COMO ME INICIE (TERCERA PARTE)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En la presentación Roberto comento que yo era amigo de Carlos y de Jorge, a lo que ella me miró y respondió “que bien”, me invitaron una cerveza y a comer, por lo que acepte, Roberto me dijo que Jorge no estaba, que había salido de gira con el ballet (bailaba en el Ballet Folklórico de A. H.), que regresaba en un par de semanas, comete que estaba bien y que no lo sabía, ya que no me había hablado por teléfono (mentira, no nos hablábamos por teléfono).
Les dije que si me podía bañar porque estaba muy sucio por el entrenamiento, a lo que me dijeron que sí, “pasa al baño”, me bañe, me cambie y salí, ya me estaban esperando para comer, durante la comida platicamos de varios temas de manera muy amena, cuando terminamos, Roberto comentó que tenía que salir al centro a comprar unas cosas, que regresaba más tarde, en la noche, Rosalba dijo “sí vete, aquí vamos a estar un rato y a la hora de irnos cerramos, tú traes las llaves”; salió Roberto y Rosalba me dijo “ayúdame a levantar la mesa y lavábamos los trastes”, le dije que “sí” y mientras lo hacíamos ella me platicaba y también me cuestionaba acerca de mí, de la escuela, lo que hacía, en donde vivía, etc.
Al terminar, nos sentamos en la sala y seguimos platicando y tomando un café, ella estaba sentada junto a mí en el sofá y me explicaba a cerca de lo que ella hacia como bailarina y lo que eran sus aficiones, viajes, en fin, me tenía muy divertido, pero empezó con una mano a ponerla y quitarla de una de mis piernas mientras platicaba y con los dedos los movía de manera muy discreta para tocarme el pene o testículos, yo empecé a ponerme nervioso e inquieto y no sabía qué hacer, ella me veía a los ojos y me decía que los tenía muy bonitos, me platicaba y con la otra mano comenzó agarrarme el pelo y rascarme la nuca, con sus dedos jugaba con el cabello, se acercó más y me beso en los labios y la mano que estaba en el muslo la movió y empezó a acariciarme el pene, yo sentí placer y me encendí, estaba muy nervioso, nunca una mujer me había tocado de esa manera.
Con las caricias, el pene respondió al estímulo poniéndose erecto y duro, mientras nos besábamos en la boca, me mordía los labios, su lengua jugaba con la mía, agarro el pene y los testículos, yo estaba excitado pero también temblaba de nervios, me abrió la bragueta, metió su mano y empezó a acariciar y agarrar mi pene, el cual salió del encierro y ya estaba soltando su cálido líquido viscoso, me puso mi mano sobre sus pechos y los empecé a tocar y agarrar, eso me estimulo muchísimo, se quitó la blusa y el sostén y me desabrocho los pantalones y me los bajo, me dijo “quítatelos”, lo hice y seguimos besándonos y acariciándonos, descendió besando mi cuerpo y me empezó a chupar mi pene de una manera deliciosa, yo estaba muy excitado.
Se levantó del sofá, me agarro la mano y me dijo “vente, vamos a la cama, te voy a enseñar lo que es una mujer”, yo estaba pasmado y la seguí, metiéndonos a la recamara, ya desnudos y acostados en la cama nos seguíamos besando y yo empecé a chupar sus pechos que estaban duros, parados aunque eran pequeños, sus pezones rosados hermosos, me invito que fuera más abajo y me fui descendiendo besando su cuerpo hasta llegar a su sexo el cual estaba afeitado color rojizo entre sus labios vaginales, lo chupe y la lengua no se daba abasto con su clítoris, ella gemía y me decía que siguiera que no me detuviera me volví loco saboreando su líquido vaginal, el olor me excitaba de sobre manera, ella se movía, su respiración era agitada, me decía “así, si, más, sigue, cométela es tuya, que rico mi niño, lo haces muy bien mi bebe”.
Yo estaba como extasiado, poseído, era una sensación nueva para mí, era algo extraordinario, ella me agarraba la cabeza y restregaba su parte en mi boca y yo chupaba, metía la lengua y lamia su clítoris, le metí el dedo índice y me decía como moverlo dentro de su vagina, nos volteamos y nos mamamos mutuamente nuestros sexos, un 69 fabuloso con extrema pasión.
Yo acostado en la cama, ella se montó en mí, con su mano agarro mi miembro y lo coloco en su parte y se introdujo todo el pene en su vagina, empezó a moverse y sus brazos descansaban en mi pecho, se movía hacia atrás, yo le agarraba sus tetas y sus pezones, me besaba y yo la abrazaba y agarraba las nalgas, se movía, con una cadencia lenta, su vagina la movía y apretaba mi pene, yo sentía la enajenación total.
Estaba como loco embelesado, nos volteamos y ella quedo con la espalda en la cama y yo arriba de ella, sus piernas me abrazaban y apretaron en la espalda y me decía como moverme, me indicaba que no fuera a terminar que me aguantara y saliera, nos besábamos mientras yo estaba afuera sin penetrarla para evitar una eyaculación temprana, acariciaba sus pechos y le metía el dedo en su vagina y jugaba con su clítoris, esto me tenía en el éxtasis maravillado y así estuvimos por momentos penetrándola y por períodos afuera cambiando posiciones (de lado, de perrito, yo acostado y ella arriba con su espada en mi pecho, etc.).
Mis embates eran con ritmo lento porque así me decía que lo hiciera, estuvimos por más de 40 minutos experimentando diversas posiciones y yo ya no aguantaba más retener mi eyaculación, jadeábamos, la respiración muy acelerada, la presión sanguínea hasta el tope, el corazón sentía que se salía, sudaba, sus piernas me abrazaban con fuerza al igual que sus brazos, su vagina apretaba y aflojaba mi pene y fue cuando me dijo “anda, dámelos mi niño, muévete fuerte, muévete mi niño, fuerte, más fuerte papito, así bebe, si, siii…” y yo exploté en el clímax.
Yo estaba arriba de ella, abrazándola, apretándola y besando, ella me abrazaba y me apretaba y acariciaba la espalda, cuando eyacule, eche un chorros de semen caliente dentro de su vagina, ella bajo sus piernas y las cerro y con ellas me apretó el pene con mucha fuerza, su vagina apretaba y aflojaba mi pene, yo quede quieto, exhausto y maravillado, era la primera vez que probaba a una mujer y sentía que me iba a enviciar y seria adicto.
Nos quedamos desnudos besándonos y acariciándonos; platicando por un rato en la cama una vez que terminamos, me dijo que fuera el miércoles a su casa como a las 19:30 horas, que me esperaría para volver hacer el amor y me dio su dirección y teléfono, vivía en la colonia Nápoles; nos bañamos y cambiamos, salimos del departamento, nos subimos a su auto y me llevo a mi casa. El miércoles siguiente fui a verla como me había dicho a su casa para recibir otra lección y esto se hiso de todos los miércoles, excepto cuando ella andaba de gira.
V.- Tres semanas después, un sábado volví a ir al medio día a casa de Jorge, cuando llegue y toque, preguntaron en la puerta sin abrirla que quien era y me identifique, me abrió la puerta para entrar Erick o Andrea, quien había estado en la reunión dos mes y medio antes y había hecho un show de striptease con Cesar o Gaby; estaba maquillándose y salió de la recamara Jorge, que también estaba en lo mismo y me dijo: “qué bueno que vienes, me da mucho gusto que estés aquí y quiero platicar contigo, además te tengo un regalo que te traje de la gira en Estados Unidos y mira, estamos precisamente poniéndonos como niñas, pásale y anda báñate para que te arreglemos”.
Pase y deje mis cosas en la sala, salude a Erick de beso en la mejilla, fui a la recamara salude a Jorge dándonos un beso en la boca, me dio tres camisa tipo polo muy bonitas y unos zapatos de futbol americano Riddell y nuevamente se disculpó y me pidió perdón, jurándome que nunca volvería a pasar una situación así, yo le dije “no te preocupes es un asunto olvidado”, me dio las gracias; comentamos en torno a cómo nos había ido en esas semanas que no nos habíamos visto, mientras me desvestía y pase al baño para ducharme; al salir de la regadera, ya Diana estaba casi arreglada al igual que Andrea y se veían impactantes de hermosas y sensuales.
Me sentaron frente al tocador y me empezaron a arreglar entre las dos, una me preparaba y me maquillaba la cara verdaderamente extraordinaria que era Diana y Andrea me arreglaba las uñas de las manos pegándome unas postizas, me depilaba mis brazos, muslos y pantorrillas bronceadas descubriendo mis lindas piernas transformadas en contorno de mujer y me arreglo y pinto las uñas de los pies, los cuales están limpios, sin callos o cosas feas. Platicábamos y señalaron que ya arregladas saldríamos a la calle para lucirnos, lo que me pareció muy atrevido y me dio temor y les dije “que yo no salía”.
Me empecé a vestir con una tanguita diminuta súper sexy que eran propiamente tres hilos y apenas me cubría el pene y los testículos de color azul, me pusieron un líquido en mis torneadas piernas ya depiladas que las abrillantaba y las hacia resaltar y lucir muy provocativas por lo bronceado que las tenía, no me puse medias, me puse un vestido corto muy entallado de color azul turquesa, escotado muy sencillo, elegante y sensual y los implantes quedaban perfectos resaltando el busto, pequeño pero muy atractivo, una peluca de pelo castaño natural largo y unas zapatillas color verde con tacón muy alto, me puse unos aretes largos de fantasía fina muy vistosos, un collar, pulseras y unos anillos, mi bolso también de color verde que hacían juego, estaba lista, muy hermosa por lo bien maquillada, sexy y sobre todo muy provocativa, las piernas me lucían preciosas y sensuales sin las medias, las nalgas resaltaban muy exquisitas por lo entallado del vestido.
Nos fuimos a la sala, me pusieron a practicar como caminar con los tacones por toda la casa, yo sentía mucho miedo porque íbamos a salir a la calle, lo que me tenía muy nerviosa, puesto que sería mi primera vez en hacer eso. Diana y Andrea me guiaban y me decían como caminar y estar erguida y así lucirme, con mi cuerpo alto, delgado y muy bien torneado, me preguntaron que como me sentía y que nombre de niña adoptaría, por lo que me dio risa y les dije “que me sentía muy buena y muy puta y salir a la calle me daba terror, pero que sí lo hacía, se me iban a lanzar más de varios”, por lo que todas nos reímos.
No sabía que nombre ponerme y me acorde de repente de una amiga que se llamaba Melany; nos sentamos a comer un guiso exquisito que había preparado Andrea, lo acompañamos con vino, platicamos y nos pusimos de acuerdo para salir a la calle, las tres lucíamos muy hermosas y sensuales, terminamos de comer y nos dimos los últimos arreglos y salimos del departamento y nos fuimos a caminar por algunas calles de la Zona Rosa que era donde estábamos.
Yo iba muy nerviosa y asustada, me sentía insegura al caminar con los tacones y no quería que se notara, aunque Diana y Andrea me decían que iba muy bien y efectivamente empezamos a llamar la atención porque estábamos muy atractivas y varios chavos y señores nos chulearon, lo que me provocó una gran satisfacción, además, me dio confianza, de hecho dos jóvenes muy bien parecidos y arreglados se nos acercaron a conversar, nos querían ligar y nos invitaban a tomar un trago en un bar cercano, Diana y Andrea se encargaron de marearlos con voz muy femenina y no aceptamos la invitación, yo no hable, pero coqueteaban conmigo y les llamaba la atención mis ojos, yo les gustaba a los dos, ya que era la más chamaquita, las otras dos eran unas lagartonas bien curtidas.
Después de esa aventura de hora y media, más o menos en la calle, viendo aparadores en múltiples comercios de la zona y luciéndonos, regresamos al departamento y nos sentamos en la sala a platicar lo sucedido, Andrea y Diana me decían “ya vez, tu dijiste que más de varios iban a querer contigo y los dos chavos y el viejo que te dijo mamacita, querían, les gustaste mucho y no querías salir”, lo que nos dio mucha risa y a la vez, yo me sentí muy alagada y por dentro muy excitada porque si parecía mujer, muy sensual y provocativa, además me deleite al salir a exhibirme; seguimos bebiendo vino, Diana y yo nos sentamos en el sofá juntas agarrándonos la mano y nos besuqueábamos, ante la mirada de Andrea.
Así estuvimos por un rato y yo estaba excitada al igual que Diana y Andrea nos dijo que nos fuéramos a la recamara y Diana le contesto “hay no te hagas, si bien qué quieres y ven tú también, porque vamos hacer un trio”, lo que me pareció muy excitante y le dije “si claro, somos tres y lo hacemos las tres” Andrea se paró de inmediato con nosotras muy satisfecha y nos metimos a la recamara.
En la intimidad, Diana y yo nos besábamos y nos acariciábamos, pero Andrea me agarraba el pene metiendo su mano entre mis piernas debajo del vestido, el que ya estaba erecto, desafiante y expulsando su liquido cálido y viscoso, yo empuñaba y jugaba con el miembro de Diana y también empecé a descubrí el pene de Andrea, el cual estaba erecto y provocador, su tronco era grande y grueso y tenía buen aspecto, (era de unos 18 cm y grueso unas 2 pulgadas de diámetro, con circuncisión).
Nos empezamos a desvestir poco a poco las tres y entre las caricias y manociadas a nuestras nalgas, piernas y penes, Diana empezó a chupar el pene a Andrea, yo saboreaba como si mi vida dependiera de eso el pene a Diana y Andrea se deleitaba chupando el mío y recorriendo mi glande con su lengua, sabiendo que eso me gustaba porque yo gemía de placer, recorría mis bolas y las chupaba con gusto, estábamos haciendo una rosca excitante.
Diana se separó porque ella y Andrea estaban a punto de venirse y yo también, nos tranquilizamos por un momento y se acomodó de a perrito para que yo la penetrara, le puse crema en el ano y en mi cabecita y Andrea se acostó y acomodo con unas almohadas y empezó a chuparle el miembro a Diana y Diana se inclinó para alcanzar el pene de Andrea y chuparlo, mientras yo penetraba a Diana y me movía con habilidad cadenciosa y continua, así estuvimos por un rato, hasta que Andrea empezó a gemir como loca y a moverse, se estaba viniendo y Diana succionaba ese pene engolosinándose de espermas y también iniciaba su eyaculación y Andrea chupaba y se atragantaba de semen y yo expulsaba un torrente de leche caliente dentro del culo de Diana que me apretaba delicioso para recibirlo, nos quedamos inmovilizadas por un rato y nos tendimos en la cama.
Ya más tranquilas y desnudas reposando en el lecho para recuperarnos estuvimos besándonos y platicando las tres, nos acariciábamos, así estuvimos unos 50 minutos, Diana promovió juguetear con mis pezones por lo que me empecé a excitarme y yo a su vez palpaba el pene de Andrea que me provocaba mucho por su tamaño y grosor y tenía apetitos de saborearlo, me besaba con Andrea, también me agasajaba con el pene de Diana porque yo estaba en medio de las dos; Diana me dijo que me iba a penetrar lo que me excito de sobre manera y gustosa me acomode de ladito y levante una pierna para facilitar la penetración, mientras me lleve a la boca el tronco de Andrea para saborearlo, el cual expulsaba su cálido líquido viscoso que me deleitaba con su sabor.
Diana me acomodo y me puso lo acostumbrado en el ano, que ya estaba dilatado y deseoso para la penetración y el pene resbalara con facilidad, el cual soltaba sus primeros jugos anticipándose al gusto de sentir el abrigo en mi culito, yo estaba deseosa de tenerlo adentro y gozarlo, además, ya sabía lo que tenía que hacer para recibir esa ricura que me había desquitando; chupaba la verga de Andrea, comencé a besar la soberbia cabeza que se mostraba rosada e imponente ante mis ojos y luego fui tragándomela, poco a poco, ante el placer que le ocasionaba a Andrea que lanzaba gemidos de goce.
Diana emprendió la penetración muy despacio sin lastimarme y yo empecé a enloquecer y sentía la gloria, porque primero entro la cabeza y siguió resbalando hasta tener todo el tronco adentro y sin dolor, ya estaba mi culito amoldado; Diana empezó de inmediato con sus embestidas y yo a atragantarme de ese enorme pene delicioso. Así estuvimos por varios minutos hasta que Diana empezó a moverse y convulsionarse metiéndome el pene en lo más profundo a jadear desesperada, se estaba viniendo y me inundaba de semen ardiente, lo que me provocó mayor excitación y succionaba el pene de Andrea.
Empecé a sentir cuando se corrió en mi boca un manantial de semen y es difícil describir el gusto que sentí al paladear el sabor a la vez agrio y dulzón de su leche ardiente que me la trague por completo, succionándola a través un gran popote. Diana aumentaba sus embates, gemía y gritaba, su eyaculación me estaba inundando mi ano el cual aprisionaba su verga, yo excitada disfrutando y deleitándome, de una tremenda follada y exquisito manjar que me había tragado, quedamos inmóviles por un momento y nos desvanecimos en la cama, Andrea se arrojó sobre mi pene erecto y lo chupo delicioso hasta que me empecé a retorcer de placer al estar eyaculando un torrente de semen caliente en su boca que lo saboreaba de sobre manera y me besaba apasionadamente con Diana.
Yo ya estaba lista, estaba completa, ya era un perfecta putita que disfrutaba vestirme de niña y ser una mujercita sexy y sensual que atraía a los hombres en la calle, que me encantaba follar, mamar vergas y atragantarme de semen y gozaba de sobre manera que me penetraran, sí, estaba encantada en mi nuevo rol de putita.
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