Mi primera y joven experiencia, 14 y 30 (1 parte )
Durante un breve curso de inducción me doy cuenta que a las colegialas les gusta entregarse a un hombre con experiencia.
Nos encontramos en un lugar público y desde que nuestras miradas se cruzaron la tensión sexual inicio, mis ojos no podían dejar de verla, sus labios carnosos y rosas eran un imán para mí vista -hola, que tal soy Manuel-
-hola soy dulce-
Disculpa me quieres acompañar por un café o un helado, ella solo respondió que claro que se le antojaba un helado.
Yo le respondí y a mi un beso de ángel.
Ella solo sonrió y como si una fuerza invisible entre nosotros nos jalo y comenzamos a besarnos, nuestros labios se entendían solos, fue un beso tierno, apasionado y que solo anunciaba el encuentro de dos almas llenas de amor y deseo el uno por el otro, no nos importo quién nos viera, solo estábamos inmersos en nosotros.
Después de ese primer beso, nos subimos al carro para ir por el helado, platicamos de que nos gustaba tipo de música y otras cosas para conocernos más, compramos el helado y regresamos al carro, solo queríamos estar solos, después de un rato de plática y de ver sus hermosos labios como se saboreaban el helado, ahora quería saborear su boca, rodeé con mi brazo sus hombros y me acerque para besarla, con mi mano comencé acariciar su rostro, su cabello, mis labios se dirigieron a su cuello delicado y terso mis manos traviesas acariciaban su espalda mientras mis besos llegaron a sus hombros, cada vez era más intenso nuestro abrazo, de pronto pude desfajar tu blusa y mi mano inquieta y fría acariciaba tu abdomen suave y pálido, lo que te provocó un espasmo cuando sintiste mi intrusa palma, la cuál comenzó a subir hasta llegar a tu brassier y mis dedos al sentir el pliegue se colaron por debajo, para encontrar tu delicado pezón, que de inmediato se puso firme al sentir las caricias de mi mano ya inmersa toda en tu redondo seno, acariciándolo, apretándolo, te mordias tus labios, para no dejar escapar un suspiro de deseo, yo no podía más, con mi mano libre desabroche tu pantalón, dejando ver el encaje negro de tu calzoncillo, el cual mis dedos prestos se fueron por debajo de el, tu respiración de pronto se aceleró y escapó un gemido de tus labios, cuando mi mano estuvo encima de tú pubis y mis dedos bajando por tus labios mayores, de manera inconciente abriste un poco tus piernas dejando que te acariciara libremente tu sexo que estaba húmedo.
al sentir tu calor húmedo mi pene palpitaba de lo exitante de palparte tan mojada, mis dedos recorrían
desde tú clítoris hasta tús adentros, de pronto, con tú voz entrecortada me hablaste al oído diciéndome – llévame a dónde podamos estar juntos y que nadie nos molesté- como fiel soldado, obedecí tal orden y eche andar el carro, tu te acomodaste la ropa, con tus manos me arreglaste mi cabello y de la manera más pervertida tomaste mi mano con la cuál toquetee tu vagina y me ordenaste que me chupara los dedos, para luego llevártelos a tu boca diciendo que si quería seguir saboreando tus labios húmedos, todo el camino fue de un silencio cómplice,creo que imaginábamos como nos tocaríamos, ya queríamos estar solos y entregarnos. A el deseo
Por fin en la habitación y cuando cerramos la puerta, nos quedamos mirando fijamente y nos unimos en un beso, te mordia tus labios, tu buscabas con tu lengua la mía y comenzamos a exitarnos, lentamente te quite tu blusa y desabroche tu sostén dejando tu dorso y tus pechos blancos y firmes al descubierto, tus pezones rosas como botones inchados queriendo ser chupados,mis manos te acariciaban tú ombligo, tu cuello, sin basilar me senté a la orilla de la cama para quedar a la altura de tus senos, tu mirada estaba expectante esperando sentir esa primera sensación de mi lengua tibia y húmeda tocando la punta de tus hinchados pezones, en cuanto los toque, un suspiro salió de tu boca, tus ojos se cerraron, y al instante comencé a chuparte todo tu pecho, la punta de mi lengua hacia círculos por tus pezones te los mordía, los metía a mi boca sucsonandolos tu espalda solo te escuchaba decir -amor que rico chupalos mas- desabroche tu pantalón y te deje solo con tu cachetero negro te recosté en la cama te veías hermosa yo solo pensaba que rica niña, me coloque encima de ti para pasar mis labios por tus pechos y bajar por tu abdomen dándote pequeños mordiscos cada centímetro más abajo tu exclmabas más fuerte mi rostro quedó enfrente de tu pubis todavía cubierto por la tela de encaje y te comenté a besar y pasar mis labios haciendo un poco de precion y sentir el calor que brotaba de tu vagina mis manos acariciaban el costado de tus muslos hasta que poco a poco te fui bajando tu calzoncillo para dejar ver tus labios tersos y cerrados completamente lampillos al ver tu hermosa puchita comencé a besarla, escuché un rico gemido y vi como tú cuerpo tenía un pequeño temblor al momento que te abrí las piernas y mi lengua se introdujo entre tus labios y saboree tus líquidos pase toda mi lengua por cada pliegue rosita de tu vagina con los dedos te abrí tus labios para poder chupar tu clítoris movía mi boca de arriba a bajo y en cada movimiento metía la punta de mi lengua en tu orificio sentía como entraba y se abría tu entradita tus caderas se movían al ritmo de mis caricias cada vez más rápido con tus manos me jalaba mi cabeza del cabello apretándola contra tu cuerpo tus gemidos eran cada ves más fuertes tu cuerpo se dejaba caer en la cama y debes en cuanto te incorporavas para ver cómo te comía tu pucha y me decías cómo te besara, tu cuerpo comenzó a ponerse tenso tus caderas se levantaron y agarre tus nalgas para que no te escaparas de mi tu respiración se detuvo por un momento y dejaste salir un grito de pasión tú cuerpo temblaba tus piernas me apretaron entre ellas y sentí como te venías en mi boca tu vagina estaba hinchadita y empapada de mi saliva y de tus líquidos, se veía tan rica para meterte toda mi herramienta……….
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!