Una semana con Nayhelli parte 4: Actuacion 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Padrearturo3.
El día anterior había sido impresionante ya que junto a Nayhelli logre grabar los primeros videos de una gran colección junto a esa niña de cinco añitos.
El día de hoy me encontraba descansando sobre mi cama ya debían ser maso menos las seis de la tarde mientras observaba algunos de los papeles que me había enviado Oscar.
Al dejarlos a un costado me dejo echar sobre la cama mientras reposaba con los ojos cerrados, agudizando el oído escuchaba en la sala como Nayhelli observaba su programa que repetían por la tarde.
Para lo que recién leen este relato, Nayhelli era una niña pequeña de cinco añitos quien su hermana me dejo a cargo durante una semana que se fue de viaje.
Ella era pequeña y menudita con su cabello color negro azabache recogido en una cola.
Decidí dejarla descansar un rato luego de que al amanecer volviera a gozar de esa niña antes del desayuno.
Al entreabrir los ojos me observo un momento, me encontraba desnudo ya que sentía que no necesitaba vestirme (el clima dentro de la casa habiendo cerrado todo era bastante templado como para evitar pasar frio) y de esa forma era más cómodo.
Mientras continuaba observando lo que había escrito Oscar sentía como poco a poco la excitación iba regresando.
Al estar desnudo se me hacía más fácil comenzar a pajearme mientras leía lo que origino que dentro de poco se me presentara una erección respetable.
Me levanto un momento y me dirijo hacia la sala donde observo como Nayhelli aún continuaba viendo su programa.
La verdad es que mi libido me ordenaba interrumpirla y llevarla a mi cama para saciar mis bajos instintos con esa niña, sin embargo deseaba que al menos sintiera que no la interrumpía mientras disfrutaba de su programa.
La noche anterior tuve una gran “faena” junto a esa niña por lo cual toda la mañana no la moleste e incluso la deje que se pusiera sus braguitas durante el día.
Reflexione un poco, lo cual era difícil al encontrarme en tal estado de excitación, y recordé el libreto de Oscar, decidí que sería mucho más excitante y me distraería bastante dejar todo listo para nuestro siguiente video.
Prepare mi habitación así como la ropa que usaríamos de acuerdo al libreto de Oscar, solo faltaba los lugares y para ello luego de preparar mi habitación me dirigí hacia el baño.
En la sala Nayhelli seguía comiendo un pote de helado que le había servido.
La observaba de cuando en cuando pasaba para llevar de mi cuarto algo hacia el baño.
Finalmente termino el programa de Nayhelli, lo había estado deseando desde hace buen rato.
Desde donde me encontraba apago la TV usando el control.
-¿Ya acabo, no?- pregunto ingresando a la sala.
–Muy bien, hoy vamos a intentar algo nuevo.
De mi espalda, donde lo tenía oculto, saco lo que era una pequeña cuna que Nayhelli tenía para jugar junto a sus muñecas.
-Mío…-toma Nayhelli su juguete ya que no me dejaba que tomara sus cosas.
-Escucha Nayhelli.
– le llamo a lo cual ella me mira.
– Vamos a volver a grabar una nueva película.
– le digo con una sonrisa cruzando el rostro.
– Sera muy divertido, si… no tienes idea.
-Pero…-empieza Nayhelli como queriendo protestar pero inmediatamente se corrige sabiendo mi reacción a sus protestas.
– ¿Qué película?
-Oh pues ya hemos grabado varias películas bonitas que has visto.
Sin embargo nuestra película de hoy va a ser como un juego.
– le sonrió.
– Vamos a jugar a “la casita”.
-¿La casita?-pregunta Nayhelli.
-Así es, vamos a jugar a “La casita”.
Sera muy divertido- asiento sin dejar de sonreír.
Me retiro un momento y regreso trayendo un algo escondido en mi espalda.
– Como te decía Nayhelli, jugaremos a “La casita” y tú sabes cómo se juega la casita, no es así?
-Si.
– responde Nayhelli.
– están el papa, la mama y los hijos.
– responde inmediatamente.
-Así es, muy bien.
– le respondo.
-vamos a jugar a la casita, yo seré el papa, tú la mama y…-revelo lo que llevaba escondido mostrándoselo.
– esta será nuestra hija.
-le muestro ante ella una muñeca nueva.
-Tómala.
Es tuya- se la acerco.
Nayhelli la toma sorprendida ya que era muy parecida a la que se anunciaba en la tv durante los comerciales y que quería desde hace tiempo.
La había comprado hace poco especialmente para Nayhelli para de alguna forma tratar de premiar su obediencia y viera que no todo lo que hacíamos tenía su lado malo.
-Qué bonita.
– observa Nayhelli encantada al observar la muñeca.
-Así es, además no viene solo con eso.
– digo y vuelvo a mi habitación para traer lo demás.
– Mira tiene muchas cosas.
– digo regresando y trayendo otros accesorios como ropa y demás.
– Tiene de todo para que puedas cambiarle de ropa, darle de comer…
Mientras Nayhelli jugaba probando su nueva muñeca yo volvía a ir y volver por la cámara para comenzar nuestra película.
-Muy bien Nayhelli, vamos a comenzar con la película, tu solo continua jugando y espera mis instrucciones mientras yo grabo desde aquí, recuerda que solo debes obedecerme y no preguntar, sino la película se arruinara y me molestare mucho contigo.
– le digo tomándola de los hombros y hablándole al oído.
– ¿Entendido?
-Sí, tío.
– responde mansamente.
-Recuerda no mirar a la cámara menos que te lo diga, eso evitara que tengamos que volverá repetir todo.
Estoy seguro que después de lo de ayer ya debes haber aprendido.
Enciendo la camera y empieza el show.
Enfoco a Nayhelli mientras continua jugando y vistiendo a su muñeca con los distintos trajes que le había alcanzado así como algunos accesorios que había traído.
De cuando en cuando giraba enfocándola bien junto a su nueva muñeca.
Por mi parte yo andaba con solo un bóxer y luego de un instante de grabar decidí dejar la cámara sobre el trípode apuntando hacia Nayhelli mientras me preparaba para entrar en escena.
Finalmente hago mi ingreso solo con mi bóxer cubriéndome me dirijo hacia esa niña y llego a donde ella y la tomo de sus hombros, observando jugar con su muñeca como toda niña entusiasmada por su juguete nuevo.
– Muy bien, se ve muy bonita.
– le digo al oído mientras continuaba alentándola en sus juegos.
Estuve un rato observándola mientras jugaba a su lado para que en la película quedara grabada esa escena- ¿Qué te parece si le das de comer?
– Si.
– siempre contestaba Nayhelli entusiasmada.
Le arme una silla para su muñeca y ella la tratara como si fuera su hija real a fin de darle el mayor realismo posible a todo.
Una vez terminamos de darle de comer me acerco a Nayhelli.
-Ya se está haciendo tarde ¿Por qué no le cambias su ropa y la mandas a dormir?- le pregunto alcanzándole los accesorios y su pijama.
-Si.
–asiente Nayhelli mientras me permite ayudarla.
Tomamos la cuna de juguete y simulamos la escena de acostar a su hija.
Todo muy infantil pero que de alguna forma le daba morbo a lo que estaba por venir.
Luego de hacer todo el acto de acostar a su muñeca me encontraba a tope ya que desde hace buen rato le tenía ganas a Nayhelli.
-Muy bien mi amor, ya acostamos a la niña.
Ahora podemos “jugar” tranquilos en nuestro cuarto, solo entre los dos.
– le digo desde atrás al oído con mi voz llena de lujuria mientras beso su mejilla.
– ¿De acuerdo?
-Sí, tío…- se resigna Nayhelli al entender cuáles eran mis intenciones.
Se deja conducir creyendo que iríamos directo a mi habitación pero la lleve hacia otra dirección.
-Tomemos un baño antes de ir a la cama, mi amor.
– le digo llevándola de los hombros.
Ya adentro del baño había preparado la tina con burbujas
-Sácatelo.
– le digo a Nayhelli ayudando a quitarse sus braguitas.
–Muy bien…
Nayhelli me entrego sus braguitas las mismas que me olí para sentir su aroma de niña.
Tome la cámara que estaba filmando y la coloque a un costado para continuar la grabación.
Nayhelli solo me observa esperando más órdenes.
-Entra a la tina.
– le señalo mientras la enfocaba.
Al instante obedece e ingresa.
Excitado por la situación termino por también ingresar desnudo a la tina junto a esa niña de cinco añitos que hacia espacio para que yo también pudiera entrar en tan pequeño espacio.
Mi cuerpo ocupaba casi todo el espacio por lo que Nayhelli debía ubicarse casi encima de mí.
Echado en la tina decido empezar con la diversión.
-Ven, tómalo…- le ordeno elevando mi pelvis lo que ocasiono que mi miembro erecto sobresaliera en el agua frente a Nayhelli.
-Sí.
– contesta obediente Nayhelli.
Inmediatamente comienza a masturbarlo con destreza para placer mío.
– Muy bien.
ohhh… muy bien…-respondía mientras no dejaba de grabar como esa niña me pajeaba en la tina.
La verdad que era muy excitante toda esa situación.
Nayhelli era la niña más pequeña que hasta el momento pasaba por mis manos, incluso Mery que era menor era algo más grande que ella.
Es por ello que me daba tanto morbo gozar de una niña tan pequeña.
-Venga.
Quédate quieta que voy a refregarte bien.
– digo después de un rato moviéndome para lavar bien a Nayhelli.
Comienzo a lavar, sin dejar de manosearlo a mi gusto, el pequeño cuerpo de Nayhelli que se me ofrecía sin ninguna oposición.
-Exacto, muy bien… ya quedaste bien limpia.
– digo luego de jabonarla bien.
– Solo falta una última parte.
– le digo levantándome de la tina.
– Quiero que te levantes y te apoyes sobre el borde.
Nayhelli obedece y se coloca al otro extremo con las manos encima del borde.
– ¿Así?- pregunta ella.
-Así, muy bien…-digo acercándome y levantando su colita un poco.
– Muy bien quédate así…- le digo al oído.
– quédate así mientras termino de limpiarte por aquí… jejeje.
– termino acercando mi verga totalmente erecta a su culito.
-Ohhh… muy bien…muy bien…- dije al mismo tiempo que comencé a restregar mi miembro en la abertura de los dos cachetitos de su pequeño culito.
Pero eso no importaba ya que lo que más morbo me daba era hacérselo a una niña tan pequeña como ella.
– Te estoy lavando bien… aquí… ohhh si… Nayhelli…
Nayhelli solo se dejaba restregar totalmente sumisa a su “tío” que la trataba como su juguete sexual.
-¿Te gusta Nayhelli?- le pregunto totalmente fuera de mí, invadido por la bestia en la que me transformo cuando gozo de una niña.
– Yo sé que te gusta… mi amor…
-…….
-Nayhelli solo se quedaba callada mientras continuaba con los manoseos.
Me acerco un poco a su odio sin dejar de restregarle mi miembro.
-Te he preguntado si te gusta, Nayhelli y yo sé que te gusta.
– le digo con voz intimidante.
– Así que dilo, di que te gusta lo que te hago.
– ordeno con apremio.
– Anda.
Dilo.
-Me gusta, tío…-obedece Nayhelli y lo repite algo intimidada pero claramente.
Al comienzo lloraba cuando le ordenaba pero luego de varios intentos fallidos de días anteriores fue aprendiendo que no podía llorar ya que arruinaba la grabación y debíamos volver a empezar.
-¿Te gusta?- pregunto.
-Si.
Me gusta tío.
– responde Nayhelli.
-Ohhh… si… yo sabía que te gusta Nayhelli…-continuo hablándole al oído muy excitado.
– Yo sé que te gusta cuando te hago estas “cosas”, por eso siempre me seduces…- le decía totalmente ido por el placer experimentado.
– Me seduces para que te haga esto.
Nayhelli solo se mantenía en silencio mientras continuaba restregando mi miembro en su colita.
Debía mantener el equilibrio para no abalanzarme sobre ella al estar tan cerca nuestros cuerpos.
-Ohhh…Todo es tu culpa mi Nayhelli.
Tu ocasionas que esto suceda…- continuaba esta vez presionando poco a poco su rajita.
La locura me mandaba presionar esa rajita hasta ingresar en su ser, solo lo poco de cordura que me quedaba me impedía cometer un desastre.
– Ohhh Nayhellli….
– repetía mientras me hacia una paja con la punta de mi verga presionando su rajita.
–Ohh… Nayhelli… crees que puedes andar por la casa solo con tus braguitas sin que haga algo… Ohh …esto….
Ohhh… esto es lo que ocasionas…-
-Auu…-se queja Nayhelli al sentir como le hincaba presionando mi miembro.
– Auu… tío…
-Ohhh…sí.
Ohhh….
si!-digo finalmente corriéndome en su rajita.
– Muy bien…- El resto se lo esparcí en su espaldita a fin de limpiarme el miembro de la corrida que había experimentado.
-muy bien Nayhelli… muy bien…
Termino por echarme otra vez en la tina para volver a lavarme al igual que con Nayhelli que había terminado con su espaldita llena de mi esperma.
-Aun no es el momento.
– le digo después de un rato mientras terminaba de enjuagarla otra vez, esperando que al manipular su cuerpito me volvieran rápidamente las ganas de gozar de esa niña.
– Pero pronto te hare mujercita, Nayhelli.
– le digo manoseando su rajita, me había vuelto otra vez esa bestia que se apodera de mi cuando estoy con una niña.
– Ya eres mi putita, Nayhelli, pero pronto te hare mujercita… ohh si… Sé que lo deseas… ¿O acaso no quieres?- pregunto con voz intimidante.
-Sí, tío.
Si quiero.
– responde entendiendo como debía responderme.
-Ah… ya lo sabía, sé que lo quieres…- respondo sonriendo.
Me levanto de la tina tomando una toalla.
Me dirijo de vuelta la tina.
Ordeno a Nayhelli levantarse para que de esa forma pueda secarla.
-Muy bien, lo has hecho muy bien, ya casi vamos a la mitad de nuestro nuevo video.
– le felicito con voz suave mientras continuaba secando cada parte de su cuerpo.
Por momentos Nayhelli quería hacerlo por sí misma para quizás evitar que la siguiera tocando pero igualmente no necesitaba excusa para manosear su cuerpito.
-Ya me seque, tío.
– me contesta para evitar que la continuara tocando.
Me hizo el gesto de pedir ropa para vestirse sin embargo yo tenía otros planes.
-Muy bien.
Ahora…- respondo mientras tomo del perchero una pequeña bata color rosa que había ahí.
Eral del tamaño específico para una niña pequeña.
-…quiero que te pongas esto…
-Pero… Si, tío…- se corrige de inmediato.
La pequeña bata de baño cubría a Nayhelli pero solo sería por poco tiempo.
– Es todo….
– digo terminando de amarrar su bata.
Ahora me dispongo a amarrar su cabello negro azabache dejándolo en una cola.
Luego de eso me puse también una bata negra que se encontraba a mi costado.
– Muy bien, ya no tenemos nada que hacer aquí.
– digo tomando la cámara que se encontraba en pausa para continuar el video luego.
– Sígueme.
– digo tomando su manita y llevando a Nayhelli hacia mi habitación.
Cruzamos la sala y llegamos a mi habitación tomados de la mano.
Una vez ingresamos cierro la puerta con seguro.
Me dirijo hacia al trípode que estaba preparado frente a la cama y coloco sobre el la videocámara.
Ya casi estaba todo listo.
Mis cosas y muebles dentro de mi habitación se encontraban tapados por sabanas por consejo de Oscar para evitar cualquier referencia y/o ubicación por medio del video.
Nayhelli solo me observaba apoyada en la puerta como preparaba todo para el reinicio de la grabación.
Al parecer se resignaba a lo que estaba por pasar.
– Listo, ya está todo preparado, Nayhelli.
– le digo regresando a su lado.
– Vamos a continuar, ya sabes que solo debes obedecerme y no quejarte por nada o lo arruinaras y tendremos que volver a intentarlo.
¿Entendiste?
-Sí, tío.
– responde mansamente.
-Muy bien.
– digo colocándome al lado de la videocámara y encendiéndola.
Aguardo unos momentos y miro a Nayhelli.
– Avanza.
– le señalo para que entre en el rango de visión.
Nayhelli avanza seguida de mí y aparecemos en escena.
Quedamos frente a frente mientras de un bolsillo del bata saco un frasco de lubricante y un consolador, acto seguido los coloco sobre la cama.
Empiezo a quitarme la bata y por imitación Nayhelli entiende que debe hacer lo mismo.
Ya desnudos dejamos en el suelo cada una de nuestras batas.
Nayhelli observa como al quitarme la bata se vuelve a presentar frente a ella mi verga totalmente erecta.
-Sube a la cama.
– ordeno a lo cual ella obedece.
Ya sobre la cama se coloca a gatas mientras yo vengo desde atrás y subo también a la cama.
– Muy bien colócate como te enseñe.
Muy bien.
– expreso al observar como obedece a mis órdenes.
Tomo el frasco de lubricante y comienzo a rosear copiosamente en su anito esparciéndolo con mis dedos.
Usando el consolador comienzo a hurgar en su anito avanzando poco a poco.
Sin embargo todo el “entrenamiento” a lo largo de la semana ayudo a que no me demorara tanto haciendo los “tratamientos previos”.
Nayhelli solo observaba como la preparaba para nuestro “jueguito” que tantas veces habíamos hecho.
-Auu…Noo… tío…- se quejaba Nayhelli ya que entusiasmado había comenzado a presionar más adentro el consolador de lo que normalmente llegaba.
-Ya estas lista, mi amor…- le digo con voz entrecortada por la excitación al mismo tiempo que quitaba el consolador y lo lanzaba a un costado.
Excitado me coloco encima de ella y empiezo a acercar mi miembro a su anito.
-OHHH…!!!-exhalo al ingresar poco a poco en Nayhelli.
– Ohh….
Mierda…!- me quejo al sentir esa estrechez que al comienzo me repelía.
-Auuu….
Ahhh!!- se queja Nayhelli al comienzo aferrándose a la almohada para no llorar repentinamente ya que sabía que si lo hacia lo arruinaría todo.
– Ufff!!! Ufff…-repetía mientras comenzaba a moverme poco a poco evitando por error salirme de su interior.
Me tenía enloquecido estar sometiendo a una niña tan pequeña como Nayhelli y me imaginaba como se vería desde la cámara: un adulto que apoyaba todo su cuerpo sobre una niña de cinco añitos dominándola a fin de satisfacer sus deseos carnales.
-Ohhhh!!!.
Uff…-bufaba de placer al por fin desquitarme con Nayhelli luego de toda la actuación.
-AAuuu….
Uhhhh!!!.
– solo atinaba a quejarse Nayhelli mientras continuaba sometida a mí.
-Nayhellli…ohh… Nayhelli….
muy bien…- le decía ahora tomándola de su cinturita y empujando cada vez con un poco más de rapidez.
-Tiooo…no….
Tio…- gemía Nayhelli cerrando los ojos por momentos.
-Toma… mi Nayhelli… Ohhh…Joder…-le decía mientras la tomaba de su pequeña cola de caballo mientras seguía empujando dando esa imagen de dominación absoluta sobre esa niña.
Continué cogiéndome a Nayhelli durante un buen rato hasta que ya no pude más.
Llegado a un punto me sentía venirme, es por ello que retiro mi verga de ella con cierta dificultad.
-Ven… aquí….
Nayhelli.
– ordeno mientras continuaba pajeandome frente a ella.
Nayhelli obedece y se acerca con su boquita abierta.
– Voy a darte “tu premio”…Ohhh…- exhalo corriéndome y dejándoselo esparcido por su carita.
– Ohhh muy bien… si, lo has hecho muy bien.
Finalmente desciendo de la cama y termino por detener la grabación del video cámara.
Una vez dejado eso de lado salgo hacia la cocina mientras Nayhelli aún espera sobre la cama recuperándose de la cogida que acabo de darle.
Decidí traer la comida hacia mi cuarto y dejarle cenar mientras veíamos su programa en mi ordenador.
Estaba satisfecho por la grabación anterior por lo cual decidí darme un tiempo de descanso antes de continuar.
Justo cuando Nayhelli terminaba de comer el postre y por mi parte me disponía a limpiar suena el móvil.
Dejo un momento los platos y observo quien es: Sara.
Desde que salió de viaje estuvo llamando para saber cómo estaba su hermanita.
Sin embargo eso lo tenía controlado ya que Nayhelli sabía que no le estaba permitido quejarse o decir algo malo y solo conversaba con ella en mi presencia.
Una vez terminaron de hablar me lleve el móvil hasta la cocina para continuar lavando los platos.
Mientras terminaba de secar recibo un mensaje de texto que no me esperaba pero que terminara teniendo mucho que ver más adelante.
No daré más detalles por ahora.
-Muy bien…- digo cerrando la puerta de mi habitación ya de vuelta en ella.
– Vamos a continuar donde nos quedamos Nayhelli…jeje.
– digo subiendo a la cama.
Nayhelli solo espera mientras abro sus piernitas para comenzar nuevamente el “entrenamiento” a su rajita.
No faltaba mucho para el gran momento.
El momento en que finalmente desvirgaría a Nayhelli, pero eso… eso será motivo de otro relato.
Hasta entonces.
PD: Próximo relato: Una semana con Nayhelli Parte 5: Inicio
PD: En el siguiente relato incluiré un poco de lo que vendrá luego de estos relatos.
Sean pacientes que pronto subiré más.
Ahora sí, hasta entonces.
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