Como me gusto la lenceria de mi mujer
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Les comentare que me ha encantado la publicación de la primera entrega y les comente que de publicarse les haría una segunda de mis encuentros con Max, que se hicieron más frecuentes de lo que realmente me imaginaba, me hizo sentirme deliciosamente deseada por otro hombre siendo un tipo varonil, casado durante muchos años y con una relación sexual plena con mi mujer, pero que no se en que instante se acabó.
Creo que debo empezar ahora, esta segunda parte, para contarles y relatarles cómo es que realmente empezó a gustarme la lencería de mi mujer, les diré que se llama Angela, tiene 50 años, es abogada de la empresa en la que trabajamos, pero yo en mi calidad de visitador médico, a veces salgo de la ciudad por algunos días, rutina a la que nos hemos acostumbrado con los años, por mi labor, tengo libertad de movimiento y no soy de estar en un escritorio y a pesar de trabajar juntos, solo nos vemos en la noche cuando retornamos a casa y podría decir que conocemos a muchos de nuestros compañeros de trabajo.
Todo comenzó el día en que por el trabajo realizado, me tome el día al haber cumplido con mi cuota del mes.
Como ya había empezado a comprarme mi propia ropita para tener mi roperito de prendas íntimas que me gustaban y casualmente el día viernes que me tome el día y siendo fin de semana, me quede en casa, me duche y me quede desnudo en casa, solo como estaba y se me dio por probarme la ropita que había adquirido, empecé probándome un hilo dental de color rojo, al ponérmelo, me miro en el espejo y me quedaba regio, bueno me dijo, a ver cómo me queda con el sostén del mismo color, guaaaaaaaaa, preciosos los dos, ya que eran de encajes y me sentí deliciosamente fascinado cuando me miraba de pies a cabeza, luego me coloque una peluca rubia que había comprado recientemente y quede fascinado, ni yo mismo me reconocía, es que como soy delgado, me caía de maravillas, bien, y ahora como me veré con maquillaje y comencé a intentar maquillarme, algo que a pesar de nunca haberlo hecho, me quedo bien, me marque las cejas, me moldee los ojos con lápiz negrísimo, me quede media chinita que me gusto y luego me puse un lápiz labial de un color lindo para mí, ya que soy un poco moreno, es un color rojo carmesí, color que resaltaba mis labios, quedo regio, precioso, me estaba contemplando en el espejo como me veía, como quedaba mi hilito dental estando de perfil, giro hacia la derecha y la izquierda para contemplarme mejor, regio, divina me decía, me quedaba precioso con sus encajes, el hilo dental lo sentía terso y suave, me agradaba como lo sentía en mi cuerpo, sentía como se me metía en la raja de mi culito y se me electrizaba todo el cuerpo con ello, mi miraba, me giraba, me admiraba lo bien que me quedaba, ya que generalmente los fines de semana mi mujer sale con sus amistades a tomarse unos tragos, cosas de ellas, no sé si con ellos también, así que pensé que tenía todo el día para mi solita y estaba de lo más alegre mirándome todo el cuerpo, me contemplaba sola cómo me veía y realmente me quede impresionado, ya que se veían preciosos mis labios, y me sentía alegre y lujuriosa con mi atuendo nuevo, como me quedaba la ropita que quería lucir para mi Max, absorto como estaba, ni me percate en qué momento se abre la puerta del dormitorio y entra mi esposa, sorprendiéndome así, toda vestidita y yo pude ver por el espejo la cara de sorpresa de ver así a su marido, un hombre serio y varonil, como toda una putita contemplándose, me quede mudo, si mudo, sin pronunciar palabra alguna, ante lo cual mi mujer pego un grito, pero un grito de sorpresa al descubrirme así vestida de hembra, que solo atinó a decir, que sucede aquí, que es lo que estás haciendo así vestida como una putita en mi propia casa, fíjate, usando mi tocador, sinvergüenza, descarado, pareces una puta, si una putaaaaaaaaaa, así como estas vestido, como te atreves a hacerme esto, un hombre maduro como tú, como crees que me siento al verte así, convertida en una mujercita.
Esto es inconcebible, como puede ser posible que no me haya dado cuenta en estos años de la putita que tenía en casa, con quien me he casado yo, ahora me empiezo a dar cuenta que tengo un travesti por marido, ahora entiendo muchas cosas, por eso es que ya no me puedes cacharme como antes, no se te para la pinga, solo quieres que te manosee, que te meta los dedos al culito con el cuento de que había que explorar nuevas sensaciones, como gozabas cuando lo tenías adentro, ahora me explico por qué te gusta tanto que te preste la ropa interior sucia que uso y que te encanta oler para luego probártela con el pretexto que te pone arrecho, para ver cómo te queda cuando tú te la pones, y todavía me decías, amor como me queda tu ropita, como te gustaba que te meta el dedo al culo y yo como una tonta te lo hacía, es más, siempre me decías que te gusta más cuando te meto y saco el dedo y que más te gustaba que sean dos para sentirlo mejor y yo como una tonta te los metía y me quedaba con las ganas por que tú te venias solo y yo nada, porque ya no puedes ni meterme la verga que tienes, que ya ni se te para, dime que es esto y como una tonta siguiéndote la cuerda, pero esto no se va a quedar así, que pensaran en la oficina si se enteran de lo que realmente eres, con una cara que no podía interpretar, si estaba por botarme de la casa, o de sorpresa por descubrirme así.
Se quedó pensando un rato y divagando en lo que estaba viendo en mí, no sé, no podía leer sus pensamientos, pero interpretaba sus conclusiones, nada agradables seguramente para mí, y solo atinó a decirme, que esta noche, en cuanto regrese a casa, que seguramente va a ser tarde, porque tenemos una cena con los empleados de la oficina por el cumpleaños de mi nuevo jefe, un joven moreno que recién ha llegado y me malogras lo alegre que venía, porque se trata de un tipo con el que voy a trabajar y me resultaba agradable con respecto al jefe anterior, un viejito que se jubiló y su reemplazo es un tipo agradable, varonil y guapo, pero a pesar de quien recién lo he tratado, me ha dado toda su confianza, además es buenísima gente, así que ya veremos que hacemos para salir de este problema, si, de este problema, porque que le voy a decir a mis amigas, que tengo un travesti por marido y que le gusta la pinga seguro más que a mí, no sabes en lo que te has metido vieja zorra, malnacido, como has podido hacerme esto y sale dando un portazo, recogió los documentos que había olvidado y salió de prisa a su oficina y yo que gritaba, amor, amor, por favor déjame explicarte, por favor, escúchame un momento por favor, te lo pido por favor, así sea de rodillas, pero escúchame por favor, te lo explico, quieres, amor, amor, no seas así, no me dejes.
Así fue como empezó todo este rollo, y como recuerdo la primera vez que ,me fascino primero sentirle el olorcito que emanaban sus calzones, sus tangas, sus hilos dentales, como me gustaba todo este festín de olor a hembra y hombre también, porque yo también me di cuenta que salía con alguien que se la cachaba por la falte de pinga en casa, si pues, que iba ya a hacer si era cierto, ya no podía cachármela como antes, y como decía mi mujer, si ya no se te para, y yo que voy a hacer, sin tener una pinga que me haga gozar, no puedo llegar al clímax y ni siquiera puedo venirme como antes.
Entonces opte por empezar a probármelas cada vez más seguido, que había días en que salía también al trabajo con la ropita puesta en lugar de mi ropa interior, es que me sentía atraído por sentirme que olía de repente a hembra y empecé a sentirle el gusto, gusto que ahora no puedo dejar y que hasta estoy armando mi propio ropero de ropita con la lencería que compro casi los fines de semana, antes de volver a casa.
Todo ello a pesar de mis 55 años, que no espere empezar una relación con otro hombre sin ser homosexual, ya que soy de aspecto muy varonil, me encantan las mujeres, pero la falta de sexo, además de mi poca apetencia sexual por ella, me llevo buscar nuevas emociones y creo que la encontré, primero con la ropita de mi mujer, sus calzones, tangas, hilos dentales de fin de semana, raro no, hilos dentales casi siempre los fines de semana, algo que también empecé a preguntarme, a que se debía su manera de vestirse así tan sugerente para ir a trabajar y recordé el día que encontré una de sus prendas con semen y que no era mío, pero que al ser la primera vez que lo hacía, me intrigo, uno el olor penetrante de ella y el otro que para mí es conocido, porque el semen mío o de otro huelen casi igual, pero que mezclado con los jugos vaginales le daba un olorcito especial que me sedujo y que no cuestione en su momento, una mujer como ella debe tener una necesidad sexual al estar en la plenitud de su etapa como mujer, además de ser una hembra en todo el sentido de la palabra, alta, blanca, de un pelo negro que le queda precioso y que resalta sus facciones, sus senos sin ser grandes, resaltan unas tetitas preciosa y paraditas que la hacen deseable por el uso de sus escotes, cuando las toco se ponen durísimas deseosas de sexo, por lo que los tiene siempre a la vista y de forma sugerente incita a mirárselos, al ser delgada, por su trabajo y el cuidado que le da a su cuerpo en el gimnasio, tiene una cintura torneadita, de caderas amplias y sugerentes, que cuando camina se mueven que da infarto, diría, que parece una hembra arrecha y lo es, un culito que levantado y redondito, sus piernas contorneadas rematan en una zorrita depilada, rosadita, con unos labios vaginales carnosos y un clítoris que cuando le hago sexo oral, le paso la lengua y se eriza toda, gime, se le levanta y para su clítoris que es una reacción normal pero que a mí me encanta, como se enerva, como se retuerce hasta que se viene dos, tres veces seguidas y me moja la boca, inunda mis labios y la cara, que satisfacción, que delicia sentirla así, con todo sus jugos solo, para mí y luego que ricura de culo, paradito, con una nalgas que adornan su hoyito con un colorcito marroncito, no sé, parece rosadito, que pide verga al tocarlo y contraerlo al sentirse deseada, muchas veces me lo negó, luego sus piernas largas y delgadas, que la pone más expuesta a las miradas y ella que ni se hace problemas, ya que el tener el cuerpo que tiene, usa normalmente vestidos y faldas cortas, cortísimas diría yo, que resaltan sus bien contorneadas piernas, por lo que le gusta lucir siempre su anatomía, su manera de caminar, desenfadada, la hace apetecible a cualquier hombre que la mire y por los cuales he pasado momentos en que me sentía afortunado de tenerla a mi lado, porque los hombres siempre voltean a mirarla y yo me sentía bien, no sé si inconscientemente, pero me agradaba que la miraran y otros más atrevidos , se la comían con los ojos y creo que hasta me sentía celoso de que sea ella el centro de atención de las miradas.
El tiempo paso sin darme cuenta y casi eran la 4 de la madrugada cuando llego a casa, la note un poco mareada, mas desenfadada que de costumbre, con su sacón en la mano y la blusa mas desabotonada que de costumbre, casi con los senos afuera porque no tenía el sostén puesto la muy bandida y de frente me dijo, bueno es hora de que hablemos, que va a pasar con nosotros, entonces fue que aproveche para hacerle recordar lo que siempre hicimos, la pareja liberal que éramos, que nos contábamos todo, de lo deseable que era en la oficina, que ella sabía que era devorada por los hombres en la oficina, de los empleados que la fastidiaban por ser como eres, algunos más atrevidos se le insinuaban groseramente y a ella le gustaba, nos reíamos de estas aventuras, como decíamos, pero si eres linda, sugerente, desenfada, que perturbas los sentimientos ocultos de los hombres seguramente, que eras la hembra imaginaria a quien se tiraban en sus pensamientos, que no nos contábamos , lo que las secretarias me pedían píldoras anticonceptivas para darse una escapada decían, pero también le hice saber que mi falta de interés por ella no se debía a otra mujer ni nada por el estilo, pero que así como éramos una pareja aparentemente feliz para nuestro entorno, le pedí que me ayudara a sentirme bien y poder cumplir con ella como marido, fue así que le conté que había encontrado su ropa interior y para mi sorpresa, también le conté que hasta había una con semen, a lo que ella me miro extrañada y diría que con algo de culpa en su mirada, que no le reproche esto, pero si le conté que me había gustado, cosa rara, lo que había hallado y que me deleito sentir su olor de hembra en celo que acababa de tener una cogida fuera de mi casa, con alguien que seguramente la había hecho sentirse mujer y también deseada, que esperaba, se lo dije, que la experiencia sexual fuera de casa le haya hecho sentirse deseada y bien culeada y siendo tan liberales como éramos, no me sentí mal, al contrario, me alegraba que todavía sea deseada y cogida por otro y le comentaba que me gustaría una reunión con una pareja amiga para hacer un intercambio, propuesta que no le incomodaba y diría que hasta lo deseábamos.
También le conté que así como me gusto su olorcito de la tanga, me la probé y me quede embelesado con ella y me masturbe hasta venirme en su ropita y me sentí bien después de mucho tiempo, solo me decías, que más te gusta de esto y hasta sonreías con lo que escuchabas y que cada vez que las encontraba, me masturbaba con ellas y me las ponía durante el día e inclusive me iba al trabajo con ella puestas.
Primero eran las tangas, luego los hilos dentales sucios que me hacían sentirme provocativo cuando se me metia en la raja y caminaba con ellas puestas y me sentía deliciosamente arrecha, si, asi en femenino, arrecha, pero como hacértelo saber y menos ahora que me has visto vestido así, como una putita arrecha, pero todo esto ha sido por ti, no sabía cómo satisfacerte y me encontraba pensando en la manera de decirte que de repente por los años que estamos casados, la confianza, el desenfado que siempre tuvimos cuando hacíamos el amor, todo estaba permitido entre nosotros, que hasta me metías tus dedos y como me gustaba, te repetía si podíamos tener una aventura los dos con una pareja amiga que quisieran hacer un intercambio, si accedías por supuesto o con algún compañero de trabajo para un trio, no sabía amor, no sabía, de repente esta propuesta para gente liberal como nosotros nos hubiese comprometido más, no se amor, ahora que te lo digo, solo quiero saber cómo vamos a terminar con esto.
Es por este motivo, que tu sin saber, cuando te pedía que me prestaras tu lencería, cuando estábamos juntos, me atrevía a probármelas delante de ti y la manera como sonreías cuando las tenía puestas, me animo a seguir, después me prestabas tus sostenes y me vestía para ti y debes haberte dado cuenta, me ponía arrecho y hasta se me paraba la pinga y aprovechábamos estos momentos para tener el sexo desenfrenado que añorábamos y que se había perdido, mas por mi edad que por ti, como me gustaba hacerte sexo oral, lamer tu clítoris, sentir como se ponía durito, como crecía, como se paraba, que placer tan grande, después acariciarte el culito, abrir tu anito, verlo lo rosadito que es, cerradito y sugerente, tocártelo, masajearlo, besártelo, lamértelo, luego como te movías cunado te metía la lengua y que tu sintieras esos placeres que habíamos casi perdido, te excitabas tanto que gritabas cuanto te venias y yo nada, si pues, lo mío era solo hacerte sentirme mi hembra en celo, como te gustaba que este vestidita y me bajara solo la tanga y te lo metiera por atrás, que rico huequito el tuyo, su anillo cerradito, como me ajustabas cuando te lo empezaba a meter, como te oponías a que mi pinga cumpla su cometido y cuando sentías que te relajabas, como gozaba yo cuando se deslizaba para adentro, como me gustaba que me lo apretaras cuando lo tenías todo adentro, como te movías, mete y saca, mete y saca, que ricooooooooooo, como gozábamos antes, gritabas, mételo todo, métemelo todo, así, todo, quiero sentir todo adentro, que rico me decías, no lo saque, así bombea, asiiiiiiii, ahhhhhhhhhhhhhhh, asiiiiiiiiiiiiiii, más duro, dame más duro y yo empujaba todo, que parecía que mis huevos también iban a entrar, déjame toda tu lechecita, la quiero todaaaaaaaaaa, si todaaaaaaaaaaa, ahhhhhhhhhhhhh, que rico, como me duele, pero como gozo con este dolor, te acuerdas, como había que prepararlo, como me agradaba hacerlo y tu como gozabas cuando como me lo pedias, que siga, sigue viejo, sigue así, que rico se siente, como me gusta sentirme sucia, una puta para ti, mete, mete así, que rico, susurrabas y luego gemías, gritabas, más cuando te venias, que rico, yo te llenaba de leche y tú me inundabas con tus jugos, me ordenabas casi siempre, sigue, sigue, viejo, así, asiiiiiiiiiiii, ahhhhhhhh, que rico, cuando te metía dos dedos era como sentirte llena de placer, ya no me decías viejo, no, no, ahora con dos dedos en tu conchita rica, lubricada por tu juguitos me rebajaba para ti, soy tu puta vieja, vieja sigue así, como me gusta que la vieja me meta la pinga, los dedos, sigue viejita, , ahhhhhhh, aaaayyyyyyyyy, despacio, despacio, así, así, que rico, sigue así, asiiiiiiiiii, ahhhh, ahhhhhhhhhhhhhhhhh, y te sacaba los dedos y protestabas, porque quería sacártelo, ni se te ocurra sacarla, así déjamelo todo para mi solita y gritabas como una loca cuando te venias, recuerdas y luego ordenabas, si, ordenabas, ahora tu vieja, vieja me decías, date vuelta para mis deditos, que te quieren hacer feliz a ti también.
Y yo obediente siempre, me volteaba y te dejaba mi culito en pompa, me recorrías todo el cuerpo, me pasabas la lengua queriendo recuperar tus jugos, como os saboreabas, que gusto tenías por esto, tus jugos y mi semen juntos lo bebías, si lo bebías conque placer y luego, así sucia como estoy decías, bésame vieja, bésame ya y yo te besaba y también comencé a apreciar este saborcito, medio saladito, medio agrio a veces, pero tan rico con tu olor de puta que me gustaba tanto, y me decía, si tu verga no se para ya, entonces yo te meteré los dedos, pero vas a soportarlos hasta que te guste, y empezabas con uno, me masajeabas mi anillo anal, me ponías cremita para que enteren más suave, como me gustaba que me trataras como una puta también, y yo te rogaba, amor, amor, métemelos, asiiiiiiiii, yaaaaaaaaaaaaaa, me metías uno, después de acostumbrarme, me metías dos y como me abrías el culo, lo sentía partirse, peri me lo seguías metiendo más y más y empecé a sentirle el gusto y de qué manera, empezó gustarme como me maltratabas, si me lo merecía, y luego los tres dedos ya, y gritaba como una loca, que manera de gozar analmente, como me encantaba que me los metas los tres dedos, que rico seria para ti si fuera una pingota gruesa , pero gruesa para que te parta el culo y larga para sentirla todaaaaaaaaaaa, ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh, yaaaaaaaaaaaa, yaaaaaaaaaa, yaaaaaaaaa , ahora, si ahoraaaaaaaaaaaaaa, siiiiiiiiiiii, no sigas, que estoy deseando ser una putita para ti y que una verga así nos de a los dos y no me contradecías, pensaba que te estaba gustando la idea y yo me estaba preparando para ese día, así vestidita como me encontraste, sentía que me venía y me acomodaba como en un 69 para recibir todo sus jugos y me inundabas toda, si toda, que delicia y que placer tan añorado, sentirmeme bañada así por tus jugos mujer, como añoraba sentir una pinga dentro de mi culito y sus jugos me bañara todo mi ser, todo mis entrañas, con una leche calientita para mí también, lo soñaba y deseaba.
Cuando hacíamos un 69 me besabas tu mi anillo anal, me sentía en la gloria, que placer inundaba mi ser, me dedeabas, me introducías también la punta de tu lengua, que delicia sentirte así dentro de mí, es creo cuando realmente empecé a sentir el gusto por el placer anal, como lo deseaba.
Todo lo que les comento es por que como les decía anteriormente , ella llego media tomada, mas desenfadada y aproveche para contarle todo lo que me había reprimido decirle, contarle toda la verdad sobre nosotros y yo personalmente como me encontraba ahora, con un gusto que me hacia estremecerme, dudaba de mi hombría, aunque siempre he sido y soy un tipo muy varonil, nada amanerado para mis gustos ahora, me he comportado siempre muy hombre, solo que ahora me siento por otro hombre sin ser homosexual, es que me gusta tanto como me rompió el culo mi Max, que ya ahora si no lo puedo dejar, ahora que probé y me gusto y sobre todo como me hizo su mujer mi Max, pero esto es algo que le contare después.
Me miro de una manera que nunca la había visto, no sé, la sentí como si le quitara un peso de encima, sentí un alivio ante todo lo dicho, que parecía que me había quitado un peso de encima.
Me miró fijamente, con una mirada que parecía que me electrocutaba y dijo, bien, escúchame lo que te voy a decir, lo he pensado toda la tarde y noche, no he podido quitarme toda la noche lo que vi y lo que he visto hoy, lo que pasa contigo, lo he analizado, te voy a ser franca, como te comente, me ha dejado aturdida, pero me has quitado también una carga, lo que te voy a contar lo hice sin pensar, me sentía mal, llore, si llore porque no concebía lo que eras y lo que podíamos ser de ahora en adelante, no quiero que te molestes con esto, pero me sentí bien con mi nuevo jefe, ya que es un joven abogado muy talentoso que ha reemplazado a mi antiguo jefe que se jubiló, estuvimos todos los empleados de la oficina para recibirlo como responsable de ahora en delante de nuestra oficina, nos habló como un amigo mas, que deseaba que lo apoyaran, que aprendería de los más antiguos, que no cambiaría al personal y sobre todo, que me necesitaba como su apoyo en el área legal de la empresa, que sería su soporte y mano derecha y brindamos por el éxito de su gestión, bebimos todos un poco más de lo que hacíamos los viernes entre nosotros, y se prolonga la reunión, como hasta las 11 de la noche, luego del cual optamos por retirarnos todos y el muy gentilmente se ofreció llevarme a casa.
Nada raro hasta ahí, así que en el camino a casa me contaba de sus aventuras amorosas, de lo alegre y bebido como estábamos pensé yo, que tipo de chicas le gustaban, las jóvenes no le atraían mucho, algunas de más edad le agradaban mas, tenia suerte para las casadas con problemas, que el muy atentamente escuchaba y les ayudaba a salir de su problema, todas con sexo, así me lo contaba como si fuera tiempo que nos conocíamos, se notaba que estaban haciendo efecto los tragos ingeridos, de una manera tan abierta que me pareció hasta agradable escucharlo, pero de algo que nos dimos cuenta ambos, es que esta conversación fluía ligera, seguramente por lo que estábamos un poco tomados, así que me propuso tomarnos una copa más para dejarme en mi casa y como yo también estoy un poco mareada, aunque realmente si me sentía mareada, será por eso que accedí y paramos en una botillería y compro una botella de wiski, después supe que era este trago y me propuso muy gentilmente hacerlo en su departamento, si no tenía objeción y le dije que siendo una persona tan seria y además amigable y gentil, que no tenía problema, siempre que fuera una copa nada más y accedí a ir a su departamento, en un lugar muy bonito y que se encuentra ubicado en el último piso de un edificio de 20 pisos, con una vista preciosa de la ciudad y entramos juntos a su depa.
Sirvió un trago para cada uno y brindamos por el inicio de nuestra amistad y lo felicite por ser mi jefe también, tomamos un trago y seguíamos contándonos cosas intrascendentes al principio, luego me dijo, un trago mas y acepte, ahí fue mi error.
Con los tragos de la reunión y los dos en su departamento, me acalore y le pedí si podía estar cómoda y me dijo, por favor, siéntete como en tu casa, y me saque parte de la vestimenta de la oficina, que es un saquito lindo que me forma mi cintura, tu lo sabes, luego me saque el corbatín y me desabroche un par de botones de la blusita que tenía puesta, por los tragos me dije a mi misma como justificándome.
El hizo lo mismo y prácticamente se quitó el saco, pero muy amablemente, dijo, dame un ratito que mejor me pongo cómodo como tú y regreso, anda tomándote otro trago y me los sirvió, el cual fui bebiendo lentamente mientras se ponía cómodo.
Grande fue mi sorpresa cuando salió solo con un short blanco apretadísimo y un polo del mismo color, también ajustadísimo a su cuerpo, pegadito diría mejor.
Es un tipo moreno, alto, de facciones finas, muy varonil , risueño, con unos brazo bien desarrollados y un tórax que deslumbra, un tipo formado por los ejercicios y las pesas, me deslumbro y encima con los tragos, me puse más nerviosa aun, pero me agrado verlo así, mirándome me dice, disculpa, pero así me siento cómodo y si gustas podemos seguir con nuestra charla, pero me agradaría que tu también te pongas lo mas comoda que puedas, con confianza y no dudes, como estaba mareada ya, puedo, pregunte y me saque la blusa y me quede con el sostén y tú sabes cómo son mis tetas, que lo impresione, bueno eso creía yo, salud por esta amistad entre nosotros, que no nos prive el trabajo de lo más lindo que es la amistad sin tapujos y con franqueza que no estamos en la oficina y aquí no soy tu jefe, llámame MAX, así a secas que me voy a sentir alagado que así sea y brindamos por esto.
Max, sabes que me siento rara, creo que mejor sería estar como si yo estuviera en casa, no se si puedo ponerme más cómoda, y empiezo a quitarme la falda, a pesar de que sabes que las uso cortísimas, pero es de mal gusto estar jalándomela siempre para que no se vea mi hilito y menos mi zorrita, no, no que va a ser, ponte lo más cómoda que puedas y me saque la falda y me quede solo con mi hilo dental y mi sostén, que dicho sea de paso, me ajustaba tanto que le dije si me podía ayudar a sacármelo y se puso a mi espalda y lo desabrocho de una manera tan sugerente y delicada, que me impresiono de sobremanera, también me intrigo algo que me dijo, lo que aquí suceda queda entre nosotros este será nuestro secreto y me tomo por los hombros y me giro, quedamos frente a frente y me miró fijamente y me beso en los labios, no sabes cómo sentí ese beso, la manera en que lo hizo, la succión que me hacía, lo rico que sentía el beso de este hombre, me deje llevar, luego usa su lengua, hurga en mi boca, lame, la mueve dentro y me sentí presa en sus brazos, que no atiné a nada, era tan respetuoso hasta cuando me sorprendía besándome y me deje llevar, fue un beso largo y prolongado, sensual, que me deje llevar más aun y me agrado tanto, pensando en nuestro problema, que lo bese también.
Nos separamos y me dice, disculpa por mi atrevimiento, pero no pude resistirme a una mujer tan guapa como tú y no imagine que tenia al frente a la mujer que siempre soñé, asi de tu porte, delgada, con un cinturita que me gusta tanto, sin el sostén tus senos son fantásticos, suerte la de tú marido que tiene para él solito, mira las caderas de ensueño que tengo al frente, disculpa, discúlpame por favor y nos sentamos.
Perturbada como estaba cometí un error, pero un error que ahora no lamento, lo acaricie, bese nuevamente y me entregue a sus brazos, me sentí deseada, protegida creo, que le dije que me escuchara un momento y luego que decidiera si continuábamos, pero que no podía soportar más una pena que tengo y le conté la situación por la que estoy pasando en mi hogar, no sé si contarle, porque es algo tan íntimo que hasta me avergonzaría si te lo contara, es que lo que me está pasando y dude, porque a pesar de que es un tipo muy inteligente, joven además, atractivo, sensual desenfadado, era mi jefe, ahora como lo veía, además muy centrado, porque parece que tiene mundo, recorrido en las lides del amor, a pesar de que no se ha casado aun, oportunidades no le faltan me comento, pero esto me dejo intrigada, me dice, no dudes los amigos estamos para esto, para ayudarnos, confía en mí no como tu jefe sino como un amigo, dime, no seas tímida y todo fue así de rápido, sabes Max, yo estoy casado como sabes, tengo más de 30 años de casada, mi marido tiene 55 años y yo en este momento no razono bien, pero te contare lo que me está pasando, mira Max, mi marido es mayor que yo como te decía, tiene problemas con la erección, su verga ya no se le para, tiene problemas para mantener relaciones conmigo, así de franca quiero ser contigo por la confianza que me brindas, ya no me satisface hace como 10 años, entonces hemos cambiado nuestra rutina, primero empezó oliendo mi ropa interior sucia que dejaba para lavarlas, luego me proponía que si se las podía probar y yo acepte, no sé pero acepte que se la probara, a mí también me gustaba como se veía, pero ahora qué hago me dije.
Otro día no solo le consentí que se vistiera con toda con mi ropita, tangas, sostenes, blusas, faldas, yo las uso cortitas y lo observaba y me gustaba como lo veía, le gustaba cada día más la lencería, la de encaje le fascinaba, así vestidita como estaba le dije, te voy a maquillar y pintar para ver cómo te ves y me impresiono lo que hice, me agrado verla asi, todo una hembrita y no pude mas, sabes que me gustaría mas, dime que mi amor, hacerte una verdadera hembrita, hacerte yo el amor, si me fascinó a mí también verlo así, tan delicado, lindo con su ropita, maquilladita, pintadita, con sus labios carnosos y sensuales ahora, le puse también unas pestañas que tenia, le adorne los ojos y guaaaaaaaaaaaa, que linda quedo, si me enamore de mi hombre-hembra, le quedaba tan bien que hicimos el amor como locos, se le paro la pinga, se puso a un lado el hilo dental y me hizo recordar como hacíamos antes el sexo desenfrenado, me cacho riquísimo, me vine tres veces seguidas, aprovechando mis juguitos, me hizo el sexo anal más rico en mucho tiempo, como gozaba con mi verga adentro, como me lo metía y sacaba frenéticamente, como gritábamos las dos, si gritábamos de placer las dos, me fascino lo que hicimos y me dejo todo la verga adentro y su lechecita tibia, calientita diría mejor, inundo mis entrañas, que lujuria, que placer sentirla adentro nuevamente, que le pedía que no me la sacara, déjamela ahí, quiero sentirla más, asiiiii, asiiiiiiiiiii, ahhhhhhhhhhhh, asiiiiiiiii, déjame todo amor, mi nena, si mi nena, así, que rico, que rico y me vine nuevamente, convulsione de placer, lo inunde con mis jugos y ella se sentía plena, si plena de locura con lo que habíamos iniciado y que seguiría así, amor, ahora hazme lo que quieras a mí, saca la hembra que tengo dentro, si mi amor, hazme una hembra, solo tui sabes cómo hacerlo, y con mis jugos lo moje en todo su hoyito, palpitante como estaba de los deseos que lo atraían y lo empecé a dedear, con uno, luego con dos y gritaba, no se si de dolor o placer, pero le gusto, ponme crema para que sea más suave cuando me metes los dedos y me puso mucho mas, pero para su sorpresa, yo tengo un consolador negro, grande , grueso y largo,.
Como estaba de espaldas, lo lubrique bien y a él también y se lo puse en su culito, aun virgen e intente metérselo, cuando pega un grito, mujer, que me quieres hacer, me quieres romper el culito, y empujo un poco más y le entra la cabezota negra, que aflojo su ano se dilato un poco más y se sintió cómodo me dijo, déjalo ahí un ratito, que me acostumbre, déjalo amor, que me está gustando lo que siento, es dolor, pero un dolor rico, como me gusta amor, así muévelo así, que rico me decía, así, así, asiiiiiiiiiii, y cuando menos pensé empuje otro poco más y le entro hasta la mitad, creo que unos 12 cm.
, porque es largo y grueso, y suspiro, si suspiro al sentirlo como entro, ahhhhhhhhhhh, ahhhhhhhh, como duele, pero no lo saques, no saques, amor, que rico se siente, ahora comprendo por qué te gusta que te lo meta por todo por atrás, es riquísimo cuando te acostumbras, ya se me esta dilatando mas, ahora sí, y ahhhhhhhhhhhhhhhh, ayyyyyyyyyyyyyyyy, ayyyyyyyyyyyyyyyy, ahhhhhhhhhhhhhhh, y entro todo, si los 22 0 24 cm que tiene esta pingota negra y se lo deje todo adentro, como gritó, realmente le gusto tanto, que parecía una putita con su pinga adentro y yo también, de solo verlo así, tan dichoso con su verga, me vine todita, no sé si dos , tres cuatro veces seguidas, no paraban mis espasmos, me hizo sentirme bien y el también que empezó convulsionada tanto placer, como le gustaba su pinga negra y yo gozaba metiéndosela y sacándosela una y otra vez, gritaba, vociferaba, me decía que era su puta y yo su macho, como, pero así me lo decía, lo miro y lo encuentro con la verga que se le quería salir del su short, que tal verga, que bulto se veía tan grande, que me moje solita y él se dio cuenta, se sacó el short y lo que vi me dejo pasmada, era tremenda pinga que me dio miedo, tendría unos 24 cm, gruesa, pero gruesa, que daba miedo, con una venas que lo ador bañaban y una cabezota que le brillaba todo, que no pude mas y la tome en mis manos, no la podía tener toda, era inmensa.
Así estábamos y me dijo algo que me pareció una confesión, sabes que tengo una pinga tan grande y gruesa que muy pocas mujeres quieren hacer el amor conmigo, así que también tengo amigos, que son gay, y que les encanta mi pinga, como les gusta que los haga parir me dicen, por el dolor que siente cuando entra seguramente, pero me piden más y más, quiero que sepas esto para que no te vaya a sorprender y te diré algo mas, hace una semana me cruce con un señor que también trabaja con nosotros creo, pero me dijo que venía a recoger a su esposa, me pidió prestado el baño y le indique le lugar donde quedaba y me olvide del asunto.
Resulta que voy a orinar yo entro al baño y me doy con la sorpresa de que este señor tenia puesto un hilo dental, si un hilo dental y se ruborizo tanto, que le dije que no se preocupara por mí, yo soy un tipo de mente abierta y podía guardar un secreto.
Al despedirse y agradecer el servicio, se me ocurrió invitarlo a mi cumpleaños para el fin de semana y de insistir, acepto y te confieso , vino así como dices, vestidita en todo el interior, como me dijo que se llamaba, Javi creo, si Javi y la pasamos bien.
Sabes que me quede pasmada y la verga en mi mano termino en mi boca y como una loca que quiere tener el sexo brutal con esta pingota, lo asalte, pensando para mis adentros y un poco celosa creo, que si a mi marido le metió tremenda verga, yo también la quiero, si la quiero toda para mí y trata de mamársela pero no entraba en mi boca, así poco a poco la fui tragando, tragando poco a poco y entro su cabezota en mi boquita y que rica era sentirla palpitar en mi boca, me masajeaba suavemente, luego me lo introducía un poco más y más que ya no podía respirar, que bárbaro para tener tremenda pingota, pero que rico la sentía, ahhhhhhhhh, se lo giraba, sentía una opresión al comienzo, pero al relajarme, empecé a sentir otras sensaciones, que no eran otra cosa que empezaba a gustarme como me lo hacía, saca la verga suavemente y me lo vuelve a meter, parece que ya se está acomodando mejor, lo siento rico me decía, sí que rico mamas, seguro tu marido te enseño, si la putita de mi marido cuando aun podía ,me enseño este arte de dar una mamada rica para sacarte todo la lechecita, que rico, más, que rico se sentía después, cuando siento que sale de mi boca y me introduce de golpe nuevamente que me llego hasta el fondo, no sé cómo, pero entro y yo seguía chupando, suavemente, que rica la tienes .
La saca y me dice, recuéstate, así, así está bien, abre bien las piernas, no te pongas tensa, que si no puedes resistir, me visas y no sigo, de acuerdo, sí, sí, sí, pero despacito amor, si, si, despacito por favor, se pone crema en todo esta tronco duro y largo que me da más miedo, me lubrica bien a mí y me dice, no te preocupes, lo voy a meter despacito, si te duele, me lo dices y paro, no quiero hacerte daño, y me pone la cabeza en mi vagina depiladita, con mis labios abiertos, que me salía mis jugos sin haberme penetrado, estaba extasiada , arrecha, loca por mi pinga, que me besa y empieza a empujar esta enorme cabezota, se resiste mi conchita, pero deseosa de que me la meta, así, está bien , así, así, empuja suave, asiiii, asiiiii, asiiiiiiiiiiiiiiiiiii, ay, ay, ayyyyyyyyyyyyy, ahhhhhhhhhhhhhhhhh, que me pasa, me estas partiendo, para para para, y paro un rato y luego vuelve a empujar, pero esta vez entro u poco más, si entro mas, Max, Max, Maxxxxxxxxxxxxx, maxxxxxxxxxxxxxxxx por favor no se si llorar o gritar, pero me está gustando como entra, no imaginé nunca soportar tal dolor, pero con gozo , que rico duele mi Maxxxxx, que rico se siente, estoy celosa de tus amigos y de mi marido, levanta la vista , me mira y me dice mirándome a los ojos, celosa de tu marido, como así, si yo no lo conozco, como vas a estar celos, un momento, como se llama el, y me deja la pinga a la mitad, lo sentía tan bien que ya me había dilatado y lo soportaba, dime como se llama él y se lo dije, el hombre que vino a tu cumpleaños fue Javi, mi marido, porque yo no pude venir y le dije que asistiera solo y el es a quien lo hiciste tu mujercita, si tu mujercita, tu putita y yo sin saber de quien se trataba y ahora me lo haces a mí no me arrepiento, cuando siento que me partí en dos, me había método toda la pinga, grita, me sacudo, bramaba como loca, noo, noooooooooooo, nooooooooooooooooooo, que has hecho y siento que me resbala algo cálido por mis piernas, muslos, culito y era sangre, me rompió la zorrita, que perdí casi el conocimiento, pero escuchaba a lo lejos que me decía, amor, amor, que rico se siente, te lo voy a dejar todo para que te acostumbres, si, siii, ssiiiiiii, y me dejo su pingota adentro, toda rota, sangrando y desperté luego y la sentía todavía pero ya no me dolía, me acaricia , me besa , me dice, amor, amor, te sientes bien , dime, si te la saco, no quise hacerlo para no desgarrarte, pero si quieres la saco despacio, lo más despacio que pueda , lo mire casi implorándole, no, nooooooooooooooooooo, déjamela toda, la quiero para mi solita, que gozo más grande que me has dado, me siento tuya unida a tu rica pingota, que rica se siente ahora, no me la saques, déjamela que quiero gozarla más, mátame si quieres con tu pinga, pero me gustaría morir así ensartada para siempre, déjamela amor, recién le siento todo el gusto que das con ella y cerré los ojos, gozaba, me sentía en las nubes, que placer tan grande, no pensé nunca sentir algo así, que cerré los ojos y me quede dormida con mi pingota adentro.
Cuando desperté, lo tenía a mi lado abrazándome, eran como las tres de la mañana y le dije, tengo que irme, solo quiero pedirte algo y que esto quede entre nosotros, que sea nuestro secreto, la próxima quiero que seamos los tres, con mi marido también, porque no creo equivocarme, eres el marido que necesitamos los dos, me mira, me besa, me sonríe y me dice, este será nuestro secreto, ya tiene marido y los espero el próximo sábado aca en mi departamento, porque si, ahora lo sé, si, era tu marido, Javi, Javi, Javicito, le dije, y también se quedó feliz con mi pinga, a partir de ahora seré el marido de las dos y tendremos el mejor sexo entre los , con mis dos mujercitas para mi solito y me beso.
La próxima le contare como nos fue la los tres, Max y sus dos mujercitas, y perdón, mi mujer y yo ya también como sus putitas.
Besos, y me comentan que les parecio,
Delicioso , un macho para los dos , el matrimonio perfecto !! Me encanto tu relato , muchas gracias !