Mis primeras vacaciones 1
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sumiso28sev.
Marta por fin había podido darle unas vacaciones a su hijo David.
Desde la repentina muerte de su marido en un accidente de tráfico, todo fue muy complicado, sobre todo en el plano económico.
Ella tuvo que ponerse a trabajar donde fuese mientras los Juzgados decidían si le correspondía una indemnización, aunque poco confiaba en ello puesto que todo apuntaba a que fue culpa de él, aparte de que prácticamente no le quedó ni pensión puesto que según pudo comprobar tras su muerte, llevaba años sin dar de alta y al no estar cotizando, prácticamente los dejó con lo puesto y muchas deudas.
Ahora con el paso del tiempo consiguió estabilizar su situación y por fin pudo alquilar un apartamento en la playa durante 20 días en verano para ella y su hijo.
Era un apartamento pequeñito pero estaba bien situado en primera línea de playa y bastante correcto para el precio que había pagado por él.
David era pequeño y aunque había madurado mucho en estos años y la ayudaba mucho, no dejaba de ser un niño y quería darle ese gusto de poder tener unas vacaciones como todos los niños de su cole.
Lo que más le gustó a David fue que justo al lado había un bar que emitía durante todo el día y la noche todo tipo de deportes y especialmente todos los partidos de futbol, su gran pasión, a través de múltiples pantallas repartidas por todo el bar.
Esa primera tarde mientras mama dormía un rato la siesta, yo bajé hasta el paseo marítimo y desde la puerta, comencé a ver un Chelsea-PSV de pretemporada cuando se me acercó un señor.
-Hola, ¿te gusta el futbol? ¿No quieres entrar?
-Hola, sí, me encanta, es mi pasión, pero no quería molestar y no tengo dinero para consumir nada, lo siento, ahora me marcho.
-Jajajajaja, no tranquilo.
No te vayas chaval.
Me llamo Andrés y soy el dueño del bar.
No te preocupes, puedes quedarte si quieres cuanto quieras.
Pasa y siéntate, solo te pido que si ves que está lleno el bar, no ocupes una silla, solo eso, pero tienes mi permiso para venir cuando quieras ¿Ok?
-Gracias señor, es muy amable
-No te había visto antes por aquí ¿no habías veraneado nunca en esta playa? Y llámame Andrés, no señor
-No Andres, es la primera vez que vengo a esta playa.
Mi mamá y yo llevamos varios años sin vacaciones y por fin este año pudo coger unos días y estaremos 20 días aquí al lado alquilados.
-¿Y tú papa?
-Papa murió hace años.
-Lo siento mucho, por cierto ¿Cuál es tu nombre?
-David
-Encantado David, como te dije, puedes venir cuando quieras y si algún camarero te pone problemas, le dices que eres uno de los amigos de Andres jajajajajaja
-Gracias Andres, es muy amable
Jooo que suerte había tenido, además de poder disfrutar de la playa podría ver todos los partidos de futbol que quisiera gratis y encima me había hecho amigo del dueño del bar.
Se veía un buen hombre.
Era muy grandote, casi un metro noventa y estaba un poco grueso, no gordo pero si se le notaba el paso de los años, calculo que sobre los cincuenta y pico.
Así que pase dentro y me senté en una esquina mientras veía el partido.
Cuando terminó me acerqué a Andres.
-Muchas gracias Andres, fue muy amable.
Ya terminó el partido y me subo para casa que mi madre ya se habrá despertado de la siesta.
-Cuando quieras ven sin problema y deja descansar a tu madre que también se lo merece.
Mañana hay un buen partido por la tarde.
Aquí te espero ¿Ok?
-Muchas gracias.
Esa tarde baje a la piscina con mamá y ya por la noche, después de cenar, salimos a dar una vuelta por el paseo marítimo.
-Mira mamá, este es el bar de mi amigo Andrés, donde estuve viendo el futbol.
¿Podré venir mañana también por la tarde a ver el futbol mientras tú duermes la siesta?
-Claro David, pero no hables con extraños y cuando termines te subes a casa para buscarme y bajar un rato a la piscina ¿de acuerdo?
-Si mamá, no te preocupes, no hablaré con extraños.
Al día siguiente después de almorzar, baje al bar mientras mamá se acostaba un rato.
Al llegar, busqué con la mirada a Andres y cuando lo vi lo saludé
-Hola Andrés, vengo a ver el partido si no hay ningún problema
-Hola David, ninguno, por supuesto.
¿Quieres tomar algo?
-Es que no tengo dinero, tendría que pedirle permiso a mi madre
-No te preocupes, invita la casa, ¿te apetece un helado?
-Si claro
Pasados unos minutos llegó Andres con dos helados, uno para cada uno.
-Toma, es un Calippo, es mi preferido.
Me sentaré un rato aquí contigo a descansar
-Si claro.
Muchas gracias, le dije mientras le quitaba la tapa y apretaba la base para que saliese el helado hacia arriba y me metía la punta en la boca para chuparlo.
Andres se quedó mirándome fijamente mientras me tomaba el helado viendo el partido pero el suyo lo seguía teniendo en la mano sin empezar.
-¿No te vas a tomar el tuyo? ¿Se te va a derretir?
-Seguro que se derrite con el calor que tengo, ¿Tú también tienes calor?
-Sí que tengo.
Pensaba que por estar en la playa haría más fresco pero hace mucho calor
-Ven conmigo, en el despacho además de tener una tele para mí solo, tengo aire acondicionado y un sofá para estar más cómodos que en estos taburetes.
Ven, sígueme adentro.
Entonces se levantó y lo seguí hasta una puerta que estaba en el lateral de la barra al fondo del bar, entrando en un despacho donde efectivamente, además de una mesa con papeles y un ordenador portátil, había una tele enorme, mucho más grande que la de casa y un sofá de dos plazas enfrente.
Tras entrar cerró la puerta detrás suya.
-Siéntate y ponte cómodo que voy a poner el aire acondicionado.
Mientras se enfría esto quítate la camiseta y quédate con el bañador, yo haré lo mismo que mira como estoy igual que tú, todo sudado.
Siguiendo sus indicaciones, me quité la camiseta y me senté en el sofá, la verdad es que lo agradecí porque en el despacho hacía incluso más calor que fuera, menos mal que estaba encendiendo el aire acondicionado.
-A ver cómo va el aire acondicionado porque a veces da problemas, me decía mientras manejaba el aire.
Lo que yo no sabía es que lo puso en modo ventilación subiendo los grados.
A continuación encendió la televisión y sintonizó el canal donde estaban poniendo el partido.
Se dirigió a la mesa y encendió el ordenador, dame un minuto y ahora estoy contigo que tengo que hacer una cosa en el ordenador.
Tras unos minutos de trastear en el ordenador, apagó la pantalla y giró una cosa que estaba sobre la torre hacía el sofá, después me enteré que era una webcam.
-Ufff, el aire acondicionado tarda en arrancar, voy a ponerme yo también cómodo que estoy sudando.
-Claro, le contesté mientras seguía viendo el partido
En unos segundos noté como se sentó al lado mío en el sofá y al mirarlo observé como se había quitado la camisa y los pantalones, quedando solo con unos calzoncillos ajustados que llevaba.
-Así algo mejor mientras arranca el aire.
Oye David, ¿tú haces deporte? Tienes un cuerpo muy bien formado para tu edad.
-La verdad es que juego al futbol y dicen que bien, pero siempre pensé que era delgado.
Hay compañeros más fuertes y altos que yo.
-¿Cómo lo sabes? ¿Los has vistos desnudos en las duchas u os habéis desnudado para veros los cuerpos?
-Por las duchas después de los partidos, ¿tú crees que estoy fuerte?
-Fuerte y guapo, mira, por ejemplo observa como ya se te va marcando el pectoral, me decía mientras pasaba su mano por mi pecho.
–Ven, trae tu mano, observa como es mi pecho.
¿Ves cómo está marcado? Evidentemente yo soy mayor que tú pero tú comienzas ya a ir marcándolo.
Tomando su mano lo acercó a su pecho y pude notar como sus pectorales eran dos piedras.
-Mira, pasa tu mano por mi torso y ve notando como es la musculatura de un hombre ¿te gusta?
-Sí, esta guay.
¿Crees que yo llegaré a tener esos músculos? Le decía mientras pasaba mi mano por su pecho y sus hombros.
-Claro que sí.
Incluso puedes tener abdominales si no te dejas ir como yo y mantienes ese vientre plano.
Ven, baja tu mano y nota como aún a pesar de tener algo de barriga tengo el abdomen duro.
-Es verdad, está chulo.
Está muy duro.
Entonces me quedé mirando como en sus calzoncillos se mostraba un bulto enorme que los rellenaba por completo.
Ya hacía rato que no prestaba atención a la tele.
-Eso que miras es mi polla, es como la tuya, ¿no? todos los hombres la tenemos y es algo normal
-Pero la mía es muchísimo más pequeña, la tuya tiene que ser enorme.
¿Eso también crece cuando te haces adulto o hay que ir al gimnasio o algo?
-Crece con la edad y con la práctica.
Mira, te la enseñaré pero tú también tienes que enseñármela, los dos por igual ¿vale?
-Vale
Se levantó un poco y con las dos manos, se bajó los calzoncillos saltando una polla que me pareció enorme.
Calculo que tendría como unos 19 centímetros pero sobre todo era muy gruesa, como un vaso de tubo y con una venas que se marcaban.
-Venga, te toca, me dijo sacándome de mi esnortamiento viendo su polla.
-Ahhh, perdona.
Voy.
¿Ves? No tiene nada que ver con la tuya.
-Pero que dices, está muy bien para tu edad además de que solo tienes que practicar para que crezca, ¿quieres que te enseñe? ¿Tu padre no te enseñó?
-No, mi padre nunca me enseñó antes de morir.
-No te preocupes, yo tengo experiencia y haré contigo lo que hacen todos los padres y te enseñaré.
Solo no debes de contarle nada a tu madre no vaya a ponerse triste recordando que tu padre murió y que tú amigo te ha tenido que explicar las cosas en vez de él, además que estas cosas son de hombres y las mujeres no tienen que saber nuestros secretos ¿Ok?
-Sí, claro, no quiero que mama se enfade y esté triste.
-Mira, trae tu mano y agarra mi polla por la base, eso es.
-Ahora cierra tu mano, sin apretar mucho y comienza a subirla y bajarla.
¿Notas como la piel sube y baja dejando ver y ocultando la cabeza?
-Sí, es verdad.
-Ummm, lo haces muy bien.
Practica un rato y después te digo cual es el siguiente paso.
Me dijo mientras se recostaba hacia atrás y yo subía y bajaba mi mano en su polla, la cual no era capaz de abarcar con mi mano.
-¿Puedo agarrarla con las dos manos? Es que con una no alcanzo.
-Muy bien David, buena idea, dale con las dos manos y sube y baja más rápido, ummm
Mientras estaba concentrado en subir y bajar mis manos por su polla, Andrés emitía pequeños gemidos que intentaba contener mientras cerraba los ojos.
-Está bien David, lo haces fabuloso.
Ahora haz lo mismo en tu polla.
Con una mano, la cogí y comencé a subir y bajar mi mano por ella.
Observé como Andrés hacía lo mismo con la suya.
Después de varios minutos me dijo:
-Te falta práctica, se ha endurecido un poco pero muy poco.
Déjame ayudarte, yo te enseño.
Déjame que me pongo entre tus piernas
Y diciendo esto, se puso en el suelo de rodillas frente a mí entre mis piernas.
-Mira, como aún es delgada aunque con el tiempo será gruesa, en vez de cogerla con toda la mano, cógela con los dedos como te hago ahora y concentra el sube y baja en esta parte de arriba, en lo que se llama el capullo.
¿Se nota mejor así?
-Sí, es verdad, así mejor.
-Además para ayudar y que no roce y pueda doler, puedes ayudar con algo de saliva.
Mira, así.
Y dejando caer su saliva sobre mi capullo continuó con su sube y baja.
La verdad es que así era mucho mejor aún y notaba como mi polla comenzaba a endurecerse un poco más.
-¿Ves cómo tenía razón? Es normal que no lo supieras porque no has tenido la suerte de que tu padre te lo enseñase pero no te preocupes que yo te lo enseñe todo como si fuese él.
Tú confía en mí y te convertirás en un hombre y además lo pasaremos muy bien.
Al mismo tiempo, bajo su otra mano a mis testículos y comenzó a acariciarlos.
Me encantaba la sensación que sentía.
-Además de con la mano, hay más formas.
Mira, te voy a sorprender, para esto no puedes tu solo pero si tienes algún amigo de confianza él si puede hacerlo por ti, es normal entre los hombres hacernos esto entre nosotros, cierra los ojos y ya verás que gusto vas a sentir.
Cerré los ojos y entonces sentí como algo caliente y húmedo rodeaba toda mi polla y comenzaba a sentir como succionaba y pasaba algo caliente y de tacto rugoso por ella.
Abrí los ojos y vi como se había metido mi polla en boca y como comenzaba a subir y bajar su cabeza sobre ella.
Me asusté un poco e intenté estirarme hacia atrás.
-Tranquilo, no te asustes, no pasa nada.
Esto lo hacen todos los padres con sus hijos para enseñarles y ahora yo soy tu padre y tengo que enseñarte.
-Pero por ahí se hace pipi.
¿No te da asco?
-No David, al contrario, es muy gustoso, para nada me da asco, además de que como te he dicho y aunque sea un secreto que solo saben los padres con sus hijos, esto lo hace todo el mundo así que no te preocupes que es algo normal aunque se mantenga en secreto.
-¿Y a que sabe, a pipí?
-No, a pipi no, al principio sabe un poco salado y al final es distinto… ¿quieres tú también probar?
-No sé, no me atrevo.
-Es algo normal entre padres e hijos, no te preocupes, no pasa nada.
Mira, túmbate boca arriba en el suelo que en el sofá no cabremos y deja que me coloque.
Me coloqué boca arriba a lo largo del suelo y él se colocó sobre mí pero al revés, formando lo que con el tiempo me enteré que se llamaba un 69.
Abrió sus piernas y colocó su polla frente a mi cara, abre la boca y comienza a chuparla, primero la cabeza con la lengua y después abre e intenta ir tragándotela poco a poco, sin prisa pero sin parar.
Cuanto más tragues más feliz me harás.
Bajo un poco sus caderas y posó su glande sobre mis labios.
Saque un poco mi lengua y comencé a pasarla por su glande.
La verdad es que no me sabía a nada.
Solo un poco de olor pero nada desagradable por lo que fui cogiendo confianza y con una mano cogí su polla y comencé a chuparla con más convicción.
-Ummm, eso es, muy bien.
Que bien lo haces, sigue como te he dicho que ahora voy yo contigo.
Y diciendo esto bajo su cabeza y se metió mi polla en su boca, comenzando un cadencioso sube y baja.
Así estuvimos un rato cuando noté como la sacaba de su boca y comenzaba a jugar con mis testículos.
-Ahora abre bien la boca e intenta meterla en tu boca.
Ahora te costará más pero cuanto más consigas tragar más feliz me harás David.
Abrí la boca y comencé a intentar meterla pero me resultaba muy complicado.
Era muy gruesa y casi no entraba ni por mis labios.
–Espera que te ayude.
Abre así la boca, muy bien.
Ahora yo empujo y aguata sin cerrar bajo ningún concepto o podrías hacerme mucho daño, voy
-Aghhhhh.
Solo podía quejarme cuando con un movimiento de cadera, dejo caer su polla sobre mi boca introduciendo su cabeza en mi boca llenándola casi completamente.
-Eso es, precioso.
Lástima que tu padre no pudiese hacer esto por ti pero para eso estoy yo.
Aguanta y respira por la nariz mientras yo me muevo.
Y diciendo esto, comenzó un muy suave movimiento de sus caderas, muy lento, pero subía y bajaba empujando un poquito cada vez sobre mi boca.
-Muy bien, aguanta así, muy bien, lo haces de maravilla, ahora toma aire por la nariz y aguántalo en el pecho.
Así lo hice y cuando lo tenía aguantado, noté como dejo caer su peso sobre mi boca, entrando sin poder hacer nada un buen trozo de su polla en mi garganta.
Me asfixiaba.
Agghhhhhh
-Bien David, tranquilo, aguanta y no te preocupes, aunque creas que te asfixias no es así, intenta respirar por la nariz cuando la saque y aguanta el aire cuando la meta.
Sigue mis instrucciones y no te preocupes, es tu primera vez pero lo haces fenomenal, estoy muy orgulloso de ti.
Venga, vamos con ello y haz lo que te he dicho.
Yo no quería que se enfadase y parasemos, por algún motivo aunque me asfixiase me gustaba lo que hacíamos así que asentí con mi cabeza.
Diciendo eso comenzó a sacarla lentamente pero a continuación, otra vez dejaba caer su peso entrando su polla en mi boca todo lo que podía hasta la garganta sin poder hacer nada.
Poco a poco comencé a coger el ritmo y ya no me asfixiaba tanto como las primeras veces mientras continuaba entrando y saliendo de mi boca.
-Ummm, ya no aguanto más David, eres fabuloso, ummmm, tomaaaaaaaaa
Y diciendo esto, dejo caer más su peso y empujando con sus caderas, clavo su polla en mi pequeña garganta mientras notaba como lanzaba un líquido dentro, el cual sí que me estaba haciendo asfixiar y con arcadas comenzaba hasta a salirme por la nariz.
-Uggghhhhh, aghhhhhhh decía mientras empujaba con mis manos su cuerpo intentado que saliese.
Cuando salió se dejó caer hacia el lado mientras yo comenzaba a toser mientras se me escapaba un líquido pastoso por la comisura de la boca y la nariz.
Cuando recuperé un poco la respiración le dije,
-No me ha gustado el final cuando la has metido en mi boca, me ahogaba porque es muy grande.
Además te has hecho pipí dentro y eso no está bien.
-Perdona si te ahogabas pero me dejé llevar, lo hiciste fabulosamente bien y eso que era tu primera vez, me encantó y estoy superorgulloso de ti al igual que lo hubiese estado tu padre y no, no era pipí.
Eso es la leche de los hombres, ¿sabes lo que es eso?
-No, lo había escuchado nunca.
Pensaba que eran las mamás las que tenían leche para que comiesen los bebés.
-Efectivamente las mamás tienen leche para que coman y crezcan los bebés pero cuando los niños son más mayores, para que puedan convertirse en hombrecitos y mujercitas, necesitan la leche que tienen los hombres, lo que pasa es que eso es un secreto que debemos de mantener entre nosotros para que las mamás no se sientan tristes, gracias a esto tu podrás ser un hombre fuerte y listo mucho más rápido y podrás ayudar a tu madre.
Si no lo hicieras tendrías que esperar mucho tiempo y podrías tener incluso problemas de salud.
-No lo sabía.
-Es normal.
De esto las mamás no hablan nunca porque se sienten tristes ni hay que comentar nada con ellas y son los papás los encargados, pero como tu padre lamentablemente no está, si quieres yo puedo hacer el esfuerzo y encargarme como si fuese tu padre, pero solo si tú quieres.
-Claro, ¿querrías?
-Sí, pero tal y como te he dicho, no puedes comentarlo con nadie y mucho menos con tu madre.
-De acuerdo, pero si fuese posible no me gustaría hacer otra vez lo de meterla en la boca, me asfixio y no me gusta.
-Eso es innegociable David.
Si quieres que te dé tu leche para que puedas convertirte en un hombre, por lo menos en una primera fase, después hay otra forma pero para eso necesitamos algo de más tiempo para trabajarlo con paciencia y sería un refuerzo.
Con la práctica aprenderás a controlar la respiración y no te asfixiarás, además de acostumbrarte al tamaño, solo es cuestión de práctica y entrenamiento diario y en nada no habrá ningún problema para que lo tengas controlado.
-De acuerdo, supongo que sí.
-Claro, mira, te voy a demostrar que tengo razón.
Ven aquí y métela en tu boca.
Ahora está más pequeña y no tendrás problema
-Eso es, ¿ves cómo ahora está más blanda y te cabe bien y no te asfixias? Todo es cuestión de tamaño y de práctica
Tenía razón, me bajé a entre sus piernas y me introduje su pene en mi boca.
Estaba blando y aunque me llenaba la boca no era como antes que era como meterme un palo duro, esto más bien era una salchicha, gorda pero blanda aunque estaba llena del líquido pegajoso que me había echado antes en mi boca.
-Ahora mueve tu cabeza como antes y juega con tu lengua sobre la cabeza para dejarla limpia, no desperdicies la leche que te he dado.
-Muy bien, lo haces muy bien ¿ves cómo te entra sin problema?
-Prueba a meterla completamente en tu boca, aprovecha que aún está pequeña para ir acostumbrándote por ti mismo al tamaño y a tenerla dentro.
Andrés tenía razón, ahora era más pequeña y más blanda y no tenía problemas en meterla en mi boca.
Me resultaba raro el sabor que tenía a su leche pero a medida que se la fui limpiando ya me fui acostumbrando al sabor y ya ni me daba cuenta de él.
Haciendo caso a lo que me indicaba, me la introduje completamente en la boca y aunque al llegar a la zona de la garganta me daba un poco de arcadas, no era como antes debido a que era más pequeña, así que comencé a hacer como antes metiéndola hasta el fondo hasta pegar la nariz a su abdomen y sacándola hasta rodear con mis labios su cabeza.
Poco a poco fue creciendo otra vez y cada vez me costaba más trabajo meterla debida a su grosor.
-Ummmm David, que bien lo haces y que gusto me estás dando mi pequeño.
Si sigues así te vas a convertir en un experto.
Seguro que tu padre hubiese estado muy orgulloso de ti y de cómo lo haces.
Sigue así y no dejes que salga de tu boca, eres maravilloso…
Al escuchar cómo me alababa por mi esfuerzo, me sentí muy orgulloso y continué con mi tarea procurando que no se saliese y tragármelo lo más profundo posible, aunque cada vez me resultaba más difícil por el tamaño que volvía a tomar su cosa.
-Sigue David, sigue para conseguir tu leche y convertirte en un hombrecito.
Ahora que ya la tengo casi dura, voy a guiar tu cabeza para que aprendas a seguir el ritmo correcto que tienes que hacer para conseguirla ¿estás preparado?
Miré hacia arriba con su polla en la boca y le hice un gesto afirmativo.
Supongo que le tuvo que gustar o algo pasó puesto que me cogió la cabeza con sus dos manazas y de un empujón sin previo aviso clavó mi nariz contra su abdomen, clavándome su cosa en mi garganta no dejándome respirar ni moverme hacia atrás.
-Ummmm que gusto me das David, como me gusta clavártela hasta el fondo.
Ahora aguata y hazme feliz, y con estas palabras comenzó a mover mi cabeza con un frenético movimiento de vaivén clavándome hasta lo más hondo que podía su polla en mi garganta para sacarla un poco y volver a repetir lo mismo, así durante unos minutos que me parecieron eternos hasta que soltando un bramido me la volvió a hundir lo más hondo que pudo y comenzó a soltar nuevamente su leche en el fondo de mi garganta.
Esa nueva descarga de leche y el brutal vaivén en mi boca me produjo una arcada que hizo que la leche me saliese un poco por la nariz y por la comisura de los labios mientras intentaba con mis manos empujar sobre su abdomen para zafarme de esta asfixia que me estaba provocando.
Cuando lo logré me dejé caer al suelo tosiendo mientras restos de su leche manchaban mi cara e intentaba recuperar mi respiración.
-Lo siento David, me dejé llevar por el inmenso placer que me estabas dando y fui demasiado brusco contigo.
¿Te hice daño?
-Un poco, me duele la mandíbula y la garganta y fuiste muy brusco, le decía mientras de mis ojos comenzaban a brotar las lágrimas.
-No me gustó como lo hiciste, le dije entre llantos.
-Perdóname David, lo siento mucho.
Te prometo que nunca más volveré a hacerlo.
Me dejé llegar por el enorme placer que me estabas dando y tenía muchas ganas de darte mi leche pero no te preocupes que no lo volveré a hacer, me decía Andres mirándome con cara de preocupación.
-No Andres, solo quiero que no seas tan brusco otra vez porque me asfixias y me duele la garganta pero si quiero que me sigas dando la leche de los hombres para poder hacerme mayor.
Andres se quedó mirándome fijamente.
-Ok David, no lo volveré a hacer tan brusco puesto que tienes problemas con el tamaño de mi polla en mi boca pero si tú quieres, haré el esfuerzo de hacerlo de otros modos.
-¿De verdad Andrés que no te enfadas conmigo por no querer hacerlo más así?
-No te preocupes, hay otros modos, algo más complejos que nos llevarán algo de más trabajo pero se puede de otras formas.
Haré el esfuerzo si es tu deseo.
Ya es tarde y seguro que tu madre estará buscándote para pasar el resto de la tarde contigo, pasa al aseo que está ahí al fondo, lávate la cara y corre con ella.
-Mañana te espero a las 4 en punto, no seas impuntual o no sé si podré atenderte, ¿de acuerdo?
-De acuerdo Andrés, hasta mañana.
No podía creer la suerte que había tenido, además de tener aún por delante 18 días de vacaciones con mi madre, con Andres tenía la suerte de poder ver todo el futbol que quisiera y además me estaba ayudando a convertirme en un hombre fuerte.
Ya verás la cara de mis amigos cuando me vean a la vuelta de las vacaciones y vean que ya no seré un niño como ellos.
No podía creer la suerte que había tenido, además de tener aún por delante 18 días para disfrutar de David, era tan inocente y estaba tan convencido de lo que le había contado que estaba seguro que podría hacer con él todas las perversiones que en un pasado hicieron conmigo en mi juventud y que había soñado poder ser yo el que se las hiciera a otro pero con la sabiduría de mi experiencia.
Hoy me cogió desprevenido pero hasta mañana tenía tiempo de sobra para prepararme.
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