Un viaje en metro muy caliente
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cuando el metro se puso en marcha dio un fuerte tirón y la quedo justamente delante de mi de espaldas hacia mi, con el movimiento del vagón sentía como sus duras nalgas se restregaban suavemente contra mi, yo ante ese placentero masaje decidí bajar discretamente una mano y disimuladamente empece acariciarla, primero empece por por los muslos con mucho miedo a que se diese la vuelta y me montase un escándalo y me cruzase la cara.
Para mi sorpresa la chica no dijo nada, al contrario apretó si cabía más sus nalgas contra mi miembro que en esos momentos tenia una espectacular erección, mi mano recorra sus nalgas.
con la punta de los dedos decidí ir más allá he introduje mi mano entre sus muslos y empece acariciarla entre ellos, ella discretamente abrió un poco las piernas para que la pudiese acariciar entre ellas más fácilmente, mi manos la recorrían las nalgas y entre las piernas mientras tanto ella había comenzado hacer un diabólico baile moviendo su culo muy discretamente haciendo unos deliciosos círculos y moviéndose de arriba hacia abajo apretándose cada vez más contra mi miembro el cual ya no aguantaba más dentro de mis pantalones, de repente ella me cogió la mano y la introdujo dentro de sus ajustadisimas mayas para que continuase acariciándole las nalgas.
Su piel era suave y delicada encontré la fina linea de su minúsculo tanga y empece a pasar mis dedos por aquella fina y delicada tela llegando a la finísima tira que se metía el la raja de su culo, la seguí y empece a pasarla de arriba hacia abajo, ella cada vez se apretaba más contra mi para sentir como mi dedo se deslizaba por la raja de su culo, la cual aparte hacia un lado y continué con aquel masaje que a ella la enloquecía.
Cuando llegamos a la siguiente estación .
ella se dio la vuelta con la rapidez de un víbora, yo instintivamente saque mi mano de dentro de sus maya pero ella me la volvió a coger y se la volvió a meter dentro de sus ya mojadas mayas, cuando el metro volvió a ponerse en marcha fue ella la que hábilmente me desabrocho la cremallera de mi pantalón y metió sus dedos hábilmente dentro de mis mojados slips y empezó a masturbarme, mientras yo le había apartado su fino y minúsculo.
tanga de encaje rosa y empece acariciarle por encima de su caliente y húmedo coño .
Lo acaricie muy lentamente por encima de su rizado vello púbico, ella volvió abrir un poco más las piernas y apoyando discretamente una de sus piernas en un saliente hizo que su coño se abriese un poco más para que yo pudiese meter dentro mis dedos, empece acariciándole los labios de su ya momentos caliente y chorreante coño, mis dedos entraban y salían de aquel delicioso coño, cada vez que entraban ella emitía pequeños gemidos de placer y me mordía delicadamente el lóbulo de mis orejas, aquellos pequeños mordisquitos me ponían cada vez más caliente y le introducía más dentro mis dedos hasta alcanzar su ya hinchado e inmerso y chorreante clítoris
poco antes de llegar a la siguiente estación estallo en un tremendo orgasmo que me lleno los dedos de sus deliciosos y calientes flujos vaginales empapándome la mano de ellos saque mi mano de su maya y me chupe los dedos mientras que ella se arreglaba discretamente la ropa ya que sus mayas se había bajado con el fragor de aquella maravilla bata en aquel abarrotado vagón de metro y salimos del vagón nos dirigimos hacia la salida cogidos de la mano pero lo que ocurrió después os lo contare otro día.
BUBÚ
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