Recordar y vivir
no me había encontrado con ninguna virgen, es mas siempre husmeaba en búsqueda de sexo en las chicas mayores de las cuales aprendí mucho.
Recordar y vivir
la llamada entró el sábado, era Sheila, al oír y confirmar su nombre sentí de golpe mis primeras andanzas sexuales en todo mi ser.
Ella no fue mi primera vez en cosas sexuales pero yo si fui el primer hombre en penetrarla y eso para mí, fue la mayor proeza sexual que jamás había logrado y fue la bellísima y hermosísima Sheila la nena mas bella del barrio y que por ende todos los hombres mayores y menores querían desvirgar.
Tenía yo en ese entonces casi los veinte años, aunque ya llevaba unos seis años practicando sexo,
no me había encontrado con ninguna virgen, es mas siempre husmeaba en búsqueda de sexo en las chicas mayores de las cuales aprendí mucho.
Sheila era como un objetivo de caza mayor por lo linda que era
Recuerdo que ese día había algo de frio, por lo que poca gente visitó el precioso parque, es mas no había nadie mas que Sheila en el lugar de los hechos, (un lugar bastante apartado, por cierto el mas apacible ) estaba sentada en una banca solitaria hurgando su celular, cuando de repente de la nada salió un malandrín cuchillo en mano amenazaba con matarla si no le entregaba el cel y se lo arrebató ella hecho a llorar histéricamente, viendo esto, empecé a correr para socorrerla el tipo salió huyendo y yo tratando de darle alcance y lo logré, le di un golpe le quité el cel. este rápidamente emprendió la huida, cuando me dirigí hacia Sheila ella ya venia hacia mi gimoteando le extendí la mano entregándole el cel. No dejaba de lloriquear, ven le dije abriendo los brazos ofreciendo refugio entre ellos, poniendo sus manos en mi pecho se refugió entre ellos haciendo pucheritos, pasando mis manos por su espalda le decía
Thomas – ya, ya, calma, tranquila
Sheila – ñiff ñiff auugghh
Thomas – me llamo Thomas vivo como a cinco cuadras de tu casa
Sheila – lo se, te miraba cuando estabas en el cole y también ahora que vas a la universidad, yo me llamo Sheila
Thomas – a que bueno entonces ya sabes que no debes tener miedo
Sheila – si es una suerte que hayas estado cerca
Todo esto si soltarse de la protección que le brindaban mis brazos y mi pecho, antes bien, y sin ninguna mala intención la aprete un poquito mas contra mí, ella se acurruco un poco mejor y… ay dios mío sentí a la altura de su pelvis el esponjadito bulto que tenia entre sus piernas mi compañerito que me ha acompañado desde que nací reaccionó poniéndose alerta a los acontecimientos pues su cabeza al estar hacia abajo quedo presionada por esta cálida esponjita ropa de por medio;
entrelace los dedos de mis manos por sobre su espalda a la altura de su cintura atrayéndola hacia mi casi imperceptiblemente, sentí un poquito de mas presión sobre toda la extensión de mi verga que ya tenía una considerable erección, ella tembló ligeramente al contacto
Thomas – ¿estas temblando?
Sheila – yo creo que es por los nervios y por el frio. Dijo esto con los cachetes dulcemente arrebolados
Thomas – bueno entonces te llevare a tu casa para que te abrigues y tomes algo para terminar de calmarte
Sheila – si, está bien. Emprendimos el camino hacia su casa
Thomas – oye Sheila mi casa esta antes que la tuya si quieres podemos entrar para que tomes un poco de agua, la necesitas por el susto que te llevaste
Sheila – bueno, y si no es mucha la molestia acepto.
Ya frente a mi casa entramos (yo siempre cargo llaves) pasamos directamente a la cocina agarré un vaso y se lo ofrecí lleno de agua.
Thomas – te miro un poco nerviosa todavía, aquí ya estas totalmente segura
Sheila – sí, lo se pero el susto no es para menos Respondió.
con mis brazos abiertos le dijo ven aquí esta tu refugio, depositando el vaso sobre la meza dio unos pasos hacia mi acomodándose entre ellos
Sheila – gracias. la aprete contra mi pecho suspiró, cerré mis brazos alrededor de su cintura estrechándola contra mi amiguito que ya estaba queriendo intervenir, volvió a estremecerse
Thomas – estas temblando todavia
Sheila – el susto fue grande. Estaba sintiendo mi erección encima de su monte de venus pero fingía no darse cuenta de eso o por lo menos no decía nada, eso me envalentonó, y esta vez con fuerza la estreché contra mi paquete, la reacción no fue de ella sino de su cuerpo que empujo con su cintura su monte de venus queriendo ahogar la cabeza de mi amiguito,
sin quitarle presión busque sus lindos ojos pardos ella también busco los míos para seguidamente buscar nuestras bocas y juntarlas en un desesperado beso lleno de lujuria y de pasión, empecé a mover mi tranca contra su sexo suavemente, respondía con casi inaudibles sonidos guturales metí mi mano entre su remerita ombliguera y su tibia piel buscando sus tiernas tetas, ella agarro mi mano impidiendo su avance hacia mi objetivo diciendo
Sheila – no, no hagas eso, no porfa,
Baje mi otra mano hacia sus portentosas nalgas y empecé a acariciarlas concienzudamente, la presión sobre mi mano fue disminuyendo poco a poco hasta dejarla en total libertad, wow que delicia deslizar mis dedos encima de la suave y dulce piel de sus senitos; al pasarlos por su pezoncito….
Sheila – uhhmmm, aoooohh no hagas eso nnnnn me incliné un poco dirigiendo mis labios hacia su pezón izquierdo
Sheila – oohhh ooohhh no no noooo ayyyyy dios mío ay dios no seas atrevido no noooohgghghg. Le plante un luurioso beso en su boca silenciándola sin dejar de mover mis manos en su trasero y sus tetitas, para inmediatamente después retirarle su remerita no sin leves protestas, otra vez dirigí mi boca hacia su pecho para disfrutar completamente de ese manjar ella resopla desesperadamente mientras le succionaba los pezones, se retorcía de placer emitiendo leves sonidos guturales
Encamine mi boca hacia su línea media chupando la pielecita entre sus tetitas, en dirección hacia el ombliguito, el calor que emanaba de su cuerpo aumentaba rápidamente
Sheila – o Thomas que haces dios mío no se qué me está pasando thomasssss ya nooohhh
Seguí bajando en búsqueda de su ombliguito cuando estaba como a cinco pulgadas dijo
Sheila – aaa thomas, thomas, Thomas que me meo ayy deja dejaaa. Al oír esto rápidamente posesione mi boca sobre su ombligo y empecé a acariarselo con la lengua a succionarlo, a magrearle las nalgas desesperadamente y ella…….
Sheila – ahuuum thomas, thomas me orineeeeee aaaaayyyy uuuhhhhmmm dios mio auuuhhhgggmmm. Tuvo un violento orgasmo
Thomas – dale, dale, relájate, suelta todo lo que tienes.
seguí mi camino hacia abajo ahora hacia su chochito puse mis dedos sobre el borde superior de su licra para írsela bajando ella reacciono rápidamente agarrándome ambas manos, me fui directo con mi boca hacia su cosita chupando por encima de su licra ella rodeo mi cabeza con sus manos para intentar hundir mi cabeza entre sus piernas, fui subiendo mis chupadas hasta encontrarme nuevamente con su tibia piel e ir bajando su licra en dirección a su panochita besándole en la carne viva;
Una aterciopelada pelusita cubría unos gruesos labios vaginales era un poema ver tan lindo chochito, termine de quitarle la licra con todo y bikini, ahí la tenia cual dios la mando al mundo, si que era bella la chiquilla, me puse de pie quitándome la ropa totalmente, mi erección estaba al máximo….
Sheila – ooohh thomas eso esta bien grande.
No le conteste solo pase mi mano hacia su nuca para jalarla hacia mi en dirección de mi estaca,
ella se resistió con poca convicción, le pase mi tranca por sus labios varias veces hasta que por fin los abrió y empezó a mamar torpemente, con sus manitas tomo mi pene y empezó a masajearlo mientras trataba de hacer lo mejor con su boca, retiró su boca de mi falo para pajearlo con mas comodidad, y oooohh que rico esto si lo sabía hacer muy bien la zorrita,
Ya no aguante mas la recosté sobre una mesa con sus piernas abiertas levantadas, posé mis labios sobre su encharcada vulva y empecé a mamar como ternero huérfano
Sheila – ahh aaauuuhhhhhmmm oooo sigue, sigueeeee aaay. toda la zona estaba bien lubricada y ya era el momento de hacerla mujer, agarre mi enhiesta verga la acomode en la entrada de su vagina…
Sheila – eso no va a entrar…
Thomas – si, ya veras, no tengas miedo.
Empujé hacia dentro suavemente
Sheila – ahjj, no va entrar.
Empujé un poco mas fuerte
Sheila – ayy, ayy, no va entrar, me duele no seas jayán,
la así fuertemente de la cintura jalándola contra mi estaca a la vez que empujaba violentamente, fuaazzzz, se la enterré por completo
Sheila – ayyyyy ñiff ññiiifff nñiiiiffff, no va a entrar ayyy aauuhhmmmm ñiiifff ñiiif.
Me quedé. Quieto un breve momento mientras ella se acostumbraba al invasor de sus entrañas, suavemente fui retirando mi verga de su vagina hasta solo dejar el glande entre sus labios
Sheila – ayyhhhumm nnn entrarhh.
Ya el dolor de la desfloración estaba pasando para dar lugar a gemiditos mezclados de placer y dolor, se la deje ir hasta el fondo nuevamente
Sheila – ahhhhhh aaaaaauuuuhmmm. Me rodeó la espalda con sus brazos y con sus piernas la cintura para acompañarme rítmicamente en la danza erótica de una fenomenal culeada
Sheila – o thomasss dame duro ayyyy que rico Thomas ayyayya aaaaaaa me vengoaaaaa a me vengooooooo. Después de varios minutos de lujuriosos movimientos pélvicos ella explotaba en violentos orgasmo
Thomas – aaahh sheilita toma sheilita tomaaaaaaaaaa unos potentes chorros de semen inundaban aquella cálida cueva por primera vez………..
Sheila – y bien Thomas vas a poder recibirnos unos diítas a mi y a mis en tu casa necesito ese favor
La voz de Sheila al otro lado del auricular me hizo regresar nuevamente al día que estaba viviendo, eso si con una gran erección por los recuerdos
Thomas – oh si Sheila tu sabes que siempre estaré a tu disposición
Sheila – no te causare ninguna molestia? O ¿si?
Thomas – no ninguna ya te dije
Sheila – esta bien llego mañana ya tarde bay y besitos
Thomas – besitos
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