Mi vecina del 5º II (continuación)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por thorpe1948.
Continuando con el relato del fin de semana con mi vecina del 5º, y después de una noche bastante azarosa de sexo, nos quedamos dormidos.
Despertamos muy tarde, serian 12,30, fue un despertar tranquilo sereno, el sol ya en lo alto iluminaba el habitáculo a través de las cortinas dando un ambiente cálido a la estancia.
Al despertarme, vi a Amalia mi vecina durmiendo plácidamente abrazada a mí con una pierna por encima de las mías, totalmente desnuda al igual que yo, tenía como un rictus en la cara de satisfacción, de placer, no sé, denotaba paz; en un impulso al ver la relajación de su cara me acerque y le di un beso en los labios, que parecían estar entreabiertos para ser besados, mientras acariciaba su cara, lo que hizo que se despertara; al verla despertar le pedí disculpas por haberla despertado, y ella mirándome con cariño tan solo me dijo, ha sido un despertar dulce ojala me despertara cada día con un beso tan tierno y dicho esto me beso de una forma apasionada abrazándome con todas sus fuerzas, por supuesto que yo le devolví el beso mientras acariciaba sus pechos apretados contra mí.
Aquello ya no tenia vuelta a tras Amalia sin despegar su boca de la mía, se puso encima de mi dejando su vulva totalmente pegada a mi pene y con ese contacto estrecho, claro, mi pene reacciono y ella que lo sintió así, comenzó a restregar su vulva contra el poniéndomelo duro casi en el acto, ella tenía la vulva totalmente hinchada no sé si debido a la excitación de todo lo que hicimos durante la noche y ahora con tanto roce la tenía muy caliente, con los movimientos que hacía mi pene no tardo en quedar incrustado entre sus labios abultados. Mis manos ya amasaban sus nalgas con ganas; Amalia no tardo en incorporarse y sin pesarlo, se metió mi pene en su vagina ardiente y jugosa, estaba muy húmeda y comenzó a cabalgar con ganas mientras con sus movimientos sus pechos se arrastraba sobre mi pecho con sus pezones duros lo que hacía que yo me excitara cada vez más.
En esa postura Amalia tuvo un par de orgasmos que la hacían temblar como si estuviera poseída mientras apretaba su vulva contra mí lo que hacía que mi pene estuviera tan metido dentro que era imposible ver ni un centímetro de él. Cuando se recuperó un poco no solo no se descabalgo si no que sacándose el pene de la vagina, duro como estaba y sin dar tiempo a mas se lo incrusto de una en el culo después de restregarse un par de veces por el ano para mojarlo con sus propios jugos, definitivamente mi vecina ya lo quería todo y no dudaba en cogerlo directamente.
Se inclinó sobre mi besándome mientras yo le daba duro por el culo, era toda una gozada aquel culo apretado que se tragaba mi pene y su esfínter palpitando sobre él lo que hacía que mi placer fuera enorme, en poco tiempo yo estaba al borde de la eyaculación, ya no podía aguantar más cuando de nuevo ella tuvo otro fuerte orgasmo y en eso momento yo no aguante más y me deje ir llenándole el culo de leche y así de esa manera saludamos el nuevo día que según había empezado auguraba mucho más.
Después de eso descansamos un momento y nos levantamos de la cama, nos duchamos tomamos un poco de fruta que teníamos en la casa y nos fuimos a dar un paseo a la orilla de un arroyo que corría cerca de la casa. El paseo fue toda una demostración de risas, caricias y besos, una complicidad total entre los dos, Amalia no quería perder ni un solo minuto de disfrute de todo del sexo de la ternura de las caricias se notaba que quería recuperar el tiempo perdido.
Cuando ya era más que la hora, nos fuimos a comer, hicimos una comida suave tomamos café y nos fuimos, conscientes de que en fin de semana se estaba terminado nos dirigimos hacia la casita. Durante el camino Amalia con su vestido corto y un poco remangado al sentarse y sabiendo cómo me gustaba a mi ver sus hermosas piernas al aire no dejaba de jugar con ellas inclinadoras hacia donde yo estaba, abriéndolas un poquito de forma provocadora y riéndose viendo que yo no le perdía la vista a lo que hacía, hasta que yo sin poder aguantar metí mi mano entre ellas acariciando esa piel suave y caliente, ella tan solo echo su cabeza hacia tras y cerró los ojos dejados hacer, Amalia se había convertido en un volcán de placer y estaba dispuesta a disfrutarlo de todas las maneras posibles.
Llagamos a la casita ya muy excitados y sin mediar palabra, pues no hacía falta, nos fuimos directos a la habitación ya comiéndonos todo y rodamos por el suelo mientras nos desnudábamos de nuevo; Amalia se recostó en la alfombra y abriendo sus piernas y su brazos me invito a poseerla de nuevo asique me acomode entre sus piernas mientras me abrazaba con fuerza y se le metí hasta el fondo mientras ella tan solo emitía gemidos de placer, acompaso sus movimientos a los míos de tal manera que las penetraciones eran muy profundas, esta vez ella tuvo varios orgasmos seguidos mientras yo seguía fallándola con ganas así estuvimos por una largo tiempo hasta que por fin yo también me corrí en lo más profundo de su vagina quedando sin fuerzas encima de ella que tan solo me besaba y acariciaba con mimo.
Descansamos un rato y ya nos pusimos recoger pues había que volver el fin de semana hacia tocado a su fin, así que acomodamos todo en el auto y emprendimos el regreso a casa.
Al llegar acomodamos las cosas nos fuimos a descansar juntos pues al día siguiente yo tenía que madrugar, así que esa noche fe tranquila, muy abrazos y con caricias nos quedamos dormidos.
Y bien amigos esto fue todo lo que el fin de semana dio de sí, espero les haya gustado, si es así como siempre dejen un cometario y si no fue así dejen un critica.
Si así lo quieren seguiremos contado porque esta relación está dando para mucho y espero que de mucho más.
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