Un Recuerdo De Mí Infancia
Este relato está basado en hechos reales, contiene escenas para mayores de edad, lenguas soez y demás cosas que podrían herir la sensibilidad de ciertas personas. Si está clase de relatos no te gustan solo ignoralo.
Hace poco se cumplieron 10 años desde este suceso y aún lo recuerdo como si lo hubiera vivido hace unos instantes.
Era uno de esos hermosos fin de semana típico del nostálgico verano del 2015, ya cada día faltaban menos para el comienzo de clases, lo más nostálgico de esta época era el calor del verano, no era tan pesado como lo es en la actualidad, gracias calentamiento global.
Yo en ese momento estaba por cumplir IX años, el mes siguiente para ser más exactos. Bueno, dejando eso de lado, te estarás preguntando mí querida y hermosa personita que está leyendo esto, ¿En qué momento llega el Sin Respeto? Bueno, bueno, ahí vamos, la paciencia es virtud de sabios.
Este fin de semana me iba al cumpleaños de mí «Amigo» Guillermo, o Guille para abreviar. Digo entre comillas porque en verdad nuestras más madres eran las que eran amigas, nosotros solo nos habíamos conocido por ellas y teníamos buenas migas entre nosotros, pero amigos per se no éramos.
Cuando ya llegamos a la casa de Guille vi que era una casa blanca, con un gran terreno al frente de esta que estaba decorado por varias cosas con las que se podía jugar: Una gran pileta, (que parecía algo honda para mí estatura de ese tiempo), también había una Pelo pincho para niños más pequeños y los típicos juegos alquilados como el Metegol, el air hockey, un castillo inflable y una cama elástica; también había más juegos que parecían ya ser pertenecientes a la casa como unos columpios, un tobogán, con unas cosas más como un horno al aire libre sería una perfecta quinta.
Mí madre que estaba conmigo choco sus palmas para llamar a la puerta, ahí una mujer de unos 38 aproximadamente nos atendió el llamado. Era una mujer de tez bronceada, pelo medio corto de color azabache, ojos color verde, ella era Laura, la madre de Guille. Ella estaba mojada, quizás por estás en la pileta, las gotas que recorrían su cuerpo hicieron que se nota más sus atributos femeninos: Un pechos grande, quizás de copa DD, pero caídos denotando el paso del tiempo, también tenia unas caderas de un tamaño medio, ni muy grandes ni muy pequeñas, que junto a su panza que tenía un poco de peso sobrante hacían notar que si bien era delgada no se cuidaba como muchas madres en la actualidad, era el vivo ejemplo de la típica madre del momento, una madre argentina hecha y derecha. Ella bestia un mini short claro que si bien se apegaban a sus caderas no las asfixiaban hacían que se mostraba que era caderona y también tenía un corpiño (mundialmente conocido como brasier) de puma color magenta, mi madre tenia una igual, de seguro pensó que como todos éramos niños nadie la iba a mirar de más.
Ella abre la reja y se saludan con un beso en la mejilla ella y mí madre, tras una pequeña plática y darme el regalo para Guille mí madre se tenía que ir pero se detuvo y dijo algo que si se hubiera enterado de lo que pasó mas tarde no me lo hubiera dicho sino que directamente me matado: «No salgas de la casa» (Dios como la extraño, Q. E. P. D, si hubiera sabido que unos años después no estaría le hubiera dado un gran abrazo aquella vez).
Tras despedirme de mí vieja, Laura me lleva con el cumpleañero, Guille. Él estaba con un montón de sus amigos del colegio chicos y chicas de unos XI-XII años, tras saludarme y conocer un poco al grupo pasamos las horas entre jugando a la pileta y jugando a la play y claro, este acto no fue sin evitar ver a los cuerpos de las chicas que se iban desarrollando y el cuerpo de la madre de mí amigo, quizás no era el de una modelo o algo así pero era simple y llamaba la atención, si lo sé, de seguro no creen que es forzado que un niño de unos VIII años vea a una mujer con «mucha atención», a esa edad ya se empieza uno a dar cuenta de las diferencias y empieza a ser atraído por esas cosas, no mejoraba el hecho que en mí casa tuviéramos DirecTV, de seguro te preguntarás porque, porque tenía varios canales en donde a la madrugada transmitieran pornografía durante horas, varías veces mi hermano y yo nos quedábamos hasta las 4 de la mañana viendo esa programación.
Tras un par de horas así, ya eran las 4:15 aprox., estábamos varios jugando a la play hasta que un amigo de Guille, del que no me acuerdo el nombre dijo: «Re aburrido es esto, ¿No podemos salir a jugar a la plaza?»
Dijo dando referencia a que a pesar de ser un jardín algo espacioso, las piletas y los juegos ocupaban bastante espacio y no permitían a uno jugar a gusto. Casi todos estaban a favor de la idea, solo las chica y yo, el único varón, no quisimos ir, ellas porque de seguro se iban a quedar hablando entre ellas y demas, en mí caso era porque no me gustaba el fútbol, por varias razones, el fútbol no fue muy presente en mí vida, si bien mis viejos si eran hinchas, más específicamente de River por mí padre e Independiente por mí madre, después mi hermano mayor y a mí no, quizás de pequeño me gustaba pero ni en ese momento ni ahora me interesa, no fui a ningún club, no tenía amigos con quien jugar, únicamente jugaba en el colegio y solo lo hacía en la hora de Educación Física, luego por gusto no.
Asi que me quedé prácticamente solo con la play, me quedé jugando un poco más y me aburrí, salí a buscar algo que hacer, quizás comer o tomar algo, pero nada, casi no habían cosas que me gustaban tomar ni comer, los juegos estaban ocupados y las chicas hablaban entre ellas, era muy tímido par hablar con ellas, básicamente estaba al pedo y solo. Fui a la cocina a ver si estaban preparando panchos o pizzas para que pueda comer tranki pero no había nadie allí, naturalmente estarían Laura o alguna madre o invitada cocinando. Pensé en irme hasta que oí algo atrás mío, un «ah», seguido de «hmm» eran gemidos, el porno me hizo reconocerlos, (más pajero imposible Jajajja), el sonido vino de cerca, me acerco a él y veo que estaba una puerta semi abierta, ¿Quién podría ser tan descuidado cómo para dejar una puerta medio abierta? Es como si el destino fuera escrito por un escritor de escenas porno.
Como sea, yo abro un poco la puerta, lo suficiente como para poder ver y dentro, valga la redundancia, Veo a la madre de mí amigo, acostada en una cama matrimonial boca arriba dándose placer así misma, tenía el corpiño subido por sobre sus pechos, dejando ver dos pezones grande de color oscuro, con una aureola bastante notable y los pezones para afuera, dando a entender que mientras amantaba los chupaban bastante, así piernas las tenía separadas, con el short y su tanga en uno de sus tobillos, y en contacto con su sexo estaba un consolador, el típico rosa medio Fuxia, con un mango blanco y un estimulador de clítoris también del mismo color que el objeto fálico.
Laura Se lo estaba medio lentamente pero se notaba que estaba disfrutando de cada estímulo, verla así, en esa posición tan vulgar y sexy, si no fuera por el consolador podría ver dentro de ella, cosa que el porno de DirecTV no me dejaba, ellos siempre tenían censurado esa parte interna, tomaban tomas en donde no se podían ver o tenían actrices que no les era notable los labios internos de sus vaginas, y las pocas veces que se podían ver con total claridad la censuraban con edición, no como los nipones pixeleando los, les ponían emojis o algo asi para cumplir sus partes intimas
Ahora podía ver con claridad como un Objeto fálico entraba y salía de una vagina, verlo así solo hizo que mí pija se despertara paulatinamente al ver a la madre de mí amigo, una mujer con hijos, darse placer a si misma, si mí yo actual hubiera visto eso lo hubiera filmado o algo peor, aunque lo que va a pasar dentro de poco no se aleja mucho a lo que acabo de decir.
Mientras la seguía viendo y mí pija se iba endureciendo y levantando se, como un girasol al notar la presencia del sol. Al estar en ese estado no pude evitar comenzar a rozarla lentamente, si dijo la verdad, no era mucho de pajearme en ese entonces.
Mientras mas seguía viéndola autocomplacerse con ese objeto menos atención le prestaba al mundo que me rodeaba, me quedaba absorto de todo, lo único que importaba era ver a esa mujer, a esa ama de casa y amiga de mi madre dándose placer a ella misma, metiendo y sacando ese consolador de su vagina, vagina que de seguro a estado con varios hombres aparte de su marido, imaginarme a ella estando con hombres, o mejor aún, con otras mujeres haciéndolo, dios como me ponía a mil o al menos así era hasta que por la gracia del mundo y mi sufrimiento se oyó un fuerte llamado de una voz conocida «Mama» proveniente del comedor, era Guille. Ese sonido nos quito de nuestra hipnosis a Laura y a mi, yo salgo corriendo de ahí como alma que es seguida por el diablo, espero que no me haya notado.
Corriendo fui al comedor a ver a Guille y sus amigos en el comedor, y las chicas también vinieron, eso me salvaría el pellejo, así podría no sospechar de mí, al fin y al cabo, quizás sea el único varón con rulos parados, pero también hay chicas con ese peinado, hasta ese momento no agradecí jamás tener los rulos de mi padre.
Eu Dylan, ¿Vos querés chocolatada? – Dijo Guille, estaba algo sucio por jugar en la plaza con los pibes.
Yo afirme a su pregunta, tratando de parecer normal no es como si hubiera visto a su madre masturbarse y el que nos haya arruinado el momento ni nada de eso, nope claro que no.
Tras este pequeña interacción Guille vuelve a llamar a su mama y ella vine al comedor ya vestida, nos mira pero yo ya estoy entre los chicos, así podría pasar camuflado y evitar un castigo, o mínimo no pasar vergüenza. Ella le pregunta el porque la llamo y tras oír el pedido de su hijo accede a la petición de este y se va a preparar la merienda pero nos pidió que como mínimo ordenemos las mesas.
Tras unos minutos de haber ordenado las mesas nos sentamos en una fila hecha de estas unidas una al lado de otro, en la punta estaba Guille sentado, como un rey que esta rodeado por su corte real, y ahí viene Laura con un montón de vasos y tasas de toda clase de colores vivos hechos de plástico, a mi me dio uno de color rosa fuxia, color que me recordó a ella metiendo se ese consolar en la concha, me dije en mis adentros que solo era una coincidencia, que no me había visto, tras dar las tazas y vasos fue a la cocina y trajo dos jarras de plástico que muchas veces era usado para hace jugo, solo que ahora estaban al borde de rebalsar de chocolatada en ellas. Ella paso y nos dio una agradable cantidad a cada uno, aunque a mi me dio menos, no le di importancia hasta que me vio a los ojos, con una mirada penetrante, como un taladro perforando en mi ser en busca de algo, trate de decirme que no me vio, que solo son coincidencias y que la idea que ella se había dado cuenta de que yo la había visto en ese momento privado era solo un teoría sin fundamentos, ¿pero qué pasaría si se pudo haber dado cuenta de que estaba ahí y solo no le importo?, y si quizás si me noto y siguió dándose placer enfrente mío solo por morbo y lujuria? Esas preguntas recorrían mi cabeza como Colapinto en el 2024 en F1.
Tras esa dulce merienda y que el sol bajará un poco, siendo que la luna ya demostraba su dominio a los chicos Se les ocurrió jugar FIFA, a mí no me gustaba jugar ese franquicia de videojuegos, aunque ahora no me desagrada tanto, me fui a fuera a ver si podía jugar uno de los juegos alquilados. La cama elástica ya estaba tenía una gran fila y estaba sucia lena de cosas como serpentina, comida, etc, el castillo estaba lleno de niños pequeños, el air hockey estaba siendo usado, quedaba el Metegol solo asi que por descarte fui a el.
Al llegar a el, me puse en posición, tendría que esperar a alguien pero para mí eso era más divertido que jugar FIFA, al poco rato llego alguien, era Laura, ahora se había cambiado, tenía un vestido veraniego de color blanco con rosas en el y con un gran escote que hacía que notarás sus pechos, pechos que ya había visto hace unas horas atrás. La mera idea de poder volver a verlos hizo que mi amigo de abajo se empiece a levantar y ponerse rígido.
Ella se pone del otro lado y dice: «Una partida, Dylan?» Yo le respondí afirmativamente con un asentimiento, ella se pone del lado derecho, en de estaban jugadores azules con franjas amarillas, referencian do al Club Atlético Boca Juniors y yo en la izquierda con jugadores de color blanco con franjas rojas al equipo al que mí padre más quería, Club Atlético River Plate, el superclásico del fútbol argentino.
Ella y yo comenzamos de una, como buenos jugadores con todo, movimientos fuertes, torbellinos, moviéndonos entre las filas de los muñecos, todo iba bien hasta que en un remolino que ella tira y saca volando la pelotita del campo, yo voy tras ella. Al agarrarla veo tras mio y veo a Laura sosteniendo uno de sus pechos, el izquierdo para ser exactos, se había salido por el remolino yo al instante me cubre los ojos pero pude notar algo entre sus dedos, todo oscuro y grande y… ¿Duro? Está excitó?.
Yo aún con los ojos cubiertos pero con ganas de seguir viendo su pecho pregunto «Estás bien?» Ella me responde
_Si lo estoy, gracias Dylan.
_De nada, Laura, ¿ya te… te lo… guardaste?
Dije con la pelota en mí mano y ella me dio un afirmativo a mí pregunta, ahora lo hacíamos más lento y entre pases ella dice algo que me cayó como un balde de agua fría sin previo aviso.
_¿Por qué te pusiste así? Si ya me las viste antes, ¿No es así?
Me dijo y yo fingí demencia (fingir no saber de que habla) para que no me descubra pero al no responder solo hice que su pregunta se responda.
_¿Qué pasa? Te comió la lengua el ratón Pérez?.
Yo no tenía nada que decir, me había bloqueado, si seguía fingiendo no saber y empezar a mentir las cosas saldrían mal, en ese entonces no sabía mentir bien, asi que lo último que me quedaba era decir la verdad. Suspiré y admití su acusación.
_Ok. Ok, si la vida señora, la vi en «ese momento», pero ¿Cómo lo supo?
Dije buscando que me explico cómo, aunque la respuesta que me dio me jodio más de lo que me beneficio.
_No sabía que eras vos en realidad, pero ahora lo se.
LPM Me di un sopapo en la geta por mí boludez, si solo hubiera fingido un poco más de la vergüenza que me salvaba, aunque agradecí como salieron las cosas a continuación pero lo que dijo a continuación no era algo que me esperaba, esperaba una reprimenda o un sermón de su parte, no eso:
_Está bien.
_Eh?…
No podía creer lo que ella dijo, ¿¡como que «está bien»!?
…pero como que está bien? Yo hice algo malo, la vi en, en, en Eso.
Si bien conocía la pornografía no conocía los términos como masturbación, anal, oral, etc, era un niño curioso no un pajero, no como ahora al menos jajajja.
_no tienes nada de que preocuparte Dylan, ¿no quieres… terminar de ver eso? No pudimos terminar nuestro espectáculo.
Me quede congelado por lo que me había dicho, solo la veía en silencio y expectante, totalmente estupefactos, tras un momento de silencio perpetuo solo pude decir:
_Qué que?
_Lo que oíste, podemos continuar con «eso» en mi cuarto, ¿o no quieres?
Dijo, de seguro haciendo lo para que actué como su perro faldero, y como pueden imaginar por alguien de IX años te imaginas como respondí.
_si si si
Solo necesitas ponerme una diadema de orejas de perro y una cola postiza y de seguro no podrías diferenciar mi disfraz barato de un perro perro de verdad.
Ella sonríe y me da la mano
_Nos vamos?
Yo le doy la mía y nos dirigimos a su cuarto, ella con una sonrisa con algo de inocencia pero que te da la sensación de que algo maquiavélico trama tras esa mascara de pureza y yo siguiendo la cual elefante bebe con su manada, si vieras esta escena desde afuera te daría el dejá vu al momento en donde Yuu Kazama, protagonista de Boku To Misaki Sensei entra todo emocionado al apartamento de su maestra Misaki al comienzo de la obra nipona.
Aún faltaban hora y media para que termine el cumple, tiempo suficiente para algo de «diversión». Ella y yo ya en el cuarto me pide que me siente en su cama, yo la obedezco y lo hago e los pies de esta.
_Y dime, ¿Te gustó lo que viste? – Decía con una sonrisa picante, parece que le excito la idea de prender a un niño.
_Si, si, si – Respondí desesperado, no podía esperar a ver cómo se seguía desarrollando esto.
_Okey, retomemos donde lo dejamos – Dijo acostándose en su cama y quitándose el vestido, quedando semidesnuda, solo quedando se una pequeña tanga guepardo, yo sentado en la cama no podía quitarle un ojo de encima – Quieres ver qué hay acá? Apuesto a qué antes no pudiste verlo correctamente – Dijo dejando la tanga aún lado y dejándome ver su vagina, no era como pensaba, no era pequeña y rosita, era más oscura y con grandes protuberancias a los lados de su entrada, eran sus labios vaginales, eran grandes y gruesos, y también tenía excedente de piel, en ese entonces no sabía porque su vagina tenía «alas» aunque ahora es obvio que es porque fue madre, eso me prendió al toque, sentí como mí pija despertó en un santiamén.
Quedé hipnotizado por la vagina de Laura, una mujer que era amiga de mí madre, madre de un chico que se celebraba su cumpleaños hoy y estaba a solo unos metros de nosotros, todo eso a la vez que pasaba en mí cabeza no le estaba prestando atención, solo estaba absorto en su vagina, un lugar donde he visto a hombres y mujeres usándolo a la madrugada en televisión.
Yo di un pequeño toque, me gustó su sensación, empecé a besarlo como lo veía en el porno, tratando de hacer sus movimientos, pasándole la lengua, chupándose lo pero nada paso, supongo que no tenía experiencia y eso se me confirmó cuando ella me detuvo en mí acto.
_Detente – Yo al escuchar su voz la mire a los ojos y me separé lentamente de su vagina, algo de mi saliva que quedó conectaba su entrepierna y la mí boca pero yo no le di importancia y seguí mirando a la amiga de mí madre esperando que me diga porque debía pagar de «saborear» si se podría decir de ese modo, su sexo. – Lo estás haciendo mal, déjame te enseño – Esas palabras al principio me hirieron e hicieron que mirara el suelo por la desilusión pero ella agarra mí mentón y dice – Vuelve ahí abajo y sigue mis órdenes – Yo obedecí aunque aún seguía algo desanimado, pensaba que la volvería a cagar – Bien, primero besa y chupa esto – Dijo llevando sus dedos índice y corazón hasta su entrepierna y abriendo su vagina para mí, no pudo mucho por lo grande de sus labios y el exceso de piel pero pude ver lo suficiente como para querer volver a saborear ese orificio suyo, iba a volver a entrar pero ella dice – Ves ese cosito arriba donde se usen…- miro arriba y lo veo, su clítoris – ese chupalo como si fuese un chupetín. – yo obedecí si lo comencé a estimular, dándole lamidas, unas chupadas como si estuviera lamiendo un chupetín o un helado y ella empezó a gemir – Si, si, ahí, bien, aprendes rápido, Dylan – Sus elogios me hacían sentir bien y yo proseguía con más ganas mi estimulación en su clítoris – Bien, un poco más, sigue así un poco más – estaba tan concentrado en mí tarea que no la oia pedí que parara hasta que sentí un mano en mí cabeza tratando de detenerme – Ahora es mí turno – Dijo con una sonrisa coqueta.
Ella me dice que me acueste en donde ella estaba, lo hago, y ya acostado me agarra de las caderas de mí bermuda y me lo baja, dejando a la vista un pequeño boxer color celeste con rayas horizontales de color azul oscuro y era notable que había algo duro dentro de mis boxer, y ya todos sabrán que es esto, mí pija, garrote, verga, pito, anaconda, etc, etc. Ella miraba mí entrepierna erecta con tentación, con deseo, con una sonrisa que demuestra que va a gozar esto.
Ella vuelve a agarrar mis boxers de la misma forma que mis bermuda y lo baja dejando completamente a la vista mí entrepierna dura, sin pelar debido a que mi glande es más grande de lo que mi prepucio puede sacar estando erecto.
Ella lo mira por un momento y luego se lo mete en la boca y empieza a jugar con el. Yo siento un escalofrío o una corriente eléctrica recorriendo mí espalda y poniéndome la piel de gallina, el sentir me hizo que mi espalda antes acostada se enderece en un momento y cuando pensé que había llegado al cielo dónde estaría la mujer de Dante esperándolo siento una estimulación en el tronco, como si estuviera dentro de un tubo de carne que lo succiona pero a la vez lo deja salir, me estaban haciendo un pete, o una mamada para los que no conozcan la expresión.
Su boca se sentía tan bien, era indescriptible el sentir pero de algo estaba seguro, era de lo mejor del mundo, ni comerse todo una chocotorta solo o un tiramisú podían compararse a su boca pero como todo lo bueno del mundo debí acabar, más específicamente YO debía acabar mientras aún sentía su boca chupando y jugueteando con mí órgano reproductivo sentí como toda mí energía se iba yendo hacia un lugar, y ahí lo sentí, cerré mis ojos y me deje ir, si bien no fue primer eyaculación, si fue la más «potente».
Cuando abrí los ojos vi que libere mucho semen en su cara y boca, y algo de fue a sus pechos, ella se estaba quitado algo de mí corrida de su cara, metiéndose lo en la boca o quitándose lo directamente, yo estaba exhausto pero ella, jejeje, ella no. Vuelve a agarrar mí pija y la empieza a estimular, ni tenía que usar la mano entera, solo con un par de dedos ya hizo que mí pene antes flácido estuviera medio erecto de nuevo, no como antes pero algo es algo y ella aprovechando esto lo agarra por la punta, se lo acerca a la cara, con su mano libre pone unos dedos dentro de mí prepucio y lo tira para atrás, liberando mí glande por primera vez, me dolió un poco pero también me gusto, para que negarlo, cuando lo vi me resulto extraño, obvio, nunca vi mi propio glande directamente antes (y como explique previamente ahora entendía el porque, era mas grande de lo que mi prepucio se podía retraer) y ya cuando tenia mi «Segunda cabeza» libre ella me dice – Bien, hagamos esto – sus palabras hicieron que mi concentración volviera a ella.
Ella se acomoda conmigo y se abre de piernas como antes, yo supuse que debía volver a estimularla oralmente asique regrese a mi posición inicial pero con un movimiento de su dedo índice derecho me señala que me acerque, lo hago y ya casi cerca de su cabeza, con nuestros órganos reproductivos juntos lo entendí, debía penetrarla. Trate, como me enseño el porno pero como en la vida real lo que ves el porno no ayuda, no supe donde meterlo y por eso ella se empezó a reír un poco y me agarra mi sexo y dice – deja que mami se encargue – ella ya con mi órgano reproductivo en su mano lo redirige a su vagina, al orificio mas grande y hace que mi glande se meta en su orificio, era distinto a la vista, su vagina en el exterior parecía grande pero dentro de ella era apretado, se contraía su interior pero a la vez sentía como aun quedaba un largo trecho por recorrer, eso me emocionó, la agarre por la cintura y la acerque a mi, fueron pocos centímetros por mi total falta de fuerza pero cada centímetro mas adentro hacia sentir cade vez mas y mejor que el anterior centímetro, mientras mas dentro me metía si bien se sentía mejor no sabía que mas hacer y para cuando ya había metido todo mi ser dentro suyo me había quedado sin ideas.
_Ahm, ¿y ahora qué?
_¿Cómo que ahora que? No sabes que hacer?
_Jeje, no
_*suspira* mira, saca tu pito un poco… – Hago lo que ella me dice y saco mi pene un poco de su vagina y la miro esperando expectante por el siguiente paso – … ahora vuelve a meterlo despacio – y vuelvo a obedecerla volviendo a meter mi órgano reproductivo a ella – y sigue haciendo eso, entra y saca, entra y saca y sigue así, así – yo la obedezco y lo hago, saco un poco mi pija y la vuelve a meter, y así continuamente, este simple movimiento hizo que la sensación de la vagina de Laura se sintiera aún mejor de lo que era, cada vez que lo metía adentro mi pene era arroyado por las paredes vaginales de la madre de Guille al rededor de mi pija mientras que cuando volvía a atrás haciendo que sienta las paredes que antes devoraban mí tronco ahora devoren mí glande y al ir para atrás dejaba un pequeño vacío entre las paredes de enfrente y mi glande y volver al mover a llevar mi cadera para adelante para de nuevo sentir esas paredes, DIOS MIO, eso era el cielo mismo sino que algo incluso mejor que eso.
Seguí haciendo ese movimiento un poco mas, cada vez quería sentir mas de este embriagador estimulo, cada vez iba mas y mas rápido mis movimientos en bucle constante y sin freno, solo quería sentir esa sensación y olvidarme de todo el mundo, lo único que mis oídos escuchaban eran los gemidos de Laura que trataba de ocultar, los rechinidos de la cama en movimiento y los sonidos de nuestras pieles chocando al rededor de nuestra unión.
Ahora mismo solo era yo y Laura cogiendo, que importaba que su hijo estaba a metros nuestros celebrando su cumpleaños, que importaba que Laura era amiga de mi madre o que yo era incluso mas joven que su preadolescente hijo, nada de eso importaba, solo éramos ella y yo en ese momento, no había nada mas ni habia nada menos, solo yo cogiéndome a esa mujer que tranquilamente podría ser mí madre.
[…]
Seguimos cogiendo como si fuésemos animales en un celo perpetuo, procreando como si nuestras vidas dependiera de ello o eso sentía yo hasta que algo rompe mí concentración en la vagina de Laura, era Guille.
_Mama, ¿Ya vamos a cantar el feliz cumple o aún falta? – Decía al otro lado de la puerta que daba al pasillo y Laura y yo en ese instante nos dio un cagó de miedo que no tenía precedentes pero rápidamente ese sentimiento paso de miedo y pavor por ser descubiertos, del miedo que me daba las ganas de venirme que se estaban acumulando dentro de mí se fueron en un parpadeó.
Yo había dejado de moverme por la impresión que me había dado Guille a tal punto que hago dejado de prestar atención a Laura, solo veía la puerta y oía a mí corazón a mil por hora, no podía sentí nada hasta que sentí una mano en mí hombro que rompió mí trance, era Laura, obviamente, ella haciendo un ademán de intercambio para no hacer ruido, yo no lo entendí y levanté mis hombros en señal de no entendía a qué se refería, antes a mí me costaba entender el lenguaje no verbal.
Ella poniendo los ojos en blanco se acerca y me dice al oído – Cambiemos de lugar para que no nos descubra; acostate y yo me hago cargo – yo le hago caso y me separó del arropó de su interior y me acuesto en la cama, aún con el corazón corriendo a mil por hora, ella me saca los pantalones por completo y se pone encima mío, y le dice a Guille – En veinte vamos hijo, espera un poco, ¿si? – Dijo poniéndose de cuchillas y poniendo mí verga en su bula pero aún sin meterse la, solo la rozaba con su entrada.
Tras la pequeña excusa que le dijo a Guille ese responde – Dale ma – Y se va, mí cuerpo siente un gran alivio aunque la adrenalina no se habría ido del todo, ahora podría usarla con Laura y volver a sentir aquel manjar que extrana sentir, su interior apretado pero a la vez húmedo que me encantaba sentir enrrollando mí amigo de abajo que para ese punto parecía que el era el de las ideas y yo era el que las ejecutaba.
Ahora ella se puse de puntitas y se lo empezó a meter poco a poco dentro de ella y tras meter poco más de la cabeza dice – Bien, ya hiciste mucho ahora déjame a mí – Pone sus manos a los lados de mí cama y empieza moverse de arriba a abajo algo lento pero a la vez hicieron que se siente perfecto, podía sentir cada gramo de su interior todavía mejor que cuando lo había con aquel desespero que hacía casi instintivamente momentos antes de la interrupción de Guille.
Ahora sentía, de alguna forma, lo que ella sentía, estar abajo, y sentir como la otra persona daba el ritmo, sentir eso me hizo encantar en menos de un instante y las ganas de correr habían vuelto a mí paulatinamente mientras ella me daba esos sentones y hacía esos movimientos circulares con su cadera a la vez que se tocaba sus tetas que estaban colgando sobre mí cara, meneando se de un lado para el otro, como si fueran de cierto modo gelatina hecha de piel, su movimiento era atrayente e hipnótico para mí inocente y prepuberta mente.
Mientras más seguía sintiendo los sentones de esta milf hecha y derecha ella me hacía sentir en el cielo con cada movimiento, por cada segundo que pasaba el estímulo que su cuerpo generaba en el mío era mejor y mejor, y con ella mis ganas de correrme también aumentaban con cada rose que había de nuestros cuerpos desnudos.
Segundo tras segundo, estimulo tras estimulo, sentón tras sentón, eso sentía mi cuerpo, por cada movimiento que ella hacía, me hacía querer mas y mas pero como lo había dicho antes, todo lo bueno tiene que terminar y con ello este hermoso sentir; ella empezó a acelerar sus movimientos circulares haciendo que mi pito se sintiera mas, y mas, y mas estimulación con cada movimiento al compas del reloj y por ende, mi semen subiera mas y mas hasta que eyacule dentro de ella, fue la mejor eyaculación que había tenido en mi vida, de la emoción mis ojos quedaron bien para arriba mientras mi espalda se tensaba por la liberación de espermatozoides de ese momento, fue la mejor eyaculación de todo el día y hasta el día de doy la sigo teniendo entre los mejores debido a que cuando eyacule sentí como toda la energía de mi cuerpo se fue con esa corrida, haciendo que mi cuerpo se relaje como si hubiera recibido un masaje que libero toda la tención que mi pequeño cuerpo de infante había retenido hasta ese día, dejando sin nada negativo y como si volara entre las nubes del cielo azul.
Tras eso increíble experiencia y ya de nuevo en mis cabales noto mi respiración acelerada y veo en dirección a Laura y la veo levantando se de encima de mi entrepierna y la veo sacando de su interior un montón de semen de su interior, no se si era porque estaba todo comprimido o si en serio lo era pero parecía una cantidad mas grande de que cuando me hizo ese oral, creo que fue de las veces que saque mas leche de toda mi vida hasta el día de hoy en donde me encuentro escribiendo esto, veo mi pija que estaba algo dura se empezó a calmar rápidamente junto con mi respiración y levanto mi espalda con algo de dificultad por el cansancio de la eyaculación de la cama.
_Wow… – Decía con algo de cansancio en su voz – …la concha de la lora, hace mucho que no me llenaban la concha de tanta wasca. Vamos, levanta te, sabes que la paciencia no es algo que este en el diccionario de Guille – Decía aun cansada pero levantando se y agarrando una toalla para quitarse el sudor y tras quitarse lo me lo dio y se empezó a cambiar delante de mi, yo hice lo mismo que ella y me puse mi ropa que me había sacado y salimos, tras obviamente revisar que no hayan moros en la costa y poder irnos libremente, ella y yo fuimos a la cocina y de ahí nos separamos, yo fui al pateo y ella se quedo buscando la torta para Guille.
Ya en el jardín vi que los chicos estaban en la pileta y me fui a acercar aunque no pude, ya que sentí que una mano me toco el hombro haciendo que me sobresalte por la impresión, di media vuelta, era Guille y este dice – Che Dylan, ¿Dónde andabas? – dijo, sin saber que un minuto antes me estaba tirando a su madre en la cama que ella comparte con su marido, yo invente una pequeña excusa, diciendo que mi madre llamo y me pegue una pequeña ducha para quitarme el frio de la pile e irme, no sin antes tomar un pedazo de torta, claro.
Ya unos minutos después llegaba Laura con la torta, esta era blanca y grande, con la parte de arriba celeste y negro y todo lo demás de color blanco, de forma rectangular y con decoraciones de galletitas como oreos o chocolinas, la lleva a una mesa que tenía varias golosinas y demás cosas, ella junto a un señor las llevan a otro lado y dejan la torta y dicen – Chicos vengan, es hora de cantar el feliz cumpleaños – todos vamos a la mesa y Guille se fue a esta y detrás de el había una cortina blanca que tenía una decoración de feliz cumpleaños y se su



(10 votos)
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!