Primer relato, en la combi CDMX

solo veían como el señor se iba agazajando conmigo y como yo misma me saque una teta para invitarlo.
Hola, me gustaría contarles algunas de las experiencias que he tenido y varias de ellas que yo misma he propiciado. Este es mi primer relato, por lo que me presentaré.  Siempre he sido muy caliente y conforme fui creciendo me encantaba llamar la atención de los hombres. Soy chaparrita, 1.55, no tengo una cintura exagerada, ni tampoco soy atlética pero de mi cuerpo resalta mis pechos que se desarrollaron desde mis 12 años, llegando a ser 36D. No tengo un culo exagerado pero mis piernas siempre fueron torneadas y bastante llamativas. Tengo una boca pequeña pero siempre la resaltaba con labial rojo. Todos los que somos de CDMX sabemos que el sol te va dando un tono más bronceado, pero la piel en mis piernas y pechos se conserva más blanca.

Esto me pasó cuando tenía 23, un día que fui a la merced a comprar un pizarrón, debido a la época de pandemia que era necesario para las clases en línea, el pizarrón era de tamaño grande por lo que al tomar la combi de regreso a casa lo puse en mis piernas pero abarcaba 2 lugares, me senté hasta atrás y justo cuando iba a pagar el 2do lugar se sube un hombre de unos 40 – 45 años, no tenía aspecto sucio pero si se veía un poco desaliñado, cabello chino alborotado, de pans y chamarra, bigote crecido.  Se sentó junto a mi y le pregunté si había problema a lo que solo respondió con una sonrisa y negando con la cabeza.  Se subieron los demás pasajeros ya que esa combi es directa y se debe llenar antes de salir de la base.

Yo iba sosteniendo el pizarrón del borde por lo que mis brazos iban estirados y como iba sobre mis piernas me tapaba a todos los demás pasajeros por lo que aproveche para intentar dormir un rato.  Después de unos minutos siento como empieza a rozar mi teta derecha con su codo, al principio un poco tímido.  Yo me calenté porque sabía lo que venía,  me seguí haciendo la dormida y lo dejé avanzar.

No tardo ni 5 min cuando ya descaradamente sobaba mi teta con su mano.   Comenzaba a apretarla cuando no aguante más y sutilmente jale mi blusa hacia abajo para mis pechos se asomarán casi dejando al descubierto el brasiere. ahí fue que abrí los ojos y volteo a verlo, el solo se sorprendió y se lamió los labios saboreandose las chichotas que estaba viendo.  Ahora con mi mano baje mi brasier del lado izquierdo liberando mi pecho. El no tardo en bajar el lado derecho dejando completamente descubiertas mis chichotas blancas y mis pezones ya bien parásitos.   Lo deje hacer lo que quisiera, los pasajeros de la combi no se daban cuenta por la privacidad que nos daba el pizarrón pero los otros 2 pasajeros que iban en el asiento de atrás con nosotros solo veían como el señor se iba agazajando conmigo y como yo misma me saque una teta para invitarlo. Así pasamos un buen rato, el no se cansaba de apretar, pellizcar y rebotar mis pechos, yo estaba completamente mojada y me mordia los labios para no gemir. No falta decir que su verga ya la traía bien parada por lo que ahora el sostenía también el pizarrón para que yo con mi mano derecha empezará a masturbarlo.  No me costó trabajo sacarselo del pants y soltando momentáneamente el pizarrón me incline para chupárselo un poco.  Lo suficiente para ensalivarlo bien mientras lo miraba con cara de puta, después me enderece y lo masturbe como si no hubiera mañana,  casi inmediatamente se corrió y sobre mi mano,  embarre su propia leche en su verga, reservando un poco para mis pezones, los cuales humecte con sus mecos.  Estábamos por llegar a mi parada así que solo le pedí que sostuviera el pizarrón y me limpie con una toallita húmeda, la mano y la boca.   El empezó a preguntar por mi nombre y mi número, que dónde bajaba y asi.  Pero eso es algo que me desespera, por suerte ya había llegado a mi parada.   Solo le dije no,  gracias.  Baje y tome un taxi para llegar a casa.