visitando a mi primo pedro
cuando de repente, la veo salir de la arboleda con sus dos coletas de cabellos color castaño.
Era un largo y solitario camino apartado, poblado nutridamente de árboles a ambos lados de este, llevaba ya mas de 30 minutos caminando sin encontrar una sola alma, cuando de repente, la veo salir de la arboleda con sus dos coletas de cabellos color castaño, que le caían hasta los hombros, ojos color miel, una remera color celeste que apenas le cubría el ombligo, una desbastada faldita que le llegaba un poquito mas arriba de las rodillas enseñando unos tersos y fuertes muslos, sus pechitos estaban en formación por lo que imaginé tendría unos doce o trece añitos caminaba firmemente hacia mí; al ver esa tierna belleza un pensamiento nada bueno paso por mi cabeza e inmediatamente lo ejecute.
Me detuve abrí mi bragueta y cuando la tuve a unos metros de distancia zasss saco mi pene que ya estaba totalmente tieso, sus ojo parecieron volverse como un plato y abrió la boca como queriendo decir algo, fueron unos 5 ó 10 segundos que quedó mirando mi enhiesta verga y de pronto, que gira hacia su derecha y, sale corriendo como alma que se la lleva el diablo
Mientras me guardaba mi mandarria mire como corría entre los arboles, meneando graciosamente su abultado trasero, desapareció de mi vista y, seguí mi camino
por fin después de caminar como 20 minutos mas, llegue hasta una bonita casa en el campo ahí ya me esperaba en el porche pedro mi primo y compañero de aventuras de mi infancia
Pedro – ¡!!!hola Joaquín que alegría volver a verte!!!!!, creí que te perderías
Joaquín – ¡!!!!hola mi estimado pedro!!!!!, como crees si estaba bien detallada la dirección, lo que no me dijiste era lo de caminar una hora después de los saludos y el primer intercambio de palabras me dijo
Pedro – mira Joaquín mande a mi señora al pueblo grande a hacer unas compras para tu agasajo pensando ir yo a comprar unas chelas, aquí cerca donde te dejo el transporte
pero como salí tarde de la siembra voy hasta ahora, espero que no te moleste esperarme que voy rápido, tardaré como una hora, por mientras te dejo con mis hijos Ricardito, Marisa y julita
Joaquín – o no tengas problemas con eso , es mas así descanso de la caminata que di ya que no estoy acostumbrado
Pedro – Ricardo, Marisa, julia vengan aca.
Los tres chicos llegaron en el acto saliendo de la casa
Pedro – les presento a mi primo y compañero de infancia: Joaquín
quede viendo a los tres chicos y ahí estaba ella con sus lindas coletas su bello y vivaz rostro era Marisa tenía doce años julia 14 y Ricardito 11 los tres me saludaron alegres muy normalmente
pedro los mando a que me mostraran la casa y me acomodaran en mi habitación mientras me hacían compañía
Salió pedro en busca de las cervezas y me dejo con los chicos Marisa sin dar muestras de haberme visto alguna vez le dice a sus hermanos
Marisa – julia Ricardo vayan a buscar leña traigan bastante mientras yo lavo los trastes y preparo todo para cuando venga mama no tenga mucho que hacer
Sin rechistar ni tantito los chicos se fueron y la niña me dice
Marisa – pase adelante le voy a mostrar la cocina mientras lavo los trastes ella salió hacia la cocina delante de mí y yo admirando ahora de una manera mejor su abultado trasero sin, volverme a ver se arrimó al pantry y se dispuso a lavar un plato
Tras cerciorarme que no había nadie mas en la casa, me le acerqué por detrás muy lentamente ya mi amiguito estaba bien tieso, suavemente se lo fui arrimando a sus redonditas nalgas, propiamente en medio de ellas, no dijo nada, selo empecé a frotar cada vez mas fuerte, no dijo nada, flexioné mis rodillas para acomodar mi herramienta en la frontera de sus piernas y sus nalgas, en medio de ellas, para después subir desde ahí, hasta donde desaparece su raya en la parte superior una, dos, tres veces, ala cuarta ella empino su culito para sentir mejor la tranca en su ojetito esto me envalentono y empecé a arremeter con mas libertad su culito, se sentía delicioso la dureza de ese carnoso manjar
Marisa – ayy cada vez que mis hermanos se van a traer leña se demoran mucho, como una hora yo no dije nada y seguí en mi trabajo de restregarle mi estaca en su trasero, tela de por medio
Marisa – y mi papa tiene que ir a la tiendita de la parada que esta como a una hora; la condenada mocosa me estaba diciendo que estábamos solo y teníamos una hora para hacer cositas (al menos esa era la traducción que le daba a lo dicho por ella)
A como pudo se giro para quedar de frente a mi para con voz tierna y nerviosa preguntarme
Marisa – don Joaquín ¿eso que me está poniendo en medio de mis nalguitas es lo mismo que me enseño en el camino?
Joaquín – si es lo mismo mi niña ¿Por qué ?
Marisa – es cuando se lo vi allá senti una cosa rara en medio de mi ombliguito y mi cosita
Joaquín – donde mi tierna, me ¿podrías decir?
Marisa – aquí mire debajito de mi ombligo. Extendí mi mano posándola entre su cosita y su ombliguito por encima de su falda sobándola suavemente; dio un suspiro de satisfacción acaricié suavemente esa zona mientras ella decía
Marisa – don Joaquín ¿le puedo pedir un favor?
J – si mi nenita que favor quieres
M – ay es que me da pena que vaya a pensar de mi
J – no tengas ninguna pena dímelo sin cuidado
M – don Joaquín es que …. Mire …uhhh
J – dime
M – ayy mire me podría enseña esa cosa otra vez … ay que va pensar de mi … mejor no
J – no mi bebita el que pregunta saber quiere y yo te voy a enseñar. Dije esto bajando el zíper del pantalón y fuas salto con furia mi amiguito, los ojos de ella se pusieron como platos, dio un largo iiiijj llevándose la mano a la boca como queriendo taparla
M – ay don Joaquín esa cosa si es grande
J – no me digas que ya vistes una
M – si pero es bien chica es la de mi hermanito Ricardo
J – y como fue eso
M – es que un día mi hermana se fue buscar leña con él yo ya había hecho mis deberes y me fui detrás de ellos, se metieron en medio de un matorral bien tupido en un momento pensé que ella quería orinar pero ¿porque él la siguió ? me dije; y entonces empecé a caminar mas sigilosa para ver lo que hacían,
Mientras ella hablaba yo con una mano tomaba mi tranca y se la restregaba encima de la falda a la altura de su entre pierna y ella no le despegaba la vista; prosiguió
Dentro del matorral había unos cartones en el suelo, la vegetación era espesa y hacia una especie de cueva bastante espaciosa, cuando escondida entre el matorral pude verlos, mi hermana tenía la falda subida el calzón a las rodillas enseñándole su chuchita peluda a Ricardito mientras le ordenaba bájate los pantalones
El se los bajo y ahí fue donde vi su cosita que era chiquita y estaba aguadita pero mi hermana se lo agarro con la mano y empezó a meneársela y le creció un poquito mas y se le estaba poniendo durita
entonces ella se agacho para con la boca empezar a chupársela Ricardo suspiraba se quejaba diciendo ay que rico julita que rico, cuando quito la boca de su pirulí se lo pude ver todito bien duro, parado, brillante pero chiquito julia se puso en cuatro patas diciéndole ¡como perrito! él se puso detrás de ella apuntándole con su cosita entre las nalgas y empezó a moverse de atrás para adelante yo estaba nerviosa y sentía como unas ganas raras de orinarme y creo que ya había orinado el calzón me dio miedo y Sali corriendo
Yo ya había empezado a restregarle mi hombría entre las piernas subiéndole la falda un poquito en cada restregón que le daba cuando llegaba al chochito sentía su humedad en la cabeza de mi estaca
J – pero ahora no tienes miedo eh Marisa
M – un poquito
J – quieres tocarlo
M – ay don Joaquín si tengo ganas de tocarlo, pero eso no debe ser correcto
J – no importa además ni tu ni yo vamos a decirle a nadie ese va a ser un secretito entre los dos, haber agárralo así
M – ¿Cómo?
J – así, uuhhhhm, así, así muévelo así, uhhmmm ay
M – ¿le duele? ¿lo aprieto mucho?
J – no, no sigue así.
Ella me lo apretaba y se lo restregaba fuerte contra su cosita por encima del calzón yo empujaba contra esta como queriendo metérselo con todo y prenda intima
J – y ya no tiene miedo mi nena
M – un poquito… uhhm pero voy a ser valiente y no voy a huir, y para demostrárselo me voy a voltear para que me lo siga poniendo entre mis nalguitas que se siente bien rico
Diciendo esto se volteo se apoyo en el lavabo empinando su preciosa colita para que yo pudiera atacarla le puse mi arma en medio de sus piernitas hasta hacerla chocar contra su prenda intima sintiendo el calor y la humedad de sus entrañas arremetía como si me la estuviera follando, subí su falda hasta su cintura metí mis pulgares entre el elástico del calzón y se los baje hasta sacárselo todos
me arrodille quedando mi boca a la altura de su colita, primero le di un beso al cachetito izquierdo, luego al derecho, haciendo uso otra vez de mis pulgares separé sus dos hermosos globos de carne dejando a mi vista su cafecito y lindo ojete acerque mi cara sacando la lengua se la pase con fruición una y otra vez por su delicioso esfínter…….
M – ay dios mío que es esto, que me está haciendo ayyyyyy que rico, me va a matar del gusto aaauuuhhhhhhmmm ay dios
No paso mucho tiempo en que le explotara un violento orgasmo que la hizo caer de rodillas, no la solté, mas bien la acomode en suelo boca arriba con las piernas bien abiertas y mi boca ahora atacando y saboreando sus gruesecitos labios vaginales para inmediatamente después desenvainar mi lengua y arremeter contra su clítoris ….
M – ayyyy ayyyy dios mi usted me quiere matar ayy siga, siga, no pare ayyyy ayyyyyyy
Otro violento orgasmo le desbarató el cerebro haciendo que se despojara de todas sus prendas de vestir quedándose como dios la trajo al mundo, cual Eva en el edén
sus pezones ya desafiaban las planicies de sus pechos, y me dispuse a comérmelos…
M – ay dios ahí también se siente delicioso
la humedad de su virginal vagina era ya abundante y la viscosidad de esta me indico que ya estaba lista para hacerse mujer, como el tiempo jugaba en nuestra contra decidí hacerlo
puse sus tiernas piernas sobre mis hombros agarre mi estaca y empecé a darle brochazos con la cabeza entre ano y chocho una y otra vez para humedecer la herramienta convertidora de mujeres, se la coloque en la entrada de ese caliente cielo
M – ¿me va a doler?
J – solo un poquito porque esta bien húmeda y eso facilita las cosas
Empuje un poco la cabeza hacia adentro
M – ayy hhhhmm
J – aguanta un poco aguanta
M – si….. ya le dije que no me voy a correr siga aymm
La agarré de la cintura fuertemente jalándola hacia mi y empujando para adelante se la ensarté todita de un solo envión
M – ayyy me duele ayayay
J – ya, ya quietecita eso fue todo
M – ay no se mueva, no se mueva
J – si yo no me estoy moviendo eres tu la que se mueve
Ella instintivamente había comenzado un lento movimiento, la calentura de la mocosa era tal que su cintura se movía como por voluntad propia
M – esa cosa me incomoda rico ahí dentro me puede meter otro poquito mas, es que se siente rico
J – ay niñita golosa si ya la tienes toda adentro
El movimiento de su cintura se fue haciendo mas perceptible en la medida que desaparecía el dolor de su desvirgamiento cuando capté que ya no había dolor empecé los míos propios lentamente para ir entrenando aquella apretadita vagina
M – dele ayyy dele ayy, deme mas wowwww uuhhh ayy
Era sorprendente esta chiquilla como que si ya había practicado el sexo, pues los movimientos de su cintura se acoplaron a los míos rítmicamente dándome mas placer del que esperaba, era un torbellino de lujuria
M – wow wowwww ayyyyyhhhmm ayayay me orino ay me muero ay me desmayo dame dame dame duro Joaquín, desbarátame ayyammm que rico dios, que rico diosito
Acelere mis movimientos sentí que mi glande iba a reventar entonces le enterré en lo mas profundo de sus entrañas mi estaca para acto seguido, escupirle en la entrada de su útero toda mi caliente leche
M – aggghhhhhmmmm ahhhhh ammmma noo noooo noo tengo fuerzaaasssssss ayy
Cuando mi herramienta empezó a perder fuerzas se la saque quede admirado de aquel espectáculo: de su vaginita imberbe chorreaba sus liquidos manchados de sangre y semen
Quedo acostada en el suelo los pocos minutos que le costó recuperarse,
quiso asear los trastos y la casa pero todavía temblaba por el descomunal polvo que habíamos echado, se sentó en el comedor con una cara de felicidad que no cabía en toda la casa la bese en la boca le chupe los pezones mi amiguito me estaba pidiendo batalla nuevamente y solo pensaba en lo que iba a sentir al clavársela entre esas deliciosas nalgas y estaba ya maniobrando para eso cuando los perros de la casa ladraban alegremente
M – es mi madre y no hecho nada ahora si estoy en problemas
J – dile la verdad
M – ¿Cuál verdad?
J – que tu padre te encargo de que me enseñaras toda la casa
M – cierto y eso no es mentira
Continuará
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