Una semana con Nayhelli dia 3: Actuacion
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Padrearturo3.
Día 3: Actuación.
Fue un día medio extraño, me acuerdo que durante la mañana hizo frio e incluso se veía niebla por las ventanas, sin embargo cuando transcurrió el día el cielo se fue aclarando.
Yo me encontraba acomodando en mi cuarto para que quedara todo listo mientras Nayhelli se encontraba en la sala observando una película que había puesto en la TV.
Era una de esas películas para niñas de su edad sobre hadas.
En esta ocasión se encontraba desnudita sobre el sofá.
Una vez acabe saque de mi armario un conjunto que me había mandado Oscar.
Con él en mano salí de mi cuarto mientras esperaba observando la pantalla.
La película demoro un rato más, que era lo que había calculado, cuando finalmente terminó dejando a Nayhelli expectante observándome como queriendo ver otra más.
Sin embargo duda un momento al observar acercarme a ella.
-Muy bien Nayhelli, ya termino la película.
– afirmo con una sonrisa en el rostro.
– Eso significa que es hora de la sorpresa.
¿Te imaginas que es?
Nayhelli niega moviendo su cabecita.
-Pues…- empiezo y me acerco al conjunto colocándolo entre nosotros.
– Se trata de esto.
¿Qué te parece? – pregunto.
Nayhelli lo observa curiosa ya que quizás se esperaba que la forzara nuevamente a “jugar”.
-Tío… esto es…-empieza Nayhelli.
-Exacto, es un vestido de hada igual que el que viste en la película y te lo he traído para que lo uses hoy.
– le digo girándolo para que pudiera observarlo.
– Hoy vas a usarlo, veras que te vas a ver preciosa con él.
¿Qué dices, quieres probarlo?
-Siii, tío.
– responde deseosa ya sea porque deseaba vestirse o de verdad le gustaba el vestido.
-Pues ven, que voy a ayudarte.
– digo sacando las braguitas celestes con adornos para ayudar a colocárselas.
Poco a poco fui vistiendo a esa niña con su vestidito de hada.
No eran muchas prendas además de las braguitas, lo que más destacaban eran las alas que le daban el aspecto de hada.
Al irla vistiendo poco a poco me empezaba a excitar al contemplarla de esa forma inocente.
-Muy bien Nayhelli, te ves preciosa… ohhh sí.
Muy preciosa.
– le decía con total excitación.
Nayhelli giraba observando su vestidito que no la cubría y me dejaba ver su figura de niña de cinco añitos.
Me encontraba deseoso de satisfacer mi calentura por esa niña, sin embargo tenía un deber que cumplir antes de hacerlo e hice lo posible por contenerme un poco más.
-Muy bien Nayhelli, ahora ven conmigo.
– le digo llevándola hasta mi cuarto.
Ella solo se deja llevar, obediente como desde ayer, hacia mi cuarto e ingresa.
El interior se encontraba algo diferente ya que había colocado sábanas cubriendo las paredes, todo por recomendación de Oscar.
Nayhelli se sienta en la cama esperando mis instrucciones.
-Muy bien, ahora Nayhelli voy a sacarte unas fotos con tu vestido que te queda tan precioso.
– le digo.
– sin embargo quiero que obedezcas e imites las posiciones que te voy a mostrar.
¿Me has entendido?- ordeno.
-Sí, tío.
– responde mansamente Nayhelli.
Y así empezó la sesión de fotos a esa niña con su vestidito que desplegaba inocencia.
Al comienzo no tuve problemas, sin embargo luego las poses se le hicieron más difíciles ya que me puse exigente para que salieran perfectas y esto sumado a la excitación no permitía a Nayhelli imitar perfectamente lo que le pedía.
Usaba una cámara en ultra HD para lograr retratar cada una de sus posiciones perfectamente.
No había duda que sería un SET de calidad que me valdría bastante pasta.
Después de varias posiciones comencé a quitarle su vestidito para ir capturando cada preciso instante hasta dejarla solo en braguitas y las alas que le daban ese aspecto de hada.
-¿Ya, tío?- pregunta Nayhelli algo incomoda.
Se encontraba sobre la cama enseñando su panochita a la cámara que la enfocaba por detrás.
-Listo, ya casi estamos… Listo.
– digo terminando de sacar la última foto.
Nayhelli queda sobre la cama esperando más indicaciones.
– Ahora vendrá algo más divertido.
-¿Puedo ver otra película, tío?- pregunta Nayhelli.
-Podrás verla después, antes vamos a hacer algo mucho más divertido que eso.
– le digo con una sonrisa.
– Vamos a crear una.
-¿Una película? – pregunta confundida.
-Así es, Nayhelli.
Ya que estas vestida así, vamos a actuar frente a la cámara.
– le digo señalando al trípode sobre el cual descansaba una videocámara de muy buena calidad.
Nayhelli voltea y observa la videocámara al mismo tiempo que empiezo a desvestirme.
Nayhelli queriendo cubrirse trata de tomar sus prendas que estaban a un lado.
– Nada de eso, no te vistas Nayhelli.
– le ordeno con voz fuerte.
– No las necesitas, recuérdalo.
Nayhelli solo obedece y me observa mientras termino de quitarme la ropa quedando solo en bóxer.
Me dirijo hacia el trípode y preparo todo para comenzar.
-Sube a la cama, Nayhelli.
– le ordeno, vamos a comenzar.
Ella obedece y se echa sobre la cama.
– Colócate así… muy bien…- la felicito al observarla por instinto colocarse de rodillas sobre la cama.
Termino de bajarme el bóxer y me acerco hacia donde se encontraba Nayhelli, exhibiendo mi verga frente a esa niña que me miraba expectante.
-Ahora, hazlo como te mostré, Nayhelli.
– la animo.
Nayhelli inmediatamente obedece y se acerca tomando mi miembro con sus manitas.
Todo esto era grabado con el fin de perpetuar estos momentos inolvidables junto a esa niña.
-¿Así?- pregunta Nayhelli mientras me hacia una paja.
-Así es… muy bien…-respondo observando a Nayhelli.
– Continua así…
Era muy bizarra la imagen de una niña vestida tan inocentemente con ese disfraz mientras me hacia una paja con total naturalidad.
-Muy bien… ahora.
– digo después de un momento.
– Utiliza tu boquita mi amor…
-Sí, tío.
– responde ella obedientemente.
Nayhelli primero le da unas lamidas divinas a mi miembro para luego engullirse, a pedido mío, todo dentro de su boquita.
-Ohhhh… muy bien…-repetía mientras acariciaba su cabello y atraía su cabecita más a mí.
Ahí estaba Nayhelli, una niña de cinco añitos que sin saber estaba filmando una porno a su tierna edad.
Toda esta situación me tenía al límite de mis fuerzas y no demoraría mucho en acabar por lo cual con un esfuerzo retire mi verga de su boquita justo cuando intentaba hacerme una paja con su boquita.
-Ven, échate.
– le ordeno al mismo tiempo que también me estiro sobre la cama y tomo a Nayhelli colocándola de tal forma que formáramos con algo de dificultad la posición 69.
-Continua, Nayhelli.
– ordeno al mismo tiempo que tomaba su panochita y empezaba a lamerla con más acierto que otras ocasiones.
-Sí, tío.
– solo repite Nayhelli de manera dócil.
Engullía mi verga tal como le había enseñado produciéndome sensaciones increíbles al pensar que era una niña de su edad quien lo hacía.
Por mi parte no dejaba de saborear esa dulce vaginita intentando presionar por momentos mi dedo en su rajita.
-Muy bien… ohhh… muy bien.
– le decía alentándola a continuar.
Pasaron los minutos y continuaba la grabación hasta que llegue al momento en el cual me sentía acabar.
– Ven aquí.
– le llamo levantándome y apuntando mi verga a su boquita.
Comenzaba a masturbarme frente a ella sintiendo que pronto me correría frente a su carita de niña.
-Vas a recibir tu regalo mi ángel.
– le digo al mismo tiempo que continuaba pajeandome frente a ella.
– Abre tu boquita, Nayhelli.
-Ah…-obedece Nayhelli y arrodillada espera que le lancé mi esperma.
-Así….
Eso es….
Ohhhh!!!- exhalo corriéndome en su carita.
Apunte a su boquita pero al final casi todo se lo esparcí en su rostro.
– Muy bien Nayhelli….
Ohhh!! Muy bien Nayhelli…- la felicito mientras ella cerraba sus ojos para evitar que algo de mi corrida le cayera.
Me seguía limpiando mi verga en su carita tratando de darle el mejor final a nuestra película.
Una vez acabe me dirigí hacia el trípode y apague la cámara.
Me acerque a Nayhelli y le ayude a quitarse el traje dejándola desnuda sobre mi cama.
Por momentos sentía que me miraba aun con desconfianza y reproche, sin embargo no parecía dispuesta a desobedecerme
-Muy bien, Nayhelli.
Me has ayudado bastante con la película que hemos hecho.
Es por eso que vamos a comer pizza y helado como premio.
Vamos.
– la llamo saliendo de la habitación.
Nayhelli me mira dudosa por un instante.
– ¿Qué sucede? ¿Acaso no quieres?- pregunto.
-Sí, tío.
– responde Nayhelli y me sigue.
Ambos salimos desnudos de mi habitación con destino a la sala.
Mientras acabábamos de comer y observar su programa en la TV no dejaba de vigilar la hora ya que dentro de poco llegaría Oscar trayéndome más vestidos.
Cuando ya casi acabábamos sonó mi móvil y acudí hacia mi habitación a contestar.
Al observar la llamada pude ver que se trataba de Oscar.
-¿Alo?- pregunto algo extrañado.
-Arturo, ¿Cómo estás? Espero que bien.
Iré al grano colega.
No podre llevarte lo que me pediste hoy, tengo otros asuntos.
Sin embargo te he enviado lo que me pediste por otra persona.
-me informa.
-¿Otra persona?- pregunte alarmado.
No deseaba que involucrara a otras personas ya que podría ser muy peligroso para mi seguridad.
-No te preocupes, no sabe lo que está entregando.
La caja esta sellada.
-expresa.
– Lo dejara en la puerta de la casa, por lo que no sabrá a que departamento es la entrega.
Solo vigila que lo recibas.
-Vale, entiendo.
– dije resignándome.
-Solo una cosa más.
– advierte Oscar.
– Te he dejado algo más aparte de lo que me pediste.
Tómalo solo como una sugerencia si quieres, pero desearía que hicieras nuevos libretos para tus videos.
-¿A qué te refieres?- pregunto sin entender.
-Revisa lo que hay en la caja aparte de los vestidos.
Te dará una mejor idea de lo que te digo.
Ahora debo colgar.
Adiós.
– termina Oscar colgando de inmediato.
Vigile la entrada de cuando en cuando y pude observar cuando me dejaban el paquete en la puerta.
Ya de regreso en mi departamento comencé a abrirlo para ver el contenido y no pude dejar de sonreír al observar los trajes que me había prestado Oscar.
Sin embargo al fondo había algunas hojas en las cuales distinguí la letra de Oscar.
Leyendo un poco pude entender un poco lo que me había dicho por teléfono.
Sonriendo entro a mi cuarto donde Nayhelli observaba en mi ordenador un video que había puesto para que se distrajera.
Nayhelli me observa entrar con una sonrisa en mi rostro llevando otro vestido en las manos y entiende lo que está por pasar.
La cámara se enciende y se avecinan más grabaciones junto a Nayhelli.
Esta vez llevara un vestidito de caperucita roja.
La semana está lejos de acabarse y aprovecho para continuar entrenando a Nayhelli para el gran momento.
Pero eso… eso será motivo de otro relato.
Hasta entonces.
PD: EL próximo relato será: Una semana con Nayhelli Día 4: Actuación 2.
PD2: Si no me habilitan los comentarios agradeceré que valoren este relato.
No olviden revisar mi perfil para estar atentos a las fecha del siguiente relato.
Si hay suerte esta semana saldrá el siguiente relato
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