Mi vecina favorita
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Gabriel96.
Hola a todos, mi nombre es Gabriel y este es el primer relato que escribo. Las críticas tanto buenas como malas son siempre bien recibidas mientras sean constructivas.
Poco antes de irme a dormir, mi madre toca la puerta de mi habitación.
-Gabriel, puedo?
-Pasa.
-Queria pedirte si mañana temprano no podrias ir a echarle un ojo a la computadora de Margarita.
-Eeeh Y por qué tengo que ir yo?
-Dale, no seas asi. Por favor, que ya le prometi que ibas a ir.
Al final tuve que aceptar a regañadientes la petición de mi madre. No conocia muy bien a esa vecina, solo sabia que es madre de dos hijos pequeños (tipo 7 u 8 años) y que estaba casada con un hombre un poco mayor a ella, yo diria que como 10 años. La verdad nunca me habia interesado en ella pero tengo que admitir que a sus 3540 años se conservaba bastante bien. Es blanca de pelo rubio teñido, de 1,60M aprox. con caderas anchas y senos como los de cualquier madre de dos niños. Yo soy de tez blanca mido 1,86, soy delgado aunque no muy atletico, tengo un miembro de 16 cm, normal para mis 19 años.
A la mañana siguiente no pude evitar ir algo malhumorado a la casa de mi vecina. Margarita como todos la llamaban me atendió casi al instante que toqué su timbre.
-Buen dia Gabriel!. Me sorprendió mucho que supiese mi nombre. Se ve que mi madre le habló de mi.
-Hola, cómo le va? Me limité a decir con una sonrisa algo fingida.
-Bien, muy bien. Pero no me seas tan formal, que no soy una vieja eh! Me dijo en tono de broma.
No pude hacer más que asentir con una leve sonrisa. Pero la verdad que no estaba del todo equivocada. Me habia recibido con un pantalón corto (Es verano en Argentina) y una musculosa que me dejaba ver un buen escote.
Pasamos a su living, cuando comenzó a explicarme que le sucedió a la computadora. Noté que su problema era bastante sencillo de solucionar solo que me llevaria algo de tiempo. Mientras bajaba todo lo necesario ella se puso a limpiar cerca mio y me hablaba. Que sus hijos con su madre, que su esposo trabajando, que el calor era insoportable, eran frases que decir sin que les prestase mucha atención.
Cuando me faltaba poco para terminar, no pude evitar notar como el short que llevaba permitia admirar sus piernas en todo su esplendor. Sumado a la musculosa antes mencionada, hacia que realmente me comenzara a calentar con esa imagen. Era tan obvia mi mirada que ella se percató de ello y me dijo:
-No seas tan mirón nene, que podria ser tu madre jaja.
Muy rojo de la vergüenza, no hice más que agachar un poco la cabeza y rezar porque todo eso terminé rápido.
-No querés algo para tomar?
-No gracias. Ya desayuné en mi casa. Dije con una voz casi imperceptible.
Sin que pueda verla se acercó a mi desde atrás. Me puso las manos en los hombros y me dijo suave al oido:
-Tranquilo, que no muerdo jaja.- Le sonrei torpemente.
-Sabes, te puedo contar un secretito?
En esos momentos tenia una erección completa en mis pantalones que nada podian hacer para ocultarla. Solo asentí con la cabeza mientras me daba vuelta para verla lentamente.
-Me encantan los pendejos tímidos como vos.
Apenas terminó de decirme eso, me besó suavemente en los labios. Giré la silla para estar frente a ella y continuar besándonos. Estuvimos asi unos minutos cuando noté que bajaba sus manos para tocar mi pene que como habia dicho estaba como una roca.
-Siento mucha presión acá, no querés que te ayude a descargarte un poco?- Dijo mientras se arrodillaba.
Seguia sin poder articular una palabra solo movia afirmativamente la cabeza mientras me dejaba llevar por el placer que me estaba dando esa mujer, desapercibida durante toda mi vida pero que apartir de ese dia se convertiria claramente en mi vecina favorita.
Me bajó los shorts que llevaba y el calzoncillo y mi pene en total erección salió a la luz. Sin tocarlo con sus manos se lo introdujo a su boca dandome pequeños lengüetazos a mi grande que me hacian querer correrme en cualquier momento. Con su mano izquierda masajeó mis testículos y con la derecha tomó el tronco de mi pene.
Bajaba su mano y la volvia a subir mientras que su boca se habia hecho dueña de mi cabeza. Era tanto el placer que sentia que luego de unos minutos sentí la irremediable sensación de querer correrme. Con mis últimas fuerzas le avisé de mi pronta venida pero hizo caso omiso y se introdujo poco más de la mitad de mi pene en su boca.
Finalmente me vine. Ella no pudo contener todo el semen en su boca por lo que se le escapó un poco en su barbilla.
Se limpió con un dedo y se lo introdujo a la boca mientras me decia:
-Que linda pija que tenés pendejo, pero por hoy no podemos hacer nada más. Mi marido viene al mediodia y ya son las 11 y media.
Como pude me volvi a vestir y terminé de arreglar su PC. Recién me habló cuando me dirigía a la puerta de su casa.
-Mis hijos no están en toda la semana y mi marido mañana se va a visitarlos, digo, por si querés venir a terminar de ver la computadora jaja. Ni bien terminó se acercó a mi para darnos un último beso.
Continuará…
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