Amor de una noche, Pasión de toda una Vida
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por JacksHTF.
Me encontraba realizando mis actividades laborales como cualquier día normal, cumpliendo horario de oficina, ya que el trabajo estaba ligero me dedique un tiempo a mí mismo así que empecé a navegar por internet para distraer mi mente, no tenía un objetivo claro en mente, sino el de complacer los bajos deseos de mi cuerpo, esos sentimientos de placer y lujuria con el cual todo joven como yo tiene o los ha tenido alguna vez.
Accedí a las redes sociales desde un perfil discreto, que por obvias y diversas razones no podía acceder desde el cual me manejo con mis conocidos y personas cercanas a mí por el tabú que está muy latente en sus mentes cerradas donde no pueden ver lo que está frente a sus ojos sin dar repudio alguno de ello; entre publicaciones y publicaciones que había hecho con anterioridad sin resultados satisfactorios, no perdía nada con seguir publicando de forma arbitraria dando total libertad a mi suerte sobre lo que podría llegar encontrar y conseguir ese día.
Una de mis publicaciones decía así siendo las 13:33 de la tarde: Amigos "con derecho" repórtense, tengo tiempo esta noche en Caacupé (Ciudad donde Vivo – Paraguay).
Como siempre los comentarios no se hicieron esperar, aunque el inconveniente mayor era que la gran mayoría de los interesados estaban en otras ciudades, así que como yo no disponía de bastante tiempo para ir junto a ellos y que ellos vengan junto a donde yo estaba aparte del local que debíamos utilizar para nuestros fines oscuros, pero mi suerte estaba por cambiar ese miércoles 15 para mí, un joven alto de 1,72, piel morena, tostada por el sol, cabello castaño algo descuidado, un poco robusto por falta de ejercicio pero de ojos café, pero vaya que no sabía lo que me deparaba el destino.
A las 13:42 mis pedidos fueron escuchados como plegarias a un católico donde pasamos a platicar un rato hasta llegar a un acuerdo.
E aquí la representación exacta de lo que platicamos:
>Hay lugar para mi soy pasiva
Yo: lugar para participantes hay! Lugar en donde lo que hay que buscar
>Como es eso
Yo: motel y hacemos un rico encuentro,..
> Tu que eres?
Yo: versátil, me gusta complacer a todos
>Yo soy muy femenina (Vaya que no mentía)
>como te gustaría que lo hiciéramos, alguna fantasía??
>No se hago el papel de mujer soy muy linda me encanta q me cojan duro y chupar
Yo: pues te trataremos de una, la más sexy, y usas ropa femenina para sentirte así? Para tu macho?
>Si claro
Yo: uno de estos días te vas a vestir así para mí y te voy a hacer gozar! Te la haría tragártela toda! Bieeeeen adentro!
>Si
>Que dices hoy
Yo: hoy de noche por Caacupé tengo tiempo pero lugar no
>Q lastima
Yo: tu andas por aquí?
>De Itagua soy
>Si tienes lugar voy
Yo: puede que el viernes este luego por Itagua
>Pero yo no tengo lugar
Yo: motel
>Quién paga?
Yo: pues mitad y mitad?
>M parece bien
>Y tienes foto tuya?
Yo: que te gustaría ver?
>Tu cuerpo
Yo: ow. no tengo fotos de mi cuerpo en general
>Tu pija?
Yo: *datos adjuntos* (Le envié 2 fotografias)
>Que ricoo
Yo: y la fotito de arriba? (Me había mandado una fotografía suya, era trans de closet)
>La mía
Yo: O:!!!!! (Reacción de asombro ya que ciertamente me asombro)
Yo: me sorprendiste!
>Tomo hormonas
Yo: enserio!? wow
>Pero el pelo no es mío
Yo: eso es lo de menos (Tenia una peluca larga)
Yo: Dime que te parece si lo hacemos hoy
Yo: eres de sanlo (San Lorenzo una ciudad hacia la capital del país) no?
>Me mude acá x Itagua
Yo: pues este finde (fin de Semana) estaría bien
Yo: solo debo organizar mi tiempo
>Los findes no puedo trabajo
Yo: pues veo este viernes si puedo me voy
Yo: pero me entro una curiosidad
> Cual?
Yo: eso de las hormonas, porque tienes senos
>Tomo hormonas femeninas lo cual m hace crecer el pecho de esa forma
Yo: O: cuanto tiempo llevas tomándolas? porque se ven grandes
Yo: es excitante
>Ya hace un año que las tomo
Yo: wow impresionante
>Ah mañana no podre
Yo: viernes voy
> podrías si es que voy?
>Los findes trabajo
>Por eso te escribí hoy
Yo: hoy no puedo viajar, por cuestiones laborales
>Yo puedo ir
>No te preocupes me visto como hombre
Yo: tendría lugar después de las 10 de noche, no te es muy tarde?
>En que parte?
Yo: En el centro de la ciudad
>Hasta que hora?
Yo: y toda la noche
Yo: Yo no tengo problema
>Quieres q me prepare
Yo: pues si quieres venir, tengo las llaves de un lugar, allí de noche no hay nadie, podríamos hacerlo allí si no tienes inconvenientes
>Bien entonces me preparo dime que quieres q use abajo?
Yo: impresióname
Yo: dime te gusta más estar de mujer o de hombre vestido?
>De mujer
>Voy a llevar algo chico
Yo: si quieres puedes venir vestida de dama o te va a crear inconveniente?
>Me voy vestido de hombre y debajo llevo mi ropa femenina
Yo: dale corazón
>Y vos como vas a estar vestido para la ocasión?
Yo: aun no lo he pensado, debo prepararme también, dime como te gustaría a ti? así veo también yo
>De hombre
> O no se?
Yo: hombre! entonces ya iré preparándome, rasurándome la barba y demás
estar presentable
>Si quieres invita algún amigo para q m den entre 2 (Lo hubiera hecho pero este manjar sería todo mío, para la próxima quizás comparta)
Yo: no, hoy te quiero solo para mi
>Bien
>Tienes WhatsApp *Compartimos números*
>Caacupé es que parte mismo nos vemos
Yo: pues tendrías que bajarte en un lugar x y paso a recogerte en la moto, iría en el auto pero está descompuesto
>Ya esta..
>Está bien me voy un poquito temprano y ala madrugada vuelvo
Yo: tenemos toda noche, no creo que terminemos tarde, dime te gusta el chocolate?
>Si xq?
Yo: lubricante sabor chocolate, para poder saborear mejor
>Tu pija si m gusta
>Con chocolate
Yo: si corazón
Conversación de chat finalizada…
Con el lugar fijado, el reloj corría apresuradamente sin disminuir el paso y yo debía prepararme a la par que mi dama de ocasión para nuestro encuentro fogoso, continuamos nuestra platica vía WhatsApp, yo había cumplido con mi cometido me había preparado a su gusto, y ella a la mía, llegando a la hora fijada los nervios de mi parte se hacían muy latentes, era una mezcla singular entre nervios y emoción; estaba a punto de cumplir una de las fantasías más anheladas de mi ser, sacadas de lo más profundo de mi corazón corrompido, pero con la suficiente fortaleza para quebrar las ataduras de la sociedad que veía esta práctica como un tabú al cuál no pertenece a ningún rincón.
Llegado la hora, fui a recoger a mi amante de una noche, aproveche la ocasión especial para hacerle un tour rápido de tal manera a mostrarle la ciudad en nuestro trayecto hacia nuestro nido de amor casual.
Una vez que llegamos a destino, nos presentamos más formalmente, platicamos un buen rato sobre temas varios de tal manera llegar a conocernos más a plenitud, de tal forma entrar en confianza, a más de sexo, ganamos una hermosa amistad, llegando el momento dejamos la plática de lado y nos dispusimos a concebir a lo que veníamos, me pidió como favor que apagara las luces ya que de esa manera podría realizar su transformación así la sorpresa mía sería mucho más agradable, el de pasar de hombre como llego para despistar a las personas que no queríamos que sospecharan de nuestra próxima actividad, ya que la mayoría esperaría que llegase una dama cualquiera no un hombre, a ser toda una mujer candente y radiante que estaba esperando ser complacida con ansias de amor, para desatar sus más bajos instintos ante mí presencia.
Salió de la otra habitación vestida para la ocasión, me dio una degustación visual estupenda mostrándome su maravilloso cuerpo ahora de mujer, era sorprendente ver como vestido de hombre no llamaba ni la más mínima atención, como no levantaba sospecha alguna, por que a simple vista ocultaba muy bien sus senos latentes, cosa que si llamaría bastante la atención de uno, aunque su forma de vestir suave y ligera ayuda. Para la ocasión vestía unos pantaloncitos cortísimos ceñidos a su cuerpo, que le marcaban esa hermosa curvatura posterior, esos manjares dignos de reyes, el deseo de muchos y bocado de pocos, una esbelta cola que tuve el placer de poder manosear a lujo de placer, centímetro a centímetro, sobre su suave piel, a lo que constate que no llevaba ropa interior por ende me dio el lujo de descubrir al darle caricias con mis manos juguetonas que ahora describen su cuerpo ya que por esta noche seria mío, solo mío y absolutamente mío.
Unimos nuestros cuerpos al par que nos besábamos apasionadamente, yo besaba su dulce cuello, mientras bajaba hasta alcanzar ricos sus senos, los palpaba, luego los lamia para al final terminar prendido a ellos como bebe a su mamadera, los saboreaba de mil y un gustos al par que mi mujer empezaba a sobarme mi pene por encima de mis bóxers; me hacía poner las manos donde ella quisiese que la tocara ya que de momento olvidaba que las tenía, más sobre su hermosa cola, estaba tan extasiado y entretenido por sus senos que olvidaba de a momentos que tenía aun un manjar aún mucho más grande por delante esperándome, saboreaba un seno, pasaba al otro, sintiendo su aroma delicado mientras ella gemía, diciéndome suavemente con una voz tan sensual que derretiría como helado en día caluroso a cualquiera “¿te gusta lo que ves mi amor?”, “¿te gustan mis pechos?”, “¿estoy rica mi amor?”; ¿Quién no se calentaría así? Estaba disfrutando de un manjar delicioso, degustando unos buenos senos, manoseando atrevidamente la hermosa cola que tenía, abriéndola, clavándole las garras como animal que pelea por lo suyo, hábilmente ya le estaba quitando la blusa que llevaba puesta, para dar mayor paso a mis caricias mientras.
Hábilmente ya la había despojado de su blusita liguera que llevaba y sus pantaloncitos, quedando para mi sorpresa, NO llevaba ropa interior, me hizo una vuelta para que pueda admirar su cuerpo, el cual yo lo pegaba a mi pene que estaba prisionero en mis bóxer, dando batalla por liberarse de su prisión de seda, como buena amante pegaba su cola a mi bulto excitándome más, demostrando sus habilidades para seducir hombres, yo estaba hipnotizado por sus bellos senos, se los apretaba por su base desde atrás, los palpaba, y jugaba con sus pezones, apretándolos con mis dedos, que ya estaban erectos demostrando su inminente excitación; entre las caricias y besos que compartíamos ya lentamente también me estaba masturbando con sus delicadas manos, metiéndolas en territorios inexplorados aun para ella, tales como yo a la par, ágilmente me los saque sin dejar de literalmente “comerme” esos manjares de senos dejando mi pene a la total voluntad de mi mujer, que no dudó un minuto en bajar hasta su altura y saludarlo con una rica, suave, y deliciosa sesión de sexo oral, humectando mi pene desde su glande hasta su sabe con toda una delicadeza magistral, prontamente lance un gemido de placer que invadió nuestro cuarto, un sonoro “AAhhhhhh….” Echando mi cabeza para atrás denotando la excitación que mi mujer me estaba dando.
Me hacía un sexo oral majestuoso, y con la delicadeza tal que solo la experiencia sabe dar, tampoco pasó por alto mis testículos, a la par me los masajeaba suavemente causando en mí un éxtasis continuo, para luego pasar a besarlos y saborearlos un poco, era toda una profesional en el arte. Sin darme cuenta ya había puesto mi pene entre sus senos y los apretaba contra mi falo, la vista que tenía en ese momento era magnifica, a lo cual le dije a mi mujer:
Yo: ¿Te gusta el chocolate?
Ella: si, ¿Por?
Yo: Ponme esto y saborea tu premio (*a lo cual le pase un lubricante sabor chocolate*)
Rápidamente se dispuso a aplicar una cantidad considerable a gusto de su paladar, lo unto en mi miembro latente que apuntaba hacia su rostro esperando que continuase dándole amor, luego continuo degustándolo, vaya que note que le había agradado bastante porque lo hacía con mayor insistencia, como demostrando un poco de desesperación, tenía un hambre voraz, nuestros cuerpos empezaban a transpirar cuando yo la tomaba de sus cabellos para guiar el ritmo de su trabajo, podía oler el dulce aroma de sus cabellos a la par que me agachaba para susurrarle al oído;
Yo: ¿Te gusta lo que comes?, ¿Te gusta?
Ella: mmm.. si papito, me encanta!
A la par la deje disfrutar unos 5 minutos más, entre la oscuridad de nuestro cuarto tome la caja de preservativos que había dejado anteriormente en la mesa, cogí uno y se lo puse en frente y le dije susurrando:
Yo: Pónmelo…. Pero con la boca
Sin mediar palabras abrió la el sobre que contenía el preservativo, lo saco colocándolo sobre mi pene para obedientemente extenderlo con los labios hasta que quedo completamente cubierto de arriba hasta abajo, corroboro que lo coloco bien con sus delicadas manos y me masturbo un poco de tal manera ver la elasticidad, ya estaba pidiéndome, casi exigiéndome que la coja, decía entre susurros, “cógeme papi” a lo cual le respondía, “Claro que sí, tu eres toda Mía!. Rápidamente habíamos perdido la noción del tiempo, lo único que en ese momento nos importaba era complacer uno al otro, como toda mujer adiestrada para el amor, se colocó en esa posición que hasta el animal más feroz reconoce como la sumisión total, entregándose en bandeja ante su macho, su hombre, la persona que le haría sentir y sacar la mujer que lleva en lo más profundo de su corazón, colocándose en “cuatro patas” ofreciendo una cola deleitable a total disposición del macho alfa. Rápidamente palpe el motivo de mi calentura, ese punto donde el sol no llega, el lugar donde el placer de nuestros cuerpos llegaría a su cúspide masajeándolo, sintiendo con mis dedos el grosor de su experiencia, el cual me decía que tenía bastante trayectoria, lo cual daba las gracias a sus anteriores amantes de haberle enseñado bien, pero dejándome con la duda que pondría mis habilidades en juego, tal como un examen, tome el lubricante y se lo unte, de paso aproveche a darle una probadita de lo que en minutos sería un manjar para mi deleite personal, empecé suavemente con un dedo, abriéndose paso, pronto le siguió su hermano, y así, ya llevaba 3 dedos dentro, y el escuchar de mi mujer como gemía expresando su gusto me excito a tal punto que no resistí y me coloque en la posición del Rey Dominante.
Sin mediar palabras de allí en delante de mi parte me concentre en obtener y dar el placer que mi mujer me estaba requiriéndome, el aperitivo había terminado, era hora del plato principal, su Culo.
Empecé penetrándola suavemente, teniendo la delicadeza de un artista pero duro poco, la lujuria era excesiva que prontamente empecé a penetrarla con mayor profundidad y fuerza, a cada embestida daba gemidos fuertes, el “ahhhh…”, “aaahhhh….”, “aahhhhh….. fuck” se hacía presente, el silencio se vio opacado por sus gemidos de mujer “puta”, yo la penetraba ya a esas alturas con fuerza y sin piedad, enterrando en su ser mi miembro que felizmente estaba, se escuchaba el golpeteo de nuestros cuerpos sudorosos por el calor humano que irradiábamos, la cogía con tanta fuerza que cada embestida mía le sacaba un fuerte gemido y su cuerpo rebotaba hacia el frente el cual no lo permití tomándola de la cintura y trayéndola devuelta hacia mi pene que volvía a penetrarla, el tiempo se volvía más lento, las manecillas corrían en reversa, mi mujer ya jadeaba de placer y yo hacía fuerza para mantener el ritmo, el desgaste de un día agotador de trabajo se hacía latente pero no, no me rendiría, este era mi momento de gloria, así que entre las múltiples embestidas de placer mi pene salía de su ano, entonces decidimos cambiar de posición ahora ella quería llevar el ritmo, demostrar su experiencia montando penes, entonces me dispuse a acostarme a lo que rápidamente se montó encima de mí, haciendo desaparecer mágicamente mi pene en su ano, mostrándome la cola para agradar la vista en la poca luz que entraba por debajo de la puerta, subía y bajaba con fuerza sin piedad se metía mi pene por su ano al par que yo la tomaba por sus senos apretándolos, nuestros cuerpos se movían libremente gracias al sudor de la calentura que ambos teníamos, el sonido de la gloriosa cogida que se estaba ganando no se hizo esperar, a esas alturas ya no me importaba por que la tomaba de su cintura guiando mejor su paso, y bajándola con fuerza para que la penetración sea más profunda, era un vaivén eterno, que yo deseaba no tenga fin!, luego cambio de posición dejándome su pene a mi vista al cual ignore por completo y volvió a lo suyo, parecía una cabalgata realmente cuando ella bajaba con fuerza yo subía mi ingle para dar mayor fuerza a la penetración, vaya que era puta por que se denotaba en su rostro satisfecho de amor, placer, lujuria y aún quería más!, qué suerte la mía tenía cogiéndome a una puta golosa, así que cuando sentía su cansancio al bajar el ritmo de la penetración, tomaba su pene y la masturbaba a la par, y vaya que dio un resultado esperado, sus gemidos se duplicaron y volvía a tener esa energía que entregaba cuando habíamos empezado a coger hace como 2 horas atrás.
El sudor de nuestros cuerpos apasionados se había evaporado por la magnitud de nuestra calentura, del vaivén del amor mutuo, pero yo aún estaba insatisfecho, quería más, no me conformaría con poco, así que cuando ella paraba para retomar el aliento yo continuaba la penetración sin cesar, su ano no descanso en las 2 horas de sexo que calculo que ya llevábamos, llego un momento en que ya no podía más, nuestros cuerpos estaban cansados de hacer tanto ejercicio tan placentero, ese acto de amor que viene desde tiempos ancestrales. A lo que me pregunto:
Ella: ¿Estás cansado ya mi amor?
Yo: Aun tengo ganas
Sin mediar palabras y viendo que su macho aún no estaba satisfecho continuo con su vaivén sobre mi pene, yo la tomaba de su cola y se la abría para que le cupiese aún más de mi verga, que no quedase ningún centímetro fuera, hasta que en el agradable sonido de sus gemidos nos interrumpió reciamente la noche.
Sonó mi teléfono celular, estúpidamente de mi parte olvidé ponerlo en modo Silencio para que nadie nos molestase, pero en la posición tan agradable en la que me encontraba no pensaba moverme así que lo ignoramos y seguimos a lo nuestro, hasta que volvió a sonar y sonar, con rabia entre dientes, decidí interrumpir nuestro acto de amor para ver quien incordio que nos estaba interrumpiendo, así que silencié mi móvil y proseguimos a lo nuestro pero los ánimos ya no eran los mismos, esa molestia nos había cortado casi en su totalidad la inspiración que llevábamos, mi mujer paso a tomar asiento para retomar el aliento e hidratarse por el calor que allí yacía, con ganas pero un poco enfadado ante la situación no tuve más remedio que resignarme.
Ella: Estoy cansada mi amor
Yo: Yo aún tengo ganas (*Tomando mi pene y masturbándome frente a ella*)
Ella: ya no puedo más, estamos muy cansados ya
Fue allí donde no tuve más arreglo que resignarme ante lo ocurrido, yo aún no había acabado y mi mujer ya estaba exhausta, a lo cual dije
Yo: Bien si no hay de otra será para la siguiente
A lo cual empezó a recoger sus prendas que estaban regadas por todas partes debido a nuestra actividad, luego que volviese a convertirse en hombre para poder retornar a su ciudad, yo también me vestí y Salí a acompañarlo para que tomara el bus que lo llevaría hasta su hogar, una vez partió retorne hasta donde estábamos a arreglar todo el desastre que habíamos dejado a nuestro paso, pero no se fue sin antes decirme que lo volveríamos a repetir pronto, dejándome un aire de confianza que había hecho un buen trabajo, aunque no llegue al éxtasis que desee, el eyacular dentro de su ser, lo haríamos para la próxima.
Una vez organizado todo me recosté donde unos instantes antes había sido participe de una de las mejores experiencias de mi vida que me dispuse a descansar con una sonrisa de oreja a oreja, un logro más en mi vida conseguido, un fetiche largamente acarreado por fin se volvió realidad ese miércoles 15 de octubre, esa noche calurosa de primavera será memorable por el resto de mis días, o al menos hasta que volvamos repetir ese pecado de Dios.
Saludos desde Paraguay queridos lectores, el relato fue algo extenso pero trate de no omitir ningún detalle de lo ocurrido, y todo paso ese mismo día, como primer relato aguardo que haya sido de su agrado.
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