Mi suegra no creia que era atractiva – parte 1
Mi suegra pensaba que ningún hombre joven pensaría que ella era sexy. Le demostramos lo contrario. .
Hola, soy Germán. Tengo 25 años. Atletico y con un pene respetable.
Mi suegra es Adriana. Tiene 52 años. Pelo negro largo, un poco rellenita, apenas, pero con una figura muy linda, labios carnosos y un culo bien firme y redondo, como el de su hija.
Adriana, cuando no estaba su esposo, siempre hablaba conmigo y su hija sobre temas algo sexuales, sin él en frente, se animaba a decir ciertas cosas. Una de las que mas comentaba era que estaría con jovenes, pero no se sentía deseada, que nadie así se fijaría en ella. Siempre pensé que estaba loca, yo la deseaba todo el tiempo. Si me lo pidiera, le haría de todo.
El año pasado se dio una situación insuperable. Su esposo estaría fuera por un mes y mi novia (su hija) lo acompañaría. Adriana no podía ir porque trabaja y no le quedaba licencia. ¿Donde entro yo? Pues mi novua me rogó para que me quede con su madre ese tiempo, ya que le daba mucho miedo quedarse sola en casa. Acepté y comencé a imaginarme un montón de posibilidades. Una de ellas se paseaba por mi cabeza desde hacia meses.
Ya conviviendo con Adri, empecé a organizar todo mi plan. Se acercaba mi cumpleaños y le pregunté si no le molestaba que invite a 5 amigos a pasar la noche. Ella era muy divertida y le gustaba bailar y cinocer gente, así que aceptó con gusto.
Los conocia del club, eran parte de mi equipo de fútbol. Conocia sus cuerpos de las duchas y creanme, toda mujer soñaría con cuerpos y vergas así. Les conté lo que quería y se relamieron con la idea.
Llegó el día y mi suegra no se aguantó. Acostumbrada a que su esposo no le de atención, se vistió con uno de sus outfits mas sexies. Un vestido negro corto de verano que dejaba ver la mitad de su espalda y apenas tapaba su cola.
Llegaron todos mis compañeros y al rato, Adriana empezó a insistir con que bailemos un rato. La verdad es que esto nos facilitó las cosas. Uno a uno bailaron con ella, mientras los demas rodeábamos a Adri y el que bailaba con ella.
Llegó mi turno. La canción que sonó era un poco lenta, así que nos acercamos uno al otro. Mis manos recorrieron su espalda. Hice un gesto a mis amigos, quienes fueron acercandose a nosotros, certando de a poco la ronda. Mi mano llegó a su cola y amagó a sacarla, pero varias manos mas alcanzaron su cuerpo. Algunas tocaban también su cola, moviendo el vestido para verla. Otras manos tocaban sus piernas y sus tetas.
Adriana levanto la mirada y preguntó:
—Germán, ¿qué hacen?
—Solo es para que veas lo sexy que sos y cuanto te desean los hombres. Cuanto te deseo.
Sin tiempo a que conteste la besé. Nuestras le guas bailaron dentro de su boca, mientras su vestido caia al piso ayudado por mis amigos. Por primera vez vimos que no llevaba ropa interior.
Todos comenzamos a desvestirnos y en menos de un minuto, Adriana estaba rodeada de 6 hombres con sus vergas listas para destruirla.
Todos pusieron sus manos y lenguas en acción. La boca de Adriana era mia, pero sus tetas, su concha, su esoalda, sus nalgas y su ano eran lamudos y tocados por los demas. En ese momento, ella experimentó el primer orgasmo en años.
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