Usada por un perro y un viejo en el campo.
Universitaria es usada brutalmente durante sus practicas..
Todo esto pasó el verano pasado, yo, una universitaria terminando la carrera de veterinaria, necesitaba hacer mis practicas en algún lado, gracias a mi carrera tan común, los puestos eran pocos y si o si necesitaba un lugar donde hacerlas, buscando en todas partes, encontré un rancho en un campo un poco lejos de donde vivía, pero era el lugar perfecto, te daban estadía y tus practicas a cambio de ayudarles.
Total, me contacté con el dueño y fijamos una fecha, yo soy una muchacha de tez blanca, y rasgos delicados, mi físico siempre ha sido elogiado gracias a mis caderas y senos prominentes, que ayudan a salir de situaciones difíciles, pero bueno, esa es otra historia.
El día de irme llegó y llegué en autobús, al llegar al lugar me di cuenta de que estaba un poco descuidado, pero había bastante campo con pasto, establos, una casa amplia pero en general se veía muy abandonado, al tocar la puerta me recibió un señor que al instante me dió unas vibras raras, Benito se llamaba, un viejo que rondaba los 50’s, alto y panzón, con una mirada lujuriosa pero que me tuve que aguantar ya que era mi unica manera de conseguir mi titulo.
-Y dime jovencita, ¿tienes experiencia en granjas?- me decía al mismo tiempo que me miraba de arriba abajo.
-La verdad es que no, pero aprendo muy rápido señor.- dije mientras me retorcía ante su mirada.
-Me imagino, bueno niña yo te voy a enseñar lo que sé para que así me ayudes cariño.
Y así pasaron los días, cada vez me familiarizaba con la granja, sabía donde estaba todo, mihabitación era pequeña pero cómoda, incluso me había encariñado con el perro del señor, un lindo pastor que cada que me veía se ponía contento, así estuve casi mes y medio, pero todo sucedió unas semanas antes de irme.
Estaba en los establos limpiando, con mi ropa de siempre, unos short jenas cortos y una blusa de tirantes, al saber que estaba sola nome importaba lo que usaba ya que Benito se había hido al pueblo más cercano a surtir nuestra despensa, seguía en mi rollo cuando de repente veo que entra el perro del señor, me detengo en mis tareas y me siento para poder jugar un rato con el, lo acaricio detras de las orejas y le hablo bonito, con mis piernas separadas lo pongo en medio y junto nuestras narices pero de la nada me empieza a lamer la cara de forma juguetona, y lo dejo, sus lenguetazos bajan a mi cuello y a mis orejas y empiezo a sentir conquillas pero más bien me empezó a pulsar mis vagina, tanto tiempo sin contacto con nadie pasa factura y este perro lamiendo mi cuello me empezó a prender, mis calzones se mojaban de poquito a poquito, sus lenguetazos regresaron a mi cara pero esa vez saqué la lengua y la junté con la de él, cada vez me ponía más cachonda, sabía que esto era malo pero no me importaba, se sentía bien y punto.
Me quité mi blusa y dejé mis pechos al aire, el claramente no sabía que hacer con ellos por lo que metí mi mano dentro de mis pantis y junté un poco de mis fluidos, los junté en mis pezones y claramente mi olor lo llamó por lo que empezó a lamerme mis pezones ya de por sí duros, el me lamía mientras yo solo me abría y cerraba sintiendo un vacío en mi, no se en que momento decidí pasar al siguiente nivel pero si sabía que yame había quitado el short, quedandome en pantis solamente, el perro siguió el olor y me empezó a lamer desesperado por encima de mis pantis, yo disfrutaba como nunca antes, perome estaba desesperando, quería tener a ese perro dentro mio, me bajé los pantis y me quedaron en los tobillos solamente, yo estaba boca arriba creyendo que así el podría meterse en mi, lo jalé y dió sus primeras embestidas, sin éxito pero logrando embarrarme de sus liquidos en el proceso, por lo que decidí ponerme a cuatro patas.
Me voltié y moví mi cadera, invitandolo a hacer conmigo lo que quisiera, no tardó y se subió, unos cuantos intentos después logró penetrarme de un solo golpe, me dolió horrible por lo rápido que metió su pene en mi, pero eso no duró mucho, con sus fluidos y los mios el perro entraba y salia perfectamente, estuvimos un rato así, el tratando de dejarme preñada y yo teniendo orgasmos al sentime una perra a cuatro patas, había algo en eso que hacía que mis paedes vaginales lo apretaran, en sus ultimas enbestidas pudo meter en mi su nudo, noe ra muy grande pero suficiente paramantenernos pegados, nos quedamos así un buen rato, yo sintiendolo todo dentro y apretando mis paredes vaginales para sentirlo más a fondo, por fin se corrió dentro mío, y salió.
Me quedé en el piso agitada por todo lo que había pasado, me traté de levantar y mis piernas todavía se sentían muy débiles, voltié a donde había dejado mi ropa pero vi una sombra en la entrada del establo, ahí estaba el señor benito parado viendome con una cara que no podía describir, inmeditamente me di cuenta de como estaba vestida y en que situación estaba.
Ammm, no es lo qu epinesa señor…- dije mientra me tapaba mis pechos con mi brazo, pero sabía claramente que nada podía sacarme de esta situación.
Siempre supe que eras un putita- me dijo- pero llegar a este extremo, eso es desesperado, pero no te preocupes, voy a darte lo qu enecesitas- dijo mientras se sacaba el cinturón.
Por favor no…- me temblaba la voz, hacerlo con el perro era una cosa per con el viejo feo esra muy distinto.
El perro te puede coger ¿y yo no?, eso no se me hace justo- dijo haciendo un puchero falso que me pareció repugnante- acuéstate ahora- me dijo con voz dura.
Llorando me acosté en el piso, se puso encima mío, y empezó a tocarme los pezones y mis pechos de una manera muy fuerte que dolió, me abrió las piernas con fuerza, su pene era grande y con venas, me metió los dedos, grandes y gruesos que me hicieron temblar, no sentía placer pero tampoco dolor, la sesión con el perro me había preparado, me metió su pene de una, tenía tanto liquidos adentro que cuando me la metió salieron, sus va y vienes eran continuos y duros, se acerco a mi cara y me dijo «saca tu lengua y ponla dura» a loq ue yo obedecí, precedió a lamerla como si no hubiera un mañana, todo se tranformó y nos estabamos besando con lengua nuestras alibas se mesclaban y yo disfrutaba como sus bellos me rozaban el clítoris, tuve otro orgasmo y grité en su boca mietras agarraba su cadera con mis piernas, el siguió penetrandome si piedad hasta que se corrió dentro de mi.
Terminamos de hacerlo y se levantó guardandose todo, me miró a lo ojos y me dijo que me esperaba en la casa. Yo me quedé sentada procesando todo lo que había pasado mientras que el perro estabaacostado en una esquina todavía lamiéndose.
Gracias por leerme otras vez <3, a pesar de que escribo casi siempre de lo mismo es lo que me gusta, cualquier comentario por aquí muak.
Muy bueno tu relato preciosa me encantó, me puso a mil.
Gracias por tan rico relato
De nada jiji ❤️