Mi Suegrastra es mi amante de planta…
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Si bien de carnes ya no muy macizas, sus carnes son ligeramente flacidas pero correosas y sobresalia un vientre ligeramente caido por sus dos embarazos tardios que la habian hecho parir a los 40 y 44 años de edad.
Su culo aun mostraba ser carnoso, y ni que decir de sus tetas, que emergian majestuosas de su pecho, y que en epoca de frio, dejaban asomar por entre sus blusas, esa par de grandes y macizos pezones que las coronaban.
Sus piernas aun se mantenian en buena forma y algo carnosas, y las varices que las cubrian dejaban entrever el paso de los años y el trabajo. Durante mucho tiempo, Flora habia sido mas que olvidada por su marido que es mi suegro. O sea, es madrastra de mi mujer. Sin embargo, y a pesar de tantos años de olvido sexual, ella mantenia vivo ese fuego interior y que al tiempo me diria que solo conmigo florecia y la hacia soñar con que algun dia se entregaria solo a mi y para siempre a mi.
Debo aclarar que desde que nos conocimos, hubo entre ella y yo una fuerte atraccion que se mantuvo pasiva y latente durante meses y meses. Siempre en nuestras miradas se reflejaba esa atraccion y un fuerte e incontenible deseo sexual, que a pesar de ello, se mantenia oculto y callado sin que ninguno de los dos diera el primer paso frente al otro.
Aunque no es ni bella ni atractiva, desde que la conoci senti por Flora un enorme e incontenible deseo carnal que me delataba ante ella en cualquier cruce de miradas, y lo mismo sentia de ella hacia mi. Era un constante mirarnos con gran lujuria contenida, hasta que un buen dia del caluroso mes de Julio llego al pueblo uno de los mejores grupos de musica norteña mexicana, consegui 10 pases de cortesia gratis y entre mis invitados no podian faltar mi suegro y Flora su mujer. Como mi suegro no tenia auto, mi mujer y yo pasamos por ellos a su casa, y cual no va siendo mi sorpresa al ver a Flora enfundada en un muy pegado al cuerpo vestido de gasa blanca que moldeaba tal cual su figura añosa pero para mi muy apetecible, dejando ver un torneado y muy generoso culo, y en su discreto escote un par de tetas maduras y añejas pero firmes y extraordinariamente rematadas por unos gruesos y grandes pezones que el frio de la noche hacia emerger mas que majestuosos a traves de sus ropas blancas.
Al llegar al lugar del evento, empezamos a departir con los demas invitados que eran tios y tias de mi mujer, por lo que todo el argüende era entre familia. Como mi suegro era muy caliente (excepto con Flora, mi suegrastra), luego luego se fue a ver jovencitas que poco dejaban a la imaginacion, dejando sola a Flora con quien casi de inmediato y al calor de unas cervezas, empece a cruzar nuestras clasicas miradas de deseo y lujuria, lo cual por cierto fue captado por una de las tias de mi mujer, que de inmediato se incomodo ante tal hecho, lo cual causo desconcierto y temor entre Flora y yo, cosa que por cierto no duro mucho y pudo mas el deseo largamente contenido que cualquier mirada o expresion de censura de la metiche tia de mi mujer.
Despues de haber bailado un rato con mi mujer, opte por invitar a bailar a Flora, cosa que a pesar de nuestras deseosas miradas, ella no esperaba de mi. Despues de turbarse y sonrojarse brevemente ante mi inesperada invitacion, acepto con timidez y la tome de la mano para llevarla a bailar. Como habran de suponer, todas las canciones de esa tanda, eran para bailarse cuerpo a cuerpo por lo que procedi a tomarla de su talle en lo que era la primera intimidad de nuestros cuerpos. Senti el temblar de todo su cuerpo y que sus manos (a pesar del frio de la noche) empezaban a sudar, y que de su cuerpo empezada a emanar un calor y un olor de intimidad que empezo a sofocarme y a poner mi verga grande, tiesa y dura, cual mastil de navio de conquista.
De pronto, nos dejamos llevar por una melodia muy romantica y apretamos nuestros cuerpos uno al otro, y empezamos a sentir como nuestros olores y calores empezaban a avivar entre nosotros ese deseo largamente contenido. Senti el atrevido impulso de besarla pero no sin antes mirar hacia la mesa donde estaba la familia y donde por cierto el rabo verde de mi suegro se sonreia al vernos bailar, pues tal suceso le permitia atisbar por entre los muslos y escotes de las jovencitas en minifaldas, sin sospechar que estaba presenciando en pleno publico el principio de su cornudez.
Ya el calor que generaba el roce del cuerpo de Flora contra el mio, avivaba mas y mas nuestros bajos instintos, y mi ya erguida y maciza verga era restregada sin disimulo alguno contra la parte mas baja del vientre de mi hembra, cuyo calor traspasaba las telas que nos cubrian, y ya de nuestros alientos salia tambien un fuerte olor a deseo y lujuria, lo cual hacia que nuestros labios se sintieran arder y reventar ante la microscopica cercania que los separaba. Casi de inmediato empece a sentir claramente como de mi verga empezaban a escurrir las lagrimas propias que salen de toda verga cuando empieza a desbordarse por penetrar las carnes vaginales de la mujer deseada.
Sentia tambien como se erguian y se ponian duros los pezones en la cumbre de aquellas ricas tetas. Sentia como a Flora les subia y subia la temperatura de sus carnes y su aliento, asi como el desenfrenado y jadeante respirar de la caliente y ya desbordada hembra que temblaba en la mas ardiente calentura pasional y que movia y restregaba su cuerpo pegado al de su macho.
Llego a ser tal el restregar de mi verga contra su vientre y el calor quemante de nuestras carnes y nuestros alientos, que en un momento sublime ambos soltamos todo lo largamente contenido y nos derramamos en un espontaneo y simultaneo orgasmo que nos dejo mas que humedos y desfallecientes pero profundamente satisfechos aun sin existir penetracion alguna, ni contacto fisico de desnudez. No habia duda, el futuro nos deparaba inmensos, intensos y desafiantes dias, semanas, meses y tal vez años de amasiato, lujuria y deseo.
El deseo, la lujuria y la pasion largamente contenidos y callados, habian sido declarados sin tapujos y a la vista de medio pueblo y la familia completa. Era ya indudable que desde ese momento la hembra tenia otro dueño, y era yo. Mientras tanto, el rabo verde de mi suegro se mostraba complaciente atisbando a cuanta muchacha alcanzaba a ver, sin sospechar siquiera que desde ese momento Flora dejo de ser de su propiedad. La musica se oia y retumbaba en el salon, y las risas y alegria de la gente iban en aumento.
Los amantes ardiamos de pasion y lujuria, y con las manos y cuerpos sudorosos terminamos de bailar y nos fuimos a sentar con la familia, que sin sospechar nada de nada (excepto la tia metiche que miraba con recelo) nos festejo la bailada y nos ofrecio un par de cervezas para bajar el calor.
Ya sentados, no dejamos de mirarnos y mirarnos con lujuria, hasta que casi al final del baile la saque a bailar de nuevo ante la complacencia de mi suegro que preferia quedarse sentado para seguir de rabo verde mirando como perro de carniceria (solo mirando y lamiendose el chile) a las jovenes mujeres que pasaban frente a el. Ya en la pista, le dije a Flora que la queria, que por años la habia deseado y deseado, y que infinidad de veces me habia masturbado viendo sus fotos y escuchando su voz por el telefono, y que en mas de tres ocasiones me habia masturbado en el baño de su casa, oliendo sus pantaletas usadas que encontraba en el cesto de la ropa sucia, y que despedian ese unico e inconfundible olor de sus intimas carnes y la huella exquisita de sus jugos vaginales que ya desde entonces me enloquecian y me perturbaban dia con dia. Ante tales confesiones, ella de nuevo empezo a arder en calentura y me dijo que ya no aguantaba mas, que le urgia que la penetrara esa misma noche y que si de verdad la deseaba tanto, viera la manera de que aquella noche no amaneciera sin que nos hayamos entregado en la intimidad. Le jure que asi seria y que lo dejara en mis manos.
Al termino del evento, mi mujer y yo llevamos a mi suegro y a MI Flora a su casa y como mi suegro iba alcoholizado y casi sumido en el mas profundo sueño debido a las cervezas que habia ingerido y a la pastillita “sweet dreams” que comedidamente añadi a su ultimo trago de cerveza, lo tome como costal de papas y lo lleve hasta su cama, donde ayude a Flora a acostarlo para que continuara mi suegro en su muy profundo y roncador dormitar. Acto seguido, y mientras mi mujer me esperaba en el carro y mi suegro dormia en su cama, tome a Flora de su talle y nos fundimos en el mas apasionado beso que se puedan imaginar, en un ir y venir de nuestras lenguas y salivas, teniendo como fondo musical el escandaloso roncar de mi querido suegro. Ya encendidos por tan ardiente situacion y ahogados ya por la desesperacion de esa pasion tan largamente contenida, desgarre su hermoso y blanco vestido de gasa, arrancandolo de tajo de su cuerpo con todo y el brassier que contenia a aquellas carnosas y suculentas tetas blancas de mi Flora, al tiempo que ella casi arrancaba mi pene de su tronco jalandolo y apretandolo entre sus manos por encima de mi pantalon. La tumbe en su cama al lado de mi roncador suegro, y justo cuando ella se arqueaba para bajar sus pantaletas, escuchamos la voz de mi mujer que me urgia desde el carro a que nos fueramos.
Temerosos de ser descubiertos por mi mujer, Flora y yo nos separamos no sin antes decirle que volveria en cuanto mi mujer se durmiera. La bese y me retire, no sin antes pedirle que si se bañaba, no se pusiera perfumes ni se lavara su ya muy mojada vagina, pues queria disfrutarla al natural y con los mismisimos jugos vaginales que en el baile le saque.
Al llegar a casa, brinde con mi mujer por esa bonita noche de diversion con su familia, sirviendo una copa de vino tinto para ella y otra para mi, añadiendo a la de ella la milagrosa pastilla Sweet Dreams, que antes de 15 minutos, la sumio en el mas profundo y dulce sueño, cosa que me daba la oportunidad de disponer de por lo menos 3 horas para ir en busca de MI pasional y ya otoñal suegrastra, MI Flora.
Acto seguido, sali en busca de la ansiada hembra cincuentona que sin lugar a dudas, me estaria esperando con unas enormes ganas de ser fornicada como nunca antes lo habia sido. Encendi mi auto y me enfile hacia la casa de MI Flora. El auto avanzo rapidamente y por fin llegue a la ansiada casa.
Me baje, toque y espere. No bien termine de tocar la puerta, cuando esta se abrio. Flora me esperaba en zapatillas guindas y envuelta en una muy transparente bata guinda a medio muslo que translucia ese voluptuoso cuerpo de generosas y maduras carnes. Mi verga se puso tiesa. Muy muy tiesa. Entre, la tome y la bese. Se dejo hacer y nos fuimos a los sillones de la sala. Mi suegro en su recamara roncaba que daba gusto.
Aunque los sillones eran bastante viejos e incomodos, poco nos importo y nos entregamos en un ardiente juego erotico. La tumbe sentada en el sillon grande y me sente a su lado, la empece a besar apasionadamente, nuestras lenguas y salivas se mezclaban una con la otra. Mi brazo derecho le rodeaba la nuca, y mi mano izquierda se movia cadenciosamente, magreando ese par de jugosas tetas que se bamboleaban que daba gusto y cuyos pezones tiesos, duros y erguidos me invitaban a lamerlos y mamarlos con fruicion.
Mis dedos los acariciaban, y mi boca se hacia agua por poseerlos. Los tome entre mis labios, primero con delicadesa y luego salvajemente, estaban deliciosos y les juro que hasta leche les saque. Que tetas tan mas ricas; las mejores que hasta ese dia habia tenido entre mis labios. Las mame y las mame hasta mas no poder, al tiempo que mis dedos de la mano izquierda fueron bajando y bajando hasta encontrar aquella humeda caverna de carnes, jugos y pelos. Su vagina estaba hirviendo y los jugos ardientes de su pasion brotaban como lava de su interior. Su vulva estaba extremadamente hinchada y en ese momento supe que era inminente el primer orgasmo de MI hembra. Segui mamando y mamando sus tetas y pezones al tiempo que mis dedos entraban, salian y revoloteaban dentro de su vagina. Empezo a jadear y a sudar. Su respiracion se hacia cortante y su cuerpo se agitaba de pies a cabeza. Continue besando su boca, lamiendo sus tetas, y baje por su vientre hasta ese volcan agitado que era su panocha. Mis labios se posaron en su vulva, y sus jugos vaginales quemaban mis labios. Sentia como sus carnes vaginales temblaban y temblaban. Se contraian descontroladamente cada vez que mi boca succionaba y succionaba, y mi lengua entraba, salia y revoloteaba en su caliente interior. La hembra no pudo mas. Lanzo un estremecedor grito de placer que resono en el silencio de la noche. Se arqueaba y se arqueaba, y se estremecia de placer y mas placer. Sus chorros de jugos vaginales inundaron mi boca.
El sabor de sus jugos era unico, y su consistencia tambien era unica, eran especialmente espesos, viscosos y ricos. Los saborie y las trague con gusto y placer indescriptibles al tiempo que volvia a besar su boca para hacerle saborear a ella la ricura de sus jugos. El sudor escurria por nuestros ardientes cuerpos y entre calores, sudores y jugos vaginales, el ambiente se sentia insoportablemente lleno de sexo.
Ya eran cerca de las 4 de la mañana, y no tardaria en empezar a clarear. Le pedi que me llevara a su alcoba para cogerla por primera vez y teniendo como dormido y roncador testigo a mi querido suegro. Eso la calento aun mas. Jamas imagino que terminaria siendo poseida por mi en su propia casa, en su propia cama y teniendo a nuestro lado al dormido de mi suegro que de acuerdo a lo probados efectos de las pastillas de Sweet Dreams, aun tenia por delante unas dos horas mas de dulces sueños.
Mi verga cada vez estaba mas y mas tiesa y dura, lo que enardecia aun mas a aquella hembra desbocada y a su vez esto hacia que se me hinchara mas y mas mi muy caliente macana.de cuya punta emanaban los jugos que la hembra me sacaba al verla tan caliente. Mi verga ya no aguantaba mas y estaba ansiosa por penetrar en aquellas lubricadas carnes vaginales cuyos labios se me abrian y ofrecian como petalos de rosas.
Mi suegro estaba dormido de lado, y le pedi a Flora que se acostara junto a el. Ella ardia, sudaba y gemia mucho al verse envuelta en aquel apasionante y morboso cuadro surrealista que enloquecia nuestros sentidos y nos llenaba de lujuria y placer sin igual.
Ella se acosto al lado de su marido y me abrio de par en par aquellas añosas y varicosas piernas que se juntaban justo en aquel monte de pelos, jugos y olores que a esas alturas eran su vulva y su vagina. La rica y muy jugosa panocha que unos instantes mas, seria solo mia para siempre.
Antes de dejarme ir sobre de ella para poseerla, la contemple lascivamente en su total desnudez. La goce visualmente de pies a cabeza. Desde la uña de sus dedos gordos del pie, hasta el ultimo de sus cabellos negro azabaches. La hembra sudaba, temblaba y gemia. El olor a sudor y sexo inundaba su recamara matrimonial. Sus ojos invitaban a la lujuria y me pedian a gritos que la penetrara. Sus brazos me decian que fuera hacia ellos, y sus piernas me querian enrollar. Su vulva estaba totalmente hinchada y encendida. La hembra bramaba por mi, y yo por ella. Mi verga me dolia por no poder contener ya tanta sangre caliente que corria por dentro. Sentia que ni desfogando toda mi leche en aquella hembra lograria bajar esa ereccion tan prolongada y ya casi dolorosa.
Me arrodille sobre la orilla de la vieja y crujiente cama y me incline sobre sus pies. Los empece a besar con divina devocion. Pase mi lengua por su empeine, sus tobillos, y la planta de sus pies. Engulli con delicadeza cada unos de sus dedos, les pase mi lengua y los mordisquie suavemente. Mientras mi boca, mi lengua y mi saliva caliente se posaban y gozaban de sus pies, mis manos acariciaban sus blancas y varicosas piernas de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba. La hembra seguia bramando y empezo a pedirme que la poseyera, que la hiciera mia.
Estaba desesperada por tener mi verga dentro de sus calientes y jugosas carnes. Mi suegro ni se inmutaba. Seguia dormido, aunque ya con tanto movimiento, gemidos y bramidos, habia el riesgo de que despertara. Las pastillas de Sweet Dreams demostraban que su efectividad bien valia su alto precio.
Poco a poco fui dejando de lamer sus pies y fui subiendo la lamida por sus flacidas y varicosas piernas. Tan pronto las lamia suavemente, como tan pronto las mordisqueaba y las succionaba de sus partes mas flacidas y llenitas. Subia y bajaba en mi lamer de piernas, hasta que llegue a su vulva, que generosa y ardiente chorreaba desde su interior los intimos jugos de MI hembra. Empece a pasar mi lengua por esos regordetes y rosados labios vaginales. Mis sentidos se extasiaban con el olor y el sabor a sexo de los viscosos jugos de la hembra. Su olor y su sabor eran unicos. Llenaban y exacerbaban mis sentidos.
Mi lujuria llegaba a su maxima expresion. Mi piel y la de mi hembra ardian mas y mas. Mis labios, mi lengua, mi boca y mi garganta se llenaban de su olor y su sabor. Sentia como el caliente, viscoso y sabroso liquido de MI hembra, escurria y quemaba mi garganta. Mis manos tan pronto acariciaban su culo, como tan pronto su vientre y sus apetitosas tetas. Mi suegro aun dormia a nuestro lado, pero empezaba a moverse mas de seguido. El efecto de los Sweet Dreams empezaba a pasar y habia que apurarnos a terminar esa maravillosa fornicada entre mi suegrastra y yo.
Mi hembra ya no solo gemia y bramaba, tambien gritaba. Queria tener mi verga adentro. Imploraba que se la metiera. El temor a que mi suegro despertara se acrecentaba, pero tambien hacia que tanto mi suegrastra como yo, ardieramos mas y mas en el fuego de la pasion. Mis labios y mi lengua iban y venian de su vulva y su vagina a su culo y viceversa. Su culo despedia un rico olor que me calentaba mas y mas. Cada que aspiraba en la salida de su culo, mi verga parecia reventar. El rico olor a culo de mi hembra me hacia bramar como toro en celo. Mi lengua daba vueltas alrededor de aquel negro e intimo agujero, que poco a poco se fue abriendo y abriendo y abriendo, hasta que mi lengua entraba y salia sin recato de aquella sabrosa negrura de tan extasiante olor. La hembra se arqueaba mas y mas, gemia, bramaba y gritaba. Queria mi verga adentro.
Decia que no aguantaba mas. Me imploraba y rogaba que la poseyera. La hembra estaba totalmente fuera de si. Pense que enloqueceria y empece a subir mis lamidas por su espalda y su vientre. Por fin llegue a sus tetas. Sus pezones parecian reventar y estaban igual o mas tiesos que mi verga. Mis manos y mi boca y mi lengua exprimian aquel par de jugosas tetas. Mi cara desaparecia entre ellas y el contacto caliente de las mismas me calentaba mas y mas. Llegue a su cara. Nuestras bocas se juntaron. Nuestras lenguas bailaban por igual en una desenfrenada danza pasional y nuestras salivas eran una sola lava hirviendo. Mordisqueabamos nuestros labios, y mi boca y mi lengua de repente subian hasta sus orejas y las lamian hasta donde alcanzaba a entrar. Sus ojos se clavaban en los mios y los mios en los de ella. Sus largos cabellos negro azabache estaban desparpajados y se metian entre ese ir y venir de nuestra bocas y nuestras lenguas. De pronto mi suegrastra se detuvo en seco, me miro fijamente.
Sus ojos despedian lujuria y su cuerpo los olores de su sexo. Se me quedo viendo fijamente. Senti que sus ojos traspasaban a los mios y grito:
Cojeme papito..¡¡¡ Cojeme por favor..¡¡¡ Cojeme ya..¡¡¡ Hazme tuya para siempre papacito…¡¡¡ Quiero ser tuya y de nadie mas, tuya y solo tuya desde ahora y para siempre..¡¡¡ Cojeme mi rey…¡¡¡ Cojeme…¡¡¡ Cojeme…¡¡¡ Cojeme ya..¡¡¡ Hazme tuya mi rey..¡¡¡
Mi suegro se movia y amenazaba ya con despertar. Era inminente que despertara y yo tenia que culminar aquella inolvidable y sublime noche, llenando de leche a aquella hembra. Estaba yo sobre MI hembra besandola. Me levante y quede hincado con mis rodillas en medio de las de ella. Abrio sus generosas y blancas piernas y con sus manos acaricio su vulva. Sus dedos jugaban con sus labios vaginales. Abrio de par en par aquellos labios en flor, y tomo mi verga con su mano izquierda. Me acariciaba la verga con la izquierda y con la derecha sobaba sus labios vaginales e introducia sus dedos en su vagina. Jalo mi verga hacia su vulva. Me resisti y me imploro que la poseyera. Le pedi que me jurara que desde ese momento solo seria para mi y unicamente para mi. Me grito que si. Que solo seria unicamente para mi y que ningun otro hombre mas que YO, tocaria nunca mas la intimidad de sus carnes. Mi suegro se movia mas y mas y era inminente su despertar. Ella me acerco mas a su cuerpo. Se sento.
Me acaricio la verga y me la beso y me la chupo. Me dio una breve pero maravillosa mamada de verga que me transporto al mismisimo paraiso celestial. Justo cuando sentia que mi leche saldria a borbotones, dejo de mamarmela. No habia necesidad de palabras, en los hechos me decia que queria toda mi leche dentro de sus ardientes carnes intimas. Queria recibir mi leche entera y sin desperdicio en su cincuentañera vagina. Restrego fuertemente mi verga contra su vulva y no aguante mas. La penetre con fuerza. La embesti con la fuerza de un semental embrabecido. La penetre y le di hasta el mismisimo fondo. Mi verga entro en su vagina. No habia que esperar mucho tiempo. Todo el trabajo estaba hecho. En cuanto nos movimos un poco, reventamos el uno dentro del otro.
Mi suegra derramo sus abundantes e hirvientes jugos sobre mi verga, y mi verga revento al mismo tiempo, llenando su vagina con aquella leche hirviendo que como lava volcanica salia a borbotones a inundarla. Se lleno de mi y yo de ella. En ese instante conocimos la plenitud de esa intimidad largamente deseada y nunca antes expresada. Desde ese momento eramos amantes. Era ya mia para siempre. Solo mia y unicamente mia. Era mi suegrastra. MI Flora del alma a la que hoy por hoy sigo amando, deseando y fornicando como ese primer dia.
Autor: Anonimo
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