Mi tio me dio me lechita a los 6 años
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Lunita1945.
Dulce…
EL ESPACIO DE LAS PEQUEÑITAS.
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¡HOLA! Mi nombre es Dulce, actualmente tengo # años pero mis vivencias comienzas desde mucho más joven, antes que nada comenzara a describir mi situación familiar, que siempre ha sido en lo económico buena, en lo que es de cuestión de atención no mucho, esto porque afortunadamente mis dos padres son profesionistas mi papa es doctor y trabaja en un hospital, mi mama es recepcionista en un hotel y también trabaja gran parte del día, soy hija única y esto solo porque mis papa me tuvieron cuando ellos eran muy jóvenes, en realidad nunca lo planearon soy lo que se puede llamar una locura de una noche, y también la razón por la que terminaron casados.
Entonces por este motivo nunca me ha faltado nada, solo una cosa mucha atención ya que de pequeña la que me cuidaba es mi abuelita por parte de mi papa, ya que ninguno de mis papa quiso dejar su profesión, mi abuelita aunque no es tan vieja pues esta apenas por cumplir 55 años, no es de las típicas abuelas que le guste cuidar los nietos pues ella es mas de las señoras que les gusta divertirse y solo me cuidaba porque mis papa le pagaron un sueldo, pero a pesar de todo esto no lo hacía mal, pues aunque no estaba muy al pendiente de mí, no había muchas cosas que pudiera hacer en las casa y siempre he sido una niña obediente con los mayores y algo penosa y tímida, así que no era muy complicado cuidarme.
Prosigo a describirme, desde muy peque he sido una niña muy bonita, soy blanca y de buena altura para mi edad, mi cabello es liso semi rubio, mis pechos son pequeños pero bien formados, (aunque la historia que les voy a relatar me paso antes que tuviera pechos), mis facciones faciales siempre han sido muy definidas y coquetas, soy la típica pequeñita con cara de coqueta, lo mejor de mis atributos es mi trasero, ya que este aunque pequeño desde pequeña a estado bien formado y paradito (respingón), mis piernas son largas y muy blanquitas, y tengo una risita y una miradita muy coqueta, ya que mis ojos son de un color café y verdad que los hace lucir muy bonitos, en ese entonces mucha gente le decía a mi abuelita o mi mama cuando salíamos a la calle que yo era una muy bonita niña, que parecía una muñeca, eso a mí me hacía sentir muy bien, además podía ver como algunos hombres me volteaban a ver cuando salía a la calle, yo no sabía en ese tiempo porque, pero yo suponía que era porque me veía bonita, (lo que no sabía es que esa belleza e inocencia de niña que la naturaleza me había regalado, despertaba en muchos hombres una gran excitación y que eso me iba a llevar por un mundo lleno de emociones que a muy temprana edad iba a comenzar a recorrer).
Mi primera vivencia fue cuando tenía apenas 6 años de edad, no fue la gran cosa, (pero para mí fue el primer detonante que me hizo experimentar cosas que nunca pensé al igual que propiciar situaciones sexuales no adecuadas para una niña de mi pequeña edad), todo comenzó porque llego a la casa de mis papa un tío de él y que por lo consiguiente también era mi tío, (era como mi tío abuelo), aunque al principio mi papa y mi mama se negaron a recibirlo, pues no era de los familiares favoritos, además era bien conocido en mi familia porque era una persona muy pervertida, (ya saben en la familia nada se puede esconder), y no lo querían cerca de mí, pero como no tenía a donde ir y además mi abuelita insistió (claro por ser su hijo), mi papa acepto que se quedara solo por unos días en la casa.
Los primeros días fueron normales, el me abrazaba y me decían que era una linda princesa, pero nunca pudo hacer algo porque toda esa semana mi abuelita y mi mama no me dejaban de vigilar, por lo que ya mencione de mi tío, para esto mi tío le dijo a mi papa y a mi abuelita que solo estaría una semana con nosotros en lo que se arreglaba la situación con su esposa, pero todo el tiempo que estuvo se lo pasaba en la casa encerrado en su cuarto, viendo televisión y películas, en algunas noches salía a las calles y regresaba ya noche, pues mi tío a pesar de ser mi tío abuelo, no es tan viejo, tenía en ese entonces como 36 años y era delgado y alto.
Era muy alegre conmigo y pues a mí me parecía algo gracioso, el tiempo paso y pronto se llegó la hora en que mi tío tenía que irse de la casa, era un sábado por lo cual yo no tenía que ir a la escuela, en ese entonces al kínder, y mi papa tenía que hacer guardia en el hospital y él era así un sábado trabajaba y otro no, mi mama trabajaba todos los días menos los domingos y esos días los pasaban arreglando sus cosas, entonces la que me cuidaba era mi abuelita.
Pero ese domingo sería muy diferente para mí, recuerdo que me desperté muy temprano y prendí la televisión y me puse a ver las caricaturas, estaba viendo las caricaturas cuando escuche que alguien abría la puerta del baño de arriba de la casa, y yo pensando que era mi abuelita Salí de mi cuarto para darle los buenos días, pero gran sorpresa que me lleve el que estaba saliendo del baño era mi tío solo con un shock, y él se apresuró a decirme.
-.
Buenos días princesa, como estas
-.
Bien tío, gracias.
Conteste con la carita agachada
-.
y tu abuelita.
Me pregunto
-.
No sé.
Conteste a la pregunta
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ok
-.
quieres ir a mi cuarto a ver las caricaturas.
Me dijo
Yo quede un ratito pensativa, pues no sabía que contestar, ya que me daba mucha pena decir que no pero con un gran esfuerzo conteste.
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no, tío, ya estoy viendo las caricaturas en mi cuarto.
Le dije
Él se quedó viendo y con una voz un poco más animada me dijo
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vamos princesa, veras las caricaturas que yo tengo son de lindas princesas y valientes príncipes, eso no lo puedes ver en la tele, además aprovechando que estará en mi cuarto te voy a dar de desayunar, ¿Qué dices?, Me pregunto con una voz más elevada.
Yo al ser una niña pequeña pues solo tenía 6 años, y además estaba acostumbrada a hacerle caso a los adultos le conteste.
-.
si tío vamos.
Él se apresuró a tomarme de la mano y rápidamente me llevo hasta su cuarto que estaba al fondo del corredor de la casa, su puerta estaba semi abierta, así que entramos y después él se volteó miro para ambos lados y cerró la puerta, su cuarto estaba algo oscuro porque tenía las cortinas bajas y son de esas cortinas que no dejan entrar mucho el sol, lo único que iluminaba el cuarto era el resplandor de la televisión, yo rápido asistí a sentarme a un borde de la cama para poder ver la tele, mi tío fue hacía su mochila de viaje y saco unas bolsas en donde tenía películas, saco una y la puso en el DVD, y después se sentó a un lado mío mientras se reproducía la película.
-.
mira Dulcecita, esta película te va a gustar mucho.
Me dijo con una voz un poco ronca
Yo solo moví la cabeza asistiendo a su afirmación, la caricatura comenzó, y efectivamente era de una princesa que gobernaba un reino, pero la caricatura avanzo y de pronto la princesa del cuento comenzó a hacer unas cosas que yo no conocía y que nunca había visto en las caricaturas normales, (hoy sé que esas películas se llaman Gentail del tipo xxx) pero en ese entonces no sabía nada de eso, mi tío al ver esta imágenes llevo su mano hacía su entre pierna, de eso me pude dar cuenta por estar a un lado de él, que se sobaba con ritmo semilento, yo observe un poco y después me dispuse a ver la tele en donde el espectáculo de la princesa continuaba, de pronto sentí que mi tío ponía su mano sobre mi manita, la cual está en mi pierna, y me dice con una voz algo bajita.
-.
princesa me ayudas a rascarme, es que tengo mucha comezón.
Me dijo tomando mi mano
Yo no conteste nada solo me quede cayada y esto supongo que él lo interpreto como si fuera un sí porque levanto mi mano y la llevo en medio de sus piernas, justo donde él se estaba sobando antes y comenzó a hacer lo mismo, pero ahora con mi mano, yo podía sentir algo duro y caliente que se sentía por debajo del shock de mi tío, y que yo con el ritmo que este me imponía sobaba cada vez más con fuerza, de pronto mi tío comenzó a ser sonidos raros, mientras su respiración parecía más agitada, y en un momento sentí mojada mi manita, yo quite mi mano y mi tío me lo permitió, para limpiarme mi manita con las sabanas de la cama de mi tío, el cual callo por un lado de mí y dijo.
-vaya princesa, eres la mejor, tenía tiempo que no tenía una corrida a si de buena, estoy exhausto.
Yo no respondí nada pues no sabía que me estaba diciendo, después de un rato que estuve hay sentada y mi tío acostado por un lado de mí, sin decir nada y aun con el shock mojado, le dije.
-bueno tío ya me voy.
En eso me tomo del brazo y me dijo.
-espera pequeña aún no hemos terminado, te dije que te iba a dar de desayunar no, bueno dulce, lo que te voy a dar de desayunar va a ser lechita, pero no es cualquier leche, (aclaro), con voz entre cortada.
– Esta lechita te va ayudar a crecer muy grande y saludable, además es la que tomas las niñas buenas y que quieren ser más lindas, porque sabes esta lechita, solo la toman las niñas bonitas y obedientes como tú, ¿tú eres obediente y quieres ser bonita o no?.
Y yo moví mi cabeza, contestando que sí, pues a esa edad que niña no quiere ser bonita y obediente.
-ok mi amor.
Dijo mi tío.
– entonces mira lo que tengo para ti.
Se bajó su shock y me mostro su pene.
Yo nunca había visto uno, puesto que soy hija única y no tengo hermanos ni amigos varones que hagan esas cosas y mi papa era muy cuidadoso en esos aspectos, así que me quede viendo eso que nunca había visto y que estaba parado y apuntaba justo a mí, mi tío dejo que lo viera por un rato, supongo que disfrutaba de mi carita bonita y de mi mirada impávida ante esa cosa, y después de unos minutos toma mi mano y me dice.
-Anda pequeña tócalo.
Me tomo mi manita y la puso en la cabeza de su pene y después comenzó a moverlo hacia delante y hacia atrás, yo solo podía sentir su cosa bajar y subir por mi manita y después como se llenaba mi mano con algo parecido al sudor, de pronto me soltó, y yo aproveche para limpiarme mi manita con mi pijama, (que aun traía puesta), después él me dice con una voz más calmada.
-Haber dulce saca tu lengüita.
Y yo lo hice.
Después el comenzó a pasar su cosa por la punta de mi lengua, que esta fuera de mi boca, para mí eso era extraño, pues no me sabia a nada, pero después de unos minutos me llegaba un olor a sucio que era expedido por mi tío, pero un olor que nunca había olido hasta ese entonces.
-haber pequeña, abre bien tu boquita, voy a guardar esto en tu boquita para que puedas tomar tu lechita, te la tomas toda he, y no quiero que me roces con tus dientes o que cierres tu boquita, porque me puedes lastimar he Dulcecita.
Y yo solo moví mi cabeza afirmando su indicación.
Después de eso me tomo de mi cabecita y me agacho un poquito, (porque yo soy un poquito alta para mi edad y le llegaba solo un poquito más arriba de la cintura a mi tío), y metió hasta la mitad su cosa en mi boquita, la intento meter más, pero yo se le impedí, poniendo mis manitas en sus piernas, después de eso comenzó a sacar y meter su cosa en mi boca, yo solo estaba hay como una muñeca de plástico, no me gustaba nada el sabor, he incluso cuando lo metía más me daban ganas de vomitar, pero cuando lanzaba una arqueada mi tío lo sacaba y me dejaba respirar tantito para después volvérmela a meter, así estuvimos sacando y metiéndome su pene en mi boquita un largo tiempo, no sé cuánto pero a mí me pareció mucho, en una de esas arqueadas que di mi tío saco su pene de mi boca para dejarme respirar y yo que no estoy acostumbrada a hablar mucho y menos a mis mayores, junte las poquitas fuerzas que tenía para decirle a mi tío esto.
-Tío, creo que tu este, (así lo llame), tiene frio, porque no mejor lo guardas.
He intente con mis dos manos subirle el shock a mi tío.
Pero este me detuvo y me dijo.
-Cual frio, tú no puedes decir nada porque eres mi zorra.
Entonces volvió a tomar mi cabecita y la jalo hacia él, yo solo volví a abrir mi boca, pero esta vez el metió su pene, con muchas fuerza.
Comenzó a meter y sacar su pene de mi boca con mucha fuerza, a pesar que yo tenía mi mano en sus piernas para evitar que me entrara todo, esta vez cada vez que su pene entraba, me provocaba una arqueada, pero mi tío ya no me daba chance para respirar, mi comentario de hace un rato lo había puesto muy caliente, después de unos cinco minutos mi tío comenzó a metérmela aún más fuerte y hacer unos sonidos muy extraños, por mi parte ya está muy cansada de mis bracitos, pues tan solo tenía 6 años no podía aguantarle el ritmo a una persona adulta, cuando bajo mis bracitos cansados mi tío pudo meter su pene hasta casi mi garganta, me daba mucho asco a cada envestida pensaba que iba a vomitar, pero ya no tenía la fuerza para levantar mis brazos.
En una de esas sucedió, su pene comenzó a expulsar una gran cantidad de semen, (bueno en ese entonces no sabía que era), inundando por completo mi boca y provocándome una gran arqueada, haciendo que parte de este se me resbalara por un cachete, en eso mi tío me dice.
-tomate toda tu lechita, es para que te pongas más bonita, no la vayas a tirar porque si no te voy a castigar.
A pesar que no me gustaba nada el sabor salado que sentía en mi boca y lo caliente que este estaba, pues siempre he sido una niña muy obediente, así que aun haciendo gestos me los tome todos, después de eso mi tío me dice, con voz cansada.
-haber Dulce abre tu boquita para revisar que te lo hayas bebido todo.
Y yo la abrí lo más que pude.
-muy bien pequeña, vas a ver que te vas a poner más bonita de lo que estas.
Me dijo mi tío, después de esto él me dijo, ya te puedes ir a tu cuarto y abrió la puerta del suyo.
Yo camine hacia la puerta aun sintiendo el sabor salado en mi boquita, antes de salir me detuvo en la puerta y le dije.
-gracias tío.
A lo que él respondió de nada princesa.
No sé por qué hice eso, supongo que porque era muy pequeña y estaba a acostumbrada a decirle gracias a los adultos que me daban algo y yo realmente pensaba que mi tío me había dado lechita y por eso le dije gracias, (que tonta he inocente verdad), , mi tío nunca me dijo que no dijera nada pues él sabía que era una niña muy callada y que casi no hablaba, entonces pensó que no habría necesidad, y tenía razón porque nunca he dicho nada hasta el día de hoy, bueno que no lo estoy diciendo de viva voz lo estoy escribiendo verdad, me fui a mi cuarto y estuve sentada como 15 minutos viendo la televisión, hasta que llego mi abuelita y me dijo, Dulce vamos a desayunar, y yo lo conteste que no que ya me había dado de desayunar mi tío, y ella me pregunto qué, que me había dado de desayunar, y yo lo conteste que lechita, mi abuelita se quedó pensando un momento y después dijo, está bien y salió de mi cuarto.
Esa fue mi primara experiencia sexual a la edad de 6 años y era solo el comienzo de muchas que faltarían y de un mundo excitante y peligroso que está apunto de recorrer y todo por mi pena y mi inocencia, aunado a mi belleza era una mala combinación, en su mayoría de mis vivencias era con hombres mayores, pero son relatos que contare más adelante, adiós y besitos.
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