Obsesión por una mujer madura
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Todo empezó en el año 2014, me había graduado de administrador de negocios, y mi primer trabajo era en una empresa que administraba tres spa, masajes y fisioterapia.
Luego de tres meses de trabajo y ya había pasado la prueba de la empresa, comencé a conocer a nuestros clientes frecuentes.
Alli conocí a Jenny (nombre cambiado), en ese momento la señora Duarte, me llamó rápido la atención, fue amor a primera vista, era mi tipo de mujer, de 1.
70 mt, tez blanca, cabello castaño oscuro, bello rostro, dos senos medianos que aún se conservaban muy atractivos, piernas medianas largas, dos lindos pies y un trasero que sin ser de mucho volumen o demasiadas curvas, era para mi muy atractivo.
Además dos lindos ojos verde oscuro.
Yo apenas la saludaba de vez en cuando, o esperaba verla pasar para contemplar su figura.
Hay momentos en que algo te atrae sin justa razón, eso era lo que me pasaba.
Ella era casada, con dos hijos, esposa de un reconocido médico, familias de bastante solvencia económica.
Quien atendía regularmente a Jenny era Marlon, uno de nuestros masajistas, pero era gay, el me contaba que la señora Duarte se quitaba toda la ropa, para recibir su masaje, yo le preguntaba cosas sobre ella, su cuerpo, sus senos y su chuchita, Marlon sabía mi atracción y el muy condenado me contaba con palabras muy explicitas.
Yo terminaba con erecciones cada vez.
En la noche me masturbaba pensando en la señora Duarte.
Era tanta mi obsesión que un día le ofrecí dinero a Marlon, para dejarme darle el masaje a la señora Duarte, él al principio se negó rotundamente, pero lo fui convenciendo y le dije que si algo pasaba yo me haría responsable.
Además del Dinero, claro está.
Lo planificamos, como la señora Duarte no me conocía, yo me haría pasar por un masajista nuevo y la atendería.
Las salas de masaje, son individuales, se gradúa temperatura, fragancias, entre otras cosas, Llegó el día y la señora Duarte fue ingresada a una habitación VIP, Marlon le dio la bienvenida comos siempre, la dejó en la habitación para que se preparara y ella debía tocar un timbre cuando estuviera lista.
Me cambié con Marlon, y esperé pacientemente, antes repasamos varias veces, ese día y el día anterior, con Marlon, algunas formas de masaje que le gustaban a ella.
Sonó el timbre, pasé adelante y alli estaba ella, el corazón me latía a mil por hora, entré y sin decir nada, me acerqué a ella, estaba boca abajo desnuda totalmente, solo una toalla blanca cubría parcialmente su trasero.
Recordé lo que me había indicado Marlon, puse un poco de aceite tibio en su espalda y comencé a masajear lentamente, su piel era tersa y suave, luego me pase a sus muslos, bajé un poco mi mirada y pude ver parte de su vulva, labios vaginales rosados, todo un manjar.
Luego llegué a sus pantorrillas y sus pies, Yo tengo atracción por los pies femeninos, y los de ella era como sacados de revista de fetiches.
No pude evitar tener una mega erección.
Pero sucedió lo peor.
Cuando ella se volteo, para quedar boca arriba, me vió y rápido, me preguntó quien era, yo le contesté algo nervioso, que era el nuevo masajista, entonces ella con voz seria, me preguntó por Marlon, yo le dije que era su hora libre y que por eso yo la estaba atendiendo, pero ya se había dado cuenta de mi erección en mis pantalones blancos, la cual no podía ocultar.
Ella estaba bastante enfadada, me dijo que quería hablar con el administrador y que pondría una queja.
Yo traté de calmarla.
-señora déjeme explicarle!- Ella se cubría con la toalla y con las manos sus senos.
-Yo soy el administrador!- le dije finalmente.
Ella se quedó muda,
-Perdóneme, perdón, yo no podía aguantarme, quería verla, he estado prendado de ud desde que la ví, no había visto mujer más hermosa que usted, me cautivó tanto que me arriesgué, si usted se queja, voy a perder mi trabajo-
Ella siguió en silencio, estaba sorprendida.
Luego dijo
-Eres un pervertido?-
Contesté -Noo!! para nada, tengo poco tiempo de haberme graduado en la universidad, por ahora no tengo novia, y vengo de una familia integrada con principios.
-Y aun asi te arriesgaste??- preguntó ella
-Si, me arrepiento, pero era lo que quería, es usted muy bella, y puede usted quejarse, no lo negaré-
Ella guardó silencio.
-Ya tengo 41 años y soy casada con hijos- agregó
-Ya lo sé, eso no le quita lo bella y lo que me gusta, no sé porque viene aqui usted esta bien como luce- dije yo, y ella por primera vez sonrió.
-Cómo te llamas?- me preguntó de nuevo
-Julian, señora, me llamo Julian- contesté
Ella se levantó y tomando su ropa se fue colocando, la volví a ver desnuda, no cabe duda era mi tipo de mujer.
Yo esperé pacientemente, no huí.
En eso ella se terminó de vestir y me dijo.
-No voy a denunciarte, nunca había recibido un halago como tu lo hiciste, arriesgandolo todo, te digo que mi marido ni se fija ahora en mi.
Me voy.
–
dijo eso y se marchó.
Salí y le conté a Marlon lo sucedido y casi me denuncia él, pensado que podría salir afectado, tuve que calmarlo.
Pasaron los días, y la señora Duarte no volvió a llegar.
Interiormente estaba arrepentido y con mucha verguenza por lo sucedido y el alcance que yo había tenido.
Era un viernes, eran como las once de la mañana, yo estaba en mi oficina ingresando unos documentos en mi computadora.
En eso entra Marlon sin tocar y me dijo como loco -ya la hiciste!!, ya la hiciste!!-, yo le dije -qué paso??-
-Pues la señora Duarte vino, alli esta en el cuarto de masaje y quiere que tu se los des- dijo Marlon
-no puedo ser!!, no puedo creer eso- dije yo
-Pues que esperas?? vé, anda, ya!!- agregó Marlon
Como pude me puse un traje que usan los masajistas y esperé el timbre, a los pocos segundos, el timbre sonó.
Yo entré y alli estaba ella acostada boca abajo, solo que con una diferencia, no se puso la toalla sobre su trasero, yo estaba como temblando, entré y la saludé, ella no devolvió el saludo, empecé a echarla aceite en la espalda y la froté, luego en sus nalgas y la volví a frotar, yo estaba nervioso muy nervioso por todo lo que sucedía.
Al frotarle sus nalgas, estas se abrían y me dejaban verle el aro de su ano, rosado y arrugado y más al fondo su bella raja.
Entonces ella habló -todavía te parezco bonita??- eso me relajó, pues había interés.
-señora bonita no, usted es sumamente bella!!- le dije.
-Qué quisieras hacerme en este momento?- me preguntó ella muy sensualmente.
Yo no esperaba esa pregunta y me puse más nervioso, pero recuperándome contesté -quisiera acariciar y besarte el cuerpo- le manifesté.
Ella se volteo y pude apreciar sus senos y su coñito casi depilado totalmente.
-Por donde quieres iniciar?- preguntó
Vine yo y lo primero que se me ocurrió fue tomar uno de sus bellos pies y lo empecé a lamer y chupar cada dedito de su pie, eso fue suficiente para que mi verga comenzara a erectarse.
Pase mi lengua entre sus dedos, lamí su empeine y sus tobillos, luego alcancé el otro pie e hice lo mismo.
-Mira como te haz puesto!!- exclamó ella al ver el bulto de mi paquete en mis pantalones.
Yo me fui excitando y comencé a bajar mi lengua por sus pantorrillas y de sus pantorrillas me fui a sus muslos internos, seguí besando y ella comenzó a gemir mientras me acercaba a su rajita, por fin llegué a sus labios vaginales y le abrí los muslos para comenzar a comerme aquella fruta prohibida que se veía deliciosa, nunca imaginé estar tan cerca de mis húmedos sueños.
Hundí mi boca en su raja, mi lengua se metió en todos los sitios en su vulva, incluso la punta se la metí en la vagina y la bella dama comenzó a dar de gemidos y quejidos, de su vagina salía al poco rato bastante liquido lubricante agridulce, que lamí y tragué en cantidad, ella me tomó de los cabellos y no dejaba de gemir, cada vez más fuerte, hasta que sentí como llegaba una buena venida, la cual tragué también.
-ohh cariño, que clase de chupada me haz dado- me decía ella y yo no dejaba de lamer su raja hasta limpiarla toda.
Luego sin cambiar de posición, yo entre sus piernas, bajé a lamer su lindo y arrugado ojete del culo, y resulta que la señora tenía sensible su lindo agujerito, pues se retorcía en la mesa de masaje y cuando yo le metí dos dedos en su raja mientras le chupaba su ano, ella tuvo un orgasmo brutal que pataleo y gritó, pienso que ese grito se escuchó en todo el edificio.
La señora estaba agotada del orgasmo, pero no por eso menos caliente, me dijo -bájate los pantalones quiero ver tu verga-, yo me lo bajé y mi verga apuntaba al cielo, totalmente parada, ella la tomó con una mano y me la masajeo, me decía que la tenía linda y grande.
Ella se acostó de lado y comenzó a darme una mamada de verga increible, me chupaba los huevos y lamía mi tronco y con una de sus manos se acariciaba su raja mojada.
Ella se quería tragar toda mi verga y chupaba como desesperada.
Me daba una mamadas profundas, yo que estaba muy excitado sabía que no iba a durar mucho, asi que me concentré en correrme y sentí mi venida, la alerté unos dos segundos antes, y ella lo sacó de su boca y lo puso en su rostro y luego en sus tetas y yo me corrí en ellos, fueron varios latigazos de leche los que mi verga expulsó.
Alli terminó mi primera relación con la señora Duarte.
La semana siguiente, nuevamente sucedió lo mismo, ella me pidió a mi, yo llegué y ya no hubo ni siquiera masaje alguno, entramos en una deliciosa 69, ella succionando mi verga y yo metiendo mi lengua en su vagina y tragando todo lo que ella me daba de adentro.
Luego me puse de pie, ella acostada en la mesa de masaje y poniendo sus piernas en mis hombros, coloqué mi verga en la entrada de su vagina, mi sueño más anhelado, y la fui penetrando entre gemidos y sollozos de ambos, ella ya ensartada me juraba que era la primera vez que engañaba a su marido, y que le había gustado que fuero yo su primer amante.
La follé duro, ella movía sus caderas y su vagina como una diosa y tuve incluso que detenerla para que no me hiciera llegar tan rápido, ya que ella movía su vagina como mi verga adentro y me estaba llegando al punto de no retorno.
Volví a mamarle la raja mientras se me pasaban las ganas de correrme, le chupé la raja y el culo y ella nuevamente se retorcía cuando mi lengua pasaba sobretodo por su ano.
La puse en cuatro y me subí a la mesa, la ensarté de nuevo hasta el fondo y comencé a pistonear con ganas, ella nuevamente movía su celestial culo y se volvió un delicioso palo.
Ella se corrió a los pocos minutos, su vagina se volvió como un charco donde mi verga entraba y hacía ruido como quien pisa un charco de agua, splash, splash!!.
Ahora no pude detenerme y minutos después de su orgasmo, me vine dentro de su vagina, mi verga dio varios latigazos dentro de su ella, le eché tanto semen que luego de sacarla, su vagina parecía una gotera de esperma.
Asi empezó todo.
Nuestros primeros encuentros fueron precisamente en el cuarto de masaje, tuvimos sexo unas diez veces, una por semana.
Ella me dijo que su marido ya no la tocaba sexualmente, y que lo nuestro tenía que ser solo sexo, nada de enamorarnos o tener un relación afectiva, yo estuve de acuerdo, solo sexo duro.
Un día me llamó y me dijo que su marido había salido de viaje, que me pasaría a recoger a mi trabajo a la hora de salida, fuimos a un motel, fue diferente hacerlo en una cama cómoda, pasamos dos horas teniendo sexo oral, vaginal y anal, si!! la bella Jenny (ahora ya la llamaba asi) me dejó metersela por su precioso culo, luego fue uno de los lugares preferidos por mi cada vez que teníamos sexo, su culito.
Quiero indicar que en nuestras relaciones, habían caricias, besos apasionados, mamadas deliciosas, palabras tiernas que se dicen los novios muy enamorados.
Asi que un día le dije que la quería que la amaba y le proponía que dejara a su marido y probaramos como pareja.
Ella me contestó -mira cariño, yo viajo tres o cuatro veces al año, tengo el auto del año siempre, mi casa en una mansión y manejo mucho dinero, tu no podrías darme lo que me da mi marido, asi que disfrutemos como estamos, me gustas mucho, pero también me gustan los lujos y tu tal vez no podrías dármelos-.
Ese día me despertaron de mi sueño.
Asi que busqué una novia, sin dejar a un lado los encuentros con Jenny que siempre fueron exquisitos.
En una ocasión yo iba en la calle de la mano con mi novia y Jenny pasó en su auto a mi lado cuando nos dabamos un beso con mi novia, ella se puso muy celosa, que me llamó en la noche para reclamarme, yo le dije que no debía hacerlo pues conmigo solo era sexo.
Luego de eso, ya no volvió a llegar a la empresa por su masaje.
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