Pequeña y Caliente II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sexigaleno.
Pequeña y Caliente… II
En mi anterior capítulo narro el despertar de mi sexo con un hombre que no conozco, pero que me atrae y me hace sentir bonito en mi cuerpecito flacuchito.
Bueno al pasar los días siento sensaciones distintas, mi cuerpo empieza a exigir palo, como aquí le dicen al aparato sexual masculino, y voy seguido al monte y al pozo de mi pasión prohibida y me paso las horas esperando ahí, a que llegue ese señor misterioso que me hace que se me ponga babosita mi cosita, pero nada que aparezca. . .
creo que ya se olvidó de mi, en uno de tantos días de espera y yo estando a un lado del pozo escucho el ruido de un motor acercarse hasta ese lugar, y corro a esconderme para ver quién es, y baja de una camioneta ese señor misterioso para mi, buscando para todos lados mi presencia, pero yo estaba escondida atrás de unos arbustos con mi corazón latiendo muy aceleradamente y ya muy mojadita de ahí abajito con sólo verlo, sin salir y sin hacer ruido, en eso se saca su palo y mea copiosa y abundantemente hasta parece caballo, y de lejos veo que grande es ese palo que estuvo a punto de haberme partido mi cuquita, se lo sacude, se lo guarda y acomoda a modo que no se le note y se sube a su camioneta, la enciende y en eso salgo de mi escondite y de lejos le hago una señal, me ve y se baja inmediatamente a saludarme, me dice que me trae unos dulces y refrescos y que los tiene en su camioneta, que vaya por ellos, me subo y sí, veo bolsas de golosinas y refrescos así como galletas de varias marcas, me emociono y me dice, come mi amor son para ti, y me dice a la vez, que te parece si me acompañas a otro rancho y te vengo a dejar más al rato y le digo que sí, y pues nos vamos y en el camino me dice, que si quiero aprender a manejar y le digo que si.
y me hace subir a sus piernas para que logre ver hacia adelante y el maneja, y yo sólo muevo el volante, en eso siento que pasa su brazo alrededor de mi cinturita y me atrae hacía el repegandome a su pecho mi frágil espaldita y conforme vamos avanzando entre veredas y monte siento su palo gruesote exactamente en mi conchita y mi culito y comienza a bajar su mano de donde la tenía hasta llegar a tocar mi cuquis alzadita, eso sí, ya que era flaquita en ese tiempo y el huesito de mi pelvis se me levantava y hasta ahora se me levanta mucho ya que los hombres cuando andaba y sigo andando por ahí, es lo que más me ven, algunos se atreven a decirme que tengo un gran cucón, la pichona, mi conchuda y cosas muy calientes y groseras, ya que con faldas pegadas, vestidos entallados o pantalones de mezclilla se me ve muy protuberante y pues no se diga, ya que con mallones o licras se me meten en mis labiecitos vaginales y pues llama la atención a los hombres por lo alzadita y bien metidita en mi rayita seductora esas prendas de vestir.
pero regresando con el señor misterioso me comienza a subir mi faldita poco a poco y me acaricia mi cuquita por encima nada más, hasta que siento que mete sus dedotes entre el resorte de mi calzón y una de mis piernas y me empieza a sobar la rayita, pero yo sin abrir las piernas, sólo en el inicio de mi rayita, pero como por instinto las abro un poquito y el aprovecha para masajearme mi gallito, que se pone durito entre las yemas de sus dedotes, lo aprieta y lo masajea, y yo empiezo a sentir cosquillitas ahí, y abro de manera descarada mis piernas y él me agarra toda la rajadita y me dice que la tengo muy mojadita y babosita, y me lleva a un despoblado lejos del camino y debajo de un árbol estaciona la camioneta y me dice que me tire en el asiento y que me quite mis pantaletitas húmeditas, y él se quita el pantalón con todo y calzón me sube la faldita y me da besitos en medio de mis piernitas, uy que rico me decía para mis adentros. . .
Y así poco a poco me lame entre los labiecitos de mi conchita de arriba-abajo y se entretiene haciéndome círculos en mi puntita, que sé, que hoy se llama clítoris, y está lame y lame hasta que me siento orinar de lo bonito que siento y que me hace y se lo digo, y él me dice que me haga en su boca como la otra vez y zaz, ahhhhhhh, ahhhhhhh me estoy orinando ahhhhhhhhhhhhh y él me dice hazlo, hazlo!! Imperativamente, hasta que por fin termino casi desmayada y el aprovecha y se me pone encima de mi frágil cuerpecito de niña de 10 añitos, me abre mis piernitas y se acomoda entre ellas, me las alza en sus hombros y empieza a tallarme la cabezota en la rajadita, hasta que siento que empuja y empuja y zazzz, ya me la había metido como la otra vez, sólo la cabeza de su palo y ahí estuvo meneándose de adentro para afuera un buen rato.
quiero decir que si me dolía cuando lo metía al principio, pero ya después la cabezota alojada en mi pepita y quieta por un ratito me la acostumbraba y me hacía hacía sentir cositas ricas y es ahí donde me daba unos piquetes de palo muy suaves, yo calculo que la cabezota de su palo era más gruesa que su tronco ya que se le veía como una ciruela grande y morada, y yo la sentía muy apretada dentro de mi, como de unas 5 o más pulgadas, huy cerraba mis ojos y me dejaba hacer, sentía como que él, trataba de meterlo más en mi, pero yo me quejaba y le decía ¡¡¡nooo, más nooo por favor ayyyyyyy!!! y él se quedaba quieto y volvía a tratar de meter y yo nuevamente ¡¡nooo!!, por favor ¡¡noooo, duele, dueleeee!! Haaaaaa, y sí que me lastimaba ya que sentía que me hundió un poco más de su cabezota yo calculo como 2” pulgadas más adentro de mi, aparte de su cabezón, pero de ahí no pasó ya que restiraba hacia adentro mi telita de mi virguito, ya que me hacía llorar y gritar, porque lo quería meter más en mi, y en esas estábamos, cuando sentí que empezó como a brincar dentro de mi su palo y grandes chorros de orín me tiro dentro, haaaaa sentía como me inundaba en mi interior, hasta sentía que me quemaba por dentro de mi dulce conejita
Ya después supe que no es orin el que me echaba adentro, que es con lo que se hacen los bebés, y se llama esperma, una vez que terminó de hacerse dentro de mi lo fue sacando lentamente y me hacía arder y doler, hasta que se oyó nuevamente el ruidito de descorche de una sidra y al instante se me salió una buena cantidad de sus mocos, me limpio como la otra vez y se llevó mis calzones en la bolsa de su pantalón y me dijo que la próxima vez me traería muchos calzoncitos. . .
Y hasta el día de hoy, jamás lo he vuelto a ver, nunca supe su nombre, ni exactamente de donde era, sólo puedo decir que se portó muy bien conmigo las veces que me hizo sentir mis primeros orgasmitos de niña a mis 10 que ya casi eran los 11 añitos. . .
Espero de mis amables lectores y (as) me dediquen unas lindas eyaculaciones y a las damitas unos orgasmos divinos a favor de sexigaleno y los espero con sus amables comentarios, ya que sin estos, pues no me vería motivada para continuar relatando mis vivencias de niña despertada de su inocencia a temprana edad, agradezco sus lecturas, y hasta pronto con. . .
Pequeña y Caliente III.
Avance del próximo capítulo: “Más caliente y más morbosa, ya que es el encuentro con un tío político que me hizo sentir más cositas a mis ya once añitos cumpliditos; pronto la enviaré para su publicación, saludos a todos de mi parte y de mi escritor sexigaleno, ya que sin él, no sería posible narrar con calidad, claridad y estilo mis más guardados secretos de mi infancia”.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!