Nestor y sus hijas.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por porqueria15.
Hola, soy Nestor, lo que voy a relatarles.
es una de las experiencias que cambio mi vida totalmente, regresemos 2 años atras.
voy conduciendo mi camioneta Ford de regreso a mi casa, vivo en una finca a las afueras de la capital chilena y vivo con mi esposa y mis hijas, me llamo Néstor y colindó con mi compadre y socio Gregorio en el negocio de ganado.
Me bullen por la mente sucesos recientes que involucran a mi esposa y mis hijas, y en gran manera también a mi compadre y su hija, que por cierto es mi ahijada.
Si me hubiera alguien dicho que pasaría lo que paso la semana pasada, lo hubiera mandando mil veces a la mierda… pero no puedo negar lo que sucedió, y por testigo tengo a mi compadre y en cierta forma a mi esposa también.
¿Qué si me arrepiento?.
no lo creo, ya que el solo recordarlo se me calienta la sangre y se me para la pija de un solo.
Pero no me adelanto a los hechos, y realmente viéndolo en perspectiva podría decirse que la culpa la tuvo mi esposa en todo caso… pero yo… yo realmente no puedo negar que lo disfrute.
Todo comenzó hace una semana, estaba en mi finca haciendo las cuentas de los últimos hatos que habíamos producido con mi compadre y la venta no había sido muy buena, realmente el año no había sido muy bueno que se diga.
-Buenas tardes, se puede … – Dijo mi compadre asomando su cabeza por la puerta del frente, nos conocíamos desde hace más de 30 años, jugamos juntos durante nuestra niñez, y fue lógico que lo buscara a él ya su esposa cuando tuvimos a nuestra primera hija, Ariana, para que fueran sus padrinos.
– Pásele compadre ya sabe que está en su casa – le dije dejando sobre la mesa del escritorio las cuentas que estaba realizando y fingiendo una sonrisa a “media asta”.
– Pues aquí Néstor a ver cómo nos había ido con la venta del ultimo hato – me dijo sentándose en la sala y yo sentándome enfrente de él.
– Pues la verdad… mal compadre – le dije a quema ropa, con Gregorio tenía confianza y en más de una ocasión me había dado buenas ideas para sacar a flote el negocio.
La finca de Gregorio es más grande que la mía, y los negocios que llevamos con el los llevamos a partes iguales.
Pero Gregorio tenía más negocios por su lado, y su astucia en más de una ocasión le había redituado buenas ganancia.
– Que paso mi Néstor no se me ponga negativo, que necesitas – me digo de lo más tranquilo.
En ese momento entro mi esposa, a pesar de su edad que ya rizaba los 38 se conservaba bastante bien, buen par de ancas que terminaban en un culote que a todas luces había tenido mejores tiempos, pero que aún se atrevía a desafiar a cualquier verga de macho que se le plantase.
-Hola Gregorio como estas? – le dijo plantándole un beso los cachetes de mi compadre, que la saludo de la forma más natural, Gregorio y mi esposa eran buenos amigos igual que yo con la esposa de Gregorio – Pues bien mi chula, aquí platicando con el zángano de tu marido, y ¿pa´ donde vas tan bien arreglad? – le espeto Gregorio al ver a mi mujer con un vestido vaporoso que dejaba ver sus lindas pantorrillas morenas y también su espalda, su cabello lo había recortado hacia años desde que le empezaron a brotar canas que parecían pequeños rayitos como los que se pintaban mis hijas en sus oscuros cabellos, las tres tenían el pelo negro como el azabache.
– Pues al pueblo, tengo que comprar unas cosas que me faltan – nos dijo mientras revisaba su bolso como haciendo inventario de lo que iba a necesitar – y ustedes ¿de que platican?
– De nada mi cielo – le dije un poco apenado, a pesar que no le tenía secretos a mi mujer, no me sentía cómodo decirle que estábamos en circunstancias apremiantes en los negocios.
Yo era el proveedor de la casa y nunca les había hecho falta nada a ella ni a mis hijas.
– Pues nada, nada, nada no es tan nada… – dijo Gregorio en son de broma – estamos viendo como logramos un poco de liquidez para solventar gastos del negocio, ¿te apuntas a ayudarnos? Tengo un par de clientes que pagan en dólares a bellezas como vos.
– le dejo ir mi compadre e inmediatamente soltó una gran carcajada… no me molesto; desde hace años mi mujer y mi compadre realizaban este tipo de bromas entre ellos… – Ah si pues… y vos vas a ser mi padrote… ja ja ja, si de plano que ya ni con viagra se te para, viejo chocho – le respondió mi mujer plantándose una carcajada que me encantaba, el timbre era el mismo de mis hijas cuando se reían.
– Bueno ustedes dos, déjense de pendejadas – les espete, pero la risa ya la tenía a flor de piel también.
– Al llegar a la puerta, mi mujer cerro la plática con una indicación que realmente fue lo que provocó el resto de torbellinos que se sucedieron después: – Si realmente necesitas putas… mejor habla con tus ahijadas, mis hijas si que ya son mujeres y pueden domar a cualquier macho que les plante – y nuevamente soltó otra carcajada cerrando tras de si la puerta.
– Nosotros nos reímos nuevamente, aunque note que mi compadre luego de reírse se quedó algo pensativo.
– Hola papito – escuche la vocecita angelical de mi hija Betania que bajaba las gradas saltando, llevaba un short de lona muy ajustado que dejaba ver sus piernas bronceadas y finas… – Hola Padrinito – le dijo a Gregorio, creo que esta demás decir que Gregorio es el padrino de las tres.
– Hola mi chinita, como estas, cómo va el instituto? – le dijo Gregorio, pero su mirada había cambiado, y lo note, estoy seguro que siempre las había visto como se mira a una niña, pero ahora había algo diferente.
– Bien Padrino, ahorita vamos con mi mami a comprar unas cosas precisamente para el Instituto.
– Bueno.
pues apresúrate que tu mami ya rato que salió – le dije, y ella brinco de un salto y partió por la puerta.
– Hola Papito – escuche otra vos y esta vez eran mis otras dos hijas, Beatriz y Ariana.
Que mal educado soy: Beatriz tenía cumplidos los 18, Ariana los 20 y Betania apenas sus 17,- ¿Que también se van con su mamá? – les pregunte.
– Si papá – me respondió Ariana que venía con unos leggins bien ajustados, Ariana era la que más se parece a su mama, con una buena cadera y piernas bien proporcionadas, Beatriz era más delgadita, y su carita era más tierna
– Si papi – Mama nos tiene que comprar ropa interior que ya nos quedamos si ella – dijo Beatriz e inmediato recibió un machucón de parte de su hermana que se sonrojo – vos que te pasa no ves que esta el padrinito aquí, que va a pensar que somos unas furcias… Disculpe padrino, le dijo Ariana y abrazo a su padrino plantándole un beso en la mejilla e igual ración me toco a mi.
– Si disculpe – dijo inocentemente mi adorada Beatriz, era en todo caso la más ingenua de las tres.
– y corrió a darle otro beso e igual a mí, las dos salieron corriendo y solo alcanzamos a ver la faldita de vuelos de Beatriz cruzar la puerta.
Pude alcanzar a ver que Gregorio se acomodaba en el sofá, intentando ocultar algo en su entrepierna.
Mi mente se alertó – a este cabrón se le paro – me dije a mi mismo, y entonces aproveche para mortificarlo…
– Que paso compadre, no me diga que levanto el mástil por mis hijas, no me chinge… – le dije haciéndome el ofendido.
– NOOO como va pensar compadre, eso nunca paso por mi cabeza.
– me contesto todo alarmado y apenado.
– Pues por la de arriba talvez, pero la de abajo se nota que, si se despertó, viejo cochino, ja ja ja ja.
– le dije soltando la carcajada que le permitió relajarse al compadre.
Volviendo ambos a mi escritorio de trabajo, vimos que el monto que requería para salir del atolladero, era alrededor de 120 grandes (US$120,000.
00)
– Bueno compadre, yo podría apoyarlo con un préstamo personal, pero no llego a más de US$ 40,000.
00 harían falta los otros 80.
– ¡Puta! Compadre… estoy jodido… ahora la oferta de mi mujer de poner a trabajar a mis hijas hasta parece apetecible – le dije riéndome, pero al ver a mi compadre no recibí de vuelta la risa acostumbrada si no una mirada muy extraña…
– Bueno compadre – me empezó a contestar Gregorio – solo quisiera saber, ¿usted tiene alguna forma de obtener esos 80?
– No compadre, la hipoteca de la finca la tengo al día pero ya no puedo pedir más prestamos sobre ella, los carros de mi mujer y mío no suman esa cantidad.
Realmente ahorita no tengo más opciones.
Y ni se le ocurra mencionar a esos hijos de puta de los narcos que andan rondando por ahí ofreciendo quien sabe que cantidad de plata con tal de dejarlos sembrar amapola por aquí.
Vos mismo me dijo que si llegaba a darles entrada, perdería todo, mi finca, mi familia y hasta mi vida.
– le respondí mesándome los cabellos, realmente estaba en una gran encrucijada, la única opción que veía era… – Pues compadre lo único que se me ocurre es vender parte de la finca…
– Noooo compadre, eso ni que se le ocurra, y lo de los narcos lo sostengo… a esos cabrones no se les debe de dar ninguna entrada… luego ya no te los podes sacar de encima.
Bajo la cabeza mi compadre … como cavilando y pensando, sobándose la barbilla, y luego me dejo ir de un solo sopetón – Mira Nestor… vos sos casi mi hermano, te estimo desde que eras un crio, así que te quiero contar lo que me paso hace tiempo… y espero que la experiencia te ubique en perspectiva de lo que te propondré.
Me quedé intrigado – Bueno pue´ conta que paso güeon … me intrigas con tanta introducción.
– Bueno pues – inicio su pequeño relato :
El Relato de Gregorio:
Esto sucedió una vez que fui a la capital con mi mujer y mi hija Rosmary, hace unos 6 años, tenía que finalizar un negocito de unos bienes inmuebles que un amigo me encargo de vender.
Cuando llegamos a su casa, su esposa nos recibió y su hija que tenía la misma edad que mi nena en ese entonces, 16 años, se llevó a mi nena a su habitación, mi esposa se fue a la cocina con la esposa de mi amigo y el me esperaba en su estudio.
Me recibió de buena gana, y le comenté que estaba listo para ir hablar con los abogados al respecto del negocio que deseaba que le ayudara.
Se me quedo viendo un rato y me dijo
-Mira Gregorio, el negocio está cerrado hace poco, pero hay una condición que tuve que agregar al contrato, dado que mi deuda era muy grande.
– Como así – le pregunte – pensé que estabas vendiendo los inmuebles.
– No – me dijo – estoy entregándolos como parte de una deuda de juego que tenía con estos señores, ellos no son todos abogados, el Sr.
Price y el Sr.
Watherhouse son dueños de varios casinos de la ciudad, y tú sabes que el juego es para mi mayor debilidad, aparte de mi hija y mi esposa.
– Pues la cosa es que me endeudé y puse como garantías esos inmuebles.
– Bueno – le dije – lo siento mucho, pero me imagino que con ello saldaste tu cuenta.
– Pues no del todo – me dijo – aún hay otro pago que tengo que hacer… – diciendo esto saco un par de cristales y sirvió dos onzas de wiski en cada uno.
Apresuro el suyo y yo quede con el mío en la mano expectante.
– Veras, tengo que dejar que se follen a mi hija Mariza….
– Queee! – le dije – COMO VAS A PERMITIR ESO…- casi le grité.
Él ni se inmuto solo me hizo la señal de que me calmara – veras Gregorio, hace un año que me enteré que mi hija es un “prepago”….
– ¿una que? – le pregunte porque no le había entendido.
– Una PUTA pues…
Me quede de una pieza, esa nena de cabellos rubios que estaba arriba platicando de cosas de jovencitas con mi hija, era una prostituta! No lo podía creer.
– ¿Estás seguro? – le pregunte.
– Si lo estoy – me dijo sirviéndose otro trago – hace un año me encontraba en una disco ya que mi mujer se había ido a Miami de compras, y uno de los meseros me pregunto si deseaba compañía femenina, a lo que dije que si, le di una buena propina y el me aseguro que en la noche llegaría mi acompañante, luego me pregunto que categoría deseaba, ¿cuáles había? Le pregunte.
Me dijo, puede elegir entre las 5 categorías: Normal US$.
200.
00 entre 25 a 35 años, Normal VIP US$.
400.
00 entre 20 a 25, Extra VIP US$ 600.
00 entre 18 a 25 años.
– Y luego se quedó callado… – ¿que paso con la 5 categoría? – le pregunte.
– Bueno mi estimado, la quinta categoría es solo para personas con gustos muy particulares y … es ilegal… así que usted debe comprender que si le digo la 5ta categoría deberá jurar que no revelará nada o se las tendrá que ver con nuestro personal de seguridad…
– Tranquilo, le dije, yo soy cliente frecuente de aquí, pregúntale al dueño – le dije inflándome como sapo.
– Eso es correcto – me dijo – esa es la razón de que me enviaran a ofrecerle el menú, pues la 5ta opción es Ultra VIP que puede variar de US$ 1,000.
00 hasta US$ 5,000.
00.
Edades de 18 hacia abajo.
– O sea que si quiero una de 16 por ejemplo ¿que me costaría? – le dije simulando que no me había impactado el dato de la 5ta categoría.
– Pues para ser usted se la dejaríamos en US$ 1,200.
00.
– Ok, trato hecho, me hospedare en la habitación 40B del cuarto nivel, ¿a que horas me la envían?
– Estará con usted a las 22:00 hrs.
Es que a las chicas de esa edad debemos convocarlas desde su casa, y es que es posible que ya estén dormiditas….
Je je je – me dijo el camarero guiñándome el ojo.
-Como supondrás, me subí a mi habitación a las 21:45, me bañe y me quede en bata, esperando… tenía mis dudas, en mi mente visualice que talvez me mandarían una chica de unos 18 años super delgada para que simulara los 16, estuve pero me dije que era mejor que a que hubiera pedido una de 18 y me mandaran una delgaducha de 25, en fin, de alguna manera iba a cenar “ratón tierno” esa noche.
-Dieron las 22:00 hrs, y oí que tocaban a la puerta tímidamente, vi por el ojo de la puerta y solo vi una jovencita de pelo negro con un abrigo.
Le abrí y fraque la puerta para que pasar, la habitación estaba con las luces bajas, me llegaba a la altura de los hombros y pude de inmediato notar que era peluca lo que traía, su carita no se podía ver debido a unos enormes lentes oscuros que le tapaban media cara.
– Pasa, ponte cómoda le dije, – a todo eso no se había quitado los lentes y no nos habíamos podido ver la cara, ella la mantenía baja.
– ¿Le explicaron que es por termino de 2 horas la tarifa que pago? – me dijo casi susurrando – si desea extender el tiempo debe marcar a recepción y preguntar por Manuel para que le dé el precio del recargo.
– aunque susurraba casi podía jurar que conocía esa vos.
Luego se desabrocho el abrigo y lo dejo caer, mostrando una figurita finita con piernas bien torneadas embutidas en una falda tipo tubo color negra que le ceñía todo su cuerpito, dejaba descubierta la espalda los hombros, blancos, un blanco que mis ojos ya habían visto antes… me empecé a turbar, porque entre mis descubrimientos y la contemplación de esta ninfa, mi pene estaba reaccionando intentando salir de la bata.
A todo esto, ella seguía de espaldas.
-¿Estamos conformes? – me dijo llevando sus manos para desabrocharse el vestido por detrás – Si – alcance a responder.
– Acto seguido el vertido cayo dejando desnuda a la pequeña ninfa de la cintura hacia arriba y abajo solo un pequeño calzón tipo hilo dental que dejaba ver completamente sus hermosas nalgas.
pero.
al caer el vestido pude notar los zapatos… unos zapatos de color plata de tacón alto… Que yo conocía… eran los zapatos que le regale a mi hija en sus 15 años.
– ¿Mariza? Atine a decir…
Ella como impactada por un rayo volteo a ver arrancándose los anteojos oscuros y sus ojos hermosos se clavaron en los míos – ¿Papi? – respondió en un suspiro y luego bajo sus ojos y volvió a decir ¿Papito?, y yo seguí su mirada, la cual estaba clavada en mi miembro que había logrado escapar de mi bata abierta y apuntaba en línea directa a sus hermosos pechos descubiertos, y que se parecían reharto a los de su madre en su juventud.
La escena parecía que estaba congelada, como una pintura irónica de la vida.
Mi hija desnuda de la cintura para arriba y yo con la bata abierta y la verga parada, viéndonos como humanos.
No como Padre e Hija, si no como hombre y mujer.
El encanto fue roto por Mariza, que se sentó en la cama derramándose en llanto y cubriéndose la cara con las dos manos.
Yo me arroje a ella de inmediato y no podía organizar mis pensamientos… ¿estaba molesto, estaba sorprendido, estaba herido… estaba … caliente?
– Tranquila mija – atiné a decir poniendo mi brazo sobre su espalda desnuda – no ha pasado nada – le seguí consolando.
– Pero ahora lo sabes papito – me decía en medio del llanto – ahora lo sabes.
– Tranquila mija – por un momento se esfumo el enojo y la sorpresa – solo tenía a mi pequeña entre mis brazos como cuando se golpeaba una rodilla andando en bicicleta.
– ya lo resolveremos, sí?
– Pero …(sob), no estas (sob), enojado conmigo papito (sob) – me decía entre sollozos,
– Como voy estarlo princesa… no estoy aquí yo también, entonces tú también estarías enojada conmigo, estoy en una habitación de hotel esperando tener relaciones con alguien que no es tu mama.
– Je je (sob), es cierto (sob), eres un viejo cochino papito (sob)…ji ji ji – me dijo entre suspiros y vi que su carita se alegraba nuevamente.
– Ya ves, ambos estamos en la misma situación mija, ¿hace cuanto que trabajas en esto? – le pregunte secándole los ojos.
– Pues unas mis compañeras del colegio me contaron de formas fáciles de ganar dinero, hace como unos 3 meses, me pagan US$ 600.
00 la noche (ve que hijos de puta, se quedan con el 50% estos padrotes de mierda, fue lo primero que me paso por la mente).
– Pero ¿no te obligan a nada? o ¿te tienen amenazada? – le pregunte.
– No papi, yo elijo si quiero o no atender a los clientes, ellos solo me dan características del cliente y un botón de pánico por si hay algún problema – y me mostro en su pulserita que tenía un pequeño transmisor con forma de corazón purpura.
– ¿Y tus amigas también trabajan en esto? – le pregunte.
– Uyyy si, somos como 15 en el colegio, nos apoyamos en todo y nos cuidamos siempre.
El tío de una de ellas es el que se encarga de conseguir los clientes por medio de los meseros de los hoteles lujosos como este.
Mientras me contaba, no podía evitar ver sus preciosos pechos y piernas, y mi querido amigo empezó a levantarse nuevamente.
Ella lo noto y acercando su manita lo agarro.
– Que hace mija, ya no tienes que hacerlo soy tu papito
– Pero si quiero papi, tu siempre has sido re bueno conmigo y yo no he hecho más que pagarte mal convirtiéndome en puta… así que déjame compensarte de alguna manera si?
Y diciendo esto bajo su cabecita a mi regazo y engullo de un solo movimiento la cabeza de mi tolete.
El cual más que agradecido llego a crecer más si se pudiese.
Ella cambio de posición y se arrodillo ante mi utilizando sus manitas y su boquita para proporcionarme una estupenda felación… que dicho sea de paso supero por creces a las que daba su mama.
Continúo chupándome la verga de manera profesional, se notaba la práctica que tenía, lamia mi saco escrotal, chupaba mis testículos, recorría todo mi falo de arriba abajo, y lograba introducirse más de la mitad de mi verga hasta la garganta.
-Que tal papito, ¿te gusta? – me decía de tanto en tanto, buscando con sus ojitos hermosos mi mirada de aprobación.
Yo solo suspiraba y sentía que se acumulaban litros de semen que quería salir disparados, y no tarde mucho en gritar
– Ahhh mija .
ahhh me vengo… me vengo
Y como si se tratara de un código de activación, la boquita de mi nena se prendió como una ventosa a la cabeza de verga moviendo su manita de arriba abajo en constante masturbación y….
ya no pude más, 5 directos lechazos fueron a parar al fondo de su boquita, sentí que la habitación daba vueltas y caí de espaldas en la cama… fue espectacular, me han mamado la verga incontables veces, no solo mi mujer, prostitutas, amantes, colaboradoras… pero nunca me habían exprimido como lo acabada de hacer mi pequeña de 16 años… fue simplemente… Genial! Y la guinda del pastel me la proporciono mi nena que se subió encima mío y se me quedo viendo con la boquita entre abierta, donde por unos segundos alcance a ver toda la lefa que había expulsado mi verga segundos antes… y mi nena con una sonrisa simplemente… se la trago… – Sabes papi… tu semen sabe muy rico – me dijo.
Vi mi reloj, y apenas habían pasado 40 minutos…
Continuara.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!