Streep Domino
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Ángeles.
Me encantan los juegos de mesa y últimamente los utilizo a través de Internet. Normalmente siempre juego con la misma persona, un amigo mexicano al que adoro y desde hace más de un año es mi compañero de juegos y fantasías.
Pero hace poco conocí a un estupendo chico español muy simpático con el que también había jugado al dominó un par de veces. Una tarde estaba sola cuando se conectó.
C—Hola, buenas tardes ¿Qué haces?
Sherezade— ¡Aburrirme! Acabo de terminar un relato y ahora no tengo ganas de hacer nada.
C— ¿Te apetece jugar al dominó?
Sherezade— Vale
C— Sí, pero vamos a añadirle algún aliciente, que así es aburrido.
Sherzade— ¿Cómo que?
C—Si te parece juguemos al strip dominó
Sherezade— ja ja ja ja yo había oído del strip poker, ¿pero del dominó?
C— Lo acabo de inventar, jugamos al dominó pero quien pierda se quita una prenda de ropa.
Sherzade— Sabes que yo no tengo webcam.
C— Sí, lo sé, pero yo si tengo y te permito que me expliques con detalles lo que haces.
Sherezade— Si es así estoy de acuerdo.
C— ¿Qué llevas puesto?
Sherezade— Ufffff hace mucho calor, no llevo mucha ropa, un pantalón corto, camiseta, sujetador, braguitas, ahhh y unas sandalias que también cuentan y una cinta en el pelo.
C— De acuerdo
Conectó la cámara y observé que no llevaba puesta más ropa que yo, una camiseta roja y un pantalón corto negro. Comenzamos el juego, me habían tocado unas fichas terribles, menos mal que jugábamos en la red, porque si no, hubiese pensado que me hacía trampas. Y como es normal perdí.
C—Bueno empieza ¿Qué prenda te vas a quitar?
Sherzade— La cinta del pelo
C— Eso no vale no es una prenda.
Sherezade— ¡Y tanto que lo es! La llevo puesta.
C— Eres muy mala, luego no te extrañes si yo me quito los calcetines.
Sherezade— Estoy totalmente de acuerdo.
Sherezade— Bueno, empiezo… Subo mis manos lentamente, al hacerlo mis pechos se levantan y mis pezones se marcan en la camiseta. Meto mis dedos entre mi cabello y la cinta y los deslizo hasta que esta queda en mis manos.
C—Ufff muy bien, pero esta me la pagas.
Continuamos el juego y esta vez mis fichas no eran tan malas, hasta el último momento fui ganando, pero el cerró cuando yo tenía un montón de fichas y se llevó todos los puntos ganando nuevamente.
Sherezade— Eso no vale. Creo que me haces trampas.
C— No sé como podría hacerlas. Pero tú perdiste así que PAGA.
Sherezade— Vale. Me quitaré las sandalias.
Veía su cara de fastidio, pero a mi me divertía.
Sherezade— Empiezo… Me pongo frente al ordenador y coloco uno de mis pies sobre el sillón, bajo despacio mis manos acariciando la pierna (es una lástima que no puedas verlo, porque es muy suavecita)
C—Malvada.
Sherzade— Saco mi sandalias y repito con el otro pie, Ufff esto si que te gustaría verlo, en esta postura por la pierna del pantalón se ven mis braguitas, (que por cierto son blancas) la desabrocho también y la quito. Ya estoy descalza jajaja te parece sexy.
C—Eres el demonio, pero ya me las pagarás.
Comenzamos una nueva partida y esta sí que la gané. ¡¡¡Que paliza, no hizo ni un punto!!! Mis ojos ya no se apartaban de la cámara empezaba a estar excitada y esperaba que me deleitase con un striptease total, pero vi que el también ponía su pie en la silla y se quitaba el calzado.
Sherezade— Eso no vale te gané por KO por lo menos te has de sacar dos piezas.
C—No estoy de acuerdo, quedamos en una pieza cada vez y tanto dan los puntos, pero para que veas que soy mejor que tú me quitaré también los calcetines.
Continuamos el juego y volví a perder, le dije que me quitaría la camiseta y sus ojillos se alegraron.
Sherezade— Bueno… te explico, cojo los bajos de mi camiseta mi mano derecha en el lado izquierdo, la izquierda al lado derecho y así cruzados los brazos, comienzo a subirla desde abajo. Ahora tengo los brazos sobre la cabeza y mi camiseta la tapa por completo, ummmmm en esta postura imagino lo que me podrías hacer en los pechos y me humedezco al pensarlo.
Su pícara sonrisa no se le iba de la boca, y haciéndome un gesto como para que mirase, bajó la cámara y la dirigió a su pantalón. Uffffff su excitación era notable, la tela se abombaba dando la impresión de tener una tienda de campaña. Ummmm empecé a tener prisa para acabar una nueva partida.
Sherezade— Estamos perdiendo mucho tiempo…¡¡¡ Va juguemos!!!
C— ¿No te gusta?
Sherezade— Claro que me gusta, pero seguro que me gustará más lo de dentro…¡¡¡Venga, date prisa!!!
Comenzamos una nueva partida, mi boca se había quedado seca de la excitación y tuve que ir a buscar agua. Quizás me descentre al levantarme y perdí de nuevo.
Sherezade— Bueno ahora sin muchas historias me quito el pantalón. Introduzco mis manos en la cintura y lo acompaño hasta los tobillos, allí levanto mis pies y lo saco.
C— Que prisas te han entrado.
Sherezade—Ahora estoy en sujetador y bragas, son blancos de encaje y la braguita está toda mojada.
C— Ummmmmm como me gustaría ver eso, y secarte con la lengua…¡¡¡ bájate la braguita!!!
Sherezade— De eso nada, juega y veremos quien pierde
Se iluminó la pantalla y salieron las nuevas piezas… Me salieron unas buenas jugadas y desde el principio supe que muy mal me tendría que ir para perder esta partida. Y efectivamente gané.
Mis ojos estaban como platos clavados en la pantalla esperando que se quitase la camiseta. Quería ver como tenía el pecho, me había contado que iba depilado pero no lo había visto. De pronto veo que se pone de pié y sus manos se introducen en la cinturilla del pantalón, se mueve rítmicamente al sonido de una música que adivino, pero que no oigo, y haciendo un gesto sexy empieza a bajarlos lentamente. Mi vista no se apartaba de él. Aguantaba la respiración como si al respirar se rompiese el encanto, y entonces su pene se abrió paso entre la ropa para salir majestuoso, tieso como el palo de una bandera.
Y aquí fue donde cambiamos de juego. Nos olvidamos de las fichas del dominó porque no éramos capaces de verlas. Mis ojos no podían apartarse de semejante aparato y mi vientre empezó a agitarse como si miles de serpientes se retorcieran en su interior, subiendo y bajando con movimientos pausados desde mi vagina, me molestaba la ropa. De la misma excitación comencé a sudar copiosamente y decidí quitármela. Mis pechos se endurecieron y desnuda como estaba delante del ordenador comencé a acariciarme mientras veía a mí compañero de juegos extasiado mientras se hacía una rica paja.
Mis dedos jugaban entre los pliegues de los labios inferiores buscando el punto de mi máximo placer, empapados en la viscosa humedad de mis jugos se movían frenéticamente entrando y saliendo de la vagina, produciendo olas de placer que se extendían por mis piernas, columna y vientre. Toda yo era un temblor continuo. Mis piernas se estiraban hasta lo indecible, y mis rodillas estaban a punto de descoyuntarse, y se me escapó un grito ahogado cuando sentí la conocida explosión del orgasmo.
Ummmmmm me fui relajando mientras miraba a mi compañero de juegos que tras los delirantes movimientos dejaba escapar el néctar de su pasión. Nos quedamos muy quietos, yo mirándolo a él, observando su rostro de macho satisfecho y él con la vista perdida en lo más profundo de sus pensamientos.
Sherezade—-Holaaa… ¿ya vuelves a estar en la Tierra? ¿Cómo quedaste?
C— Aguarda un momento que todavía estoy en el Limbo, ya mismo estoy contigo
Sherezade— creo que deberíamos patentar este juego.
C— Ni se te ocurra, nos pedirían demostraciones a diario y no sé si yo aguantaría muchos como este
Sherezade— jajaja si que los aguantarías, sólo necesitas una buena “mano”
Al final creo que ganamos los dos, fue un empate técnico, por lo tanto volveremos a repetir el juego otro día.
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