Mis primeros años en la sexualidad
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por LARRY1954.
Bueno mi relato es así:
Después de regresar de la escuela, me bañé, me cambié de ropa, y me senté a leer un libro.
Suena el teléfono y es ella.
Me pongo contento al escuchar su voz al otro lado del auricular y le pregunto qué hace.
Ella me contesta que está triste y me pide que vaya a su casa para que le ayude a arreglar su cama que tenía salidos unos tornillos y que hacía mucho ruido.
Me dio la espina que sólo era una excusa para que yo fuera a su casa.
Y fui.
Cuando toqué la puerta, abrió y me recibió con un vestidito en tela muy suave, transparente que se les veía unas pantaletas pequeñas.
Traía una blusa a medio botonar, con escote profundo.
Me platicó lo que tenía su cama.
Y si en efecto, tenía sueltos unos tornillos y después de revisarla y repararla con herramienta que ella me había dado, se acostó en ella para asegurar que ya no hacia ruido y, de repente se puso a llorar.
No me gustó mucho el drama y mejor le dije que iba a casa.
Elle dijo que me esperara que no me fuera tan pronto y que me sentara un rato en la cama a su lado para platicar y que le dijera cuánto le cobraría por la reparación de su cama.
Le iba a decir que no era nada, pero no alcancé a decirle cuando empezó a contar de su vida matrimonial, que su marido no la satisface totalmente y que por eso ya no estaba con él, y me dijo que por muchos años había maldecido a los hombres porque nada más se montaba en ella y se venían sin importarles lo que ella necesitaba, dejándola a medias y que desde mucho tiempo no había tenido relaciones.
Que las vecinas, le habían contado de mí, y hasta ahora se animó a que la visitara, y la excusa fue reparar su cama, para que al estar juntos, no hiciera ruido.
Hubo un momento en nos miramos yo le acaricié el rostro y le dije que era muy bella que no se apurara que pronto conocería a otro hombre que la comprendiera.
Ella me dijo que quería que fuera yo el que la consolara y que de esa forma al entregarse a mí, sería la forma de pagarme lo de la cama.
Se levantó y prendió un cigarrillo estimulante y sirvió dos vasos de brandi.
Fumamos por un rato y tomamos las copas.
Me pidió que si le podía darle un masaje en su espalda ya que se sentía agotada.
Para tal efecto, le dije que se volteara boca abajo.
Ya tenía en el buró unos aceites de almendras, coco y vainilla.
Le unté los aceites por todo su cuerpo, mientras lo hacía le iba desprendiendo su ropa.
Luego inicié un masajeo más profundo desde la nuca a los hombros sus hombros y cada vez que rozaba su piel con mis manos sentía un cosquilleo en mi verga, por los efectos del cigarro y las copas.
Su piel era muy sensible a mis caricias.
Le pedí que se volteara hacia arriba y quedaron ante mí sus pechos desnudos.
Puede sentir con mis manos sus pezones erectos.
Frotaba sus dos senos con mucha delicadeza.
Frote su torso, bajando hasta su ombligo aterrizando en su clítoris.
Hasta que su cueva profunda empezó a humedecerse.
Subía y bajaba del clítoris a los labios vaginales, así estuve un bien rato.
Su humedad era abundante que escurría por el contorno de sus entre piernas.
Se retorcía de placer.
Me quedé un buen tiempo haciendo la misma operación hasta terminar masajeando sus piernas y sus dedos.
Le pedí que nuevamente se volteara boca abajo.
Dirigí mis manos a sus hombros y fui bajando por toda su espalda hasta donde comienzan sus nalgas, ella parecía disfrutarlo y me atreví a tocar su orificio trasero, ella gimió como dándome permiso no pude aguantar más y decidí arriesgarme.
Mi dedo índice fue el que logró que perdiera la virginidad anal, luego fueron dos dedos, luego tres hasta cuatro pude introducirle.
Gemía de placer y dolor.
Mi dedo pulgar penetró su vagina, acomodé mi mano con tres dedos dentro de su trasero y mi pulgar dentro de su cueva de placer.
Así estuve hasta que se convulsionó con un fuerte orgasmo.
Al terminar se volteó boca arriba, y me dijo: tómame hazme tuya siempre he esperado este momento.
Yo atónito no supe que decir y opté por darle un tierno beso en sus carnosos labios.
Ella me mordió los labios eso me puso a mil.
La bese desenfrenadamente, introduje mi lengua en su boca y nos besamos como locos luego baje a su cuello y seguí hasta llegar a sus senos me detuve a lamerlos, los mamé, los mordí, los besé con pasión, con desenfreno.
Seguí bajando hasta llegar a su ombligo.
Allí me detuve e introduje mi lengua.
Ella me pedía a gritos que bajara.
Seguí con mi recorrido sin perderme un solo espacio.
Tenía frente a mí, su vagina, completamente afeitadita, limpiecita, rosadita, se veía tan deliciosa, la besé tiernamente y ella me gritó que por favor se la mamara, yo cumpliendo órdenes empecé al lamerla primero por encima entrando mi lengua por su rajita y estimulando su clítoris.
Ella me decía: cométela papi es todo tuyo.
Yo le abrí las piernas y chupé su clítoris, a lamerlo con mi lengua, y la introduje en su rajita hasta que ella no pudo más y se corrió, está vez en mi boca.
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhahahahahahahah
Se oían sus gritos y yo no podía despegarme de allí.
Hasta dejar su rajita limpia, la contraje contra mi boca, para que mi lengua quedara dentro.
Cuando ella dejó de contonear sus caderas entonces saqué mi lengua y lamí su rajita hasta que quedó limpia.
Bebí sus jugos y se sintió satisfecha.
Ella quedó sin fuerzas por un minuto y cuando se repuso me dijo que ahora era mi turno para hacerme gozar y me besó introduciendo su lengua en mi boca.
Bajó sus manos hasta mi verga y sintió mis testículos llenos de leche y me susurró al oído eres mío y me dijo: voy a mamar toda tu verga.
Haz de mi lo quieras, le contesté.
Tomó mi verga con su mano y empezó a lamerla.
Ya para ese momento, empecé a escurrir líquido pre seminal.
Me succionó fuerte y sentí que un chorro salió disparado, cayendo dentro de su boca.
Lo saboreó y me besó para que supiera cómo sabía mi lechita.
Me recostó, sacó un condón, me lo puso y metió mi verga dentro de su vagina.
Cabalgó por un tiempo y me pidió que no me viniera.
Aguanta corazón.
Sostuve lo que pude, Ella tuvo otro orgasmo y cuando estaba a punto de estallar, saltó de la cama, que había aguantado bien todo lo que estábamos haciendo.
Me quitó el condón.
Limpió el talló y la cabeza de mi verga con su lengua y la agarró y se la metió en la boca para recibir toda mi leche.
Exploté.
Los efectos del cigarrillo, el brandi y la calentura hicieron que estallara como si salieran disparos de una pistola o cerillo ardiendo que me quemaban sabrosamente y ardientemente mi piel.
Ahahahahahahahahhahahahahhahahhahahahahahhah
Retiró su boca porque no alcanzaba a digerir toda la leche y dejó que el resto de ella le bañara su cara, sus senos y su cuerpo.
Gran parte de mi semen cayó en mis piernas y en mi ombligo.
Una delicia.
La experiencia se repitió varias veces, hasta que me mudé del barrio y no la he vuelto a ver.
Ya han pasado cerca de cinco décadas.
Ahora que soy mayor de 60, quisiera repetir con alguna mujer madura algo similar.
Quizá ya no tan viril, pero estoy seguro que el recuerdo de esos tiempos, y la experiencia que me ha dado la vida logrará que los dos disfrutemos la intimidad de una forma placentera.
Si a alguien le interesa escriba pronto.
Te espero con mis manos, mi lengua, mis dedos, mis caricias, mis besos, aceites, juguetes sexuales, velas aromatizantes, para un encuentro romántico, muy bohemio con dos copas de vino para beberlas los dos en la misma cama.
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