Al fin, mostrando mi yo interno
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por devora4040.
Había pasado un tiempo desde la primera vez que probé una verga deliciosa, y aun tenía ese pensamiento rondando en mi mente, pensando en lo bien que me fue vestida de mujer, y aprovechando que hasta hace poco me independice de mis padres, yéndome a vivir solo, con un trabajo estable, por lo que decidí de una vez por todas salir a la calle vestida de nena, así que me compre una ropa mujer divina, por catalogo, aun me dio vergüenza salir a comprar ropa femenina vestida de hombre.
Me pedí un vestido negro al cuerpo, con una lencería de muerte, con encaje y de color rojo, con unas medias nylon y ligueros, también me endeude de paso en una peluca de color negra y ondulada, y maquillaje de ensueño, era viernes, y me vestí de gala, me puse como una reina, que reinaría esa noche.
Había salido por ahí de las 10 de la noche, como vivo en un edificio, el portero obviamente tenía que verme, salí toda temblorosa, pero no se había dado cuenta, y empecé a pasear, escuchando los piropos de la gente, alabando mi figura, me excitaba más y más, y hacia que me moje sin razón alguna, eran por ahí de la 1 de la madrugada, y regresé al edificio, estaba entrando cuando escuche una voz que me dijo: -Señorita, ¿usted vive aquí?- a lo que respondí –SI, vivo aquí- y salió de su cabina y se me acerco y continuo preguntadme, – ¿Y de qué departamento? No recuerdo que alguien tan sexy se haya mudado aquí- y ya con los nervios que me ganaban, le contesté –no soy lo que parezco, soy alguien quien usted menos piensa- al parecer me entendió lo que quise explicarle, a lo que me contesto –Sabes, no me importa, eres hermosa y lo vales, sabes, hace mucho frio, no quieres hacerme compañía en mi cabina-
En mi mente solo recordé mi anécdota con mi vecino anterior (ver relato anterior) y de por sí ya estaba excitada, y acepte hacerle compañía, ni bien entre, sentí como una mano rozaba todo mi cuerpo de arriba hasta abajo, sentía mi corazón palpitar a mil, no me podía resistir mas, y me desabroche mi vestido, y me lo baje lentamente y cayó al piso, mientras tanto mi nuevo macho, empezó a bajarse su pantalón, solo se arrimo, y sentí como la tenía tan dura entre mis nalgas, solo me agache y la metí en mi boca, casi y no me la cabía, pero lo saboree como nunca y de repente, me empujo hacia atrás, como estaba con un hilo, solo lo hizo a un lado y comenzó a rozar mi pene, y a meterme un dedo en mi ano
Sentía el paraíso recorriendo por todo mi cuerpo y sin más que decir, le dije, métemela toda amor, y solo sentía como entraba ese calor intenso en mi ano interior, como el rozar de ese pene estimulaba mis sentidos una y otra vez, y cuando se iba a venir, solo lo sacó, y me mojo todo mi cuerpo con su semen blanco y a la vez delicioso, termine agotada, y solo le dije, .
no sabrás quien soy, pero cada vez que quiera divertirme, sabré a donde ir exactamente-.
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