Modelo de Webcam y El Niño del Vuelo
Cómo conocí a otro niño cuando estaba en mi vuelo de regreso a Medellin.
Para los que no han leído sobre mi experiencia anterior, mi nombre es Natalia, tengo 26 años y soy una modelo de webcam aqui en Medellín, Colombia. Tengo una hermosa figura, soy alta, mido 1.76 metros, tengo cabello castaño, ojos verdes, piel blanca, con un gran trasero y senos grandes, un “cuerpo de un millón de dólares” como dice mi mama jaja. Como mencioné en mi experiencia anterior, me encantan los niños. Me excitan mucho y, recientemente, desvirgué a dos, a quienes conocí durante un show de webcam privado. Si quieres leer sobre esa experiencia, haz clic en mi perfil. Acabo de regresar de unas vacaciones y quería compartir lo que sucedió durante el vuelo de regreso. Había reservado mis boletos para Italia el día después de pasar la noche con Danielito y Carlitos, los niños que desvirgué, y estaba super emocionada de poder irme de Medellín por una semana, ya que las noches de trabajo como modelo de webcam pueden ser agotadoras. El dia de mi vuelo de regreso, contemplé lo que me pondría para el aeropuerto. Serían alrededor de las nueve de la noche cuando estaría de regreso en Medellín y podría conectarme al sitio de webcam y tener sexo virtual con Danielito y Carlitos, por lo que mi decisión fue fácil, ya que quería satisfacer sus necesidades vistiéndome bien para esos niños ricos. Elegí mi vestido negro ajustado y mis tacones negros, que usé en Venecia para algunas lindas fotos de Instagram. Me encanta ese vestido, es uno de mis vestidos favoritos. Me encanta cómo acentúa mis caderas y mi trasero, y muestra mucho escote arriba y mucha pierna abajo, pero no me importa jaja. Sé que a los hombres y niños con los que me crucé en Venecia no les importó, así que basándome en sus reacciones, supe que me veía bien con este vestido.
Después de pasar por la seguridad del aeropuerto, abordé mi vuelo y descubrí que mi asiento estaba al lado de una pareja mayor, y tenían dos hijos sentados en el banco de dos asientos detrás de nosotros. El asiento que yo tenía era el último asiento disponible para reservar en ese vuelo, y estaba en la última fila de asientos en el avión. Al principio estaba molesta porque normalmente reservo un mejor asiento, pero después del viaje, ¡estaba tan feliz de haberlo reservado! La mujer mayor tenía el asiento junto a la ventana, que yo había querido originalmente porque me encanta mirar hacia afuera cuando el avión está en el aire, el esposo estaba en el asiento del medio y yo tenía el asiento restante al lado del pasillo. Los dos se presentaron como Roberto y Cecilia, que eran tambien de Medellin y me presentaron a sus dos hijos. Sus nombres eran Ángel y Miguel, ¡y los encontré tan lindos a los dos! Después de que nos presentamos, me puse los audífonos que me proporcionó el vuelo para ver si podía ver una película en la pantalla adjunta al asiento frente a mí cuando noté que Cecilia me miraba en mi visión periférica. Tiró de la cara de Roberto y me di cuenta de que lo había pillado observándome. Quería decirle que no estaba interesada en hombres adultos o en su esposo, pero niños jóvenes preadolescentes, con ojos curiosos y hormonas alborotadas, como sus dos hijos detrás de mí, ahora eso es lo que más amo jeje, y eso es lo que me convierte en una completa zorra. Obviamente, no podía decirle eso o me habrían arrestado en ese momento jaja, pero disfruté la idea. Lo ignoré y encontré una película que no había visto antes y elegí reproducirla para mantenerme entretenida ya que el viaje iba a ser largo a las 13 horas.
Después de que terminó la película, me había quedado dormida y unas 5 horas después, el ruido de una pelea me despertó. Eran los hijos de la pareja quienes estaban sentados en los dos asientos detrás de mí. Estaban peleando porque estaban jugando un juego en el cell de su papá y Miguel no quería compartirlo con Ángel. Cecilia comenzó a decirles que se callaran, lo que provocó que los dos niños dijeran que no era justo que tuvieran que compartir el teléfono. Me sentí mal, y no quería ver a estos dos dulces hermanitos peleándose, y le pregunte a Cecilia si le gustaría que cambiara de asiento con Miguel para que él pudiera sentarse junto a ella y Roberto. Dijo que era muy amable de mi parte ofrecérselo y que lo agradecería si lo hiciera. Me levanté de mi asiento mientras Cecilia le decía a Miguel que se levantara del suyo. Miguel, que ahora estaba decepcionado, se sentó al lado de su padre y le devolvió el teléfono. Cuando me senté en el asiento al lado de Ángel, noté que el peladito me miraba. Estaba mirando mis pechos, mis piernas, mi trasero, como si yo era la primera mujer que había visto en su vida. Me reí, me presenté y le pregunté cuántos años tenía. Ángelito me dijo que tenía doce años y que su hermanito Miguel tenía diez. Le dije a Angelito que era un niño grande y que ya me sentía segura en este avión, ahora que estaba sentada al lado de un niño grande y fuerte como él. Angelito se sonrojó y me di cuenta que lo que le había dicho aumentó su confianza y dejó de ser tímido conmigo.
Hablamos durante, diría, una hora y me di cuenta fuera de la ventana que el sol se estaba poniendo, así que sabía que las luces interiores del avión se apagarían en cualquier momento. También había notado que sus padres se habían ido a dormir y las personas a nuestro lado en la fila de asientos del medio también estaban dormidos. Miré a mi alrededor y no pude ver a ninguna de las azafatas, así que aproveché mientras las luces estaban encendidas. Le pregunté a Angelito si tenía novia o si le gustaba a alguna niña en la escuela. Se sonrojó aún más y se giró hacia la ventana para evitar responderme. Me reí, y le dije que podía decirme cualquier cosa y que no debería ser tímido conmigo. Angelito me dijo que no tenia novia pero que le gustan algunas niñas de su escuela pero que no le hacen caso. Le pregunté por qué y que no tenía sentido porque era un niño muy lindo y guapo. Continuó sonrojándose y dijo que no sabía mientras se encogía de hombros. Le pregunté qué le gustaba de estas niñas, y dijo que las niñas que le gustan no son realmente niñas, sino que son sus profesoras de matemáticas y ciencias. Lo que dijo me complació mucho, y ahora comprendí que él estaba interesado en mujeres adultas como yo y no en las niñas de su grupo de edad. Le pregunté qué le gustaba de sus maestras y Angelito dijo tímidamente que le gustaba todo de sus maestras. Mientras decía eso, crucé mi pierna izquierda hacia él y pasé mi tacón suavemente sobre su pequeña pantorrilla. Angelito se quedó mirando mis piernas, mis pantorrillas, mis muslos y lo que le hacía con el tacon. Mi respiración se había intensificado por lo excitada que me estaba poniendo y lo arriesgado que era hacer esto con un niño tan joven en público.
Mi coño se contraía mucho, y podía sentir lo mojada que me estaba poniendo. Estaba tan excitada. Quería a este peladito solo para mí. Quería quitarle la ropa y quería quitarme la ropa para él y que me follara en ese mismo momento. Le pregunté a Angelito si eran las piernas de su maestra las que tanto le gustaban y me respondió con un simple sí. Gemí suavemente mientras continuaba masajeando su pierna con mi tacón y luego le pregunté si a él también le gustaban los senos de sus maestras. Angelito simplemente dijo que sí a esa pregunta también mientras yo ajustaba un poco la parte superior de mi vestido para mostrarle mas mi escote. Luego le pregunté si le gustaban las mujeres culonas y dijo que sí porque le recuerdan a las mujeres que mira en los videos de reggeton. Estaba al límite y sabía que mi cuerpo era exactamente lo que a él le gustaba ver. Finalmente, le hice una pregunta más. Le pregunté si pensaba que yo era más bonita que sus dos maestras y Angelito tímidamente y con voz temblorosa dijo que yo era la mujer más linda que había visto en su vida. Mi corazón se derritió y lo acerqué a mí para poder besar su cabecita. Estaba abrumada por emociones que no había notado que empujé su pequeño rostro contra mis tetas, y cuando rompí el abrazo, su pequeña mano rozó mi rodilla. Inmediatamente Angelito se disculpó conmigo y le dije que estaba bien y que podía tocar mis piernas si quería. Angelito se emocionó y de nuevo miró mi pierna cruzada. Angelito se lamió los labios y lentamente colocó su manita en mi muslo y gemí suavemente con su toque.
Angelito me miró y me preguntó si yo estaba bien. Le dije que sí y que gemí porque me gustaba como me tocaba. Le dije que le mostraría cómo tocarme y puse mi mano sobre la suya. Lentamente guié su manita a mi rodilla, abajo a mi pantorrilla y hasta mi tobillo y lentamente la guié de regreso a mi muslo. Después de que le mostré, siguió haciendo esto por su cuenta durante un tiempo, masajeando mi pierna, y unos 5 minutos después, las luces del avión se apagaron. Este era el momento perfecto porque ahora los dos estábamos en completa oscuridad. Me acerqué a su oído y le susurré si le gustaría tocar algo más. Angelito me dijo que sí y yo descrucé la pierna y me levanté un poco el vestido para que ese peladito pudiera ver mi panticito. Separé el panty a un lado y me sorprendió lo mojada que estaba. Tomé su pequeña mano y la puse en mi coño y le susurré al oído que me tocara y que pusiera sus deditos en mí. Pasó sus deditos por mi coño y me dijo que no sabía dónde insertarlos, y le susurré que estaba bien y que le mostraría dónde los quería. Guié sus deditos y los inserté en mi cálido y húmedo coño y le susurré que aquí es donde los queria. Le dije que los insertara dentro y fuera de mí lentamente y así lo hizo ese niño delicioso. Apoyé mi cabeza contra el asiento y cerré los ojos, disfrutando el placer que me estaba dando este peladito, y disfrutando de que un niño tan joven como el me estababa follando con los deditos.
Nadie en el avión tenía idea de que una mujer de 26 años estaba siendo follada con los dedos de un niño de 12 años, y eso me volvió loca. Gemí suavemente con más frecuencia, y cuando abrí los ojos, miré hacia abajo y pude ver los ojitos determinados de Angelito, y pude ver que quería que me sintiera bien. Esto me excitó mucho, ver su rostro joven y cuando miré su entrepierna, pude ver el bulto de su penecito en sus pantalones. Le susurré al oído si podía tocar su pene, y Angelito dijo que estaba bien y que podía. Suavemente puse mi mano en su entrepierna y sentí su bulto a través de sus pantalones. Angelito gimió suavemente mientras continuaba follandome el coño con sus deditos y pude sentir su erección creciendo en mi palma. Le susurré al oído y le pregunté si alguna vez alguien más lo había tocado ahí abajo, y él me dijo que yo era la primera. Gemí en su oído y le pregunté si sabía masturbarse y Angelito me dijo que lo hacia todo el tiempo cuando está solo en su cuarto. Estaba acariciando su bulto un poco más rápido y le pregunté con qué le gustaba masturbarse, y Angelito me dijo que le gusta masturbarse a Natti Natasha y Karol G y eso me hizo reír un poco. Le susurré al oído y le pregunté si ya podía correrse y dijo que comenzó a correrse a principios del año. Gemí en su oído y le dije a ese papasito lindo que eso me gustaba y que me encantaría verlo correrse para mí.
Le pregunté si quería ir al baño conmigo para poder masturbarse frente a mí. Inmediatamente dijo que sí, lo que me hizo sonreír por lo dispuesto que estaba a pasar tiempo a solas conmigo. Aparté su mano de mi coño y lamí sus deditos para limpiarlos. Le susurré al oído si quería probar mis jugos, y cuando dijo que sí, acerqué sus labios a los míos y lo besé. Rompí el beso y le pregunte si alguna vez había besado a una chica antes y Angelito dijo que sí y que fue con alguien que se llama Naty. Eso me hizo reír mucho y acerqué sus labios a los míos de nuevo, pero esta vez meti mi lengua lentamente en su boquita y jugué con su lenguita para que el pudiera saborear el jugo de mi coño . Gemí en su boca y me sorprendió sentir sus manitas masajeando mis tetas. Gemí en su boquita y susurré lo travieso que era tocando mis tetas sin permiso. Bajé la parte superior de mi vestido aún más para poder sacar mis senos cubiertos por el sostén. Se las mostré a Angelito y le pregunté si le gustaban mis tetas y si eran más grandes que las de sus maestras y Angelito me dijo que sí, que le gustaban y que eran más grandes que sus dos maestras y volvió a ponerles las manos encima. Esto me complació y me hizo gemir mucho, sintiendo sus manitas en mis tetas cubiertas. Las masajeó de arriba abajo y mientras lo hacía, froté mi clítoris furiosamente. Le dije que amaba sus manos sobre mi cuerpo, y después de unos minutos de esto, miré alrededor del avión una vez más. Todos seguían durmiendo y le dije a Angelito que se levantara de su asiento para ir juntos al baño.
Cubrí mis senos y bajé mi vestido mientras me levantaba de mi asiento. Le ofrecí una mano a Angelito para que pudiera levantarse más fácilmente de su asiento y lo llevé al baño, que estaba a unos pasos de distancia. Cuando entramos en la entrada cubierta por cortinas, pude ver a dos de las azafatas durmiendo en sus asientos. Sonreí y supe que esto sería fácil y sin problemas. Abrí la puerta del baño y entré primero seguido de Angelito, quien cerró la puerta detrás de él cuando entró. El baño era pequeño, pero teníamos suficiente espacio para los dos. Nos miramos, y pude ver una sonrisa en el rostro de Angelito, y me di cuenta de que estaba emocionado y excitado. Me encanto esa mirada en él, y le devolví la sonrisa mientras me arrodillaba frente a él para igualar su altura. Le pregunté si yo le gustaba y Angelito me dijo que sí, que le gustaba mucho y que pensaba que yo era bienn sexy. Le sonreí y lo besé y mientras lo besaba, comencé a desabrocharle los pantalones. Se los bajé y pude ver sus calzoncillos negros y una mancha húmeda frente a su bulto. Los bajé y su penecito se desplomó, saludándome por primera vez. Su pene parecía tener unas 4 pulgadas de largo y sabía que sería lo suficientemente grande como para penetrarme. Sonreí y miré a Angelito, y le dije que su pene era grande para su edad. Le pregunté si sabía lo que era una mamada y Angelito me dijo que sí y que es cuando un hombre mete su pene en la boca de una mujer. Le pregunté si le gustaría poner su pene en mi boquita y el gimió un sí por favor, y cuando dijo eso, puse mi mano suavemente sobre su penecito y acerqué mi boca a él.
Quería tomarme las cosas con calma con Angelito y no abrumarlo de placer, así que comencé lamiendo primero la base de su penecito. Lo miré y él había inclinado la cabeza hacia atrás con placer y puso sus manitas detrás de mi cabeza. Gemí suavemente y lo tomé en mi boca, succionándolo lentamente dentro y fuera. La naturaleza comenzó a apoderarse de ese peladito y él comenzó a empujar mi cabeza contra su pene dentro y fuera de mi boquita. Él me miró y yo lo miré, y suavemente saqué su penecito de mi boca y le pregunté si le estaba gustando. Angelito me dijo que le gustaba mucho y me rogó que siguiera chupándolo. Gemí y le dije que antes de volver a poner su pene en mi boca, le mostraría algo. Bajé los tirantes de mi vestido para exponer mi sostén y me estiré detrás de mí para desabrocharla. Le enseñe mis enormes tetas a Angelito y él comenzó a acariciar su pene frente a mí, diciéndome lo sexy que era y lo afortunado que era de hacer estas cosas con una mujer caliente como yo. Sonreí y le dije que estaba lista para tomar su pene de nuevo en mi boca y abrí la boquita completamente para él y le hice señas con un dedo para que se acercara. Angelito agarró su penecito y lo apuntó con cuidado hacia y dentro de mi boca. Lo miré y chupé su pene, y ya podía sentirlo retorciéndose dentro de mi boca, y sabía que el estaba cerca de correrse. Angelito vio cómo yo me estaba masajeandome las tetas y esto fue lo que envió a ese niñito al límite. Angelito dejó escapar un fuerte gemido y pude sentir su pollita retorciéndose con más intensidad y supe que estaba a punto de correrse, así que lo saqué de mi boca y comencé a acariciar su pene frente a mi cara y le rogué a Angelito que se corriera sobre mí.
Rogué como una puta y después de unos segundos, disparó múltiples hilos de su leche por toda mi cara y mis tetas. Ese niñito rico había pintado mi cuerpo con su lechecita y me encantó cada segundo. Saqué mi lenguita con la esperanza de capturar un poco de su leche, y parte de ella se posó en mi lengua. Probé su lechita y sabía igual que Danielito y Carlitos, dulce y sabrosa. Cuando Angelito dejó de correrse, le pregunté si le habia gustado y entre sus jadeos cansados, lo único que Angelito pudo decir fue que sí y que quería seguir haciéndolo conmigo para siempre, que yo era la mujer más sexy del planeta y que era el niño más afortunado del mundo. Volví a tomar su penecito en mi boca para limpiarlo, y pude sentir que se estaba poníendo duro de nuevo. Sonreí y me lo saqué de la boca, y le dije que todavía teniamos una cosa más que hacer juntos. Agarré un poco de papel higiénico y comencé a limpiar su leche de mi cara y tetas, y cuando terminé lo tiré a la basura. Entonces Angelito me preguntó si quería decir que íbamos a tener sexo, y le dije que sí, que quería que me follara. Diciendo esto, me levanté lentamente del suelo y cerré la tapa del inodoro para poder sentarme sin mojarme. No fue el sexo más cómodo, pero tuve que tener a Angelito dentro de mí esa noche o me arrepentiría por el resto de mi vida. Mientras me sentaba en el asiento del inodoro, levanté el vestido hasta mi estómago y expuse mi panticito rojo a Angelito. Le hice señas con un dedo para que se acercara a mí y le dije que me quitara el panty.
Angelito obedeció y con sus deditos temblorosos, agarró mi panticito con las dos manos y comenzó a deslizarlo hacia mis muslos. Levanté las piernas para que le fuera más fácil quitarme el panty y me apoyé en el asiento del inodoro y me encontré en la posición perfecta para que Angelito pudiera follarme. Puse mi pie derecho en la baranda del inodoro y puse mi pie izquierdo en la pequeña encimera y ahí estaba yo con las piernas abiertas y lista para tomar la virginidad de ese peladito. Le dije que se pusiera entre mis piernas y mientras lo hacía, tomé su penecito en mi mano y lo guié lentamente hacia mi coño. Cuando entró en mí, gemimos los dos y me sentí aliviada de finalmente tenerlo dentro de mí. Lo había querido dentro de mi coño en el momento en que me senté a su lado. Lo miré y lo atraje hacia mí hasta que nuestros estómagos se tocaron, y le susurré que moviera las caderas hacia arriba y hacia abajo. Angelito hizo exactamente eso y pude sentir su maravilloso pene moviéndose dentro y fuera de mí. Me hizo gemir su nombre con cada empuje, y mientras me follaba, me miró y me preguntó si lo estaba haciendo bien. Lo miré y le dije que lo estaba haciendo muy bien y que me estaba follando como a mí me gustaba. Luego le pregunté a Angelito si podía quitarme los tacones, ya que se estaban volviendo demasiado incómodos para mí debido a la posición en la que estaba. Dijo que sí y se apartó lentamente de mí y su pene se salió de mi coño.
Moví mis pies frente a su pecho y le mostré qué correas desatar de mis tacones. Rápidamente desató las correas y me quitó los tacones de los pies para colocarlos en el piso. Le rogué que volviera a meterse entre mis piernas para que pudiera volver a poner su penecito rico dentro de mí donde pertenecía, solo que esta vez Angelito tomó la iniciativa y encontró por sí mismo dónde penetrarme. Gemimos juntos cuando entró en mi coño mojado, y envolví mis piernas alrededor de su cintura para atraerlo hacia mí usando mis pantorrillas. Podía escuchar su respiración dificultosa mientras me follaba fuerte y rápido, y sabía que Angelito no iba a durar mucho dentro de mí así, así que disfruté cada empuje profundo que este pequeñito me estaba dando. Le masajeé la espalda y le susurré al oído que me estaba follando muy bien, que yo era su puta de la noche, que era su juguete, su mujer, y que quería que me siguiera follando para siempre. Le pregunté entre gemidos si le gustaba lo que hacíamos juntos, y pude escucharlo decir entre suspiros que sí y que también quería seguir haciéndolo conmigo para siempre. Después de unos diez minutos de esta deliciosa sesión de sexo, pude sentir su pene contraerse dentro de mí y Angelito gimió que se iba a correr. Le rogué que se corriera dentro de mí, que liberara su semilla dentro de mí, y en el momento en que sentí su lechita, una oleada de placer me inundó y gemí su nombre en voz alta e incontrolablemente. Mis piernas temblaban por el intenso orgasmo que tuve y pude sentir a Angelito temblando también mientras vaciaba sus bolitas dentro de mí. Me vine bien riquisomo en ese avión, y supe que Angelito también tuvo el mejor orgasmo de su vida en ese avión también.
Cuando nuestros orgasmos disminuyeron, acaricié su cabeza y lo felicité por lo bien que me había follado. Me miró y me preguntó si le estaba diciendo la verdad, y yo sinceramente le dije que sí y que deseaba que nos volviéramos a ver en personda en Medellín de alguna manera. Noté que estaba frunciendo el ceño, así que le levanté la barbilla y le aseguré que nos volveríamos a ver al menos virtualmente a través de webcam y que volvería a follarme al menos asi. Los dos nos levantamos y me bajé el vestido y le dije a Angelito que se secara porque estaba cubierto de sudor y su penecito estaba mojado con su semen y los jugos de mi coño. Me puse el sostén y los tirantes del vestido sobre mis hombros, pero decidí no volver a ponerme los tacones para que mis pies estuvieran cómodos hasta el final del vuelo. Le dije a Angelito que abriera suavemente la puerta del baño y viera si había alguien afuera. Angelito abrió la puerta y dijo que estaban las mismas personas pero que seguían durmiendo y respiré aliviada. Pensé que se despertarían por la cantidad de ruido que hacíamos dentro del baño. Caminamos a nuestros asientos y sus padres aún estaban dormidos, y cuando nos sentamos, Angelito y yo nos miramos satisfechos y antes de dormir, busqué un lápizero y papel dentro de mi bolso, y escribí el nombre del sitio web de webcam y el nombre de mi perfil para que pudiera encontrarme nuevamente. También le di mi número de teléfono y correo electrónico en caso de que no pudiera registrarse porque el sitio requería una tarjeta de débito o crédito para registrarse. Horas después me despertó la voz del capitán por el intercomunicador y pude ver que Roberto y Cecilia, junto con Miguelito y Angelito estaban despiertos, y les sonreí mientras estiraba los brazos.
Cecilia dijo que aterrizaríamos en Medellín en 30 minutos y eso me hizo tan feliz que finalmente estaba de vuelta en mi ciudad. Roberto me preguntó si Angelito se habia portado bien y si no me molestó durante el vuelo, y le dije que se portó super bien y que fue muy amable conmigo durante el vuelo, y cuando volteé a mirar a Angelito, sonreí y le guiñé un ojo. Cuando aterrizamos, Cecilia me preguntó en qué trabajaba, y le mentí y le dije que trabajaba de secretaria. Luego me preguntó si estaba interesada en cuidar de sus dos niños porque su niñera anterior los había dejado. Yo estaba tan emocionada y sabía que esta sería la oportunidad perfecta para seguir viendo a Angelito y conocer a Miguelito, ya que no tuve la oportunidad de hacer nada con él por lo mal que se estaba portando antes, así que le espeté a Cecilia que definitivamente estaba interesada en cuidarlos. Esto hizo sonreír a Roberto y Cecilia, y dijeron que les ayudaría mucho porque normalmente no llevan a los niños en sus viajes de negocios, pero que tenían que hacerlo en este vuelo porque no encontraron a una niñera a tiempo para cuidarlos a ellos. Me dieron su número de teléfono y dirección, y yo les di la mía, y nos separamos.
Cuando salí del avión, vi a Angelito y Miguelito caminar junto a sus padres, y los dos me miraron y sonrieron. Supe en ese momento que Angelito le había contado a su hermanito lo que habíamos hecho juntos en el baño, y eso me emocionó mucho. Sonreí y les guiñé un ojo a los dos, y no podía esperar a llegar a la casa para ver a mis otros dos amantes, Danielito y Carlitos, y satisfacer mis antojos nuevamente con ellos. ¡Los mantendré informados y espero que hayan disfrutado de mi experiencia más reciente!
Me encantan tus relatos ,ajola pudiera mi hijo conocer una chica como tu que le enseñe tien 13 años , que disfrute contigo saludos me encanta tus relatos , tu experiencias mas chcias como tu debe haber ,
Y en serio dejarias que tu hijo diefrute con una msyor? Jaja
Muy rico tu relato me encanto espero con ansias el sig relato cuando yo era niño también tuve la suerte de estar con una mujer mayor pero no paso solo de besos y uno que otro roce
Que Rico tu relato por favor Sigue contando
Ojalá tuviera el honor de conocerte preciosa soy de tu hermoso país Colombia y ojalá pudiéramos bueno si quieres contactarme solo responde este mensaje linda
que esta rico tu relato, sigue contando mas
que rico!!
¡Gracias!
Que delicia leer tus relatos, una madura joven y un chamaco de 13 años…..uffff delicioso te lo digo por experiencia
me ha encantado tu relato
has estado ya con Angelito y Miguelito?
Muchas veces ya 😉 Publicaré mis experiencias con ellos pronto.