ADIESTRANDO A MI ESPOSA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Estuvo, avergonzada, durante varios días, tras confesarme en esos momentos, que le gustaba el dolor, sentía placer con ello, era Masoquista, pero reprimida, estuve unos días, como en estado de shock, pero mas por sentirme, que no complacía a mi esposa, en la cama, sin embargo, ella creía que yo estaba sopesando separarme, de ella, se fue distanciando de mi, creyendo que era lo que yo deseaba, hace veinte años, de ese mundo al menos yo, no sabia nada, me dedique a alquilar videos, del tema, eran difíciles de conseguir, que fueran autenticos, no una película, de simulacros que abundaban, por otro lado, lectura, sobre el tema.
tras dos, semanas, muy difíciles, entre ella y yo, volvimos a hacer el amor, y a recomponer poco a poco lo que de golpe se había roto, pero, yo ahora si sabia, que apenas ella disfrutaba con aquello, si conseguia a veces el orgasmo como siempre la había conocido, solo que ahora ya ella no se excusaba diciendo que era de esa forma y yo sabia que ella quería otras cosas.
transcurrió al menos dos meses o algo mas hasta que sin saberlo ella comencé a sentirme preparado, al menos, para empezar experimentar, e ir aprendiendo.
Vivimos en un dúplex unifamiliar, aparte tenemos un trastero en otra parte, allí fui almacenando, mis primeros juguetes para ella, sin ella imaginar nada, para ella todo había vuelto a la normalidad, entre los dos, era como una pesadilla, que había despertado y yo me había hecho, creía ella, como que no me había dado por enterado.
Realmente, aunque lo leais y parezca sencillo, no lo es esa primera vez al menos para mi, no sabia como finalmente reaccionaria, si había leído sobretodo el ultimo mes, sicología, sicología sexual, del comportamiento, de un masoquista, cuando lo leia me excitaba, si pero, cuando pensaba en que era mi esposa, la excitación, se mezclaba con miedo, represión, incredulidad, aun de que ella sintiera de esa forma, pero, lo mas me hizo lanzarme, fue que si no lo hacia tarde o temprano la perdería si su naturaleza era esa tarde o temprano buscaría, aquello, ese fue mi mayor apoyo para dar el paso.
Quiero alargarme en esta parte, para que entendáis hasta donde llegó mi obsesión sobretodo el ultimo dia, antes de la primera vez, mi esposa, Sonia, iria ese viernes tras el trabajo a casa de sus padres y hermana en un pueblo cercano, y pasaría la noche allí llegando, al dia siguiente, al medio dia, como muy tarde, esa noche me dijo por teléfono, que saldría con su hermana, cogí tal ataque de celos infundado, que le enviaba mensajes cada veinte minutos, desde que salio con su hermana y a mi cuñada también, pues se me ocurrio que ella había conocido algún tipo que quería ser su Amo, una idiotez por mi parte, pero eso ocurrio, entre tanto, llevé a casa todo lo que había ido comprando y acumulando poco a poco en esos dos meses, incluido, una perrera que construí, que podía armarse y desarmarse, estuve desde que ella marchó, por la tarde, hasta mas de media noche, preparando todo, en la habitación que teníamos totalmente vacía.
Como había observado, coloqué cáncamos en la pared para inmovilizarla, en una pared, la perrera en otra un colchón desnudo, una silla y una pequeña mesa donde, coloque pinzas, bocado, una vara barnizada, coloque bien doblada la ropa, la que elegí, un disfraz de criada, junto a la ropa interior, por otro lado, un tanga en tiras de cuero, con anillas unidas a tiras de cuero, para sus pechos, terminado en un collar, donde podía colocar anillas con cadenas a su cuello o a sus labios vaginales, y dos cadenas, para llevarla. como digo terminé pasada la media noche, me masturbé pensando en todo aquello, pero de nuevo cuando termino, mi excitación volvi a sentirme sin fuerzas para hacerlo, me animaba a mi mismo, en que si podía, en que me debía dejar llevar, y sino la perdería, termine durmiéndome.
al entrar Sonia no veía nada raro, por supuesto, me asegure que venia sola y además que no tendríamos visitas inesperadas, que ella hubiera invitado, había llegado, sobre las once yo estaba ya mas que despierto, desayunado, y demás como ella, y fue a la cocina, había comprado para la comida y cena, lo fue colocando, sin que yo dejara de mirarla, a veces ella me sonreía, o me contaba sobre como lo había pasado con su hermana, cuando ya estaba de pie, junto a la encimera, colocando en el mueble, lo ultimo, sinceramente, fue como si me quedara en blanco, mientras la escuchaba, contarme como había ido con su hermana a la discoteca, y lo que se rió, cuando un chico solo hacia intentar ligar con ella hasta que le dijo que era casada, y ni por esas la dejaba en paz, hasta que su hermana y ella se pusieron ya agrias con el chico.
Como digo, me quedé en blanco, acercándome a ella, Sonia seguía hablando, y colocando, llevaba un vaquero, y una blusa, su melena morena, me pusé tras ella su pelo me daba en la cara, su perfume, su voz melosa suave y su risa discreta, cogí su cabello primero suavemente, ella creyó deseaba sexo, y intentaba seducirla, si no se equivocaba pero no de la forma que ella, esperaba, mi mano se afirmo en toda su melena la tenia toda cogida, aun suave, fui tirando, poco a poco ella pego su cabeza entre la mia creyendo la estaba atrayendo, tiré mas ya no era como siempre, ella se sorprendio pero segui tirando, ella dio un gritito, me haces daño cariño, me dijo aun sin comprender nada, no solté, incluso yo me sorprendi de aquello pero, segui tirando su cabeza se iba yendo hacia atrás, gritando, y mi boca se coloco en su oído.
– No me gusta que putees en una discoteca sin mi permiso, te comportaste como una perra, y eso no me va, voy a tener que darte disciplina, y educarte, para que me obedezcas como debes.
Mi voz no sonaba fuerte, aun estaba muy inseguro, incapaz de decir aquello con mas voz, pero cada vez mas excitado con aquello, pero no de forma como cuando hacia el amor con ella, mas o menos fue lo que le dije, ella sorprendida estaba callada, solo gimoteaba por el dolor del pelo, la llevé del pelo, pero llegue al salón, no pude andar mas quería empezar, sin soltarla del pelo, con la otra mano le desabroche el pantalón el cinturón, y la coloque sobre mis muslos, tirando del vaquero, tanto que con ello salio las bragas, apareciendo el desnudo culo de mi esposa.
Comencé suave flojo inseguro, pero, primero sus suspiros y mas adelante sus gritos al subir yo la intensidad, me fue haciendo mas seguro, paré ella fue a tirarse al suelo, la aguante, quieta perra, tu estas aquí para obedecer, no para hacer lo que te plazca, te voy a educar a conciencia, aquello hizo me levantara de nuevo, ella quedo sentada, trs intentar irse al suelo yo en ningún momento la solte del pelo tras agarrarselo de nuevo, y tire de ella fue a levantarse, no no le dije eres una perra asi que anda como una perra, seguía teniendo la blusa y el sujetador nada mas, en esos momentos, fue como si aquella persona no fuera ya mi esposa, era como haberla cambiado por otra persona, cuando estuvo como una perra a 4 patas le dije anda delante mia quiero ver como meneas ese culo de perra en celo, y obediente lo hizo, era la primera orden que le daba, y fue algo que se me á quedado siempre, sentí un deseo, de poseerla pero no penetrarla, poseerla me refeiro, en todo, verla disfrutar por mi, (a pesar de mis lecturas de mis videos, no imaginé realmente que significaba todo aquello ni hasta donde te podía atrapar), llegúe hasta la pequeña habitación en la planta baja la única que hay abajo, donde yo la había habilitado esa noche, y abrí, ella entro se paró, mirándolo todo desde su altura, la hice sentarse en la silla, termine de desnudarla, me puse frente a ella, las manos, unidas obedecio la ate, la levante la enganche, a la otra cuerda tire pasando por la polea, quedo sus brazos en alto, pase tobilleras por sus tobillos las afiance en los cancamos de abajo obligándola a abrir las piernas, su cara era un poema, le coloque en sus ojos una venda negra así no podras ver cuando te viene el castigo, ella en todo momento callaba.
cogí la vara, me fascinó desde que la compré la sentía mas segura en los golpes y acertada que una fusta, los pechos de mi esposa, redondos de la talla 95, me acerque escuchaba su agitaba respiración, puse la vara en la silla de nuevo, cogi un pezón con dos dedos ella dio un gritito con la otra mano le di de abajo arriba a su seno, ella emitio un grito, di otro co idéntico resultado y asi uno dos uno dos uno y otro seno, entre gritos de ella, sin jamas insinuar siquiera que parara, se que tras ese castigo mi seguridad había aumentado, de forma exponencial, fui a la mesa cogí dos pinzas le coloque una fui presionando, hasta comenzar ella a suspirar gemir y terminar dando grititos y respirando agitadamente, comprendí, era suficiente esta mordida sin presionar el pezón, sino su alrededor, y me sorprendió hasta donde resisitia Sonia, hice lo propio con el otro, mi esposa, termino con las dos pinzas, y susurrando gemidos, entre placer y dolor, pase mi mano por su coño desde atrás, estaba algo húmedo, pero nada, anormal, vaya le decía mientras lo acariciaba, menuda zorrita estas hecha y yo sin saberlo, esto se va a acabar, no me gusta que mi esposa sea una pera y se le ocurriera buscar por ahí otro Dueño, de eso nada, cerda, te mató, si se te ocurriera, tu me perteneces, entendido te enteras perra, el coño de mi esposa, empezó a humedecerse, sintiéndolo mi mano, mientras ella dijo si, …. si si que, le dije dándole una pequeña bofetada, si Señor, eso es veo que voy a hacer de ti una buena perra educada, si Señor volvió a decir, mi mano sentía, su humedad, la solté, sentí que sus brazos le dolían, los bajo moviéndolos, y después sus tobillos, me coloque tras ella, desde hoy me vas a servir como una perra, desde hoy te voy a ir adiestrando, dia a dia, entendido mientras acariciaba su sexo, con mis brazos alrededor de su cintura su espalda en i pecho, terminó, entre gemidos primero, mientras en su oído la machacaba diciéndole que era una cerda, una perra mi perra, y me obedecería, que iba a hacer mi esclava en todo momento.
Comenzó con pequeños gemidos, que fueron acrecentándose, su cuerpo se empezó a mover como el de una anguila incapaz de parar retorciéndose a cada contacto mi, reaccionando a cada palabra soez mia en su oído, terminando, diciendo si si soy muy perra una cerda tu cerda, tu perra, ay ay , si tu esclava ay si señor, yo nunca había visto un orgasmo como aquel estaba, a gritos, termino, agarrada por mi, pues sus piernas no la sostenían.
La tire en el colchón, sin desatarla solo le retire, las pinzas, y la venda, me desnude, y me arrodille frente a ella, cogi su melena de nuevo suavemente esta vez ella aun estaba recuperándose, cuando, levante, su cabeza la coloque sobre mi polla se la hice tragar estaba durísima ella primero parecía incluso rechazarla pero yo la obligaba, pero apenas medio minuto después estaba devorándola con ansiedad, con devoción como nunca, antes, le di la vuelta, fuera de si ya yo ven aca perra le dije colocándola bruscamente dándole la vuelta ella seguía atada, como digo levante su culo ella de rodillas de nuevo pero ahora dándome su culo la empale con fuerza, estaba yo a mil pero me volvió a sorprender mi esposa empezó a dar gritos, y gritos a cada embestida mia a cual mas bestial, comencé a darle en sus nalgas con mi mano unas nalgadas enormes diciéndole que era una puta perra, que había que ponerla en su sito y yo lo iba a hacer el hablar me hacia aguantar algo mas, pero a ella era al revés, se volvió a correr entre gritos y yo tras ella, con unos gritos, enormes.
Ahora venia una cosa importante para ella, como tantas veces había leído, debía seguir demostrándole era su Amo, su dueño y ella una esclava, aunque tenia ganas de tirarla desatarla y acariciarla, cuando termine, le dije, dúchate colocate esa indumentaria, señalé, la ropa de criada, y vas a hacer, tus deberes en la casa, y me sirves la comida como debes entendido, si Señor supe que había entendido.
Se dedicó a hacer de criada, y perra me sirvió la comida y comió en la cocina como buena asistenta, le dí una segunda sesión, no llegue ese dia a meterla en la jaula, aun no estaba, yo, preparado, por la noche la libere, de todo, cuando estuvimos ya en la cama, me comio a besos, le había dado su fantasia, su sueño, y deseábamos seguir profundizando, desde entonces hemos vivido una intensa vida sexual.
Espero seguir relatándoos tanto hasta que extremo en el sexo la he adiestrado, como las aventuras que ambos hemos corrido con otr@s gracias
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