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Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Solo he tenido una relación con una mujer, empezó relativamente pronto pues yo tenía 19 años ella 17, con ella fue la única con la que he hecho el amor con una mujer, nunca conseguí tener mas de dos orgasmos, además de ser una sensación rápida, apenas placentera, que se concentraba sobretodo en mi escroto y ano al cerrar y abrir esfinteres.
Tras mas de seis años de relación lo dejamos, creí que volvería pero no fue así pronto salió con otro e imagino, que "comparó" y salí perdiendo, esta es mi historía condensada sobre mi relación con una mujer, ya en esa última época empecé mis fantasías, al principio, como algo curioso y a la vez placentero en la masturbación pensando en hombres en relaciones homosexuales, tras esa primera época, tras mas de cinco años, de separación y sin intentar buscar ni otra pareja ni proponermelo, lo que si me propusieron fue un trabajo en otra ciudad, pensé era el momento de cambiar de aires de realmente independizarme de mi familia vivir solo realmente en otra ciudad.
Mis comienzos fueron alquilar un piso centrarme en el trabajo, nada más, mi vida era solitaria, mi única novedad en esos años, fue que compré un apartamento, en mi apartamento ya si empezó el "cambio" los descubrimientos, el dar cada vez un paso mas, pero prosigo, mis fantasías, fueron intensificandose y cambiando, cambiando vestuario, es decir empecé a soñar en vestir de mujer, sobretodo la lencería, hasta que una tarde tras salir del trabajo tuve el valor, entré en una tienda y salí de ella, con una compra de braguitas, medias y corsés, nada más, aquella tarde noche en mi apartamento fue fascinante, un descubrimiento, nada mas sentir la suavidad la diferencia el tacto en la piel al colocarme ropa femenina mi cuerpo incapaz de contenerme, temblaba como jamas habia temblado, pronto el verme asi no me pareció ridiculo, incluso al masturbarme buscaba retener lo mas posible el orgasmo para disfrutar todo lo posible y mas el momento.
Apenas dos semanas después di el siguiente pasó, me compré mi primer vestido, era negro, de licra se ajustaba al cuerpo, cortisimo, que hacia al inclinarme, verse mis ligueros parte de mis nalgas y eso me excitaba, así de forma natural, pronto, me vi, con mi armario, bien ordenado a un lado mi ropa de hombre a otro mis vestidos, mi lencería mis zapatos, una tarde ya bastante tiempo tras esto, compré por internet un pequeño vibrador, jamas mi ano habia sido, "profanado", de 12 cms, aún así, cuando me transformaba en un hombre en la calle en el trabajo no miraba a otro hombre ni me atraía hacerlo, o mejor dicho no tenía curiosidad, aún.
Recibí el kit, que incluia el pequeño vibrador unas bolas chinas y una pequeña fusta, aunque mi intención era solo el vibrador y no lo probé en el momento, recuerdo haberlo guardado todo sin abrir, esperando al día que estuviera libre, al fin de semana, sin imaginar lo que iba a ocurrír o lo hubiera probado en esos momentos realmente.
Recuerdo perfectamente esa tarde, busqué por internet una pelicula porno, aunque creí que era de una tematica y resultó ser de otra, primero me duché tranquilamente, por primera vez me lavé interiormente, a conciencia, aunque, a partir de ahi empecé realmente como limpìarme, me vestí de mujer, que para mi en esos momentos creia sería el plato fuerte, me senté junto al kit, y pusé el ordenador, me encontré si con una pelicula gay, pero era de dominación nunca habia visto de ese tipo solo las digamos normales, pero al ver como un chico era dominado por un "viejo", sobretodo azotado sus nalgas y siendo "usado" a su antojo, no era sadomasiquismo, solo eso dominación, me excitó, pero de sobremanera, empecé a acariciarme, tal como lo habia hecho la CD en la pelicula, como si mi ano fuera un coño, me olvidé por completo de mi pene, mi excitación crecía lentamente pero feroz, nada que ver con "tocarme" mi pijo, mis dedos empezaron a querer entrar en mi ano, lo hice dando grititos, de placer, cuando sentí la necesidad, de azotar mis nalgas, quería probar, lo hice, cada vez mas fuerte y cada vez queriendome pegar mas fuerte aunque me resultaba dificil e incomodo todo pero a la vez a cada azote me subía la excitación mil por cien, para finalmente introducirme el vibrador, dios, habia llegado tras aquel tiempo de "precalentamiento" lento largo a un estado, que al tener dentro el vibrador jadeaba gritaba, a la vez que deseaba que todo aquello no parara, mi pijo me pedía que lo tocara mi mente, que no o todo acabaría, conseguí, imponer el criterio de mi mente, dios fue una tardee noche deliciosa, indescriptible, además de ser el coger un camino sin vuelta atrás, me sería ya imposible renunciar a aquello tras descubrirlo.
Cambíé, tras aquel fin de semana, cada vez más, me fijaba en los hombres cada vez mas me sentía una "hembra", mi meta era estar en casa sola, vestida de mujer, a partir de ahi todo me daba placer mismo hacer la colada o la comida o limpiar, vestida de mujer, imaginandome ser una hembra, que hacía mis labores domesticas y que despues vendría el macho (mi kit), para follarme.
¿Porque no busqué a otro hombre pronto?, por miedo, por creer que no sería comprendida, lo que hacia me encerrara en mi mundo, no creo hubiera dado el paso si no me hubiera ocurrido lo que me ocurrió.
SEGUNDA PARTE.
–
Aquella mañana, era sábado no imaginé que mi vida iba a cambiar, salí de casa, en ropa de chandal, con una salvedad, bajo el pantalón, llevaba unas bragas blancas, caminé saliendo del barrió hasta que decidí desayunar, entré en le bar de la estación de autobuses, no frecuentaba en absoluto ese lugar, además de no imaginar que era uno de los lugares en el cual, se buscaba "rollo" gay, fui primero al servicio, de la estación y allí lo ví por primera vez, un hombre maduro (53 años), estaba meando o haciendo como el que meaba, yo lo hice me miró, de una forma directa que incluso me hizo bajar la mirada, él es velludo alto, algo gordo, tiene barriga pero no de forma exagerada, velludo, pelo entre cano y negro, terminé, me vi que sin tapujos me seguía, hasta que en medio de la estación llegó a mi altura y me dijo.
– Hola, tienes un cigarrilo
– No fumo lo siento,
– Donde vas
– Al bar a desayunar – dije aun inocente –
– Yo tambien nos podemos sentar juntos, me llamo Jesus
Asi yo aturdido él hablador me vi sentandome con él en el bar, pero a la vez, por primera vez, mi cerebro empezó a montarse una pelicula, una fantasía para usarla despues en mi masturbaciones, pues no pensaba llegar a nada más, eso hicimos desayunar juntos y él, hablarme yo soy mas bien introvertido le contestaba a sus preguntas, cada vez mas asiduas, a la vez, en mi mente me veia debia contestarle y ser "obediente", para despues recordarlo bien todo en mi apartamento a solas masturbandome, pero a su vez, eso me hacía, excitarme, aquella pelicula que me estaba montando, cada vez me gustaba más, pensaba que le obedecía, que me dominaba, aunque exteriormente mantenía el tipo claro, ante i sorpresa pagó los dos desayunos, salimos y él seguia al lado mia conversando, alejandonos de la estación, ya sabía que era viudo, que vivia solo, en que trabajaba, hasta que sin esperarlo cambió la conversación como dando por hecho, ciertas cosas, aunque sin lanzarse aún me dijo
– Hoy aquí no hay ambiente, yo venia buscando pero lo que he visto no me va cuatro "viejas",
esperó mi contestación, a su afirmación, yo por un lado, mi cerebro me decía cortara por lo sano, por otro lado, yo mismo me habia excitado, estaba "caliente" pero sin llegar a imaginar ni ir con él, pero a la vez deseaba seguir escuchandolo y pensar que le obedecía, mi unica contestación solo fue
– No se, yo nunca he venido por aquí
Es decir le acababa de dar pie sin darme cuenta a que era gay, como si buscara por otros lugares, nos alejabamos andando de la estación y pasabamos por un parque, cuando, él me dijo para entrar y sentarnos allí, lo hice, él en todo momento seguia con su chachara, hasta que nos sentamos en un banco, alejado de oidos indiscretos, para él de nuevo cambiar ser directo.
¿que te va a ti?, me preguntó a bocajarro
Al ver que quedé callado dudando, él prosiguió
– A mi me encanta los pasivos, solo pasivos, sumisos, me gusta ser dominante, en la cama – yo escuchaba sin dar credito al ver a un hombre hablar asi tan abiertamente, pero a la vez, mi excitación interior iba en aumento -.
Seguia sin reaccionar, pero a su vez él, no dejaba que hubiera silencio, ya una vez lanzado descubierta sus cartas, aun profundizó más.
– a mi nunca me ha ido eso de versatiles sabes, me va el que al estar a solas el MACHO es MACHO y la HEMBRA HEMBRA
Yo sin él imaginarlo me derretía, interiormente, pero a la vez, empecé a temer a tener miedo, a desear estar en casa y masturbarme montar mis fantasias siendo él, el centro sin saberlo pero con la seguridad de estar solo, no supe que decir como reaccionar, frente estaba la caseta de los servicios, le dije que iba a orinar, me levanté entré, estaba tembloroso, ahora a solas esos instantes, imaginandome mas que nada la masturbacion a solas, como decirle que me iba, cuando escuché que entraba alguien era él habia dos urinarios, yo estaba ya en uno, él se puso en el otro mirandome cuando una de sus manos se puso en mi culo, así sin decir nada, lo acarició, mi cerebro me decía que le dijera que parara, pero mi voz no afloraba, su mano tras ese instante se metió entre el pantalón del chandal y mi cuerpo, al instante temble pensando que iba a descubrir las braguitas, así fue no dijo nada solo las tocaba, al igual que mis nalgas, mi cuerpo casi no se mantenía en mi, empecé a temblar, incapaz de contenerme, a respirar con dificultad, todo fueron segundos pues él rapidamente tras acariciar y cercionarse de que llevaba bragas, dejó de hacerlo y salió justo cuando se escuchaba que llegaba otro hombre, yo aun quedé allí sin mear intentando rehacerme de aquellos impresionantes segundos, quizas se habria marchado pensé.
Salí alli estaba junto al banco pero de pie, me miraba, llegué a su altura, ofuscado sin saber que hacer que decir, cuando él me dijo, un simple vamos, señalando que lo siguiera y yo obedecí, salimos del parque, ya no hablaba tan fluido, iba callado hasta que me dijo andando sin rumbo los dos.
– Asi que eres toda una hembrita, justo lo que me gusta a mi, me gusta las braguitas, como me has puesto la verga,
Por primera vez escuché a un hombre decirme esas cosas, mis piernas temblaban cuando él continuo y casi me caigo de gusto, al decirme
– Joder no se donde te podria llevar, pues ahora en mi casa no puede ser hasta mañana, pero que buenos azotes te daba en ese culo que tienes joder que pedazo de culo tienes, seguro que en braguitas tienes que estar, joder como me pones mi verga.
Cuando escuche aquello de azotar mi culo, terminé de derretirme, mis piernas no se como me mantenían de pie, de lo que me temblaban y el cuerpo, escuchar aquello de sus labios hacia mi, a aquel hombre tan alto tan grande, ni aunque me lo hubeira propuesto hubiera pasado tan perfecto, por primera vez, si hablé, aunque parecia que yo no decía aquello, apenas me salieron las palabras con fuerza pero las escuchó
– Yo vivo cerca
– Vamos a tu casa – sonó mas una orden que un deseo obedecí me vi caminando con él hacia mi apartamento -.
Llegamos a mi apartamento me parecía que todo el bloque sabía que iba a hacer, abri la puerta, entramos, entramos, nada mas estar en el vestibulo, me dijo a ver, me dejé hacer, en instantes me quitó, el chandal enteró y la camiseta los zapatos me dejó en bragas, yo calladito, temblando quieto sin oponerme lo mas minimo a la vez que él me dijo
– Asi me gusta que seas obediente date la vuelta
Lo hice en el mismo vestibulo junto a la tirada ropa solo con la braga quedando de espaldas a él,
– Fiiiiiuuuu menudo culo, vaya dos nalgas, joder parecen las de una tia, mas que las de un tio, – Sentí su mano grande apretar cada vez mas fuerte una de las nalgas,- joder potentes menuda yegua estas hecha cabrona, como me pones la verga.
PLAM, PLAM, sentí dos azotes escuché mi propio mas gemido de aayyy mas de placer que dolor, aunque fue un azote firme, escuchaba salir de su boca una respiracion fuerte, sonora, a la vez su voz como si hablara consigo mismo
– Joder, menudas nalgas, que caderas tienes puta, – PLAM PLAM – ahora si me pegó fuerte, sentí dolor di dos gritos aaayyy aaayyy, pero al instante, sentí un inmenso placer mucho mas fuerte que antes con los dos anteriores azotes,.
ya perdí la noción de todo, como nunca antes, sentí que me entregaba, que no podia mas que no enía voluntad, él pareció intuirlo, así de espaldas sentí su mano en mi cabello lo apretó me guió cogida así, hasta el pequeño salón, yo simplemente ya solo me dejaba hacer, sometida, a la vez que él, no volvió a usar un adjetivo masculino para mi.
– Ven aqui puta, asi bien colocada zorra, si llevo toda la mañana queriendo follarte, pero no imaginaba que eras una pedazo de hembra, tan rica estas nalgas.
PLAM PLAM, comenzo a azotarme abiertamente, ni él paraba ni yo le decía que lo hiciera, metida en un trance, no tenía prisas, se tomó todo su tiempo, lentamente, hasta que quedé dolorida, roja mis nalgas mis muslos en la parte superior, callada, me soltó colocandome de rodillas, sin dejarme levantar, se desnudó ante mi, vaya verga, ahora estaba caida pero grande aun asi la mia parecia de juguete comparada, unos testiculos enormes, velludos que me hizo lamerlos sin imaginar que jamas habia comido una polla, por primera vez oli su caracteristico olor a MACHO, me encendió aun mas si era posible, hasta que me metió su glande, nada mas recibirlo pensé lo suave que era, delicioso al sentirlo en mis labios, aquella suavidad, su verga creció rapidamente, en mi boca sentía su mano agarrandome del cogote y me excitaba sentirme atrapada así, movio su pelvis metiendome y sacandome su verga de mi boca, a veces me ahogaba, paraba, volvia yo a coger el ritmo, cada vez mas gemía me gusto escucharlo hasta que sentí el primer chorro de su calente y abundante leche en mi boca, amarga fuerte pero a la vez deseé beberla lo hice mientras él ahora se mvia su polla y me la sacaba, a la vez que se iba coriendo en mi cara, sin dejar de decir
– Toma puta, asi bien regada de leche guarra, toma aaaaaaahhhhh que gusto, toma perra.
Quedé de rodillas llena de leche toda la cara pegajosa, pringosa goteante ante tal cantidad, mientras él de pie se iba recuperando tras sus gritos de placer, hasta que me dijo
– Levanta vamos al baño quiero te laves bien, quiero "montarte", – esa fue la palabra que uso,
Le dije que si queria buscara unas bragas limpias, me dijo que si pasamos por mi dormitorio, él me siguió y esto si lo hice a drede esperando que él viera todo mi vestuario, abrí bien el ropero para que viera todo y abrí el cajón de las braguitas mi "trampa" dio resultado
– Tienes de todo eh, menuda hembra, – empezó a mirar y tocar los vestidos colgados, le enseñé los corsé – ponte esto esto y esto
Salió tal como deseaba, me lleve al baño, un vestido negro y lencería a juego, me duché él tambien lo hizo me vestí, empezó a tratarme como una hembra desde el principio, yo poco a poco, empecé a comportarme como me comportaba a solas, de nuevo, se lo tomó con calma ya nho quería follarme, tan rapidamente, me llevó a la cocina, me hizo servirle, un refresco pues no tengo cerveza ya si para él, tenia el par de platos sucios en el fregadero me hizo lavarlos ante él ala vez que empezó a hablarme.
– Siempre me a ido los travestis aunque nunca he estado con una, me va lo tuyo me la pone duro mi cipote, joder eres toda una hembra como te queda el vestido, ¿tienes novio?
– No, claro que no
– Por que dices claro que no, pues vaya una hembra, es raro que no tengas otro macho, o te va hoy con uno y mañana otro
– No no me va eso
– Pues desde hoy vas a ser mi novia
Yo alucinaba,
– Eh que te parece, vamos a probar a ver como nos va, eh vas a ser mi novia, ya tienes novio, un buen macho que te ponga bien a gusto, entendido
– Si
– Si que que eres mi novia no
– Si
– Te gusta te hable asi a mi me pone hablar asi
Se acercó yo terminaba, de limpiar el plato, metió la mano bajo el vestido, hasta tocar mi ano y la braga
– Mmmmmm buen chochito, este coñito va a ser solo para mi, entendido
– Si – le dije excitandome -.
– Eso me gusta, no me gustaria enterarme que se lo folla otro este coñito
Me calentó de tal manera que me llevó rapidamente a mi dormitorio, ante mi sorpresa, me quitó el vestido, dios me "comio" mi ano, su chochito, que me derretia de gusto, jadeaba, me introujo sus dedos me lubricó y me desvirgó colocandose encima levantandome las piernas y etiendome le costó penetrarme, pero menos de lo que yo pensaba y apenas doloroso, hasta que me metió toda su verga, me mareé de gusto, grité sin parar, me corría, muchisimo mas fuerte y largo que con mi vibrador, a partir de ahí ya solo fui un juguete en sus manos.
Me puso a 4 patas, follandome asi un buen rato, haciendome gritar sin parar al ver que si me azotaba y me follaba rapido y sin sacarme mas de media polla me hacia gritar y correrme como una perra analmente, a la vez él jadeaba cada vez que mis esfinteres se contraian de gusto, me decia que era su puta su perra su yegua, volvia a sacarme su verga sin correrse y a colocarme de otra postura encima de él de espaldas a él cara a él, hasta que se corrió en mi chocho, entre gritos.
Se marchó, su casa estaba en obras, me dijo que nos veriamos al dia siguiente domingo, pero en la tarde noche me volvio a llamar queria volver a mi casa volver a follarme una vez se habian ido los albañiles, vino, le hice la cena cenamos los dos yo ya siempre en ropa de mujer, siendo tratada como una nena, por él, me follo dormimos juntos, se marchó temprano, cuanto mas lo he ido conociendo mas me he ido entregando a él, ahora soy eso su novia su nena, sabiendo cual es mi rol, la de una hembra obediente, entregada a su macho, me siento a solas con él asi, me comporto asi, por su parte, él me trata como su novia como su nena, vivo feliz satisfecha y entregada sintiendome sobretodo bien conmigo mismo, siguiendo eso si, mi vida como hombre fuera de mi apartamento, salimos y es dificil imaginar que en realidad estamos juntos y somos pareja.
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