Con el Doctor en su consultorio
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por susanita24.
Hace dos semanas enferme de gripe como suele suceder en estas epocas del año.
Resulta que mis padres no iban a estar en casa durante una semana y como no me queria medicar yo sola tuve que visitar al doctor.
Fui con el medico general quien me recetó inyecciones.
La clinica siempre estaba muy llena asi que solo me puse la primera con el y despues decidi asistir con un particular los demas dias.
El segundo dia fui a una clinica pequeña y privada muy cerca de casa.
Solo había un doctor y casi nunca habia gente.
Eran como las 8 de la mañana cuando llegue con mi inyeccion.
El doctor era nuevo en ese lugar ya que nunca lo habia visto.
Era maduro, con barba y bigote muy largos y canosos, casi no tenía cabello enfrente solo a los lados.
Vestia su clasica bata que llevaba abierta y tenía pantalon de vestir y una camisa tambien algo abierta que dajaba ver mucho pelo.
Desde que lo vi me gusto.
Es de esa clase de maduros que no son guapos pero que quieres que se fijen en ti porque son los mas cachondos.
Yo obviamente no iba vestida, y no tenía ningún plan, no se me habia pasado por la mente absolutamente nada con el, solo me gustó y ya.
Me pidio que me colocara en la camilla y que me bajara un poco el pantalon.
Con lo loca que soy y desinivida yo me lo bajé dejando descubiertas ambas nalgas y por la presion del pantalon a la altura de los muslos se veian mas levantadas, aunque no me hace falta porque soy super culona.
Deje al aire mi enorme y rico trasero moreno cuando el doctor se acercó.
Note que no se habia dado cuenta que me lo bajé todo.
Vi su cara de impresion cuando sus ojos llegaron a mis nalgas.
No dejaba de vermelas, incluso tardo un poco mas en mezclar los liquidos mientras se deleitaba con mi bien depilado culo.
Me inyecto y después me dijo que me sobaría un poco para que no se me hiciera moreton.
Con dos dedos comenzó a frotarme un poco, que fue comoo 1 minuto.
Él esperaba una reacción de mi parte, pero yo no lo haría facil, asi que me limité a dejarme acariciar y luego me subi el pantalon, le di las gracias y me fui.
Aún me faltaba 2 inyecciones mas, y con lo caliente que me dejó ese madurito y su prueba de que le había gustado mi culo, no lo podía dejar escapar.
Al dia siguiente me bañe muy temprano, me depilé, me puse una tanga de color blanco y me vesti normal, ya que no podia salir vestida de mi casa a esas horas, pero quería ver si era verdad que aquel hombre me deseaba.
Cuando llegue el ya estaba ahi, me saludo y me dijo que pasara.
-Asi que ya vienes por la tercera, muy bien, pasale, bajate el pantalon en lo que preparo todo.
Le hice caso y me recosté, pero no me bajé el pantalón, esperé a que preparara todo.
Cuando se acercó a mi ya con la jeringa preparada y una aparente decepción, me bajé el pantalón de un solo golpe.
Cuando miro mi culo y la tanga blanca con pequeño encaje entre mis morenas y grandes nalgas, dio un paso para atrás de inmediato por la sorpresa.
Sólo pude escuchar su exxpressión:
-Guau!
-Disculpe? (dije en tono algo serio para disimular y ver hasta donde llegaba su limite con sus pacientes)
-No, nada, disculpame
-Me tengo que bajar la tanga o así esta bien?
-No, para nada, así esta bien.
Con la mano temblando me inyectó muy rapido, esta vez no me sobo, solo fue a tirar la jeringa y se sentó en su esctorio rapido y disimulo que escribia algo en su computadora.
Estaba muy sonrojado y pude ver que se sentó para disimular su ereccion.
-Gracias, nos vemos mañana para la última.
Con la voz entrecortada alcancé a escuchar un "hasta luego".
Me pasé toda la tarde fantaseando con él pues sabia que al dia siguiente ssería mi hombre.
Escogi la ropa que me pondria al dia siguiente y luego me fui a dormir temprano.
En la mañana me bañé muy bien.
Me puse una tanga en color rojo esta vez y todo lo demás lo guarde en mi mochila.
Al llegar a la clinica el todavía no llegaba, pero el baño ya estaba abierto asi que decidi cambiarme y no salir de ahi hasta que el llegara.
Primero un par de medias negras, luego una falda no tan corta, un poco antes de la rodilla en color negro, pero muy muy ajustada, una blusa negra nada especial y un abrigo, mis tacones negros de plataforma, mi peluca color castaño oscuro, larga, y mi maquillaje.
Escuché cuando llego en su auto, por una pequeña rendija pude ver que era el por su enorme panza y su gran estatura.
Me emocione mucho, estaba nerviosa y exitada.
Cuando escuché que ya habia acomodado todo en su consultorio sali del baño con un gran taconeo.
Pude oler su perfume desde la entrada, perfume que hasta ese dia no había usado.
-Buenos días señorita, tome asiento, en qué le puedo ayudar.
(me dijo sin levantar la vista mientras anotaba unas cosas en una hoja)
-Buenos días, doctor, vengo por mi tercera inyeccion
Cuando escuchó eso volteó de inmediato a verme, aunque con un poco de trabajo rápido me reconocio.
Se puso rojo y no sabia que decir, yo solo me empecé a reir.
-Pasa algo doctor?
-No nada, solo me costó trabajo reconocerte porque los otros dias no venías asi, una disculpa
-No se preocupe doctor, pero digame, cómo me veo?
-Muy bien señorita, luce muy bien, paseme la jeringa y recuestece.
Lo obedeci, esta vez solo tenia que bajarme un poco la falda o levantarmela toda.
Desde antes ya sabia que haría la segunda, pero hasta que él se acercara.
Antes de eso escuché que se paró a cerrar la puerta con llave.
Sabía que sería mío.
Se quitó la bata pues se le notaba el calor, Se remango la camisa y se desabotonó otto boton, casi la tenia abierta a la mitad.
-A ver señorita, necesito que se suba un poco la falda.
Yo de un solo movimiento, pero muy lento me la fuy levantando hasta que mis nalgas brotaron y quedaron libres, solo protegidas por esa tanga roja de encaje.
-Señorita, un favor.
Esta vez si voy a necesitar que se quite la tanga.
-Y como por qué? (pregunté de manera juguetona)
-Es que me distrae un poco y no me concentro, no vaya a ser que la inyecte mal, o que la inyecte donde no es.
-Ah sí? Bueno, como el dooctor diga.
Me baje la tanga sin levantarme y luego me la quité toda con dificultad por los tacones.
Después el me inyectó rapido y fue a tirar las cosaas.
-Oiga doctor, esta vez me dolio mas que las anteriores, no me va a sobar?
Se le escapó una risa nerviosa y dijo, sí, claro.
Se acercó a mi y comenzo a sobarme con dos dedos, yo aún con la falda levantada, comencé a flexionar una pierna para dejar ver mis tacones de manera juguetona.
-Ay, si ahi, es que me duele doctor.
Ya con mas confianza fueron 3 dedos los que sobaban, y luego 4 y despues ya era toda la mano la que me acariciaba las nalgas.
Pude ver que el pantalon café claro del doctor quería explotar, así que le pedi que se acercara con mi mano y así recostada boca arriba, en la camilla, quedé justo a la altura de su rico miembro.
Se lo saqué del pantalon con dificultad por el cierre, ya que estaba muy erecto y sin mas me lo meti a la boca.
El estaba gozando pero sufriendo porque se veia que pronto iba a acabar.
Yo no queria eso, que fuera tan pronto, pero con mi rica mamada fue algo inevitable.
Me los comi todos, pero para mi sorpresa, él me pidio que se la siguiera chupando, y lo hice como por 5 o 10 minutos mas despues de que se corrio en mi boca, hasta que se puso de nuevo al 100.
Entonces comenzó a besarme las piernas yo asi acostada y luego llego a mis nalgas, las cuales se comio de una manera muy delicada y luego muy salvaje.
Me estaba tratando como toda una mujer, y no como una puta, y eso me estaba gustando.
Me preguntaba si me gustaba asi, si me sentia bien, casi esstoy segura que era su primer experiencia con una mujer como yo.
Después habrio mis nalgas y dejo ir toda su lengua en mi ano.
Primero con besos cariñosos, luego con la lengua juguetona y después simulando una penetracion con la lengua.
Para ese momento yo ya me encontraba casi gritando del placer.
No me importó que pudiera haber gente afuera ni al el tampoco.
Luego me puso boca arriba, me levantó las piernas y mis tacones quedaron recargados en sus hombros.
Ya con su verga muy ensalivada y mi culito dilatado y mojado fue muy facil que entrara toda, esa verga larga y belluda, aunque no muy gruesa.
Primero empezó a bombearme lento mientras yo gemía como perrita.
-Ay qué rico doctor, esto me va a curar, esta inyeccion me va a poner bien? Porque se siente muy rico, yo creo que vendré por mas
El no me respondia, solo se reia un poco y se mostraba impaciente por terminar adentro de mi colita.
Estaba consentrado en lo que hacia.
Despues de unos 15 minutos asi, le pedi que me pusiera de perrito, me coloqué recargada en la camilla, y con mis tacones y mis piernas estiradas, deje mi culo a su merced.
El me la metio d eun solo golpe, yo gritaba de placer.
-Ay doctor que rica verga, metamela toda, soy su puta, se esta cogiendo a su paciente ma buena, ahh, ahhh , que rico.
Senti como empezó a arrojar chorros de leche dentro de mi ano.
Después de eso se sentó en su escritorio exausto, yo fui y me sente encima de el.
Nos besamos por largo rato hasta que senti como su miembro empujaba mi falda, no lo podia creer, quería mas.
Iba a empezar a mamarsela de nuevo cuando escuchamos que llegaron mas personas a la clinica.
Me cambié rapido en el consultorio, y me sali sin despedirme.
Eso fue hace una semana y no he vuelto a verlo.
Sé que debe de extrañarme y yo también a el, creo que dejé que mis sentimientos se involucraran un poco ya que me trató como una mujer de verdad.
Espero les haya gustado y ´puedan darme sus comentarios.
Saludos
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