas, una mayor 5 años y otra menor que YO, 2 años.
Mi familia tuvo un accidente y quede huérfano, pero esa es otra historia que luego les contare.
Una de las amigas de mi hermana mayor, Dayana ("la negra" que no era tan negra, pero así le decíamos cariñosamente) una mujer un poco más alta que Yo.
Morena clara, con unas caderas de infarto y unas tetotas con los pezones más hermosos que hubiera visto en mi vida, color marron oscuro (¡hasta ese entonces los únicos!).
Siempre bromeaba con mi hermana en que ella le haría el favor de "estrenarme" y volverme hombrecito.
Cosa que a mi hermana mayor le molestaba y en más de 3 ocasiones fue discusión entre ellas.
Una tarde mi hermana mayor no estaba en casa, había salido a hacer tarea o algo así y mi hermana menor estaba en casa de alguna vecina, no recuerdo muy bien.
Pero las cosas sucedieron así:
Llamaron a la puerta, atendí y mi sorpresa fue ver a la negra parada afuera de mi casa.
La negra: ¡Hola! ¿Cómo estás? -Beso en la mejilla-.
YO: ¿Bien y tú? ¿Qué milagro? Mi hermana no está.
La negra: No la busco a ella; Mas bien me preguntaba si estabas solo y si quisieras salir a platicar.
-No tenía problemas con eso, era una mujer hermosa que me gustaba y me sentía cómodo porque ella siempre estaba en mi casa y en algunas ocasiones se había quedado a dormir y le había visto sin bra y en calzones.
Y por supuesto, me encantaba lo que veía-
YO: Pues estoy solo, deja que le avise a mi hermanita que está en casa de los vecinos.
La negra: ¡Mejor! -entrando a la casa- Aquí podemos platicar más cómodos y sin que nos molesten.
Te quiero mostrar algo.
YO: ¿A ver, que me quieres mostrar? -Cerré la puerta y camine detrás de ella.
Llevaba una falda floreada de olanes, una blusa de licra blanca y un chaleco de mezclilla.
Se veía preciosa!)-
La negra: ¿Prometes no decir nada?
YO: ¡Lo prometo!
-Y sus labios se pegaron a los míos en un movimiento brusco y rápido.
No sabía que hacer.
El calor de su aliento, la suavidad de sus labios, el olor de su cabello, de su cuerpo.
La erección que tenía (Y QUE NO SABIA QUE PODÍA TENER), lo prohibido de la situación que aún no sabía que era prohibido .
Era la primera vez que besaba a alguien y NO era precisamente como lo imaginaba; Había superado las expectativas, ¡por supuesto!-
¡Pero YO no sabía que hacer! No sabía dónde poner las manos.
La negra: ¿¡Nunca haz besado a nadie!?
YO: No, es mi primera vez.
La negra: ¿¡De verdad!?.
– Solo atine a asentir con la cabeza bastante ruborizado-.
La negra: No te preocupes mi amor, te voy a enseñar.
Pero esto tiene que ser nuestro secreto -Mi guiño un ojo- ¿Entendido?
YO: ¡Entendido!
La negra: Tú me harás lo mismo que yo te haga, ¿entiendes?
-Solo me dio tiempo a asentir con la cabeza- Ella me rozaba mis labios con los suyos, me rodeaba con sus brazos y me acariciaba el cuello, sentía estar en la gloria; con su lengua me recorría los labios, me dio un lengüetazo (Y fue la cosa más sensual que me había pasado.
Y que me pasaría hasta verla hacer lo mismo con mi pene), no sé qué tiempo nos besamos, mis manos ya se movían con cierta habilidad y confianza, repetía las caricias que ella me daba.
Primero me deje hacer, como de "muestra" y luego puse en práctica lo que ella me hacía a mí.
La negra: Quítame el brassier.
Eso, despacio, trata de que sean movimientos naturales, trata de que no me dé cuenta de que lo haces -Volvía a besarme, ella solo se despegaba de mi boca para darme instrucciones- Eso es, ahora mete la manos dentro de mi blusa y acariciarme.
Despacio, eso.
Ahora bésamelos, como me besas en la boca.
YO ya estaba perdido en su aliento, era cálido y sabia a que había estado masticando algo con sabor a yerba buena.
Y justo cuando iba a besarles las tetotas, se escucha la puerta de la cocina.
Nos arreglamos rápido y ella se metió al baño.
Hermana menor: Que hacías?
YO: Nada, la negra buscaba algo en el cuarto mientras yo veía tele, ¿dónde estabas?
Mi hermanita: Con las vecinas, solo vine por ropa, voy a ducharme allá y nos vamos al parque, ¿quieres venir?
YO: ¿Y qué hago con la negra?
Hermana menor: Le dijiste que no estaba hermana mayor (No quiero poner nombres por obvias razones, ni cambiárselos a mis hermanas, así que usaremos hermana menor y hermana mayor).
YO: Si, pero ya la conoces
Hermana menor: A ver si no se enoja Hermana mayor.
YO: No creo.
Le diré que como ella entra y sale cuando quiere y como tiene confianza.
Te alcanzo en un rato.
Obviamente no quería irme, y no quería que la negra se fuera.
la negra salió del baño se saludaron y justo cuando se marchaba mi hermanita, entraba hermana mayor.
Pero el día fue glorioso, me encantaba la sensación que había despertado en mí La negra.
Se ocuparon y cuando la negra se despidió de mí, me susurro al oído:
La Negra: Nos vemos mañana en mi casa a las 4.
Casi ni dormí ese noche, pensando en la negra y todo lo que había aprendido, el pene se me puso erecto otra vez.
El día pasó casi sin novedad, hasta la hora de ir a casa de la negra.
Iba duchado y lo más aseado posible.
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La Negra: ¡Hola mi amor! Creí que te estabas arrepintiendo.
(Se miraba preciosa traía puesto un pans gris y un top rosa y una tango rosa fluorescente.
Siempre he tenido la impresión que desde el primer día, me quería matar jejeje)
YO: No, ¡cómo crees!
Entre y nos besamos en la sala, mucho, las caricias subían de tono, mi pene estaba a punto de reventar, le hacia las mismas caricias que ella me hacía por encima de la ropa.
Metió su mano dentro de mi pantalón y YO hice lo propio en el suyo, seguíamos besándonos, pero no sabía qué hacer.
La Negra: Tiene que tener cuidado, tus caricias son toscas y se ve que no sabes que hacer.
-Y acto seguido se bajó el pans gris y luego la hermosa tanga rosa, se sentó en el sofá y abrió las piernas- .
¿Te han dado clases de sexualidad en la escuela?
YO: Si, sé que es el clítoris, los labios -Estaba completamente embobado-
La Negra: ¡Qué bien! Entonces, ¡ven! ¿Qué esperas? -No sabía que hacer- Dame tu mano, con estos dedos -El índice y el medio- los introduces suavemente y con este (el dedo gordo) me frotaras el clítoris, eso, suave, muy bien, ahora en círculos, eso, muy bien, mueve el gordo, eso, rozándome el clítoris, eso es, pero sigue moviendo los otros dedos, ¡uffff!.
Eso es, ¿sientes eso? (se refería a la humedad de su vagina) cuando una mujer está caliente, lubrica para facilitar la penetración.
Ahora sigue y si lo logras hacerme venir, te voy a dar un premio.
Y cerro sus ojos, hecho su cabeza para atrás y se dejó hacer y YO desate mi curiosidad, completa, la tocaba con la mano derecha como ella me había dado las instrucciones, con los dedos índice y medio metidos en su vagina y con el dedo gordo frutándole el clítoris, pero sentía muy caliente y cada vez más húmeda; la veía apretarse los tobillos (tenia las piernas levantadas) y morderse los labios.
Se quitó el top y entendí perfectamente lo que tenía que hacer, con mi mano izquierda le apretaba el pezón y con la boca le comía la otra teta, mientras mi mano derecha le daba placer a su vulva, por la forma que tenía metida la mano, con los dedos anular y meñique, le rosaba el culo, claro está que esto YO no lo sabía.
De cuando en cuando movía más rápido el dedo gordo y notaba que sus "ggrrrss" iban siendo más largos y prolongados, entonces se me ocurrió que podía mover los 3 dedos, el índice el medio y el gordo al mismo tiempo y sentí como se puso tensa, no sabía si era bueno o malo.
Y de repente de su vagina, un hilito blancuzco salía y llegaba hasta la su culito.
Y me dio curiosidad por saber que era me incline y algo dentro de mi quiso probar, no estaba muy seguro, así que me detuve un poco (todo esto, sin deja de mover las manos) no sé si ella me veía, pero estoy seguro que sentía mi respiración cerca por que su piel se erizo.
Y en ese momento le di un lengüetazo, desde el culo hasta mi dedo gordo.
Segundo lengüetazo, sabia a flujos, teniendo en cuenta que nunca los había probado (¡Y NO SABIA EXACTAMENTE A QUE SABÍAN!) pero era cremoso.
Ahora está dándole lengüetazos al clítoris y solo escuchaba "ahhh", "uhmmm", "uuuuuyy", "Me vengo" y con un manotazo me quito la mano de su vagina y ella se frotaba el clítoris de un lado a otro y como un volcán, salía liquido blanco espeso de dentro de ella.
Y YO no sabía que pasaba, nunca había visto nada igual ella gritaba como “Xena, la princesa guerrera”… Y solo me quede ahí, mirando.
Expectante de tan suculento y excitante espectáculo.
La Negra: Ahora te toca a ti, siéntate y quítate la ropa.
Por supuesto obedecí al memento, lo tomo con fuerza, mirándome a los ojos, abrió un poco su boca y le paso la lengua desde los testículos hasta el glande -fue la cosa más sensual que había sentido y visto, obviamente no tenía mucha experiencia, pero hoy en día, recuerdo la imagen de la Negra y se me sigue poniendo dura- luego mirándome a los ojos se la metió a la boca y como si fuera una paleta, me la chupo, se la saco de la boca aprisionándola y haciendo que con el movimiento, sonara un “paast” –Yo sentía que me desmayaba de placer- y cuando volvió a pasarle la lengua ahora de arriba hacia abajo, me vine.
Las piernas se me tensaron, las rodillas creo que de la fuerza me dolieron, el latigazo en la espina dorsal, sentí vértigo y la planta de los pies me picaba.
Sentía que volaba, 2, 3, 5 chorros… Estaba seguro que ella decía algo, pero no sabía que, está en el pleno éxtasis.
No sé qué tiempo paso, pero solo recuerdo haberme dejado caer en el sofá con los ojos cerrados, sentía como mi respiración se iba normalizando y ella jugueteaba con mi cabello y me mordisqueaba la oreja, me susurraba al oído.
La Negra: ¿Te gusto? La tenías muy dura mi amor.
¿Nunca te habías venido antes? Que rica la tienes.
Me encanta tu leche mi cielo.
Nos besamos otro rato, nos acariciábamos, como los amantes que no terminan de darse y les falta tiempo.
Le mordía el cuello, me fascinaba verle la “piel de gallina”, ella para regresarme la caricia, me apretaba la ingle y con la palma bajaba por mi ombligo, con uñas recorría mi escaso vello púbico y me la volvió aponer dura.
La Negra: ¡Me encanta que seas fogoso y caliente! Pero estoy en días fértiles, así que tendremos que esperar para que me la puedas meter.
Lo que si podremos hacer –Y en un movimiento me monto, sentí el calor de su cuerpo pegado con el mío, se sentó sobre mi pene, abrazándolo con sus labios llenos de flujo, que permitían la fricción tan placentera, YO no sabía más que lo que ella me enseñaba.
Y eso me pareció fascinante, podía comerle las tetas y besarla mientras ella se movía de adelanta hacia atrás para ponerle fricción, acababa de venirme así que le aguante, cuando ella me lleno de sus flujos me vine, casi juntos.
Estábamos empapados de flujos, sudor y saliva, la había besado casi toda y me encantaba el sabor de su piel-.
No vemos pasado mañana, para no levantar sospechas.
–Y me dio un beso intenso, donde nuestras lenguas se fundieron.
Me dejo en el baño y ella se fue-.
Límpiate y vístete que no tardan en llegar.
Nos besamos antes de abrir la puerta para despedirnos
Hicimos casi 2 años de relación, les contare lo más relevante para no hacerla tediosa, saludos, espero comentarios (mas buenos que malos).
Ojala y les haya servido 😉
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