Mi Tío y yo (Parte 2)

Esta es la continuación de las cosas que me hizo mi tío.
Mi tío José siguió abusando de mi sin que nada ni nadie lo pudiera evitar. Pasó de ser un hombre cariñoso, a un enfermo obsesionado conmigo. Entre más pasaba el tiempo, más exigente se volvía mi tío y todo debido a que yo, con el paso del tiempo iba desarrollando mi cuerpo y eso a él lo volvía loco.

Como yo ya estaba más grande, mi tío buscaba excusas para estar conmigo, por lo que a veces le decía a mi tía Angelica que iría fuera de casa por trabajo y que me llevaría para acompañarle. Yo no quería, pero mi tía me decía que fuera con él para no aburrirme sola, además ella estaba ocupada viendo a mi hermana.

En una de esas ocasiones mi tío me llevo con él, así que monte en su auto, supuestamente íbamos por “su trabajo”, lo cual yo sabía que no era cierto. Durante el camino mi tío me decía: “Mi amor al fin estaremos solos, esa vieja fastidiosa no nos molestará ni la odiosa de tu hermana”

“Le dije a esa vieja que regresaríamos mañana, por lo que hoy te gozaré todita y solo para mí, mi amor, me comeré tu rico cuerpo y haremos cosas de adulto, ya estas grandecita y bien buena, me muero por probarte mi amor”

En ese tiempo mi tío no quería que yo me relacionara con nadie más, por lo que él me pagaba una maestra privada particular para aprender lo básico, leer, escribir, operaciones matemáticas, historia, etc.

Salimos fuera del pueblo, en la carretera interestatal y seguimos hasta que mi tío paro en un lugar donde decía MOTEL, yo no tenía idea de lo que era eso, pero lastimosamente lo averiguaría. Mi tío me dijo que me pasara al asiento de atrás, que me agachara y que no hiciera ningún ruido, y solo vi que mi tío estaciono junto a una ventana, donde él entregó dinero, le dieron unas cosas y luego arrancó el auto. Vi que salimos de una especie de túnel y luego vi que estaciono dentro de una especie de cochera, mi tío se bajó y fue a cerrar el portón, luego encendió las luces y me dijo que ya podía bajarme. Mi tío me tomo de mi mano y me dijo “Hoy si mi amor ya estamos solos y tranquilos”, entonces me subió por unas escaleras y al abrir la puerta vi una habitación donde había una cama grande, pero lo que me extraño fue que todas las paredes y el techo estaban llenos de espejos. Mi tío cerró con doble llave la puerta y me dijo: “Bienvenida mi amor a tu primer motel, acá haremos cosas ricas ya que nadie nos molestara”.

Mi tío me dijo que me subiera a la cama y me quitara la ropa, yo preocupada, lo hice porque ya sabía lo que se venía. Mi tío se quitó la ropa muy rápido, el tiempo no le hacía nada bien ya que había engordado mucho. Se subió a la cama y comenzó a lamerme por todos lados, yo del miedo y asco voltee a ver a otro lado, pero estaba rodeada de espejos y podía ver todo lo que ese viejo me hacía.

El viejo me dijo que ya era toda una mujercita y me hizo que mamara su pene, mientras él me metía sus dedos en mi vagina, yo lloraba, pero él me agarra del cabello y me sacude fuerte y me dice “Mocosa deja de llorar, eres mi mujer y haré todo lo que quiera contigo, además tenemos toda la noche para hacerte cositas”. Entonces mi tío se sentó de frente a uno de los espejos, me agarro y me puso encima de él, viendo de frente al espejo, me metió su pene, me abrazó y tomó mi cara y me dijo: “Mi amorcito abre los ojos, mira como este macho te coge rico, quiero ver tu cara mientras te la meto”. Aunque yo estaba llorando, mi tío me obligo a ver mientras me violaba una y otra vez, lo cual para mí fue un momento de shock en mi vida, en mi mente, ese momento me traumo por el resto de mi vida.

Esa noche fue una de las peores en mi vida, ya que aparte de violarme por la vagina, mi tío dijo que ya estaba grandecita y procedió a violarme por mi ano, el cual él no había tocado aún. Fue algo muy traumático y doloroso, ya que cuando me metió su pene, me desgarro mi ano, yo grite como loca, pero a él le excitaba que yo me revolcara de dolor, así que me pego muchas veces en mi cara, me tiro en la cama y me dio un par de patadas y me dijo que me callara que nadie iba a escucharme. Me dejo muy lastimada y aun así me acostó boca abajo y siguió violándome analmente. Durante toda la noche mi tío me desgarro mi vagina y mi ano sin piedad hasta que se cansó. Del dolor que sentía por los desgarros y los golpes, me desmaye hasta que por la mañana mi tío me agarro del cabello y arrastrándome me llevo al baño y como siempre volvió a amenazarme y me dijo que dijera que los golpes en mi cara y vientre eran porque me pelee con otros chicos.

Regresamos con mi tío a casa y a mi tía le dije lo que me ordenaron decir. Yo me sentí muy débil debido a la cantidad de sangre que perdí cuando el desgraciado ese me desgarró.

Durante esos años se repitió la historia un par de veces, mi tío me obligo a ir a ese asqueroso motel y durante ese tiempo casi no comía y tampoco dormía bien porque tenía pesadillas con mi tío violándome una y otra vez.

En una de esas ocasiones estando en el motel, me vino mi menstruación, lo que enfureció a mi tío y me dio una golpiza en mi cara que me dejo hinchada, luego me ato a mis manos y me amarró a la base de la cama boca abajo, se sacó el cinturón y procedió a pegarme por mis piernas y espalda, y por más que le pedí a mi tío que parara, él parecía gozarlo.

Al llegar a casa, mi tía se horrorizo al verme, ya que como yo soy muy blanca, los golpes y moretes en mi cara y cuerpo se notan muchísimo, así que mi tía se fue a traer un botiquín para atenderme los golpes y heridas. En ese momento agarré valor y le dije a mi tía que quien me había golpeado era mi tío y que también él abusaba de mi desde hace mucho tiempo. Mi tía me acaricio mi cabello y me dijo: “Si mi niña yo sé lo que José ha hecho, pero se lo permito porque yo no puedo darle lo que tu si, así que mejor no digas nada y obedécelo a él, sino José es capaz de desquitarse con tu hermanita y eso no lo permitiré”.

Mi mente explotó en ese momento al escuchar todo lo que mi tía me dijo, me puse super mal ya que ella prefería que mi tío me abusara a mí y no a mi hermana.

Me sentía tan miserable y tan mal, ahora mi tío ya entraba a mi habitación sin necesidad de esconderse y me viola cuando a él se le antoja.

Entre las aberraciones que, hacia mi tío, la peor fue que una noche me llama a que vaya a su habitación, para mí sorpresa, estaba mi tía Angelica también, así que mi tío le dijo: “Ay Angelica gracias por complacerme hoy, me halaga que al fin te hayas decidido a hacer lo que hace tiempo te he pedido”.

Entonces mi tío me dijo: “Mi amorcito, tú tía hoy nos acompañara para que ella vea como te hago mi mujer, así que quítate la ropa y ven con tu papi”

El enfermo de mi tío hizo que mi tía me agarrara de mis brazos mientras él me embestía con su asqueroso pene y me violaba, y mientras yo lloraba, mi tía solo me miraba sin decir ni una tan sola palabra. Cuando mi tío iba a acabar, saco bruscamente su pene, mi tía me agarro de mi cara y me obligó a abrir mi boca, el desgraciado inmediatamente me metió su asqueroso pene y acabo, mientras mi tía se encargaba de que yo tuviera mi boca cerrada, me estaba asfixiando, y el desgraciado me decía “Ay niña, bébetelo todo, que, si no te lo tragas, te vas a morir ahogada”. Yo a duras penas pude tragar ese asqueroso semen y mucho salió por mi nariz, hasta al rato mi tío se apiado de mi y saco su asqueroso pene de mi boca. Del asco que tenía, vomité todo lo que había tragado, así que mi tío bien furioso me comenzó a pegar duro, mientras que yo solo veía que mi tía parecía estatua y actuaba como que yo no le importaba para nada. Gracias por leer mi historia y espero que lean la tercera parte donde les hablaré del desenlace de esta terrible historia.