COMO TERMINE SIENDO LA HEMBRA DE MI VECINO

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Como empecé a suponer, cuando no estaba conmigo, actuaba de pasivo, y terminamos cortando todo, no volví a ver hasta una tarde que casualmente, coincidimos en un bar, él con dos chicos mas y yo solo, y pronto me percaté que estaba hablando de mí, a sus dos amigos, lo que él no sabia, era que uno de ellos, si me conocía, y no precisamente, como gay, algo que llevo muy oculto a pesar de ser soltero.
Sandro, vivía en mi mismo barrio, nos veíamos por la calle a menudo aunque nunca habíamos, cruzado una palabra, el vivía en un bloque de pisos, justo a mi lado, y cuando lo vi allí, junto a mi ex amante, y el otro chico, se quedo tan cortado como yo aunque guardo las apariencias como yo, finalmente salí del bar, pero con la certeza de que Sandro, ya sabia que yo era gay además de mis inclinaciones travestis.
Me crucé varias veces con él, y me daba vergüenza, mas imaginando se lo diría a sus padres, y así empezaría, el rumor.

No tengo ni la mas minima pluma, solo vello en las ingles, alto, delgado pero bien formado, 32 años, Sandro, tiene 23 años, vive con sus padres, es mi antítesis, muy velludo, fuerte, bajo, alrededor de 20 días estuve, viéndolo y viéndome, pasar, como si tal cosa, en octubre, cuando una tarde, fui al parque junto a mi casa, me senté allí pensando en que haría, pues, tras esto mis miedos se habían aun multiplicado mas, entonces, lo vi venir por el camino, del parque, venia, solo, andando despacio, fumando un cigarro, imaginé me había visto ya para que esconderme o marchar, dejaría que pasara, y nada mas, cuando, llegó a mi altura, se paró y mirándome me dijo me puedo sentar, yo creo que vio como mi cara se puso roja, accedí, y se sentó, hablaba grave, despacio, pero voz, segura, y me dijo, mira, nadie sabe, lo que me gusta o deja de gustar, y quiero que siga de esa forma, interiormente di un enorme suspiro, pues me pasaba lo mismo, tras decir eso yo solo pude decir, de acuerdo, y se hizo un largo silencio, dio una larga calada al cigarro, y me miro, diciendo, entonces es verdad que estabas con ese gilipollas, asentí, casi avergonzado, y me solto, ese dia quería que me lo follara, yo y el otro, pero al final, pasé, no lo ví claro.

Cuando, escuche aquello, por fin pude decir algo, aunque, me fue difícil le dije, y de mi que te conto, entonces, solo me dijo todo, que te gusta como te gusta, solo escuche fui incapaz de decir nada mas, pero Sandro, continuo, ahora, se le veía mas seguro, a mi dijo no me va, los versátiles, me van, los pasivos, y que a solas, se sientan muy hembras, lo decía esperando, una contestación mia, yo estaba nervioso por momentos, al ver que no decía nada, el prosiguió, me van que en la calle parezcamos amigos, y no vernos, mucho, pero a solas, sea la mujer de la casa, me refiero a todo, incluido, vestirse así, lo que el no sabia es que me estaba poniendo, todo aquello, a mil, pero era incapaz de decir nada, estaba como una estatua, entonces, Sandro, cambio diciéndome, tienes skype, le dije que si le di mi dirección, se levanto y marchó por donde vino, cuando lo vi alejarse, desee levantarme, y decirle eh podemos probar yo soy así, pero, no fue lo que hice claro, mi timidez, me pudo como siempre, y mi desconfianza.

Me fui a casa, y conecte el ordenador, y empecé a hacerme la merienda, apenas, unos minutos después, recibi la invitación, y de nuevo comenzamos a charlar ese viernes, empezamos, comentando a veces metiendo sexo, y finalmente, sobre sexo y gustos, y ante el ordenador, me encontré mas deshinibido, tanto que termine aceptando, encontrarme esa misma noche con él.
No queríamos vernos en mi casa era demasiado peligroso, y entonces por primera vez lo llevé, a mi otro apartamento, el primero, que tenia, me lo habían regalado mis padres, cuando vine, a la ciudad, y solia yo alquilarlo a veces, lo lleve, y entramos, me metí en el baño, y me transforme, medias ligueros, braguitas, vestido y zapatos de tacón todo en negro, y maquillaje en mejillas y labios, en los ojos no me gusta, y salí.
Solo ver la mirada de Sandro, al estar junto a él sentado en el sofá yo de pie, supe que a él le iba eso tanto o mas que a mi, se levanto sorprendido, diciendo que cambiazo, como estas de buena asi, y tiro de mis nalgas hacia el ahora de pie, pegándome a él, que traía un chándal note, su enorme paquete contra mi, su cabeza llegaba a mi barbilla aunque su fuerte cuerpo era distinto, podría haberse hecho un llavero conmigo, solo al sentir como tiraba de mi, supe la enorme fuerza que tenia, Sandro.

Con mi anterior, amante, creía que aquello era lo máximo, en placer, que equivocado, o a partir de aquí dire equivocada estaba, o que los jovencitos, no eran buenos amantes, para este tipo, de sexo, Sandro, me beso, un buen rato, mientras no dejaba de tocar mi culo, y mi ropa interior, hasta que termino poniéndome encima de la mesa, se dedico, tranquilamente a subirme el vestido, a colocarme con las piernas abierta y bajo, su cabeza, era la primera vez que me chupaban mi culo, no me corrí por que me lo impidió, Sandro, termino dejándome sin vestido, y haciendo me bajara, y sacara su polla con mis manos, allí la tenia larga dura, palpitante, y la saboree como una loca, hasta que escuche como gemia, una y otra vez, terminando por bañarme en su leche, exploto con enorme fuerza en mi cara, caliente, liquida, y blanca, y cuando termino me lance a limpiarla con mi boca dejándome él.

Encendio un cigarro sentado, en el sofá, sin yo aun haber soltado su polla, y me dijo fumas, dije si uno o dos al dia, y volvi a engullir su polla, esta se empezó de nuevo a endurecer y Sandro la ayudo con su mano y mi boca, cuando la tuvo dura, de nuevo, aun le quedaba mas de medio cigarro, y encendio otro haciéndome levantar y diciéndome te as a fumar el mejor cigarro que te hayas fumado nunca, y me lo dio, yo de pie me hizo, volverme, sentí como se lubricaba su gordo nabo, y me hizo sentarme en su polla, me la metio despacio dando yo algunos grititos hasta que di un enorme suspiro al ver como terminaba de entrarme, y sentarme en su polla entonces el me dijo, ahora si que vas a fumar a gusto, zorrita, bien, empalada, termine gimiendo y moviéndome como una zorra en su polla y tirando el cigarro a mitad, me corri como una loca, y entonces, mi anterior amante me hubiera ya dejado, pero Sandro me saco la polla me hizo colocarme ahora frente a el, y me subi en el sofá, me la volvió a meter y comenzó de nuevo a follarme como antes muy lentamente, no como mi anterior amante, y lo que yo crei que seria esperar a que se corriera, empezó tan lento una y otra vez que al poco me vi mordiéndome los labios para no gritar mucho, terminé, cabalgando en su polla al ritmo mio, sin el soltarme mi culo y diciéndome lo perra y guarra que era cuando tenia su polla en mi, me tuvo asi mas de veinte minutos, interminables de gemidos por mi parte, pegándome a el besándolo, separándome y cabalgándolo, para agarrarme fuerte el por el culo, y terminar de follarme al sentir sus manos tan fuertes, agarradas a mis nalgas moviéndome el a su antojo, aquello fue para mi algo superior, entonces comenzó a gemir, a decirme te voy a llenar bien de leche ese culito, y termino corriéndose cuando se corrió, yo estaba ya excitadísimo, y el lo sabia entonces, comenzó a decirme mientras me movia eso es perra mueve ese culo, si lo tienes bien lleno de leche de tu macho, si lo que necesitabas es que te dieran con un buen rabo, a una zorra como tu, yo escuchaba cabalgaba y gemia excitándome mas y mas a sus palabras su leche dentro, y agarrada por mi culo tuve un segundo orgasmo atroz, con apenas mover un poco m pollita, mi culo se derritió de gusto, y tuvo que ponerme la mano en la boca, mientras me corria para no gritar mas de la cuenta.

Terminamos la noche, en el dormitorio, con una nueva montada por parte de el, tan gratificante como la primera, desde entonces, es nuestro secreto, ser su putita a solas, compramos, junto mi ropa interior mis vestidos, y varias veces hemos pasado el fin de semana los dos solos en casa, donde yo soy su hembra, desde entonces.