Mi hija y el grupo de chat 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Hokusai.
Desperté al día siguiente aun perturbado por lo que había visto en aquel celular, eran las 6:30 AM y rápidamente me levante de mi cama y me dirigí a la regadera, con el agua cayendo sobre mi rostro pensaba en cómo debería tratar de ahora en adelante a mi hija sabiendo ya que no era una inocente flor para nada, nuevamente las imágenes del video inundaron mi cabeza haciendo que involuntariamente mi pene se pusiera duro, trate de resistir la tentación de hacerme una bestial paja pensando en su cuerpecito desnudo pero mis bajos instintos eran más fuertes que yo, con una mano rápidamente me masturbe pensando en mi hija, el agua de la ducha servía como lubricante y poco a poco comencé a sentirme mejor de cómo estaba al despertar, ya estaba por terminar cuando de repente una voz interrumpió mi tarea manual.
Era la voz de mi dulce niña, preguntándome si había visto una pequeña libreta en la sala, rápidamente le conteste que no sabía nada del asunto entonces oí como se daba la vuelta y salía de mi habitación a toda velocidad, suspire aliviado y di por terminado mi ducha matinal.
Ya vestido con mi habitual traje, camisa y corbata baje al comedor y nuevamente me topé con mi hija, había preparado el desayuno y se encontraba sentada en la mesa comiendo unos huevos revueltos y un pan, me senté frente a ella y la contemple unos minutos en silencio, esta era la primera vez que veía a mi hija con detalle después de mucho tiempo, rápidamente me di cuenta al verla que irradiaba un aura de madurez sexual mucho mayor de lo que esperaba, sus labios rosas jugueteaban sensualmente con la cuchara de metal, su lengua húmeda salía de su boca y se relamía los alrededores buscando las pequeñas migajas de pan que se quedaban pegadas con cada mordida que ella daba, sus ojos castaños miraban atentamente la comida sobre la mesa y de vez en cuando también me observaban a mí, su mirada era tan profunda, madura y sensual que al verlos de frente me hipnotizaban y me dejaban completamente paralizado.
Una vez terminado su desayuno se levantó de la mesa, tomo su plato y se dirigió al lavavajilla, fue ahí cuando aproveche para recorrer con mi mirada su cuerpo pre-adolescente, llevaba puesto su uniforme escolar, una falda ploma que se elevaba diez centímetros encima de su rodilla, una blusa blanca de manga larga y un sencillo chaleco azul que la cubría del frio, mi atención se fijó en sus firmes y suaves muslos, mis ojos subieron poco a poco y se encontraron con su bien formado trasero y delgada cintura, sin duda alguna mi hija de la cintura para abajo era la completa imagen de la perfección, mi pene nuevamente comenzó a despertar y una sed de lujuria recorrió mi cuerpo en su totalidad, quería atacar a mi hija por la espalda y cogerla brutalmente como lo hizo el tipo del video, mi respiración se aceleró y mi frente se llenó de sudor, con mis manos y mi fuerza sería fácil someter a mi hija para después ponerla encima de la mesa boca abajo subir su falda, bajar su calzoncito para luego rápidamente bajarme la bragueta y liberar mi miembro endurecido, de seguro ella gritaría y se resistiría pero entonces yo le contaría sobre el video y sobre su libreta entonces no tendría más opción que dejarse hacer lo que sea, después de todo si ella podía hacerlo con relativa normalidad con cualquier hijo de puta degenerado por que no conmigo que era su padre con más razón.
Una vez resignada me tomaría mi tiempo y la desnudaría lentamente tocando lascivamente cada centímetro de su cuerpo, al ser joven y con vasta experiencia de seguro su entrepierna no necesitaría mucha lubricación así que violentamente metería mi verga en su vagina y me deleitaría con la sensación de su estrecho interior, nunca lo hice con una niña me pregunto como de apretado en verdad estaría su cavidad, incluso tenía cierta duda si en verdad su vagina podía albergar mi enorme pene, tal vez podía incluso causarle algún daño interno con la primera penetrada, seria incomodo después ir al ginecólogo y decirle al doctor que el útero de mi hija se había desgarrado debido a que la viole con brutalidad, si sería realmente incómodo.
Pero bueno ese problema lo dejaría para después mientras tanto solo me enfocaría en seguir penetrando a mi hija por detrás contemplando su delgada espalda encima de la mesa y escuchando con placer todos sus gemidos y sollozos de puta, de seguro la mesa también haría ruido debido a los tremendos sacudones que producirían nuestros cuerpos chocándose con violencia, de seguro que mi hija lo disfrutaría tanto como yo de eso puedo estar seguro, luego de unos minutos no me contendría y llenaría totalmente su cuerpo con el blanco semen que en el pasado le había dado vida a ella dentro el útero de su madre, no me importaría dejarla embarazada, quizá así dejaría de trabajar para el tal “DANDY” y se convertiría felizmente en mi mujer, si de seguro todo aquello pasaría si tan solo tuviera el valor de atacarla ahora mismo por la espalda y volver realidad toda esta delirante fantasía.
Las palabras de mi hija me despiertan de mi trance, ella agarra su mochila y se despide alegremente de mí, yo me quedo con una expresión idiota y la veo salir de la casa a paso acelerado, el contoneo de su cadera hace que su falda se mueva provocativamente de un lado para otro mientras su larga cabellera negra se desliza entre sus hombros y cubren parcialmente su ligero busto.
Aun sentado en la mesa veo mi entrepierna y se encuentra totalmente manchada, la fantasía en mi cabeza había sido lo bastante erótica como para hacerme venir dentro de mis pantalones igual que la noche anterior, no podía ir al trabajo así, nuevamente subí a mi habitación y me cambie de calzoncillos y pantalón, en qué carajo estaba pensando, violar a mi hija claro, como si eso fuera totalmente aceptable.
Nuevamente revise la libreta en busca de alguna dirección o número telefónico pero no encontré nada de nada, solo sugerencias montos y alguno que otro nombre de seguro falso, quizá era hora de tomarme un pequeño descanso del trabajo y ponerme a investigar a fondo todo este asunto, el ir a la policía no estaba en mis planes, al menos no por ahora, quien sabe si incluso alguno de esos oficiales estaba implicado en este asunto también.
Pedí unas vacaciones de mi trabajo y me dispuse a seguir a mi hija a todas partes desde mi auto, el cual estacionaba lejos de su vista, la primera semana todo ocurrió tal como ella me dijo aquella vez que la cuestione, salía de clases y se iba a casa de sus amigas y se recogía casi entrando la noche, la segunda semana también transcurría igual, ya me decía a mí mismo que era un estúpido por andar haciendo este tipo de cosas, cuando de repente un día su singular rutina cambio, vi a mi hija despedirse de sus amiguitas en la puerta del colegio para luego quedarse ahí sola por varios minutos esperando a alguien, cuando de repente su celular timbro, ella contesto y rápidamente se dirigió hacia un auto plomo que se aproximaba, la vi entrar en aquel coche más feliz que nunca y darle un beso apasionado al tipo que lo conducía, el cual rápidamente reconocí, era el padre de una de sus compañeras de clases, lo había visto varias veces en las reuniones del colegio ya que era el único que llevaba una frondosa barba, será que aquel hombre era el tal “DANDY”.
CONTINUARA.
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