PESE A MIS 55…
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Tengo 55 años madre de 3 hijas y abuela de 6 nieto/as, conservo un cuerpo digno pero para nada envidiable; un marido con quien cada tanto nos miramos a la cara y recordamos épocas de novios hasta que nos volvemos al presente de lucha y goce de familiar.
La consuegra con una de mis hijas tiene un hijo casado con una chica con quien las relaciones no están del todo mal pero si distantes.
Necesitan una suerte de mucama niñera ya que tienen un nene de 15 años y como mis nietas en su mayoría andan por esa edad por eso pensó en mi para el trabajo que en sí es liviano pero con alguien de confianza para cuando el chico queda mayormente solo ya que en el matrimonio trabajan ambos.
Todo empezó bien salvo excepciones donde me sentía observada por el chico sin llegar a atraparlo jamás en esa actitud y pensé que tal vez la casa grande y un niño tan reservado me llevaban a la imaginación de esa situación.
Con el correr de los días se fue soltando y me preguntaba del amor en diferentes edades y al diferencia entre las personas; le contesté que esas cosas debería hablarlas con sus padres a lo que él algo avergonzado pidió disculpas por el tema para luego descargar que hay temas que mejor hablarlos con un desconocido por que con los padres es algo difícil.
Me sentí mal y me disculpé yo sentándome frente a él en la mesa sonriendo para enfriar la cuestión.
Habló de un poco de todo y me resultó evidente que le gustaba alguien mayor; tal vez una profesora o la hermana de un amigo.
Una mañana me dejó un pendrive para que lo viera en la p.c pero antes de ponerlo en mi mano me hizo jurar que podía confiar en mí cosa que hice con total seguridad.
Cuando quedé sola y después de adelantar el trabajo me senté a mirarlo.
Era una película asiática donde una mujer con algo de mis características físicas terminaba acostándose con un chico más joven; mi curiosidad pudo más que mi furia y mire el film completo.
debo reconocer que en muchas cosas me resultó maravilloso por la pasión desatada por los actores .
Pero mi función era otra y cuando regresó lo esperé con el gesto adusto preguntándole si era una broma de muy mal gusto y que hablaría con sus padres que esas cosas de porbnografía terminan mal y ellos debían saber donde la había conseguido.
Con los ojos llenos de lágrimas me reprochó el hecho de que yo le había dicho que podía confiar en ella y que era la manera de decirme que le gustaba mucho y que varias veces me espió en diferentes poses cuando trabajaba por que le resultaba bellísima y deseable y que nunca en su vida una mujer que le gustara la había tenido tan cerca; jamás estuve con una y ahora que podía admirarte me amenazas- remató.
Bajó la vista y por un segundo cometí el error de comprender su mundo, estábamos en el sofá sentados frente a frente y lo abracé para tranquilizarlo, cuando lo cobijé quedó atrapado entre mis grandes senos y mis regordetes brazos, gimoteaba pero sin llorar hasta que un momento le levanté el rostro para sonreirle y lo besé en su caliente mejilla, algo asustada le pregunté si se sentía bien, me acarició el brazo contestando- con vos muy bien.
Ese gesto de ternura me sacó de línea y sonriendo le dí un breve beso en la boca, quedó mirándome con ansias y por lástima lo volví a tomar su boca con la mía respondiendo él a mi beso en forma muy buena, bendita internet pensé-antes ni soñando un pendejo besaba así.
Caí en sus besos y tuve que corregirlo un par de veces por exceso de pasión; saqué mis tetas y se prendió con dulzura saboreandolas desesperado sin despreciar nada, no pude evitar un toque maternal de verlo tan devoto con mis senos por que hacía mucho que alguien no me los chupaba con esa devoción.
Fuimos al dormitorio de entrada por la s dudas y entre penumbras seguimos besándonos, tocó todo mi cuerpo con un amor enmielado, le saqué la remera del colegio y bajé parte de sus pantalones, el completó su desnudo mientras yo que quité el batón quedando solo con mis bombachas.
A igual que a mí le encantaban los besos de lenguas, le pedí que me sacara las bombachas y me cogiera.
Cuando empezó a bajar con una mano apreté mi bajo vientre y me arqueé para que pudiera sacarla.
La tiró a un costado y su cara quedó a la altura de mi concha hinchada y jugosa, nos miramos y supo que quería; hundió su angelical rostro entre mis muslos para que su tibia lengua lamiera mi vagina; con una mano me masajeé las tetas y con la otra llevé su cabeza a mi clítoris, gemí de placer y me sentí orgullosa y sucia de tener ese pendejo que le haría caer las babas a mis hijas y a más de una nieta a disposición de mi concha.
Su carita suave, su lengua ágil y traviesa sin asco de nada y yo 40 años mayor tomándolo con ambas manos de la cabeza para llenarle la boca de flujos y jugos hasta estremecerme de orgasmos y pedirle que me cogiera.
Subió y pude oler su boca de acabadas mías buscando mi lengua y en su inocencia me preguntó por que se me habían endurecido tanto los pezones.
por que sos un macho divino le contesté y tomé su hermosa pija del tamaño de la mi marido y la metí en mi dilatada y empapada concha al tiempo que levanté mis piernas para que entrara toda y poder rodearlo con ellas a la altura de su espalda pidiéndole toda la leche que me pueda dar.
Le trabé su lengua con la mía y me moví como no hacía en años ese mocoso estaba descubriendo el sexo y yo gracias a él redescubriendo con muy poca culpa por que ese guacho me cogió con el alma y la única miserable era yo.
Me inundó en leche, no paraba de gotear y lo miré a la cara rogándole que no le diría nada a sus padres.
Sonrió lleno de vida y no paró de darme las gracias, debutar con quien te gusta ¡que divino!- gracias mi amor repetía y apenas hice tiempo para bañarme e irme a casa.
A la noche tuve mil miedos, que no borré el historial de la p.c; el celu que sonaba y por fin el otro día, llegué 15 minutos antes y apenas nos cruzamos antes de partir para el colegio.
Cuando regresó le dije que al margen de que la había pasado muy bien ya no lo volveríamos a hacer y que la agradecida era yo, no me escuchaba me acarició los muslos y le quité las manos pero el siguió y buscó mis labios.
Le dije que no siempre una mujer estaba dispuesta pero me atrapó la boca y lo separé con violencia gritando basta¡¡¡ Perdón dijo sonrojado me gustas en serio, voy a trabajar dije poniéndome de pie para las tareas.
Estaba extendiendo el mantel de la mesa cuando me abrazó de atrás con ternura pidiéndome perdón pero es tanto lo que me gustas.
Lo besé llevando sus manos a mi cola, nos separamos un segundo y me preguntó ¿en serio?; si mi amor-contesté-vení haceme la cola, me recogí el vestido acostada boca abajo y él me la puso en seco de un saque haciéndome gritar y retorcer-despacio bruto supliqué- no hubo piedad (por suerte) y me lo bombeó en forma magistral; hacía tiempo que una buena verga no me lo abría y descargó su leche dentro del ojete para acostarse a mi lado.
Quedamos en silencio y después de unos minutos le acaricié la verga para notar como se empezaba a "enojar", lo besé en la boca y bajé.
le chupe pija, culo y huevos, hice desaparecer todo en mi boca y el se revolcaba de placer en la cama; era tal la excitación que en un momento me preocupó su respiración super agitada.
lo puse en cuatro y abriendo bien sus nalgas le metí la lengua en el culo hasta que gritó que acababa y entonces lo giré para tomarle su espeso, abundante y cremoso semen.
Hasta pisando y aún más de sesenta años me siguió sacudiendo con la verga pese a tener novia y proyectos de casamientos pro que "degenerada" como yo en la cama.
nunca.
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