Un sobrino de mi esposo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por locaporpenes.
Fabián, mi esposo, me plantea un día que un sobrino suyo quiere pasar unos día de vacaciones en nuestro hogar. Le digo que no haga problema con eso, que estaba de acuerdo siempre y cuando no se extralimitara de tiempo ya que estoy super acostumbrada a estar sola en casa y andar a mi gusto en ella. Pues bien, llegó el chico llamado David, hijo de un medio hermano de Fabián y que sabía yo que era algo pendenciero, medio patán. Pero bueno, no podía negarle a mi marido una petición como la que hizo. Así, instalé al chico en el cuarto de huéspedes, David era un joven de 18años que se encontraba de vacaciones de la Universidad, delgado y de agradable aspecto físico, salvo su conducta que me producía cierta desconfianza, aparte que me miraba cuando podía de manera licenciosa.
Llevaba ya dos días David en casa, yo tenía que controlar a mi perro Papi para que no me hiciera escenas delante del sobrino, y me tocaba dejarlo en el patio más de la cuenta y ladraba, lloraba el pobre necesitando a su perra…. ¡Vaya sacrificio hacíamos ambos! En una oportunidad, sirvo el almuerzo y llamo al muchacho varias veces y éste no me responde…. Decido ir hasta su habitación y abro la puerta sin tocar, encontrando a David desnudo acostado masturbándose en la cama:
-¡Ay Diosss! Perdón David…. Debí tocar, ¡qué pena! -Y me voltié rápidamente, saliendo y cerrando la puerta de golpe.
Me puse roja como tomate, sentí vergüenza por haberlo visto así y haber sido tan indiscreta de irrumpir de esa forma en su cuarto. Estoy acostumbrada a ver hombres desnudos pero éste era el sobrino de mi esposo, no sé…. Al rato se apareció en la cocina como si nada, y en toallas, yo estaba aún ruborizada y no le veía la cara mucho, pero el muy descarado se sentó y le reclamé:
-David, en la mesa uno no se sienta en toallas, okey? Anda y vístete para comer….
-¡Bah tía! ¿Eso qué importa? Total, ya me viste encuerado, hahaha. Estamos en total confianza….
-Ya te pedí disculpas por eso, ¡mas no me gusta que abuses de mi confianza, muchachito!
-¿Abuso? Abusadora que tú que entraste a mi cuarto así no más, sin avisarte primero.
-Mira David, estoy en mi casa y acostumbrada a estar sola mucho tiempo…. La verdad cometí ese error pero acá las normas las pongo yo, ¡y no me faltes el respeto! Además, ¿qué hacías masturbándote ahí? ¡Vete al baño chico!
-Pues me hacía la paja pensándote, esos chores y blusita que cargas me traen a mil….
-¿Qué dices? Pero buenoooo, ¿qué groserías son esas, ah? Respeta es la cosa que te doy una trompada….
-No te pongas brava Raquel, pero es que me gustas mucho, estás buenísima y tienes una carita de puta, de zorra que tan sólo verte se me para, mira, mira….
El tipín se quitó la toalla y quedó con su falo erectote ahí al lado del mesón de la cocina, yo me quedé muda, no sabía cómo actuar. Entonces se acercó a mí, me tomó por los cabellos y me empujó hacia abajo, no ofrecí resistencia, creo que estaba impactada por muchas cosas al mismo tiempo…. Era el sobrino de mi marido y mi sobrino político por tanto, era un abusador que sin más me agarraba a la fuerza para forzarme a chuparle el pene, su desnudez y descaro, su verga ahí deseosa por mí…. Todo era confuso en mi mente pero me dejé llevar por mis bajas pasiones y sus órdenes:
-Vamos perra, bésame el guevo…. Veo en tu cara las ganas que tienes de lamerlo y chuparlo, vamos ¡obedece puta de mierda!
Sin decir media palabra le comencé a besar su virilidad para luego acariciarla con mis manos y lengua, estaba poseída, atontada…. Después de ello inicié la mamada, chupaba su glande para ir introduciéndome el resto de su carne palpitante en mi boca, el chico se lo gozaba y echaba su cuello para atrás. Allí estaba yo, sometida por el sobrino de mi marido y disfrutando de su rica herramienta joven que, al ratito, se vino en mi garganta:
-Aaaahhh, aagggghhh, coño qué vaina tan buena, aaggghhh, ¡puta, sabía que eras una puta! Todo el tiempo lo supe, haha….
Se reía mientras yo me puse de pie y busqué una servilleta para limpiar mis labios. Medio molesta pero saboreando esa leche masculina que me encanta, lo encaré:
-Mira David, esto no debió haber pasado, ¡fue un momento de locura pero hasta aquí! No podemos andar haciendo este tipo de cosas por razones de sobra, además somos familia y….
-¿Familia? -Me interrumpió el flaco de marras -Que yo sepa soy familia de mi tío pero tuya no, haha. Además, me mamaste la polla como toda una experta y no opusiste resistencia…. Así que calladita y no digas bobadas, desde hoy y mientras esté aquí te voy a poner a mamar cuando se me plazca, además, te voy a coger y hacer mi mujer cuantas veces quiera, entendido?
-¿Pero qué te has creído zagaletón? ¿Qué, vas a venir a darme órdenes en mi propia casa y someterme como si fuera una noviecita tuya? Estás muy equivocado….
-Equivocada estás tú, pedazo de perra…. Yo ahora soy tu marido sustituto y me vas a obedecer, y verás que te gustará cómo te follo toda, hahaha.
Sentí ganas de traer a Papi para que le diera una paliza, pero reflexionando bien, podría causarle mucho daño y tampoco era para tanto. Me acerqué para abofetearlo pero David fue más rápido y me agarró fuerte, tratando de besarme, quitaba mi cara hasta que sentía que me faltaba el aire y me hizo bajar la guardia…. Metió su lengua en mi boca y yo empecé a corresponderle, eran besos lujuriosos, desenfrenados, me hacían sentir tan bien…. Luego se apartó un poco y me desvistió, me tocaba y magreaba por todos lados, sus ojos brillaban ante mi cuerpo que se sometía a sus deseos carnales:
-Aaahhhh tía Raquel qué buena estás…. Eres una maravilla, una delicia, una verdadera ricura…. !Cómo debe gozar el tío contigo! Pero ahora me toca a mí, si supieras las veces que me he pajiado imaginándote así, desnudita, mamarme la pija, metiéndotelo, ushhh, ussshhh….
-Ummmm, esto no está bien David, no, no…. Mmmmm….
-Gózalo nena, dedícate a disfrutar ahora nada más porque te voy a dar duro, ¡cómo te debe gustar!
Me acariciaba toda sin dejar una parte de mí que no hurgase, apretaba mis nalgas, me besaba el cuello, metía su lengua en mis oídos erizándome la piel, mis tetas las mamaba, succionaba mis pezones y me los ponía paraditos, bajaba besando mi ombligo, mis muslos, pantorrillas…. Me dio vuelta y subió moldeando con su boca y manos mi parte de atrás. Después se sentó en el piso para chupar y lamer mis pies, mis deditos, mmmm, eso me causó un mini-orgasmo fenomenal…. Me cargó y sentó sobre la mesa para meterse de lleno en mi vagina y darme chupadas y roces de lengua que causaban mi delirio:
-Aaaahhh, mmmmm…. divino amor, chúpame así, tan rico…. Mmmmm, ¡te deseo!
Y exploté en orgasmos supremos, ¡Diossss! Con algo de furia por la excitación de ambos, pegamos nuestros cuerpos viéndonos ávidos de coger, así que tomé su palo y lo introduje en mí, para que empezase a darme duro tal cual lo prometió:
-Aaaggghh, aayyyy, duro así…. Dame fuerte amor, cógeme como querías hacerlo siempre, ahora estoy a tu servicio, a tu disposición, aagghhhh…. Soy tu hembra, tu posesión, tu perra….
-Sí, eehhh, sí…. Divina, aahhhh, mi perra, mi puta tía que goza como me la cojo…. Ahora eres mía, mía…. Aahhhhh…. Te cojo mejor que el tío, verdad?
-Ayyy si mi amor, tu verga es más divina y me penetra mejor que la de tu tío, ocupa toda mi cuca, aaggghhhh, ahora sólo quiero tu pene para que me haga su esclava, amo tu vergota, dame durísimooo, aaagghhhh, aaggghhhh….
Me vapuleó en esa posición un ratote, luego me cargó hasta llegar a la pared donde apoyé mi espalda y seguía siendo clavada por la verga tiesa y joven que me arrancaba gritos, aullidos, hasta que se produjo su eyaculación en conjunto con otra acabada mía majestuosa. Entonces me tomó fuerte por la cara, me besó y me tiró a un lado:
-Ufff, eres toda una puta de lujo…. Ahora me voy a bañar y tú te vienes conmigo que estás full de leche, haha ¡Perra sucia!
Como esclava sumisa me fui con él hasta su baño, allí lo enjaboné y limpié, me puso a mamársela de nuevo hasta chorrearse en mis senos, salió y me dejó para que me duchase y lavase. Salí yo, me fui a la cocina a recoger mi ropita mientras David comía y leía una revista sin casi dirigirme la palabra. Me fui al cuarto y me acosté a dormir, algo aturdida por todo pero satisfecha, (Continuará).
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