Reencuentro no esperado (aka Baldío Parte 3)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Gordon.
Roxana.
O Roxy, como la llamábamos.
Roxana, era mi compañera de curso, esa que yo comente que me quería levantar/conquistar, y por la cual a la salida del colegio, me iba unas 5 cuadras en otra dirección, para luego dar un rodeo disimulado, y volver camino a casa.
Yo me las daba de vivo, de inteligente.
Hasta que un día, Roxy me descubrió.
La había acompañado normalmente todo ese trayecto, y luego fui a dar el rodeo a la manzana acostumbrado.
No sea cosa que vuelva sobre mis pasos y ella lo descubra.
Pero lo descubrió igual, por que ni bien llego, me la encontré en una de las esquinas, yendo hacia un lado contrario en donde yo le había mentido que vivía.
No supe mentirle, no se me ocurrió nada en el momento, y pues como ella era inteligente, me termino descubriendo.
Quede como un pelotudo.
En ese momento, y como estaba apurada, pues cada uno siguió su camino.
Deje de acompañarla, por que era al pedo.
De hecho, deje de hablarle, por que si, por que quede como un pelotudo, que mas iba a decirle?
A los pocos días, se me acerco y fue ella la que me acompaño un par de cuadras.
Caminamos lento, hablando.
– No soy boluda, se que me tenes ganas, boludo.
Ahí, me pude sincerar un poco mas, y comenzamos a charlar.
Le tire el clásico “me gustas” y todo eso.
Nos hicimos mas amigos, pero no nos pusimos de novios.
No fue ese el caso, aunque si cogimos.
Eso tendría que dejarlo para otra historia, una mas heterosexual, ya que ambos éramos mayores de edad ya, y tampoco es que hubiera algo de morbo ahí.
Si fue con la amiga calentona, con la que aprendí a coger.
Me habré desvirgado con una novia, pero con esta chica, aprendí mas cosas sobre las mujeres.
Aprendí a darles sexo oral, a entender lo que era mojarse, ya sea una mujer o incluso un hombre.
A coger con mas suavidad, y a saber darle duro en como ella lo pedia.
Bueno, no me convertí en un experto cogedor, pero si adquirí muchas mas experiencia a la hora de tratar con una mujer en la cama.
Otro tiempo mas paso, en que deje de pensar en la pequeña Vane.
Especialmente por que estaba entretenido con Roxana.
Pero llego el fin de año tanto Roxana como yo, terminamos bien el año con los estudios.
Ella, se fue a estudiar a otra ciudad, así que me quedo sin tener a quien coger.
Y era una mierda, por que veníamos cogiendo seguido.
Roxana no era linda pero tenia un buen cuerpo.
Y le encantaba coger.
Nos juntábamos después de clases, e incluso nos veíamos algún fin de semana.
Asi que las hormonas de ambos, estaban mas que calmadas.
Jamas me entrego su culo, por desgracia.
No supe como explicarle que ya habia probado el sexo anal con una chica retardada, por accidente, pero si como Roxy era mas putita, mas abierta y experimentada en esto, le preguntaba.
Ahí supe que el sexo anal no es fácil, que el culito esta cerrado, y que es difícil dilatarlo.
Yo no era el primero que le pedía entregar el orto, pero igual ella en algún momento lo intento y le dolio.
Todo eso, me dio la idea de que quien se cogía a la minita esa que me cruce, se la venia cogiendo hace rato, obviamente en secreto.
Que la Betty, no era una “discapacitada” mental tan tonta.
O bien se aprovecharían de ella, que se yo.
Lo único que supe, es que tenia el orto abierto, y por que me confundió con otro, jamás supo quien era yo.
Llego el verano.
Roxy se fue poco después de las fiestas y me quede todo el verano recaliente, con ganas de coger.
Y no tenia a nadie.
Me habre matado de lo lindo a pajas.
Ya llegaba mediados de Marzo, aun hacia calor, y yo me habia dispuesto a buscar a Betty, la tontita, y ver si contándole lo ocurrido, me la podía coger.
Antes ni loco me animaba.
Pero ya para esos días, estaba muy, muy caliente y no me importaba nada.
Así que comencé a rondar el barrio y el baldío, a ver si la veía andando sola.
La vi varias veces pero siempre acompañada por algún familiar o amiga.
Me mataba a pajas en el monte cuando pasaba eso, por que si estaba acompañada, obviamente no iba a poder ser.
Pero lo de acosarla, me calentaba mas.
Nuevamente, hoy agradezco que jamás me descubrieron… pero tranquilamente podía ir en cana.
Yo, un adulto a punto de cumplir 21 años, acosando a una quinceañera con problemas mentales.
Bastante hijo de puta, no?
Pero en mi defensa, ella no era tan santa.
Ya habia alguien que se la cogía como quería, por lo visto.
Y a ella le encantaba.
Por fin, se me dio que la vi solita.
Yo esa tarde iba a la casa de un amigo, cuando la veo sola y cerca del baldío.
No solo eso, sino que además se le notaban claramente las intenciones de querer entrar al baldío y que no la vieran.
A la mierda mi amigo, y la seguí.
Me fui escondiendo en los matorrales, y acosarla, como un tigre a un conejito rosado.
Como algún tipo de dragon a una princesa en toda regla.
Y es que como ya mencione en mi anterior relato, la pendeja era una princesa de Disney andando.
Siempre se vestía de rosado, era bien femenina y hasta casi infantil.
Si no fuera por que se asomaba su figura ya adolescente de tetas prominentes y culito parado, era fácilmente confundible con una nena de 8 años.
Si hasta cuando la oías hablar por ahí, te hablaba como una nena.
Se comportaba como una nena cuando la madre o quien estaba con ella, no le cumplía sus caprichitos, incluso los sexuales.
Y ahí yo me daba cuenta de todos esos detalles que estaban presentes cuando me la cogi.
La manera en que se enojaba por que yo tenia la verga seca o era muy bruto al metérsela.
Ella se detuvo en un punto, y pues yo hice lo mismo, y me escondí.
La suerte de conocer bastante el baldío, y estar en un lugar bueno para mirarla.
Tenia la verga bien parada dentro del pantalón.
Aun era de dia y habia suficiente luz.
Yo me manoseaba la verga por encima del pantalón, mientras miraba su figura.
Ese lindo culito, esas tetas hermosa…
De cara no era tan linda, vamos.
Pero igual daba para cogérsela casi de inmediato.
Estaba esperando a su amante?
Salgo ahora y le digo?
Que mierda hago? Como la encaro?
Y si salgo y le hablo justo cuando aparece el otro?
Y si le digo lo que paso y me rechaza?
No soy lindo, lo asumo.
Estaba ahí, todo nervioso, cuando me decido a salir.
Me acomode el bulto en el pantalón, no sea cosa de que me le acerque copn la verga parada y se asuste…
Retroedo un poco, cuando escucho a mis espaldas, el ruido de ramas quebrandose, indicando que habia alguien detrás mio.
Por Dios, que pedazo de cagazo me pegue!!!!
Estaba nervioso y caliente, imagínense ahora con el susto.
Creo que me llegue a marear del susto.
Para mi suerte, mi bendita suerte, cuando me di vuelta bruscamente al escuchar el ruido, ahí estaba ella, agachada acercándose a mi en sigilo, mi hermosa Vanessa.
Por un breve segundo, no la reconoci.
Obvio, habia crecido un poco mas.
Es ese segundo en que el cerebro debe encontrar los archivos de memoria que coinciden con lo visto…
Como podía ser tan pelotudo?
No se parecía en nada a Betty, su rostro no era como yo la recordaba, pero a la vez mi mente sintió ese latigazo de emoción cuando realmente recordas que es ella.
Es difícil de explicar, creo.
Esos mismos rasgos fuertes, en un rostro un poco mas adulto…
Estaba feliz.
Primero y principal, por que era una cara conocida.
Y no solo eso, sino que además, una cara complice, que me hacia la señal de silencio, mientras se acercaba a mi.
Y segundo, esto yo no lo sabia, pero creo que inconscientemente me había enamorado de ella.
Es que sus rasgos fuertes, que en ese entonces la afeaban un poco cuando la conoci, ahora iban dando paso a una chica hermosa.
Como la modelo esta cuyo nombre ni tengo idea, pero tiene cejas prominentes.
En el caso de mi angelito, notaba ahora que tenia ojos pardos o verdes, también unas cejas marcadas, asi como una boca ancha.
Respire profundo, mas relajado.
Mi verga se habia bajado del susto.
Luego recordé que estaba espiando a Betty, la tontita putita…
Habran escuchado la rama rota? Yo habre gritado del susto? Se habrá dado cuenta?
Asi que inmediatamente espie de nuevo hacia el lugar, y ya veo que estaba con un tipo, alguien mayor, de bogotes.
Tendria unos 30 años, no mas de eso, pero a mi en ese entonces, me parece muy mayor.
Se abrazaron se dieron un beso en la mejilla, y luego se alejaron a un rincón.
Por todo eso, y lo normal de su encuentro, no asumi que seria su amante sino un pariente.
De hecho, ya me habia parecido verlo en algún lado junto a ella.
Para cuando volvi a girar la cara a mi hermosa Vane, ella ya se estaba retirando del escondite, haciéndome señas de que la siguiera en silencio.
Y asi lo hice.
Estaba atontado.
Creo que aun seguía con un poco del cagazo del susto, por que segui a Vane en silencio, y en un momento, nos metimos por debajo de unos matorrales yendo a gatas.
Ahí, yo iba detrás de Vane y tenia su maravilloso culito en mi cara.
Sin embargo, no sentía calentura, solo los nervios de escabullirnos a espiar a Betty.
Las retamas del lugar, mas de una vez se inclinan por el peso de sus hojas y la nieve en el invierno.
Así que no era raro que muchas veces, crearan estos “túneles” vegetales, cubriendo y protegiendo todo.
Lo suficientemente grandes como para que las personas se metan ahí debajo (si logran entrar por algun lado) y estén protegidas del exterior.
Esta no era la excepción y hasta nos cruzamos con botellas de vino vacias y algún carton, señal de que algún borracho se metia ahí abajo a beber y dormirse.
En esta ocasión, el “refugio” estaba vacio.
Vane continuo un poco mas alla, y acercándose a mi oído, me susurro que hiciera el menor ruido posible.
Asi lo hicimos ambos, y nos acercamos a un lugar.
Fuimos corriendo las ramitas secas que habia en nuestro camino, cosa de no pisarlas y alertar de nuestra presencia, y llegamos a un punto desde donde espiar.
Descubri, con sorpresa, que estábamos a menos de 2 metros de donde la dichosa Betty, mostrando su culito pelado al aire.
Es mas, desde mi posición, era como si se estuviera poniendo en 4 para mi, abriendo y mostrándome sus nalgas blanquitas abiertas y su orto rosadito dilatado, pidiéndome que me la cogiera.
Incluso se le veian los labios de su conchita.
El espectáculo, maravilloso a mis ojos, me la estaba poniendo dura de nuevo.
Y esta vez, tenia a Vanessa ahí de nuevo, a mi lado.
Todo eso me emociono, y acerque una de mis manos a Vane.
Pero el espectáculo se vino abajo, cuando en escena, apareció el culo peludo y feo, acomodándose detrás de Betty y procediendo a meterle la verga.
Betty gimió, por supuesto.
Se notaba que le encantaba.
– Si papito!
Alcance a entender, cuando Vane comenzó a agitarse tratando de evitar la risa y se le salieron unas risitas que alertaron al hombre.
El tipo se salió del culo de Betty, y hasta se escucho el clásico ruido a sopapa, indicando que el culito de Betty, estaba bien lubricado y abierto, hasta con aire.
-No la saques, métemela! Ufa! Quiero coger!
Vane y yo, nos quedamos en el lugar, petrificados, ya que si nos movíamos, íbamos a alertar al tipo.
Pasaron unos segundos, en que Betty, se puso molestosa, y al bigotón, no le quedo otra que seguir.
Ver ese culo feo, me la bajo.
Y supongo que a Vane, tampoco le habrá hecho gracia.
Solo tratábamos de mirar la escena, en silencio.
Sentí que no me podía mover mucho, para acercarme a Vane, por que iba a hacer ruido.
Queria abrazarla, acariciarla…
Realmente quería coger, quería aprovechar el momento, pero entre los nervios de ser descubierto, y ver ese culo feo, no se podía.
Luego de un rato de que el tipo, le taladrara el culo de lo lindo a Betty, cambiaron de posición.
Cuando ellos se movieron, nosotros aprovechamos de acomodarnos de manera diferente también.
De hecho, nos estábamos acalambrando.
Yo me sente y pude respirar aliviado al estirar mis piernas.
Vane hizo algo similar pero para el otro lado, quedando a un costado mio, y casi enfrentada.
El tipo del culo feo, se sento, y luego se acosto boca arriba.
Es espectáculo mejoro mucho, por que ahí ya Betty se le monto encima, de espaldas a nosotros, y cuando se inclinaba a besar al de bigotes, quedaba al descubierto su orto dilatado, aun abierto, del cual caia esa mezcla de saliva con fluidos pre seminales… pero también quedaba a la vista su conchita peladita y mojada, devorándose semejante verga.
Bueno, en realidad no era tan grande.
De hecho, en mi tiempo con Roxana, entendí que si, yo la tenia un poco mas grande.
No larga pero si ancha y bien redondita, que una vez parada, apuntaba para arriba por una mala costumbre de pajearme.
Pero en comparación con su culo dilatado, su conchita era mas tiernita, mas chiquita.
Asi que la verga, bastante normal para el tipo de 1,60 m (yo media 1,78 mas o menos), se veía enorme.
La pobre conchita infantil, hacia lo que podía para chupar semejante miembro venoso.
Encima el tipo no se quedaba quieto esperando que Betty se moviera y la cabalgara, sino que levantaba la cadera de tanto en tanto, y le daba unos empujones tremendos, que hacían gritar un poco a Betty.
Yo, otra vez caliente y mas cómodo en esa situación, quise tocar a Vane, a quien tenia a mi lado y ya podía sentir su perfume.
Ella me quito la mano de su entrepierna, y con el dedo, me hizo señas de que no.
Asi que un poco molesto, procedi yo a empezar a masturbarme mientras vei como a unos pocos metros, la conchita de Betty baboseaba esa verga con todos sus jugos.
Ya habia acabado dos veces.
La primera, mientras el bigotudo se desesperaba por romperle el orto.
Ahí, Betty, quien aparentemente se estaba tocando la conchita, acabo.
Y la segunda vez, habia sido ahí, recién, en uno de las embestidas salvajes que le daba el tipo, y le metia la verga hasta la garganta.
De hecho, yo casi podía percibir que en la manera en que se la metia, en cada empujon, la punta de su verga ya estaría tocando el utero de la pequeña Betty, por como ella se quejaba y se retorcía su cuerpo.
En eso, siento la mano de Vane, que quita mi mano de mi verga, para agarrarme y pajearme ella.
El cielo…
Y la manera frenética en que ella me pajeaba, se notaba que estaba también caliente.
Ahí pues, aproveche y la bese en esa hermosa boca ancha que tiene.
Dejamos de mirar a Betty y su macho bigotón, y nos concentramos en nosotros dos.
Nuevamente le quise tocar la conchita, pero ella me agarro la mano sin ver y me la quito de ahí.
En su lugar, me la dirigió hacia sus tetitas, que seguían siendo diminutas, y se las manosee por debajo de la remera que traía puesta.
Los besos eran apasionados, había lengua, pero no tanto.
No fue hasta que escuchamos a Betty acabar por tercera vez, y que en esta ocasión, el bigotudo no paraba.
Aun no habia acabado, pero como estaba cerca, no le importo ni dejo que Betty descansara en su orgasmo, sino que le siguió dando duro, hasta el fondo.
Los gemidos y grititos de Betty siendo ensartada brutalmente, nos calentó mas y nuestros besos de lengua eran algo salvaje.
Ya no pude mas y termine acabando, bañando la mano de Vane en mi semen.
Mientras, entre los gemidos y gritos de Betty, se escucharon los del bigotón, dando a entender que “le lleno el tanque” a la quinceañera.
Pero a Vane no le importo, y siguió un poco mas pajeandome, situacion que me hizo gemir mas de la cuenta.
Ahí nos escucharon, y ambos se dieron vuelta.
Primero Betty, que giro asustada a mirar adonde estábamos.
Y luego, el tipo que saco a Betty de encima suyo como una muñeca de trapo, y comenzó a vestirse, tambien asustado.
Con Vane, también nos asustamos y salimos como pudimos de ahí, entre risitas nerviosas.
No recuerdo ni como salimos.
Los nervios, la adrenalina.
Pero cuando caigo en cuenta, ya estábamos a un par de cuadras del baldio, en una plaza nueva que habían puesto hace poco.
Agitados, nerviosos y entre risas, nos calmamos en el lugar.
Suerte que era mas tarde y no había nadie en la plaza, ni en la calle.
Yo, aproveche para acomodarme la ropa, el pantalón.
Vane, aprovecho para lavarse la mano, ya que al haberla llenado de mi semen, ni se limpio al salir e ir gateando, se le lleno de tierra y hojas secas.
– Las cosas que me haces pasar, Vanessa, jaja…
– Eh? Yo no me llamo Vanessa, jiji
– No? -Yo quede desconcertado.
– Que tus amiguitos no te decían Vane? Por Vanessa?
-No, jijijiji… Vale, con L.
Me llamo Valeria.
Idiota de mi que asumía cosas que nada que ver con la realidad.
No recordaba su rostro como era debido, ni su nombre tampoco.
Pero ahora, al fin volvía verla, y esta vez, tenia pensado que no se me iba a escapar de nuevo.
No quería dejarla ir.
Así, es como me reencontré, sin esperarlo, con VALERIA, la nena hermosa que desvirgue una noche en el baldío.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!