Brenda me ve trasvestido y dándome sentones
Después de tener un sexo patético con una mujer, me visto de nena y me entierro un dildo para que me vean por cam..
Como ya he contado en otros relatos, me gusta mucho sentirme humillado. Es por eso que he buscado crear situaciones en las que me sienta así, y aunque como ya alguna vez conté, me gusta entregarme a hombres, por alguna razón me pone mucho más verme en situaciones humillantes expuesto ante mujeres. Creo que iré contando estas experiencias de a poco.
Hoy quiero contar una que requirió bastante tiempo y preparación para que todo saliera bien. La verdad hasta hoy me sorprendo lo perfecto que fue.
Aunque no lo he mencionado, creo que soy bastante atractivo como hombre, y no me cuesta demasiado obtener el teléfono de alguna chica. Alguna vez por la calle me crucé con la chica que protagoniza este relato. Se llamaba Brenda y era morena, tenía el pelo casi rapado cuando la conocí, era bastante normalita de cuerpo, pero la verdad me parecía muy bonita.
Salí con ella varias veces e intenté ser amable y simpático para gustarle. Aunque la verdad nunca la vi realmente como una novia, simplemente quería cumplir mi fantasía.
Después de varias salidas nos besamos, y le dije que me dolía la cabeza, pero que me encantaría que al siguiente día fuera a cenar a mi casa. Yo en ese momento vivía solo en un pequeño departamento, el cual tenía una estancia y comedor, una pequeña cocina y un pasillo que comunicaba al baño y a la habitación, de tal forma que desde el cuarto se podía ver a la estancia.
Al día siguiente llegó a mi casa a eso de las 10:00pm, estuvimos tomando algunas cervezas y a las 12:30pm comenzamos a besarnos y yo lentamente le quité la ropa. Tenia unos pechos bastante normales, ni grandes ni pequeños, y unas nalgas más bien pequeñas. En ese momento solo la cubría un bóxer rosa de algodón. Yo me había quitado la playera y la detuve cuando me quería aflojar el cinturón. Le pedí que se sentara frente a mi y comencé con mi plan.
Le dije: te tengo una sorpresa.
Brenda: Ah sí?, y qué es?
Lo dijo con una picara sonrisa.
Entonces le di la espalda, me bajé ligeramente el pantalón y me subí la tanga negra que traía puesta. Era una tanga para hombre, tenía dos delgadas cintas que acababan en un triángulo atrás, que continuaba con una igual de delgada cinta que se metía entre mis nalgas. Subí las cintas a los lados sobre el pantalón, de forma que fuera evidente que traía tanga. Me di la vuelta para ver a Brenda y tenía una cara bastante rara, había desaparecido su sonrisa y me volteó a ver mientras preguntaba: Por qué traes eso?
Yo: es una sorpresa, no te gusta?
Brenda: Pues… es raro.
Yo hice como si no me diera por enterado y le di la espalda de nuevo para bajarme el pantalón lo más sexy que pude, incluso me agaché poniendo mis nalgas muy cerca de su cara, aunque vi como ella se alejó un poco. Me puse de frente quedando con la tanga puesta y me dijo: ya quítate eso. Mientras se paró quitándose ella misma el bóxer que traía y haciendo lo mismo con mi tanga.
Fue entonces que quedó al descubierto mi pequeño pene, en ese momento flácido y pude ver su cara de decepción. Lo tomó con dos dedos, además del pulgar y comenzó a masturbarme. Le dije que si íbamos al cuarto, la tomé de la mano y caminé delante de ella, y mientras caminaba le pregunté: ¿te gustan mis nalguitas? estoy muy orgulloso de ellas. A lo que me respondió «pues sí, tienes bonito trasero»
Llegamos a la cama y nos acostamos, siguió intentando erectar mi pene sin resultados, entonces me di la vuelta y comencé a frotar mis nalgas en ella, mientras me tocaba. Brenda a penas interactuaba conmigo, así que le dije «no quieres tocar estas hermosas pompis?» mientras arqueaba la espalda para parar el culo. Ella comenzó a acariciarlo, así que me puse boca abajo y movía las nalgas de lado a lado. Me encanta hacer eso.
Estuvimos así un rato hasta que por fin se me erectó y me puse sobre ella. Tomé su mano y la llevé a mi pene y le dije «mira cómo me tienes» pero la verdad es que mi pene erecto mide a penas 7cm. Sin embargo yo quería forzar la situación y le dije «te gusta?», no recibí respuesta. Me puse condón y la penetré, en cuanto entró mi pequeño pene le pregunté de nuevo si le gustaba, ella creo que algo cansada me dijo «sí… ya está dentro?». Le di a penas unas 3 o 4 arremetidas y le pedí si podía ponerse de perrito. Ella lo hizo.
Aunque había poca luz, la verdad es que se veía bastante bien su culo. Lamentablemente para ella también me he vuelto muy precoz, así que estuve quizás un minuto montándola y me quería venir, así que lo saqué y me detuve un momento, luego lo volví a meter y a penas 3 arremetidas lo mismo, por lo que se la saqué de nuevo. Ella me dijo «no la saques». Y le hice caso…casi, la empujé 4 veces más y la volví a sacar. «Por qué la sacas?» me preguntó, «es que me voy a venir». La metí de nuevo y apenas unos 5 segundos después dije: «ahhh… ya me vine»
Me encanta pensar que hay mujeres a las que les he dado el peor sexo de su vida. Me excita pensar en ellas comentándolo con sus amigas.
Le pregunté si le había gustado.
Brenda: pues… sí… terminas muy rápido, no?
Yo: pues… no sé… te gustó mi verga?
Le pregunté mientras acariciaba mis 4cm de pene flácido.
Brenda: pues… es linda.
Yo: linda?
Brenda: pues sí, es bonita.
Yo: has estado con alguien que la tenga más grande?
Brenda: uuyy sí, mucho más grande…
Yo: pero apoco habías visto unas nalguitas tan bonitas como las mías.
Brenda: te gustan mucho tus nalgas, no?
Yo: me encantan, está super rica mi colita.
Brenda: por qué siempre te refieres a ellas en diminutivo?
Yo: pues no sé… supongo que tienes razón, son unas nalgotas, no? Le decía mientras me ponía boca abajo y paraba bien las nalgas. Quedando como empinado.
Brenda: bueno… este… pues creo que me voy a dormir porque me quiero ir temprano mañana. Salió por su celular para poner su alarma y regresó.
Nos acostamos a dormir, vi mi reloj y era la 1:00am. Pasada una media hora me llegó un mensaje. Justo a tiempo.
Me levanté y abrí un cajón, saqué un par de cosas y salí del cuarto a la estancia. Prendí mi computadora y abrí Skype. Para eso ya me había cambiado. Me puse brasiere y tanga. Luego un traje completo de red y un vestido súper ajustado, todo blanco. Voy a dejar una fotito para que me vayan conociendo.
Había quedado de hacerles un show privado a dos chicos en skype, pero cada uno de ellos había invitado a alguien, por lo que tenía 4 hombres masturbándose mientras me veían.
Dejé la puerta del cuarto cerrada cuando salí. Comencé con mi show y escuché que Brenda me hablaba. Perfecto, ahora va a salir. Sin embargo no lo hizo. Yo fingí que no había escuchado y entonces vi de reojo como se abría un poco la puerta del cuarto. Brenda me estaba viendo. Es mejor de lo que suponía. Incluso noté su silueta verme desde dentro del cuarto.
Comencé a moverme muy sexy para mis machos. La tanga se podía ver a través del vestido que se transparentaba. Me lo quité y comencé a mamar un dildo que tenía ya ahí.
Entonces comencé a escuchar a Brenda, pero no hablaba conmigo, y aunque no podía oír todo a la perfección, en parte porque desde la computadora oía «chúpalo puta» «eres una zorra» y cosas así, pude alcanzar a escuchar a Brenda diciendo: «está allá afuera vestido como puta» «está mamando un dildo» así que supuse que estaba hablando por teléfono.
Luego uno de los chicos me ordenó que me metiera el dildo, así que le dí la espalda a la cámara y me lo metí para que pudieran ver cómo entraba. Mientras Brenda decía: «le están dando ordenes» «se está dando sentones en un pito».
Entonces me lo saqué del culo y me dijeron «limpia esa verga, puta. La dejaste muy sucia» cosa que hice, mientras desde el cuarto escuché «que ascoooo». Luego tomé el condón con el que me había cogido a Brenda y y comencé a vaciarlo en mi boca, mientras me volvía a abrir el ano con el dildo.
Alcancé a oír una última frase de Brenda al teléfono: «su cajón está lleno de ropa de prostituta». Poco después salió desnuda (le había quitado la ropa en la estancia) a buscar sus cosas. Yo la escuché salir pero cerré los ojos y me clavé muy duro el dildo. Cuando los abrí estaba Brenda ahí y los chicos estaban diciendo cosas sobre ella, emocionados. Brenda me dijo que apagara eso, yo apenado (supuestamente) fui a cerrar el skype, todo sin sacarme el dildo del culo.
Brenda: no podías esperar a que me fuera para hacer tus puterías? Dónde está mi ropa? Me tengo que ir.
Yo: a dónde vas?, es muy tarde.
En eso se me salió el dildo del culo y cayó al piso, Brenda volteó a verlo, luego a mi.
Brenda: va a venir una amiga.
No encontrábamos sus bóxer, por lo que le ofrecí: te puedo prestar una tanga, tengo varias.
Brenda: yo ni siquiera uso tangas
Yo: no te gustan?
Brenda: no, pero quizás es porque yo no tengo tus «hermosas pompis» o tus «nalgotas»
Por fin apareció su bóxer y se vistió, tomó el resto de sus cosas y se fue.
Yo salí a buscarla, me puse una chamarra sobre la ropa que traía y la ví esperando a que llegaran por ella.
Brenda: no tenías que hacer eso, sabes?
Yo: supongo que no vas a volver a hablarme
Brenda: crees?? en general no me gusta ver a mis parejas mamar vergas que acaban de tener metidas en el ano. Vaya zorra eres.
La verdad me hizo sentir algo mal. En eso se acercó un coche y ella se paró y caminó hacia él. Yo intenté darle un beso de despedida y me dijo «ni creas, tienes semen en la cara. Ah, y por cierto esa chamarra no te cubre tus «nalguitas».
Se subió al coche, y mientras cerraba la puerta oí que decía, «vámonos, que esta puta se quede en la calle»
PD quería poner una foto, pero no sé cómo. Si alguien me explica en los comentarios lo hago en el siguiente relato.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!