Una putita tan dispuesta
Aún estás vestida con el uniforme. No es necesario desprenderte de la falda y la blusa ya que él te observa ansioso recostado en una silla de escritorio… sin pantalones, con las piernas abiertas y su mano trabajando la dureza de su verga..
Aún estás vestida con el uniforme. No es necesario desprenderte de la falda y la blusa ya que él te observa ansioso recostado en una silla de escritorio… sin pantalones, con las piernas abiertas y su mano trabajando la dureza de su verga.
El bolso con tus trabajos prácticos y la tarea de matemática te espera cerca de la entrada a la oficina mientras te acomodas tímidamente delante del viejo. Apoyas tus manos en sus piernas para poder arrodillarte y comenzar a dar la lección oral. Tu primera vez con alguien tan mayor. Con la boca seca por el miedo y la incomodidad, solo deseas hacer bien tu trabajo para vaciar las bolas de este tipo y marcharte cuanto antes de ese lugar.
Él saca su mano de la verga, te regala una media sonrisa y echa la cabeza hacia atrás como invitándote a comenzar. Le das una chupada rápida a la punta. Observas la piel que todavía recubre el glande y te lo pones de vuelta en la boca. No quieres revelar tan rápido la cabeza hinchada de su pene. Estás apurada por irte pero a la vez quieres demostrar tus habilidades. Le das tres embestidas fuertes para variar el ritmo mientras piensas “a lo mejor no debería demostrar tanto entusiasmo”.
Tu lengua recorre el tronco intentando lubricar con saliva la erección del profe. Luego apuntas hacia el glande que ya dejaste a la vista, para meter esa gruesa carne hasta el fondo de tu garganta. Tus labios tratan de hacer lo posible por abrazar esa verga hinchada pero tu boca no acostumbra estos bocados. Su mano viene al rescate y la sientes apoyarse en tu cabeza. La presión que ejerce te impide zafarte y te obliga a continuar avanzando con el atragantamiento. Tu lengua siente las venas palpitantes del violento pene, la saliva empieza a acumularse en tu boca y se chorrea por tus labios mojando un poco tu blusa blanca. Sin poder escapar, alzas un poco la mirada hacia el tipo que te domina para suplicarle piedad. Las lágrimas en tus ojos y la saliva escapando a través del falo deberían hacerle llegar el mensaje.
El profe te libera y tomas una gran bocanada de aire. La cosa recién empieza y todavía puede ponerse más intensa. Te quitas un poco de saliva, enjuagas tus ojos y preparas tu boca para el segundo round.
Esta vez su mano agarra tu cabello con fuerza y guía tu cabeza hacia sus bolas transpiradas. Empiezas a comer sus testículos mientras tu mano obediente sacude la verga que tienes delante de los ojos. A él le encanta como chupas esas bolas peludas. Te presiona con fuerza entre sus piernas y tu mano acelera el movimiento para terminar de ordeñarlo. No quieres que intente nuevamente desarticular tu mandíbula con su verga a punto de estallar. No quieres pensar en recibir su leche en el fondo de tu garganta. Tragar su semen ya sería demasiado. Ser una putita tan dispuesta no es lo que tienes en mente… aunque ya es tarde para pensar en eso. Todo esto ya es demasiado. Al profe le gustan las mamadas violentas y al parecer no le importa que seas la amiga de su hija. ¿Qué esperas? ¿Una chupada respetuosa entre una alumna y su profesor?
El viejo alza sus piernas y deja a la vista su culo. Con su mano levanta las bolas para que puedas apreciar con detalle el agujero a lubricar. Cierras tus ojos y te acercas al agujero negro que te espera listo para recibir tu lengua. Comienzas dando unos tímidos besos alrededor de su ano mientras tomas coraje para mojar el hoyo. El viejo sacude su verga frenéticamente y tu empujas ambas piernas con tus manos para abrirte camino. La punta de tu lengua empieza a lamer. Su ano palpita de excitación y tu intentas meterte en su culo. Ya estás entregada. Nada te importa. Trabajas ese culo húmedo y lo coges con tu cara mientras aprietas fuertemente el pene carnoso.
Ya quieres ver como revienta de leche la gruesa verga del padre de tu amiga. Ya estás pensando en esos días en que vayas a estudiar a su casa y te encuentres con él. Fantaseas con estar debajo de la mesa dándole una buena chupada de pija mientras él habla con su esposa sobre lo difícil que es educar a los adolescentes. Su esposa es una mujer seria e intimidante… ahora te la imaginas comiéndole los huevos al profe de las maneras más humillantes. ¿Qué pensará tu amiga si supiera que estás arrodillada delante de su papi limpiándole el culo con tu lengua?
El profe de Química se incorpora de un salto mientras permaneces expectante ante su próximo movimiento. Continúas arrodillada y sumisa delante de un hombre que ya no puede contener una inminente explosión de semen. Desabotonas tu blusa y corres el corpiño para liberar esas tetas firmes y darle al viejo un último incentivo. Él toma tu cabeza y hace que apoyes tu mejilla en su pierna, muy cerca de su acalorada herramienta. Con una mano masajeas sus bolas. La cabeza hinchada está a punto de hacer erupción. Intuitivamente vas abriendo un poco la boca y relamiendo tus labios para recibir esa leche caliente en tu lengua.
Ya no puedes esperar más. Tomas el control y empiezas a masturbarlo mientras apuntas el pene hacia tu boca y miras fijamente a los ojos de tu nuevo macho. Tu mano sacude frenéticamente y los chorros de leche te alcanzan. El semen no solo invade tu boca, tu rostro recibe un baño impensado de crema. No lo puedes contener y su esperma termina chorreando por toda tu cara. Sus bolas quedaron secas y la espesa nata ahora cubre tus mejillas, tu frente y parte de tu cabello. Una descarga de semen hace que tengas que cerrar un ojo mientras que con el otro observas la cara de satisfacción del viejo.
Te quedas arrodillada unos momentos sin poder creer la experiencia vivida. El profesor ya se está vistiendo y tú continuas aún con su leche goteando hasta tus pechos desnudos. Te acerca un pañuelo y te indica la puerta del baño antes de retirarse de la oficina. No quiere decir palabra. Seguramente ahora debe estar preguntándose si su hija es igual de putita. Si al igual que tú, se la pasa chupando pijas para aprobar sus materias. Tal vez la próxima vez deberías decirle que la idea de darle mamadas a los veteranos profes del colegio fue idea de tu amiga. Y lo que seguramente no le contarás a ella es que su papi eyacula como una bestia.
Jjajajaja, muy buena! es real, o ficicón!? saludos.
pura ficcion jaja Gracias!