Angi mi amor
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cuando finalice mi rutina de pesas me dirigí al vestuario para darme una baño y tuve la tentación de pispiar en la duchas de damas ya que estaba con poca gente el gym, sin saber que allí dentro estaba bajo la ducha Angi, mi hermosa Angi. No pude creer lo hermosa que es, así desnuda, Ella no se percató de mi presencia, así que quede a un costado inmóvil observando sus curvas, el jabón que escurría por su espalda, sus tetitas tan redonditas y formaditas, su hermosa y atrevida cola, chiquita, blanquita bien paradita y tan sexy y caliente que me dejaba el choto a mil, ya lo tenía apoyado en la pared y me pajeaba fuerte mientras no dejaba de observar su cuerpo, si cuantos pingos debe haber comido ese culito, pensaba, me volaba el mate a mil mientras Ella sutilmente pasaba el jabón entre sus piernas y entre sus nalgas, tuve que controlar mi corrida ya que aún no deseaba terminar.
En esos momentos al parecer hice algún ruido, ya que Angi se dio vuelta y me vio inmóvil y asustado al costado mientras no dejaba de mirar sus partes íntimas.
-Que haces ahí, me espiabas¿
-mmm sí, no, no sé, se me atravesaban las palabras, una mezcla de nervios y placer me corría por todo el cuerpo.
-veni acércate no estés tan lejos así contemplas mi cuerpo más de cerca. Ese fue el pedido más loco y hermoso que tuve, no me hice esperar y en un ratito estuve cerca de Ella piel a piel.
-Angi no sabes cómo te deseo, quiero hacerte mía
-si papi, dámelo todo me encantas.
La apoye sobre la pared y me agache rápidamente dirigiéndome a su cola que ya estaba arqueada apuntando a mi cara para poder besar y chupar tan hermosas nalgas, me sentía fuera de mi al verme como la saboreaba entera, jugaba con la punta de mi lengua a recorrer cada pliegue de su piel y terminar en la entrada de su hoyito.
-mmm si, que rico culito que tienes es delicioso, Angi mostrarme ese orto, abrí tus nalgas quiero cogerlo con mi lengua -si papi se siente rico como me chupas seguí, seguí así que me entrego toda a ti.
En un momento sin darme cuenta de la calentura que tenía me encontré con mi mano sobando su pene que ya lo tenía erecto y bien duro, me puse nervioso y atónito a la vez, pero no deje de hacerlo ya que la excitación mía estaba a mil y ya no me importaba nada solo quería disfrutar ese momento.
-sii papi, si seguí asi, ahhhhh que rico se siente. Instintivamente la di vuelta y me pego en la cara su pene grueso y venoso que buscando mi boca aterrizo en mis labios que ya rendidos no dejaban de besarlo y lamer esa cabezota llena de fluidos mezcla de agua, jabón y semen.
-trágalo todo amor quiero sentir tu boquita caliente.
Que rico tener dentro de mi ese choto palpitante, me ahogaba de placer al meterlo bien adentro, tocaba mi garganta, mmmm si lo estaba comiendo entero, no cabía en mi boca semejante ejemplar, arcadas de placer me daba tener es miembro en mi garganta quería comerlo todo y que se corra dentro mío para tragar su néctar dulce y caliente.
-ahhh, mmm, si amor me quiero correr, no aguanto más me volves loca, loca. Sentía sus gemidos y no dije nada solo continuaba mi tarea de saborear y chupar, Ella entendió mi mensaje y con unos espamos fuertes y constantes se descargó en mi boca, me sentí ahogado con tanta leche que le salía, tragaba, escupía, me refregaba el pene de mi amor por toda la cara, solo estaba disfrutando ese momento como nunca antes me lo había imaginado, y al ver a mi Angi mientras subía la mirada estando aun abajo y sin dejar de pajear ese pingo observe esa carita sonrrojada, con sus ojos cerrados gozando ese felatio y me sentí el amante más dichoso del mundo.
-amor soy solo tuya, quiero ser tu hembra y darte mi colita, quiero que me cojas como nunca antes lo habías hecho, me dijo luego. Me tiro al suelo y se sentó de espalda a mí para poder mostrarme su lindo trasero y a la vez dejarme contemplar como comenzaba a tragarse ese ano mi pingo que se perdía sin ningún esfuerzo entre sus entrañas. Ya estaba bien adentro tocaba mi ingle sus cachetes y se empezó a retorcer y a morderme el pene con las paredes de su recto, no daba más, me sentía a mil, la agarre de su cinturita y grite su nombre –Angi acabo, si mi vida te amooooo, te amoooo. Le llene el culo de leche, me palpitaba el choto mientras le acababa dentro de ella los últimos chorros que me salían de mis huevos, a la vez que la traía hacia mí para abrazarla mientras le acariciaba dulcemente sus tetitas y no la dejaba ir, prolongar lo más que se pueda ese placer que me regalaba su cuerpo y el mío temblando al placer no tenía precio.
Se levantó y se dio vuelta para llevarlo a la boca y llenarlo de besos mientras susurraba, -te amo papi, amo ese pingo rico solo mío, te amo mi loco amante vicioso, y a la vez saborear mis restos de semen y fluidos hasta dejarlo limpito y lleno de amor.
Quedamos en ir a su casa y probar un 69 y otras cositas más, hasta quedar ahogados a la pasión de amarnos sin control. Desde ese día Angi es mía, solo mía.
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