SEXO CON MI SUEGRA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi suegra y yo
Esta historia es un relato fidedigno de una experiencia que tuve, la cual debido a su extremado placer, me marcó para siempre.
Siempre me gustaron las mujeres maduras en cuanto a fantasía, no como para buscar una como pareja sino como algo puramente sexual.
Hace unos años conocí a una mujer quien posteriormente se convertiría en mi esposa, estuvimos juntos 5 años y nos separamos hace ya un año.
El tema es que un día hubo una fiesta en la casa de su hermana cuando nosotros llevábamos poco tiempo como pololos, y a esta fiesta llegaron sus hermanos, las parejas de estos y su madre a quién yo no conocía aún, ahí la vi por primera vez y la sensación de excitación que me provocó esa mujer fue inmediato; físicamente era increíble, incluso según yo, mejor que sus hijas. Su pelo era ondulado, frondoso y rubio opaco, sus senos pequeños pero parados, delgada con una pequeña barriguita que le daba su toque sexy de madura, unas piernas largas y bien hechas y un trasero exquisito. Recuerdo muy bien que era verano y ella llegó vestida con unos jeans ajustados, zapatos rojos con tacón y una polera semi ajustada: ese culo se veía espléndidamente, eran unas nalgas grandes y firmes, yo sentía como mi pene se ponía durísimo de solo mirarla, era una mujer increíble de casi 50 años con un cuerpo de 25, un rostro hermoso, todo era perfecto en ella para mi.
Pasado el tiempo yo formalicé mi relación hasta que nos casamos y obviamente ese tiempo me fui involucrando en la familia de ella, compartíamos fechas especiales con su hermosa madre, carretes, comidas, etc.
Mientras nosotros pololeamos y durante un breve tiempo en que ya estábamos casados, mi ex mujer vivía con ella y su hermana menor (una pendeja exquisita pero no mejor que su madre) por lo cual yo pasaba mucho tiempo en su casa aunque no vivía ahí, pero si me quedaba en varias ocasiones.
Hubo un tiempo, alrededor de 3 meses que estuve cesante, y como les decía anteriormente me alojaba ahí a veces una semana o varios días de corrido, en los cuales ellas se iban a sus respectivos trabajos y yo me quedaba ahí mientras encontraba empleo.
Mi nivel de erotismo hacia mi suegra cada día era más potente y muchas veces la vi un poco más "ligera" de ropa pero nada erótico ni desnudos, sino con calzas muy cortas, poleras igualmente cortas, etc.
Un día, en mi afán de conocer su intimidad, estando solo en casa me puse a revisar su cajón de ropa para ver sus prendas íntimas, las cuales me provocaron una excitación tremenda; cerraba los ojos mientras me frotaba sus medias y colaless en la cara, el placer era indescriptible.
Les mentiría si alguna vez ella tuvo alguna insinuación calentona hacia mi persona, pero si doy fe que la primera vez que cruzamos miradas, fue bastante morbosa y sentí que ella se dio cuenta y yo también de su parte, de ahí en más, jamás hubo nada provocativo hasta aquél día en que mi sueño se hizo realidad, algo que para mi no pasaba de ser una fantasía caliente se concretaba y consumaba en una tarde deshinibida y ardiente de lujuría sin límites y donde todo estuvo permitido.
Una mañana de esas en que estaba yo desocupado, mi suegra tenía el día libre, mi mujer se iba al trabajo antes de las 8 am. y su hermana a trabajar medio tiempo y a estudiar. Me levanté como cualquier otro día y entré directo al baño a ducharme para luego tomar desayuno, y ya que estaba ella en casa, fue ella quien preparó todo mientras yo estaba en el baño, hasta ahí iba todo absolutamente normal, me senté en la mesa y mientras comíamos nos pusimos a conversar de todo un poco y en un momento el tema gira hacia la parte sexual, entre risas y risas de anécdotas que me contaba ella que había tenido con mi suegro (estaban separados hace años) nos distendimos en una conversación inédita pero que no tenía contendio explicito ni detalles, sino más bien graciosos acontecimientos. Mientras ella me contaba esas cosas no pude evitar imaginarme cuanta lujuria se me iba a la mente, rondaba por mi cabeza el culmine de algunas historias pero obviamente con el toque triple x que yo imaginaba conmigo a ella acabando un acto sexual encima mío.
De pronto ella me dice que tiene que ordenar y ver que iba a cocinar para el almuerzo (habían pasado casi 3 horas de conversación y mi miembro estaba realmente como roca) por lo cual yo me fui a la pieza al computador.
Pasaban los minutos y ella había estado limpiando y ordenando la casa, cuando finaliza me dice que esté atento al teléfono por si sonaba ya que ella se iba a duchar (otra situación que me dejaba full era espiarla mientras se duchaba pero sabía que podía quedar una cagada gigante si se me ocurría hacer eso, así que solo era una fantasía mas) a lo cual le respondí con un "si" desde la pieza, pero tuvo el primer gesto que me pareció extraño de ese día: le puso pestillo y llave a la puerta, en virtud que no tenía por que hacerlo.
Mientras ella se duchaba yo seguía enviando mis antecedentes buscando empleo, estaba concentrado en eso y ya se me había esfumado las fantasías pasajeras, mi suegra se demoraba bastante ya que por obligación debía pasar por fuera de nuestro dormitorio hacia el suyo y no la escuché en largos minutos. Hasta que siento que se abre la puerta del baño y a los segundos pasa por el pasillo en dirección a su pieza, al pasar solo llevaba puesta la toalla, no se había vestido en el baño y por lo visto la demora fue por secarse el pelo ya que iba con el cabello semi húmedo. Para mi eso seguía siendo algo "normal", seguí en el computador y ya era casi medio día. Pasaron unos 10 min. aprox. y ella sale de su pieza en dirección a la cocina, salió normal, con un buzo y una polera, era lógico que se alistaba para el almuerzo.
En ese instante me llama para preguntarme si había visto el delantal de cocina que ella usaba y que sino, fuera al patio a verlo ante lo cual hice caso, ahí estaba, se lo llevé y me fui al dormitorio de nuevo. Pasaron unos buenos minutos, quizás casi una hora cuando nuevamente me llama a lo que yo respondo desde la pieza "qué?" y me dice que vaya a la cocina, fui, la puerta estaba cerrada y cuando abro quedé casi en estado de shock: mi suegra completamente desnuda y solo con unas chalas de plataforma y el delantal puesto, quedé sin habla por casi un minuto mientras ella me miraba fijamente sin decir nada tampoco, como esperando que me abalanzara como cual león a su presa para devorarla sin piedad. Me pone una sonrisa calentona pero seguía sin decir una palabra hasta que me pregunta "qué le parezco", ante lo cual yo traté de ser lo más "respetuoso" posible y decirle solamente que me parecía una mujer bellísima y que ahora que la veía así, era lo más espectacular que había visto en mi vida.
Ante esto, suelta una carcajada y me dice: "hueon, por que no me decis la verdad y dime que quedaste mas caliente que la chucha y queri puro que nos demos" -yo pensé en mi mujer en ese momento pero a la vez también pensé que esto no se iba a volver a repetir quizás nunca más en la vida pero también se me pasaba el rollo de que todo podía terminar en una catástrofe- ante tales palabras seguí callado pero me empecé a quitar los pantalones, sentía que ella ya estaba palpitando sabiendo como iba a terminar esto, me imaginaba su intimidad mojada como charco de lluvia; ella se mordía los labios mientras me quitaba los pantalones, cuando vio mi bulto se acercó, me lo agarró fuerte y comenzó a besarme el cuello, yo sentía mi corazón a un ritmo de miles de revoluciones por segundo. Seguía ella con su delantal y sus chalas de plataforma de mimbre (u algo parecido) lo que la hacía verse más alta, se agacha, me baja los boxer y toma mi verga con mucha fuerza, lo empieza a apretar y a sacudir contra su cara, yo estaba hirviendo, quería irme pero no, tenía que darle hasta sangrar si era necesario.
Comienza muy lentamente a chupar mi pene mientras lo mantenía apretado, me decía palabras sucias para excitarme aún mas (esta vieja se las sabía todas!) cada vez eran más intensas las mamadas, su garganta era de experta, se terminó comiendo mi verga entera, yo estaba ya en otro mundo, solo quería darle fuerte y ojalá por el culo, estaba esperando el momento.
La llevo al living, la pongo de espaldas hacia mi y le digo que se apoye en el respaldo por que me tocaba a mi ahora darle placer oral: los gritos eran desenfrenados, mi cabeza metida entre sus hermosas nalgas y mi lengua frotando su vulva, yo sabía que esa posición les produce más placer a las mujeres (al menos a las que yo había tenido), ella seguía gimiendo y mi verga era una roca de color rojo, hacia todo para aguantar y no correrme por que el placer ya en ese momento era demasiado, mucho, extremo diría yo.
Seguí dándole sexo oral y ella disfrutaba mucho tirándome el pelo, se estaba poniendo agresor el panorama y eso me calentaba más aún, decidí seguir pero ya estaba con la idea de lamer su ano, el cual probablemente jamás lo habían chupado ni besado pensaba yo; entonces mi lengua comenzó a subir hasta llegar a ese botón prohibido, le doy dos lamidas y ella se quita bruscamente diciéndome "Noo" ya que le parecía sucio, le respondí que si estaba bien limpio no había problema y como recién se había duchado era el momento preciso pero insistió que no y yo llevado por la calentura extrema casi forzándola se lo hice igual, hasta que comenzó a retorcerse de placer y decirme que estaba "exquisito", que nunca lo había experimentado y que por favor siguiera dándome gracias por haberlo hecho "a la mala" ya que sino se habría perdido un placer que la tenía chorreando literalmente.
Fue delicioso todo, el placer, los gemidos, los movimientos y su agresividad para azotar mi cabeza entre sus nalgas la tenían a segundos de llegar a un orgasmo (cosa que no sentía hace mucho ella ya que después de su separación sólo tuvo un hombre más y por decisión personas no quizo tener pareja ni amantes) pero faltaba aún la penetración y decidí que tenía que ser especial y en un lugar poco común: nos fuimos al patio. Llegamos, le quito el delantal y comienzo a lamer su cuerpo de píes a cabeza mientras ella estaba semi acostada en una mesa, con sus ojos blancos, su vulva estaba hinchada y me imagino como latía, no le quité las chalas ya que me calentaba el hecho de que las tuviera puestas como en las películas porno. La tomé de la cintura, la acerqué hacia mi pélvis y la penetré con fuerza, ella gritaba como una perra, me pedía a gritos más y más, así estuvimos mucho rato, sudando extremadamente, llevábamos como 2 horas de sexo deshinibido, yo me sentía en el paraíso, ella también.
Me aguantaba mucho las ganas de correrme, no quería, deseaba estar todo el día así con ella y seguir con mis ocultos deseos que ya eran una realidad, ella pedía mas, pero sabíamos que en algún momento debíamos parar ya que podía llegar su hija menor quien a veces no tenía horario regular, podía llegar a cualquier hora después de las 2 de la tarde.
Pero nuestra calentura era más fuerte y seguimos, yo recorría ese cuerpo maduro con mi lengua a cada instante, besaba hasta los dedos de los píes, los tenía exquisitos, sus muslos marcados eran un manjar, su vagina con rebaje me volvía loco, su panzita pequeña pero sexy, sus tetas chiquitas con esos pezones duros como un roble, era una diosa esa mujer, una auténtica delicia, besé sus nalgas hasta que me cansé, las abrí y sabía que todo debía terminar ahí.
Al abrir el culo y ver ese fruto prohibido, miré mi verga y era imposible no desear penetrarla por ahí, le pregunté directamente y ella con ciertas dudas me dice que no hay problema pero que si le duele no seguiría mas, por lo cual debía trabajar la zona para que eso no ocurriera. Como no había ningún lubricante especial u algo que se asemeje, saqué el bálsamo y le apliqué ahí trabajando con los dedos; mientras me decía que le estaba gustando, que en 50 años su ano nunca había sido vulnerado pero que ninguno de sus hombres tampoco se lo había propuesto. Seguí con el "trabajo", primero uno, después dos y así hasta llegar a tres dedos, a esa altura ya podía entrar sin mayores problemas, ambos seguíamos extremadamente calientes, ella gemía pero ya con indicios de estar cansada: había acabado dos veces…pero yo no y ya me estaba doliendo.
El resultado fue efectivo, comencé muy despacio a introducir mi verga en aquél hermoso pétalo invicto, sentía como se contraían sus músculos de las piernas y como las nalgas me empezaban a apretar, era delicioso, inexplicable con palabras el placer de eso, seguí lentamente hasta que mi pene ya estaba completamente dentro, comencé el jaleo de a poco hasta que ya se sintiera que estaba pasando tranquilamente, cuando experimenté esa sensación comencé a dar duro, ella se movía frotando sus senos contra la mesa de puro placer, sus manos se fueron hacia atrás y abrió sus nalgas, ese momento fue lo que me tenía a segundos de explotar, pero insistía en no hacerlo, me concentraba para seguir pero también sabía que el tiempo pasaba y no podíamos estar arriesgando más, mientras seguía le dije que ya no aguantaba mas y que me estaba doliendo pero quería pedirle que me dejara eyacular en su boca, ante lo cual cedió sin titubeos.
Ya no aguantaba un segundo más, saqué mi pene y observé su flor abierta, (era lo mismo que en las películas calientes) ufff, eso fue litarlmente la gota que rebalsó el vaso, la hice bajarse de la mesa y ponerse de rodillas para que recibiera el impacto, ella sola sin que yo le dijera abrió su deliciosa boca, me toco 2 veces y siento como desde atrás viene un chorro gigantesco que finalmente termina en su lengua, fue increíble, grité muy fuerte debido al placer acumulado, no terminaba nunca de eyacular, mi leche estaba en todas partes de su rostro; boca, nariz, ojos, frente…su boca llena, mi verga siguió dura unos segundos hasta que poco a poco tomó estado de descanso, me senté en una silla mientras la miraba disfrutar el semen, me dijo que le encantaba y que siempre lo había comido por eso no puso resistencia a que yo terminara ahí
Me seguía diciendo cosas morbosas, yo estaba literalmente desecho, esa mujer me había hecho mierda, había sido lo mejor de toda mi vida, yo seguía desnudo en esa silla casi sin poder creerlo mientras ella se pone de píe y me dice que debemos ordenar y ducharnos, me fumé un cigarro mientras ella hacia eso para esperar el baño con una sonrisa que no se me quitó en mucho tiempo y que cuando me acuerdo de todo esto, me es inevitable "dedicarle una" a mi ex suegra, a ese tremendo pedazo de mujer que me dejó hecho pebre.
De ahí en adelante, la vida siguió como si nada hubiese pasado y tal cual como antes; sin insinuaciones, saludando como cualquier día, tomando onde, almorzando, etc. Pero solo nosotros sabíamos lo que habíamos hecho y de vez en cuando se cruzaba una mirada cómplice como si hubiese sido solo un juego de niños desordenados.
Nunca te voy a olvidar suegrita rica…….
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