Mi tia, la inspiracion de mis primera fantasias
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi tia fue la protagonista de mis fantasias sexuales infantiles. A su salud dedicaba la mayoria de mis pajas. Tiene un hijo de mi edad y los veranos pasbamos la mayor parte del dia jugando en su casa.
Eramos niños y mi tia solia ir por casa solo con bragas y sujetador, los niños nos haciamos hombrecitos y ella seguia con su costumbre.
Yo me volvia loco intentando disimular mis empalmadas ante la vision del triangulo negro que se le veia debajo de las bragas, marchaba corriendo al aseo a menearmela, en una ocasion llegue a 5 pajas en una tarde.
Paso el tiempo, yo me fui haciendo mayor y ella vieja, a mi esposa cuando la conocio le cayo simpatica, y le hizo mucha gracia saber que mis primeros litros de leche estaban dedicados a ella.
Con 68 años mi tia quedo viuda, sus hijos habian marchado a vivir a otras localidades y los familiares mas proximos eramos mi esposa y yo. Mi mujer la visitaba con frecuencia y se hicieron muy amigas, tanto que luego supe que la zorra de mi mujer hacia calentar a la vieja contandole nuestros polvos. Recalcandole lo bien que lo pasaba cuando yo le comia el coño.
Una noche mi esposa salio de cena con las amigas y se llevaron a mi tia. Despues de unas copas decidieron ir a una discoteca, para la vieja ya era suficiente y me llamaron para llevarla a casa.
Cuando llegue al lugar convenido, al acercarme vi como habian restaurado a la vieja. Maquillada lo justo, con un vestido de mi esposa muy escotado y falda corta y ajustada, (ese vestido la puta de mi mujer siempre lo ha llevado sin ropa interior), mi tia estaba un tanto alegre pero no borracha.
Al sentarse en el coche la falda aun destapo mas sus muslos dejando a mi vista un poco de la raja de su viejo coño ya sin aquel matorral de pelo que tanto admire, las tetas que se mantenian firmes dentro de la copa del vestido aun parecian apetitosas.
Al ponernos en marcha, tras decirle yo lo buena que estaba me confeso las confidencias que le habia hecho mi mujer y me pregunto si no me daba asco chupar chochos, le respondi metiendo la mano entre sus piernas, apenas roce su raja para mojarme los dedos con su jugo, me los lleve a la boca y los chupe, sus pezones se erizaron, grandes y gordos delataban debajo de la tela su calentura.
Llegamos a su casa, en cuanto se cerro la puerta, por detras le agarre las tetas besandole el cuello, hice que su vestido resbalara dejandola desnuda, la sente sobre el mueble del recibidor y arrodillandome abri sus muslos y puse mi cabeza entre ellos, mientras lamia los labios vaginales ella gemia de gusto, cuando note que estaba a punto de estallar cogi su clitoris entre mis labios y sorbi, mientras gritaba como una cerda, yo bebia todo el zumo femenino que tenia retenido en su interior.
Me puse de pie, ella tenia los ojos en blanco y me beso abrazandome, me baje los pantalones y meti mi poya en su coño, puse sus piernas alrededor de mi cintura y cogiendola de su duro culo la levante dirigiendonos a la cama, a cada uno de mis pasos, ella daba un grito de placer, en la misma puerta del dormitorio, la apoye en la pared y la clave para que volviera a correrse. Colgada de mi la lleve a la cama, le pedi que se pusiera a cuatro patas y por detras volvi a clavarle el chocho, en el espejo del armario se reflejaba su cara desencajada y sus tetas colgando balanceandose al ritmo de mis mete-saca, cuando noto mi leche en su interior, tuvo un nuevo orgasmo, cayo rendida de bruces y se quedo dormida. La tia con 70 años aguanto mas que muchas jovenes.
Desperte a su lado, seguia dormida y me fui a la ducha antes de volver a mi casa, yo estaba de espaldas a la puerta y no note cuando entro, al salir de la ducha estaba sentada en un taburete mirandome, sin decir nada me cogio la pija y se la metio en la boca, consiguio ponermela tiesa pero no era una experta en mamadas, acariciandola la hice ponerse en pie, la bese y le pedi su agujero virgen, puso sus manos sobre el taburete y agachada abrio las piernas, apunte mi capullo a la entrada del culo y poco a poco fue entrando, ella daba algun grito, yo paraba pero me pedia que siguiera partiendola, entre en sus entrañas hasta que mis huevos chocaron con sus nalgas, la estrecha cueva consiguio que me corriese pronto, la saque manchada de sangre y de mierda, ella misma se ocupo de lavarmela con cariño.
Era domingo y ella esperaba la visita de uno de sus hijos y su familia, nos despedimos con un beso tierno.
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