Tentaciones del Padre Anselmo
Relató de un padre célibe que cae en la lujuria y tentación a causa de una pequeña indígena .
Una calurosa tarde de verano el Padre Anselmo se dirigía a donde seria su nuevo hogar, un convento en un pequeño pueblo en las afueras del estado de Chiapas en Mexico. El Padre Anselmo, un hombre de 53 años que a pesar de su edad se conservaba bien fisicamente. Era bien parecido, alto midiendo 1.90 de estatura y cuerpo todavía algo muscular aunque sus días de hacer ejercicio ya los había dejado en el pasado. De hecho por su buen parecer y su cuerpo muchas mujeres de su congregación en la ciudad le tenían un gran afecto y atracción sexual aunque el padre no les devolviera ese mismo afecto. No por nada se sentían atraídas a el, ademas de contar con un buen cuerpo para su edad el padre Anselmo estaba bendecido con una gran y venosa verga de 20 centímetros, una verga que el padre uso durante mayor parte de su juventud como mujeriego pero eso lo había dejado atrás para dedicar su vida a Dios como padre católico desde que tenia 35 años viviendo una nueva vida célibe libre de lujuria y tentación. Muchas mujeres de su congregación se le ofrecían pero el no caía en la tentación, hasta que llego a este pequeño pueblo.
Al llegar al convento la Madre Superiora, una mujer de 56 años lo recibió para mostrarle el convento y donde se quedaría a vivir.
-Buenas tardes, Padre. Como le fue en su viaje?
-Buenas tardes Hermana. Muy bien aunque muy caluroso en el camión y estoy algo agotado.
-Quiere que le prepare algo de cenar, Padre?
-No hermana, muchas gracias. Me iré a dar un baño y descansar un poco.
-Esta bien, Padre. Nos vemos mañana para preparar la misa. Que duerma bien.
-Gracias, Hermana. Igualmente.
La monja se retiro y el padre subió a su habitación donde seria su nuevo hogar. Se dirigió al baño para quitarse el sudor del viaje y después de una refrescante ducha se fue asu habitación, se puso un boxer y se acosto para descansar emocionado por iniciar su nueva vida en aquel pequeño pueblo.
A la mañana siguiente el padre se vistió, desayuno un pan de dulce con cafe y empezó su rutina. El padre decidió salir a caminar para ir conociendo un poco el pueblo y la comunidad. En su caminata conoció a algunos de los que serian parte de su congregación. Señoras lo saludaban y le daban los buenos días, unos vendedores le ofrecieron algo de fruta que el padre acepto para llevar en sus caminatas mañaneras. Siguió andando por el pueblo conociendo a la gente, era una comunidad indígena así que eran muy humildes. El padre pregunto si había algún parque para ir a leer sus libros y uno de los vendedores le contó que a las afueras del pueblo había un bosque con un pequeño rio y que ahí podía leer con tranquilidad como casi siempre esta solo. El padre decidió ir y tomo camino hacia el bosque que estaba como a 10 minutos del pueblo. All llegar ahí el padre estuvo apreciando la belleza natural en su camino hasta a el rio. Casi llegando al rio el padre de repente escucho una pequeña risita que venia de donde estaba el rio. Fue acercándose poco a poco y pudo ver que el origen de esas risitas era un pequeña niña de no mas de 9 o 10 años jugando en el rio. Se detuvo un momento para observarla de lejos y noto que la niña estaba casi desnuda con solo sus calzoncitos cubriendo sus partes intimas. El padre siguió observando a la pequeña como jugaba en el rio y su gruesa verga empezó a reaccionar. El padre nunca había sentido atracción hacia jóvencitas o niñas, pero esta niña despertaba algo diferente en el que nunca había sentido con otras mujeres. El padre trataba de contener su ereccion pero mientras mas observaba a la pequeña mas su verga se iba endureciendo. La niña se volteo hacia el rio y se agacho para recoger mas agua y al ver esto el padre cayo completamente en la lujuria y la tentación como nunca había tenido en sus años de mujeriego. Al agacharse la niña mostró un par de deliciosas nalgas, eso hizo que la verga del padre se parara por completo. “Uufff que niña tan nalgona” pensaba el padre mientras trataba de calmarse pero no dejaba de ver el tremendo culito de esta niña. Agarraba y apretaba su verga como tratando de contener sus 20 centímetros pero era inútil, su excitacion ya era máxima.
Se calmo un poco y decidió acercarse a la pequeña. Quería ver a esa pequeña nalgoncita mas de cerca. Al acercarse la niña lo vio y lo saludo.
-hola, señor. buenos días!
-Buenos días, mi niña. Que haces aquí solita?
-vine a jugar un poco
-Y no te da miedo venir tu solita?
-no me da miedo. siempre vengo aquí a jugar un poco cuando mi mami esta ocupada
-Okay, princesa. Pero ten mucho cuidado, es peligroso que andes solita
-esta bien, señor
El padre pudo observar a la pequeña completamente. La niña era hermosa aunque tenia rasgos indigenas parecía una pequeña diosa a su corta edad. Tenia una linda piel morenita, ojitos de almendra, cabello largo hasta sus gordas nalguitas, bajita de estatura, pecho todavía plano pero ya se le notaban unos lindos pezoncitos, piernas algo llenitas, boca pequeña pero carnosa, una pequeña pero gordita vaginita que se le delineaba en la humedad de su calzón y un par de nalgas que serian la envidia de muchas mujeres mayores que ella. Una verdadera delicia de niña.
-Que edad tienes, preciosa? El padre le pregunto
-diez años, señor
-Como te llamas?
-me llamo Xóchitl, señor
-Que lindo nombre, una linda florecita. Puedes llamarme padre Anselmo
-usted es el nuevo padre? preguntó la pequeña
-Así es, chiquita
-que bien! eres muy grandote
-Jaja Espero no asustarte
-no me asustas, eres agradable
-Gracias, mi niña. Sabes, eres muy hermosa
Al oír esto la niña se sonrojo y se puso algo apenada
-gracias padre Anselmo. de verdad cree que soy linda?
-Si muy hermosa, cariño
-gracias, padre. la niña le contesto con una sonrisa tímida
-De nada, pequeña. Sabias que estas bendecida por dios?
-en serio? preguntó sorprendida la niña
-Así es, princesa. Dios te bendició con un hermoso cuerpecito
-de verdad? en la escuela me dicen que soy una chaparra
-Eres una chaparrita hermosa, mi amor
-gracias, padre. le contesto sonrojada
-De nada, es la verdad. Seguro eres la mas bonita de tu salón
-hmm no se. le dijo con una sonrisa pícara
-Seguro ya te miran mucho los chicos y los adultos, verdad?
-creo que más los adultos
-Es que nosotros los adultos apreciamos mas a las niñas bonitas como tu
-Que es lo que te miran más, preciosa?
-me miran mucho mis nalguitas
-Es que estás muy nalgoncita, mi amor. Eso a los señores nos encanta
-de verdad, padre?
-Si mi vida. Nos encantan las niñas culoncitas, más si son morenitas como tu
-Me dejarías ver tus hermosas nalguitas?
La niña se quedó pensando un momento y contestó
-está bien, padre. la verdad me da mucha pena
-No te tiene que dar pena, mi niña. Es una bendición muy linda que Dios te dio
Al decir esto la niña se volteó dándole la espalda al padre dejándole ver ese delicioso culo infantil
-Uufff mi niña. Tienes unas hermosas nalguitas
-gracias, padre
-Puedo tocarlas, princesa?
-si está bien. contestándole tímidamente
El padre la acercó hacia el y con una mano agarró y apretó cada nalga sintiendo su calor y su firmeza mientras que con la otra mano sobaba y se apretaba su erecta verga. El padre ya no aguantaba la calentura, tenía su verga a mil. Quería mamar y cojer ese culito de niña pero sabía que tenia que aguantar para no asustar a la pequeña
-Princesita, puedo bajar tu calzón para verlas bien?
-está bien. diciendo la niña con su vocecita tímida
El padre empezó a bajar el mojado calzón de la pequeña hasta quitárselo. La Niña mientras tanto estaba apenadisima, nunca nadie excepto su mamá le habían visto su culo completamente desnudó. El padre volvió a tocar sintiendo la suavidad y el calor de la cola de la pequeña nalgona.
-Que hermosa y deliciosa colita tienes, mi amor. Decía mientras le acariciaba y apretaba las nalgas
-Puedes empinarte un poquito, chiquita?
La Niña sin decir nada fue empinándose hacia adelante, dejándole ver al padre su pequeño ano y su abultada vaginita por detrás. El padre se acercó y con sus dos mano separó las nalgas de la niña así dejando ver bien su diminuto ano y la abertura de su rajita.
-Uufff que lindó anito y puchita tienes, princesita. Decía el padre mientras la niña lo dejaba que le abrieran las nalgas
El padre no puedo aguantar más y le dió unos besitos en cada nalga sacándole una risita a la niña
-me hace cosquillitas, padre
-Te gustan, mi niña?
-si me gusta, se siente bonito. contestándole con una sonrisa
-A mi me encanta tu colita, mi amor
El padre viendo que La niña se dejaba decidió dar el siguiente paso y abrió las nalgas de la pequeña y con su lengua le lamió desde su vaginita hasta su ano sacándole otra risita y un gemidito a la nena
-ay padre! aaah! ahí siento muchas cosquillitas
El padre al ver que le estaba gustando a la niña siguió lamiendo y mamandole probando el juguito de la vaginita y el sabor de su anito. Para el padre era lo mejor que había olido y probado. El dulce sabor de la vagina infantil y el suave olor y sabor a cola eran deliciosos para el. La niña seguía gimiendo cada vez mas con cada lamida y mamada que el padre le daba
-aaah padre! ay! aaah! aaah! siento ganitas de hacer pipí! decía la nena sintiendo que llegaba su primer orgasmo
-Orinate, mi amor! Le decía mientras la seguía lamiendo a mamando
La niña ya no pudo aguantar más y tuvo un orgasmo intenso en la cara del padre, salpicadole la boca y cara con su juguito vaginal. El padre bebió los jugos de la niña como si estuviera sediento. A la niña le temblaban las piernitas y se acosto en el suelo mientras el padre todavía seguía saboreando el jugo de la pequeña
-Que rico, mi niña. Sabes deliciosa, mi amor. Decía el padre mientras la niña seguía suspirando rápido y gimiendo en el suelo con sus ojitos cerrados recuperándose de su primer orgasmo
El padre después de limpiarse la cara fue por la niña y la levantó y cargó y sentó en el pasto con la niña en sus brazos. Le acariciaba la espalda y le daba besitos en la frente hasta que la niña se recuperó
-Como te sientes, mi niña? Te gustaron las cosquillitas?
-si me gustaron, padre. contestándole con una voz agotada
-A mi también me gusto mucho probarte, preciosa
-no sabia feo?
-No, princesa. Sabes delicioso
-me gusto mucho jugar así. le dijo la niña ya recuperada
-A mi también, preciosa. Quieres seguir jugando así?
-si quiero. diciéndole con una sonrisa
-Okay pero no debes contarle a nadie. Es un secreto entre tu, yo y diosito, está bien?
-está bien, padre. no le dire a nadie
-Que bien mi niña. Otra día te enseñaré más juegos pero ahora tenemos que regresar, no sea que tu mami te esté buscando
Los dos se levantaron, la niña se vistió y regresaron al pueblo. El padre nunca se imaginó que su segundo día en aquel pueblito se encontraría a una niña tan rica y nalgoncita con la que iba a satisfacer sus necesidades sexuales. Ninguna de las mujeres que se había cojido en su juventud se comparaba con lo tanto que esta niña lo calentaba.
En los próximos días el padre Anselmo y la pequeña Xóchitl compartirán más juegos sexuales teniendo una relación rica y prohibida ante los ojos de Dios
Continuará…
Buen comienzo Escritor, me trasladó años atras cuando hubo contacto con una vecina en especial, espero que nos sigas contando de los encuentros de Anselmo y Xochitl.
Que buen relato
Que buen relaro, me recuerda cuando hice mi primera comunion jajaj