UNA ABUELA MUY FOGOSA
Esta historia ocurrió hace unos años, pero siempre la recordaré porque fue el origen de mi gusto por las mujeres maduras, fue mi primera vez con una mujer que para entonces tenía 62 años, era mi abuela Trini .
Esta historia ocurrió hace unos años, pero siempre la recordaré porque fue el origen de mi gusto por las mujeres maduras, fue mi primera vez con una mujer que para entonces tenía 62 años, era mi abuela Trini, lo tenía todo, buen tipo para su edad, unas tetas algo caídas pero generosas, unos labios sensuales, un culo apetitoso, 1,65 de estatura y dos cualidades que me cautivaban, era muy cariñosa conmigo y muy abierta de mente, se podía hablar con ella de todo,
Aunque vivía en un pueblo pequeño, su casa siempre estaba con gente, una de las cosas que la entristecían era la soledad, desde que murió el abuelo diez años antes, procuraba estar lo menos posible sola, asi que solía venir a menudo a la ciudad a visitarnos, mi familia bien en una casa pequeña con dos dormitorios, era hijo único y en esa época tenía 12 años, asi que en los primeros años no había gran problema pues mi abuela dormía en la habitación conmigo en camas separadas.
Mis padres trabajan en una gran empresa y de vez en cuando solían viajar por cuestiones de trabajo, asi que me quedaba solo con la abuela. En la época de vacaciones éramos nosotros quien nos desplazábamos a casa de la abuela, la estancia eran muy grande era un caserón con muchas habitaciones, no me extraña que la abuela tuviera resquemor en aquella casa.
Cuando estaba en la casa de la ciudad el comportamiento era muy recatado, solo en mi cuarto es cuando se soltaba un poco, y me contaba sus historias de los novios que había tenido de joven pero solo es aventurillas que había tenido y siempre preguntando por las novias que tenía, si ya había probado el sexo, pero cuando estaba en su casa se transformaba, desde su modo de vestir hasta su comportamiento más vital y abierto sobre todo conmigo las afectuoso, asi que me encantaba ir al pueblo.
Fueron pasando los años y ya con 16 años la cosa fue cambiando para los dos, la seguía viendo como mi abuela, pero los instintos evolucionan ya tonteando con mis compañeras del cole y el miembro que de vez en cuando que se empinaba, en la habitación comenzaba a estar incómodo, pues las erecciones sobre todo las matinales eran mi incomodas, observaba como mi abuela suspiraba y metía sus manos por debajo de las sabanas con unos movimientos sospechosos y siempre hacia algún comentario relativo a la tienda de campaña, comencé a fijarme en sus atributos, tenía la costumbre de dormir con un camisón ligero, sin sujetador lo que hacía que las aureolas de sus tetas y sus pezones de color café se marcaran cosa que a mí me ponían a cien así que todos los días lo primero que hacía a ir al baño era una soberana paja en honor de mi abuela, hasta que un día que estábamos solos en la casa se me olvidó cerrar el pestillo del baño y cuando estaba en plena faena sentado entró mi abuela haciéndose la despistada pero con sus ojos directos a mi pija
- Perdona no sabía que estabas aquí, que cosa más rica ¿puedo ayudarte?, como me imaginaba tienes una polla bien hermosa y no creía que una vieja como yo te excitara tanto, me haces sentir muy bien y gustaría probarla
Sorprendido no sabía que hacer o decir asi que todo sonrojado
- Si abuela estas muy rica y eres muy hermosa, es toda tuya.
Así que me levante y le ofrecí mi polla, que sensación única, era la primera vez que me hacían una mamada, y el sentir la lengua de mi abuela y verla como se la tragaba toda hizo que enseguida me corriera, los chorros de mi leche fueron a parar por su cara por su camisón de los que se apreciaban sus pezones que habían crecido una barbaridad.
Estaba en otro mundo, todo era nuevo para mí sin saber cómo reaccionar, una vez pasado el momento, mi abuela se retiró después de un beso con lengua y darme las gracias por mi lechecita de dijo:
- Me emociona verte así, me haces sentir todavía mujer.
- Si abuela me gustas mucho y mira como me pones
Le dije mientras le mostraba el miembro otra vez enderezado.
- Creo que ya es hora de empezar a ejercer como hombre y tu abuela si quieres será tu maestra, mejor cuando estemos en mi casa, pero me ofrezco para aliviarte y de paso saboreo tu picha y me das tu lechita que ya ni me acordaba como sabía y está muy rica
Llegaron las vacaciones escolares y mis padres me enviaron con la abuela al pueblo, para que no estuviera sola y con una advertencia que cuidara bien de la abuela, quien más se alegró fue ella pues tenía muchas ganas de estar en su casa, en su ambiente y sabiendo que su nieto estaría con ella sin las ataduras ni la observancia de sus padres y sería ella quien iba a cuidar de mí.
Nada más ubicarnos preparamos nuestras habitaciones, una cerquita de la otra y salimos a comer, después de una comida frugal regresamos a la casa a descansar, estaba tendido en la cama solo con un pantalón de deporte cuando entró para saber si estaba cómodo.
- Si abuela aquí se está muy bien y más estando contigo.
Solo llevaba una bata encima y se le venía el canalillo de sus tetas y sus pezones bien marcados, se acercó y me dio un beso en la boca, entre el beso y el canalillo la erección comenzó a hacer efecto.
- Creo que esto habrá de remediarlo dijo señalando mi pija que se asomaba por el pantalón
Me quitó el pantalón y comenzó a pajearme suavemente, yo instintivamente me fui a por sus tetas
- Huy mi nieto quiere mis tetas y su abuela deseando que se las coma, son todas tuyas, despojándose de su bata
Era la primera vez que veía una mujer desnuda, la impresión fue tremenda delante de mí ya no era mi abuela, era la mujer más maravillosa, me quedé contemplándola por completo desde sus cabellos grises y blancos, sus tetas y sus pezones bien duros bajando a hasta su chocho peludito y como su cabello ya con canas que ocultaban en parte su raja carnosa.
Ante este espectáculo me lance a chupar esas tetas con verdaderas ansias. Todo era nuevo para mi
- Tranquilo bebe despacito y saboreándolas que siempre estarán para ti
Mientras me seguía pajeando y con tanta excitación solté un los chorros de leche como nunca que cayeron por todos los lados, sus manos su cuerpo, los restos de su manos y su cuerpo se los llevo a su boca.
- Perdona abuelo no he podido aguantar mas
- No te preocupes mi cielo que tenemos muchos días para que tu abuela te enseñe.
Mientras volvía a besarme y mi primera lección la ponía en práctica y nuestras lenguas se encontraron y mi polla se volvía a enderezar.
Mi abuela seguía bien caliente asi que siguiendo sus indicaciones se tumbó en la cama y me ofreció su panocha, se abrió de piernas y pude contemplar una raja bien carnosa, metí mi lengua y me iba guiando y dirigiendo hasta encontrar un botoncito bien duro al que ataqué, los gemidos de mi abuela iba creciendo lo que hacía que estuve más empalmado todavía.
- Sigue así, comete el chochico de tu abuela, lo estás haciendo muy bien uhmm que rico, cuando hacía que no lo comían así, me gusta y más que seas tú, vas aprendido rápido.
Eso me animaba y lamía por todos los lados, sus labios vaginales, su clítoris y aun me daba para estirar de sus pezones, de repente noto como sus muslos aprietan mi cabeza y sus gemidos se hacen más fuertes
- Me corro, me corro, no pares dale al botoncito, asi asi, divino, mi nieto me está devolviendo la vida.
La corrida fue espectacular mi boca se llenó de sus jugos que supieron bien ricos, nos abrazamos y volvimos a besarnos ya nuestras lenguas actuaron de forma sincronizadas, estuvimos un rato hasta que la abuela recuperó el resuello, viendo que mi polla seguía como un mástil
- Vaya como es la juventud, habrá que bajar si se puede ese rabo desafiante
Se la metió en la boca comenzó a chupar y lamer la polla y los huevos hasta que sacó todos mis jugos los cuales se los trago relamiéndose.
- Cariño un buen comienzo de las vacaciones, esto no ha hecho mas que empezar.
- Si abuela seré tu alumno, quiero que me enseñes todo.
- Vamos a descansar un rato y en la noche seguimos……
Continuará
Wow genial ya comparte el resto
Muy buen relato, excelente, excitante y muy morboso
Esperando la continuación.
Saludos cordiales.