Sofía Ardiente Volcancito, Cap. 6.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sexigaleno.
Al siguiente fin de semana y posterior a esa compartida que se dieron las doncellitas, con don José, él las invitó a cenar pizza y helados, en un centro comercial y de ahí a ver una película en un cine, para posterior a eso irse a “descansar”, en la intimidad de esa casa, muda testigo de lo que sucedía.
J.
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Bien mis niñas, que pretenden hacer, ¡yo quiero jugar un ratito!, ¿ustedes no quieren?
Sa.
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Claro que sí, ¡pero hoy le toca a Sofía!, es sábado, a mí me toca mañana domingo, es nuestro calendario que nos impusimos, para estar jugando con usted.
So.
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Ah, sí papi, fíjate que hicimos un trato entre las dos, ya vez que, bueno queremos jugar pero, tengo que compartirte con Sandra, ¿pero te gustaría que estuviéramos los tres juntitos haciendo travesurillas?
J.
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Bueno, por mí no hay problema, ¡juguemos los tres!, pero eso sí, denme media hora voy a tomarme una pastillita, que me recomendaron, ¡allá las espero en la recamara!
Sa.
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Si mientras vemos un video que me pasaron en el celular, ahí lo alcanzamos, vente Sofía
So.
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¿Y de que es ese video manita?, a ver muéstramelo, ya que te veo nerviosa, ¿de qué se trata?
Sa.
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Ay Sandra, espera mira, ven me lo mandó Aleida, es de un señor que se coge a unas chavitas como nosotras, uy me mojo de verlo
So.
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Ah, pues sí, ¡súbele el volumen!, está muy bien eso, mira como le hace ese ruco a la chamaca, uff, ¡¡¡ya me calenté de ver eso!!!
Sa.
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Te digo que está bien caliente, yo lo he visto como 5 veces en el baño, y la verdad me doy dedito, hasta que se termina, ¡nada más dura casi 3 minutos!, pero con eso me excito
So.
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Oye y si nos subimos con mi papi, a lo mejor ya pasó la media hora que dijo, y que nos haga igual al video, ¿se lo enseñamos?
Sa.
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Bueno sí, pero tu papi, nos va a matar, ya vez que tiene su pelín más grande y bien ancho, más que el de este señor del video
So.
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Ay manita si te contará que antes ni me metía más que su cabezona, y ya me hacía gritar, pero ahora ya se lo aguató bien, es muy cuidadoso, para hacerlo, bien decía Aleida que lo tiene bien grandote, ¡pero con calmita me entra!, ya veraz
Sa.
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Sí, ¡no he visto cuando te lo mete!, pero estaré atenta de verte al rato, ¡fíjate que mi novio el del pueblo lo tiene bien delgadito y cortito!, nada que ver con el de tu papi, hoy si voy a querer que me dé un cachito, mira ya hasta estoy mojadita de mi calzoncito.
So.
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Bueno yo también ya me calentó este video, ¿pinche Aleida de donde lo habrá sacado?, ya vez que es bien caliente, nada más la saludan y ya se está derritiendo, pero en fin así es ella, mejor ya subámonos, ya papi debe estar esperándonos, ¡vamos!
Ya una vez en la recamara los tres platicaban previo al encuentro que se llevaría a cabo, ya que don José se había tragado una pastillita de esas azules, para aguantar a ese par de diablillas, que parecían unos súcubos, ya que lo dejaban completamente exprimido esos fines de semana intensos, en eso tomó la iniciativa la pequeña Sofía de esta manera:
So.
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Papi, ya estás dentro de la cama, uff, ¡mira no ‘más cómo levantas la colcha con tu pene!, parece una carpita que la mueve el viento, ¡mira nada más, como lo cabeceas!
Sa.
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¡Mira Sofía como se mueve!, me está dando ganitas de mordérselo, ¿puedo?
J.
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Orale, se dan valor entre ustedes, ¡pues vénganse las dos!, nos vamos a divertir bien juntitos, hasta que amanezca, ¡miren lo que está abajito de las sábanas!
So.
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Ay papi, sí lo tienes bien rígido, parece un bate de beisbol, pero de los chicos, uff, ¡qué bonito se te ve!, ¿no te gusta verlo Sandra?
Sa.
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¡Sí claro que sí!, hasta miedo me da que me la vaya a meter, no creo que se la aguante toda, pero un pedacito si, ¡ya vamos Sofía, a jugar con su pitote!
J.
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Ya dejen de platicar y súbanse ¡ya estoy en disposición de abrirles sus jugosos agujeritos!
So.
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Haber yo papi, yo primero, para que vea Sandra como se debe meter ese mounstro en mi pepita chiquita, ahhh, ayyy, despacito papi, despacito, ayyy, ayyyy, ayyyyyy, ya papi, me lastimas mucho ayyyy, ayyyyyyyyy, ya está papi, ya lo encajaste todo uyyy, duele
Sa.
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Pa’ su m.
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Sofía, como te tragaste todo el tronco, uy que rico se te ve por atrás bien abierta la pucha, ahh, me das escalofríos de verte, ahhh, ahhh, mientras lo haces me doy dedito mira, ahhh, ya estoy bien mojada, ayyyy, ahhhhh, ahhhhhh
J.
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Ah, pues si ya estás mojadita, vente encima de mi cara y te mamo tu conchita, ¡quiero probar tus jugos!
Sa.
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Si ya voy, pero cómo me acomodo, ¡enséñeme!, ahhh, ahhhh, ¡qué mojadita estoy!, ahh
So.
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¡Tú súbete en su cara y muévete!, para que le mojes la boca a mi papi con esos juguillos de tu concha, a él le gusta mucho nuestro sabores, ¿verdad papi?
J.
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Claro que me gustan sus sabores y como huelen a niñitas meonas, uy que rico me empapas la cara, mmm, aummmm, ¿te gusta Sandra como te meto la lengua?, aummmm
Sa.
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Sí, mucho, ahhhh, deme más lengua, en el hoyito ahhhh, ahhhhhhhh, ahhhhhhh, que rico
So.
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Ay papi me lastimas mucho muévete más despacio, ayyyy, ayyyyy, no ves que la tengo toda adentro ayyy, ayyyyyy, tu Sandra muévete más en su cara, ahhhh, ¡suave papi!, ayyyy
Sa.
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Ahhhh, ahhhhhh, ahhhhhhhh, uff, me estoy viniendo, ahhhh, ahhhhh, que ricoooo, ya, yaa, yaaaa, me vieneeeeeeeeeee, me vieneeeeeeeeeeeeeee, ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh
J.
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Eso ese así, asii, vacía ese cantarito de miel, ahhhh, ahhhhh, tu Sofía trágate la leche ya va, ya vaaa, ahhhhhhhhh, ahhhhhhhhh, ahhhhhhhhhh, tomaaaaaaaaaaaaaaa, ahhhhhh
So.
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Ayyy ¡¡¡ sí papi, toda, toda !!!, ahhhh, ahhhh, uyyy que calientita está hoy, ahhhh, me los echas bien adentro ahhhhh, ahhhhhhhhh, ahhhh, ¡yo ya me estoy viniendo papi!, ayyyy, ayyyy, sientes como aprieta mi pepita, ahhhh, ahhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhh
J.
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Sí Sofía, aprietas muy rico ahhhh, ahhhh, ¡me lo dejas bien exprimido!, ahhh, ahhhhh, ahhh
So.
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Uy papi, que tienes hoy, no se te baja, está igual de duro que hace rato, ayyy, ya me esta lastimado, ¿te lo quieres meter Sandra?
Sa.
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Haber un poquito, ayúdame Sofía, es que me da miedo que me vaya a lastimar, está muy grande para mí, pero ayúdame, ahhh, ahhhh.
Ahhhhhhhh, que se resbale un poco, ahhhh
J.
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Bueno haber Sandra, déjate caer suavecito, aquí te voy sosteniendo, para que no te vayas a ensartar todo de un sentón, así, así, uy que rica estas, ya vez, ¡ya entró la cabecita, bien!
So.
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Ay papi, ¡le abres la pepa mucho a Sandra!, ¿si vieras cómo se expande?, parece que la estás rompiendo, súbela y bájala, para que suelte babas y se resbale mejor
J.
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Pero Sofía apenas se la estoy metiendo, siente nada más es la cabeza la que esta enterradita, pero espera se tiene que ir soltando ella, ¿verdad Sandrita que te gusta?
Sa.
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Pues ayy, sí me gusta, pero, ayyy, me abre mucho, uyyy, uyyy, me arde como la primera vez con mi novio, ayyyy, pero usted me rompe mucho, me va a partir si me la mete toda, ayyy, ¿ya entro más Sofía?, ayyy, que dolor, uff, ¿no creo aguantar mucho?, ayyyy, ayyy
So.
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Ahh, pues apenas la cabeza te entro toda y un cachito, pero te falta más de la mitad, ahh.
Ya me estoy calentado de verlos, papi, sino se lo metes, que se baje, y yo me lo meto todo, ya quiero otra vez, ahhh, ahhhhh
J.
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Espera Sofía, deja que Sandra se acostumbre, es calmada la cosa, ella está todavía muy cerrada y hay que hacérselo con cuidado, ¿verdad mi amor que vas a aguantar?
Sa.
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Ayyy, sí, creo que sí, pero no me haga fuerte don José, despacito, ayyy, ayyyyy, ¿ya entró más Sofía?, tu que estás viendo dime, ayyy, ayyyyyyyyyyy, au, auuu, ya pare, pare, ayyyy
So.
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Uff Sandra, ya te entro más de la mitad, pero cuando te jalas se te ve que se viene la telita que envuelve el pitote de mi papito, ahhh, que rico se ve, ¿ya pronto dejara de dolerte?
J.
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Cierto Sandra tu hazle caso a Sofía, ella ya se acostumbró a mí pedazo, ahhh, ahhh, ya dejarás de sentir dolor, venga date el ultimo sentón, ahhhh, uy que rico te metiste, ya sentí que te entró todo, ahhh, así quédate quieta, no trates de salirte, ahhhh, ahhhhhh
Sa.
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Ayyyyyyyyy, ayyyyyyyyyyy, me partió don José, sentí que me tronó algo de adentro, ayy, ayyy, uy siento que algo me sale calientito, y le baña su tronco, ¿Qué es Sofía, dime?
So.
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Ay manita algo se te rompió es sangre, pero, no es mucha, parece que te hubieras desvirgado, ¿pero ya lo habías echo, no?,
Sa.
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Sí pero no, como este pedazo de carne que me metí hoy, uff, ya está pasando el dolorcito ayy, pero me lastima adentro, ¿ya oyó don José me rompió la puchita?, ayy, ayyy, que enorme es usted, ayyy, me va a matar de tanta carne que me retacó, ayyy, ayyyyyyy
J.
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Ya Sandra no seas chillona, sí ya habías comido antes, cómo es posible que no aguantes mi tosquedad, ¿acaso tu novio no te rompió antes?
Sa.
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Sí pero no es ni cómo la mitad del suyo, ayyy, manita, que hago con este palo metido, ya casi no duele, pero me molesta adentro, ayyyy, ayyyy, ¡no se mueva don José!, ayyyyy
So.
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Ah, tonta pues vete moviendo despacio, y veraz que vas a encontrarle gusto y te vas a hasta orinar, cómo yo me hago encima de mi papi, ¡ya muévete!
J.
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Eso es Sandra, lo haces bien ahhh, que rico te mueves, ahhhh, no creo aguantar mucho, ahhh, me vas a exprimir el palo, ahhhh, ahhhhhhhhh, ay van, ahhhhhh, ahhhhhhhhhhhh, ¿los sientes calientitos, verdad?
Sa.
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Sí don José es como atolito ayyy, esta calientito, ahhhhh, uy los siento en mi pancita, ayyy, que ricos, ayyyyy, ¿quiere que me siga moviendo?, ayyyy, ahhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhh
J.
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Sí sigue haciendo como batidora, ahhhhh, déjalo bien exprimido, ahhhhhh, ahhhhhhhhhh
So.
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Ya Sandra, ya bájate del palo, ya me toca a mí, mientras descansa, ahhhh, que caliente me siento papi, ¡métemelo otra vez!
Todo transcurrió en un tiempo de 3 horas, hasta que agotados de tanto hacerse esas “cositas calientes”, por lo que, don José dejó bien despachadas a ese par de doncellas, a las que les resumo tres descargas copiosas a cada una, sus vaginitas estaban rebosantes, destilaban al exterior hilos de esperma mezclados con sus fluidos vaginales, a excepción de Sandra que los suyos venían mezclados con betas de sangre, ya que se había lastimado ella al tratar de forzar más su interior con ese falo, que aún estaba en pie de guerra, esperando a cualquiera de las dos, se repusieran de ese trajín sexual a las que las había sometido y llevado esa noche don José, y la ventaja fue esa pastilla mágica que hacía dar batalla a ese par de diablezas, que lo dejaban seco en cada sesión.
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C O N T I N U A R Á.
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