Una semana con Nayhelli dia 5: Iniciación
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por PadreArturo4.
Día 5:
Casi habíamos llegado al final de esa gran semana, solo faltaban unos días para que Sara volviera por Nayhelli.
El día de hoy me había levantado muy temprano ya que debía terminar un trabajo grupal y no había avanzado nada en esta semana.
Sabía que esta semana era sólo para disfrutar de Nayhelli pero decidí al menos tomarme un rato mientras dejaba Nayhelli entretenerse con la TV.
Mientras continuaba trabajando en el ordenador y de paso revisando algunos de los informes enviados por mis compañeros suena el móvil.
Al mirarlo pude darme cuenta de que se trataba de un número desconocido para mí.
– ¿Padre Arturo? – escucho.
Era una voz grave algo conocida.
– El mismo.
¿Con quién tengo el gusto?- pregunto intentando deducir el nombre por el tono.
– Soy Simón ******, asistente del Padre Arturo, no sé si me recuerda.
– pregunta algo timorato.
– Oh, pues claro, disculpa Simón…- respondo cayendo en la cuenta.
Nunca me había llamado al móvil por lo cual me extrañaba su llamado.
– Dime, que sucede.
– El Padre Eugenio quiso llamarlo pero ahora está ocupado en una reunión.
– expresa Simón.
– Le explico, el Padre me comunicaba su deseo de saber cuánto antes si puede contar con usted para este verano apoyándonos en el orfanato…en las horas que usted disponga.
– termino por agregar.
-Bueno…-digo volteando un momento sobre la silla.
No era algo que había pedido ni forzado por lo cual se me hizo extraño que me solicitaran esto.
Supuse que mi buen desempeño el año pasado en el cual estuve a cargo era el motivo por el cual se volvía a requerir de mí.
De seguro la principal se había tomado unas vacaciones o algo parecido, los detalles los sabría pronto.
Por mi parte estaba pensándome tomar estas vacaciones para ver otros trabajos o ayudantías, sin embargo aquí tenía una posibilidad de poder volver a acercarme a varias niñas pequeñas e incluso visitar a Mery los momentos que pudiera.
Las ayudantías podrían adaptarse a esta necesidad primaria que eran las niñas ya que sin Anita y pronto quizás sin Nayhelli perdería mucho.
-El Padre dice que podrá pagarle…- empieza Simón.
-No hay problema, no hay problema.
– me apresuro a contestar.
– El dinero es lo de menos, siempre estoy dispuesto a apoyarlos.
Comunícale al Padre Eugenio que acepto su propuesta y que conversare con él lo más pronto que pueda.
-De acuerdo, Padre.
-responde Simón.
Ya otra vez colgando el teléfono, me dejo caer sobre mi silla holgadamente pensando en lo que me esperara a partir de la próxima semana.
Quizás pueda encontrar algunas niñas nuevas que me interesaran y tener nuevas experiencias con ellas.
Me sentía encantado con esta posibilidad, además de querer poner a prueba la experiencia que había obtenido ya en otras niñas.
Nada mejor que un trabajo temporal.
Conforma imaginaba todas estas situaciones me iba excitando poco a poco lo cual termino por ocasionar que tuviera una erección que exigía una niña para satisfacerme.
Pero aun debía esperar un poco.
Me dirijo hacia la sala donde Nayhelli espera que sirva la cena.
Esa noche luego de comer, deje un rato a Nayhelli mirando una película en la tv.
-¿Te está dando sueño?-pregunto al ver a Nayhelli sobarse los ojos en clara señal de cansancio.
-Sí, tío.
– responde Nayhelli dejándose echar poco a poco en el sofá.
-Eso es…- digo acercándome a ella que ahora estirada en el sofá no daba más y se acogía a los brazos de Morfeo.
– Dulces sueños, Nayhelli.
Con la emoción a tope tomo a esa niña durmiente en mis brazos y la llevo cargada hacia mi cama.
Había decidido sedarla usando un ********* a fin de que Nayhelli no sufriera un hecho traumático durante su primera vez.
Deseaba evitarle a toda costa algún trauma futuro ya que al ser tan pequeña quizás me tomaría un poco más de tiempo y esfuerzo.
Ya en la cama dejo a Nayhelli estirada.
Preparo la cámara sobre el trípode para grabar la primera vez de Nayhelli, un video que quizás no compartiría con nadie y lo dejaría solo para mí, como una especie de "trofeo de guerra" muy valioso.
Cuando regreso a la cama y me coloco encima termino por despojarme de la remera que llevaba a fin de poder comenzar.
Antes de cenar le había puesto un bikini de dos piezas de su talla, color amarillo que le quedaba muy lindo para su figura.
Ya encima de Nayhelli me acerco a sus pequeños labios para comenzar a besar esa “niña durmiente” frente a mí.
-Ohhh… Nayhelli…-decía para mi.
-Hoy voy a volverte mujercita.
– le digo arrimando un poco la parte que cubría su rajita.
Saco un frasco de lubricante y comienzo a dejarlo caer sobre su entradita.
Esparzo dejando casi totalmente lisa la superficie a fin de recibir mi miembro.
Poco a poco empiezo a presionar su entradita usando el consolador que llevaba a fin de preparar su entradita.
Seguí jugueteando con su rajita intentando presionar poco a poco hasta cierto punto que decidí que ya no podía aguantarme más.
-Ahora… lo recibirás a el…- digo mientras me quito el bóxer a fin de liberar mi miembro que se encontraba totalmente erecto.
Nayhelli profundamente dormida no ponía oposición a todo esto, solo le quedaba aceptar lo que estaba por pasar.
Con mi verga a mas no poder me disponía a presionar poco a poco la entrada de Nayhelli que se me hacía irresistible tal como se me presentaba, solo cubierta por ese sexy traje de baño que llevaba.
La impaciencia era mucha sin embargo debía tener cuidado en no hacerle daño.
Poco a poco su entradita fue cediendo aunque sabía que lo riesgoso vendría después, sin embargo tenía todo listo por si hubiera alguna complicación.
Son las ventajas de estudiar medicina.
Con la cabeza a mil y unas ganas tremendas termine por perforar su entradita, dejando correr un hilo de sangre… Con mucho cuidado intente no hacerle mayor daño, no era mi intención tener que pasar apuros con esta niña.
Lentamente comencé a retirar poco a poco mi pene de esa niña hasta finalmente terminar por hacerme una paja frente a ella que algo calmó las ganas que aún le tenía, no deseaba avanzar más, al menos por ahora, ya que quizás al ser tan pequeña no pudiera resistirlo como las otras.
Nayhelli no mostraba signos de perturbación ante lo sucedido, era claro que el sedante había actuado bien.
Al menos eso parecía, realmente me encontraba feliz de haber desvirgado a otra niña más que quedaría en la lista de tantas que pasarían por mis manos.
Procedí a limpiar y esperar a que Nayhelli despierte para continuar con nuestro juego.
Me gusta penetrar a mis niñas mientras están conscientes de ello, me genera una sensación de dominación sobre ellas es por ello que deseaba esperar a ello.
Si bien con Nayhelli deseaba sedarla era todo por evitar que pudiera tener un trauma visible como ya os explique anteriormente.
…………………………………….
-….
-despierta somnolienta Nayhelli.
-Muy bien, parece que ya estas lista.
– le digo acercándome a su lado y besando su mejilla.
-Tío…¿Qué pasa?- pregunta inocentemente sentándose en la cama mientras aclaraba su vista.
-¿Qué pasa?.
Yo quisiera preguntarte lo mismo… Nayhelli…-digo acariciando sus muslos suavemente.
-Mírate.
Nayhelli baja la vista y se observa desnudita llevando solo medias negras largas hasta sus muslos que la dejaban ver muy sexy.
-Se ve que insistes en seducirme, Nayhelli.
– le digo al mismo tiempo que intento agacharme para besar su panochita descubierta ante mí.
– Quieres ser mi perrita de nuevo, ¿no es así?.
-No tío.
– responde intentando alejarse incomoda.
Se había dado cuenta que estaba totalmente desnudo y con mi verga erecta frente a ella.
-Se ve que insistes en ser una niña mala.
– respondo pesadamente al observar su actitud.
–Muy mal, muy mal.
Me levanto de la cama dirigiéndome a mi armario y saco una caja.
Dentro se encontraba una correa y un collar.
-Afortunadamente aquí tengo lo necesario para tratar con una niña mala, como tu.
– digo subiendo a la cama y acercándome a Nayhelli.
Ella solo observa sumisa y expectante de lo que pueda hacer.
-Y como ves, Nayhelli, tenemos toda la noche para ello.
– digo acercándome y comenzando a manosearla descaradamente.
– Puede que lo haya dicho antes pero no sabes cuan feliz soy de decirte que: No tienes idea de cuánto nos vamos a divertir.
Así llegaba el fin del día 5 en esta gran semana junto a Nayhelli.
Una semana llena de emociones y grandes experiencias que jamás olvidare.
Sin embargo todo tiene su final.
Cabe destacar que el día 6 no tuvo mayor emoción respecto a los anteriores, ya que dentro de mi planificación estaba usar este día para digamos “limpiar mis huellas” por así decirlo.
Como en esta página no está permitido colocar relatos que no tengan un contenido sexual rápidamente os hare un resumen muy comprimido de ese día:
Luego de la noche junto a Nayhelli donde explore que tan sádico se puede llegar a ser con una niña de su edad me quedo claro que prefiero lograr que mis niñas disfruten el sexo como yo de ellas.
Es por ello que esa misma noche intente llevar mis límites al máximo usando a Nayhelli para tal propósito y dejándome en claro la apreciación que hace poco acabo de darles.
Desgraciadamente no contare mucho sobre esto al menos no aquí, quizás me censuren el relato y eso no es lo que deseo.
Nayhelli quedo afectada por todo ello, tan sumisa y asustada como para obedecer cualquier orden que le diera a fin de librarse de todo ello.
Para lo demás no es necesario ser un adivino estimados lectores, le hice jurar en ese estado de temor que jamás contaría a nadie sobre lo que había sucedido en esta semana de lujuria.
Luego de esto me dedique a tratar de al menos reparar un poco su estado de ánimo, intentando mostrar nuevamente mi antigua imagen.
Dejarla vestirse como quería, no invadir su privacidad al ir al baño y ni siquiera intentar un contacto físico.
Al menos por un día actué como esperaba Sara que tratara a su hermanita durante toda la semana.
Supongo que esta maniobra resulto, aunque una parte de mi sigue pensando que quizás tuvo en parte que ver con.
En realidad no lo sé aun, ya deje todo eso atrás.
¿A qué me refiero? Pues… aún falta relatarles esto.
Ha llegado el momento estimado lector.
De contarte que sucedió después del campamento y que cambio mi vida para siempre.
Cuando disfrutas del sexo con niñas no todo sale como tú quieres, no siempre se puede ganar y cuando se pierde… se pierde bastante… a veces todo.
Pero eso… eso será motivo de otro relato.
Hasta entonces.
PD: Aquí acaba esta serie de relatos sobre Nayhelli y empieza otra historia.
El siguiente relato será: Confesiones del Padre Arturo: “Ángeles” Parte 1.
Saldrá muy pronto, de ser posible en el transcurso de esta semana.
PD2: Agradeceré mucho que valoren el relato ya que los comentarios están deshabilitados.
Ahora sí, hasta entonces.
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