CON UN OBRERO EN MI DEPARTAMENTO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por mc348.
Yo alquilaba un departamento, y justo detrás de él estaban demoliendo una casa vecina para hacer una nueva construcción.
Pude ver que trabajaba solamente un chico de unos 30 años, hacía calor y me daba pena verlo trabajar a pleno sol, varias veces que yo salía a mi patio nos saludamos, al principio yo lo hacía de forma varonil, al pasar los dias fuí mostrando mi lado putito.
Luego de unos dias de verlo trabajar empecé a crear fantasías con respecto a esa obra y con ese chico, hasta que una siesta siento que golpean las manos en mi patio, salgo y lo veo asomado por la pared divisoria, me saluda y me pide agua fresca en una botella, lo saludé de manera afeminada y le di el agua que necesitaba, aprovechamos de charlar un ratito y le dije que no golpeara las manos sino que me llamara por mi nombre Maru, él se llama Ariel.
Cada día yo trataba de ser mas provocativa con algún short bien corto o muy ajustado y caminaba lo mas femenina que se pueda como para darle alguna señal de mis gustos.
Un día cuando sentí que él estaba trabajando lavé una ropas y las puse al sol en la soga y descaradamente colgué una tanguita roja.
Cuando le llevé el agua de siempre noté que no perdía de vista mi tanguita colgada al sol.
Pasaron los dias mi calentura iba en aumento.
Hasta que un día que se avecinaba una tormenta, decidí ir mas allá y me puse una remera blanca de mujer, algo discreta, tanguita rosada, minifalda negra y unos suecos.
Sentía que él trabajaba en la obra, tomé valor y salí a mi patio a tender unas sábanas tanguitas y corpiños haciendo algunos ruidos como para indicarle que yo andaba por ahí, pero él estaba haciendo labores en un lugar desde donde no podía verme.
Al poco tiempo llegó un viento fuerte y salí a levantar mis ropas, sentía que ese viento levantaba mi faldita y eso me excitaba, mientras pasaba eso, veo que Ariel se asoma por la pared, yo atiné a taparme con la sábana que había recogido para que no viera la ropa que estaba vistiendo, hablamos un poquito acerca de la tormenta que se avecinaba, le dije que si empezaba a llover podía refugiarse en mi departamento luego tomé valor y descaradamente acomodé las ropas que había levantado, dí media vuelta dejando a la vista mi atuendo y caminé rápido a mi departamento, mi corazón latía a mil pensando en cuál sería su cara al verme así vestida, sentí culpa, ansiedad hasta que siento que me llama Ariel, abrí la puerta y asomando solo mi cabeza le pregunté que necesitaba, él me pidió pasar porque empezaba a llover cada vez mas.
Le dije que si´y con mucha astucia cruzó la pared.
Una vez que entró a mi dpto le dije que me disculpara por mi vestimenta pero que me gustaba usarla, él me dijo que no tenía problema con eso y aprovechó para halagarme.
Yo le agradecí con una caricia en su mentón y le ofrecí algo fresco para beber, cuando abrí la heladera sentí que me tomó por atrás y me apoyó su bulto, me sentía chiquita a su lado y sentí un bulto duro en mi cola.
*Ay! ¿qué haces?!!! le dije tratando de zafarme
*Lo que estabas buscando, me dijo él
*Ay pero qué decís? le decía yo mientras movía mi cola contra su bulto
Él me apretó mas contra él, y bajó sus manos para acariciar mi cola, levantó la faldita y admiró mis nalgas.
Tengo una cola redonda algo carnosa y dura, y unas piernas bien marcadas
Me entregué totalmente a sus caricias, giré y busqué su boca para besarlo y el me partió la boca con un beso de lengua, sus brazos me apretaban con fuerza, sus manos bajaban hasta mi cola y apretaban mis nalgas parecía que las quería reventar.
Desprendí su camisa y comence a lamer su pecho transpirado con olor a hombre, desprendí su pantalón y busqué ese bulto duro que hacía unos instantes estuvo apoyado en mi cola, sobre sus slip pasé mi boca recorriendo ese bulto enorme y duro, luego liberé su pija y comencé a lamerla, tenía olor a transpiración pero a esa altura ya no me molestaba sino que aumentaba mas mi excitación, lo hice sentar en la silla y comencé a chuparsela era enorme en todas sus medidas trataba de llevarla hasta el fondo de mi garganta y sentía arcadas pero me encantaba hacerlo, él se ponía como loco me hizo ubicar de una manera que mientras yo le chupaba la pija, él podía acariciarme las nalgas y buscar mi agujerito con sus dedos, luego me enderecé, me paré frente a él y agachándome le ofrecí mi culo para que me lo chupara, lo hizo inmediatamente y yo volaba de la calentura con cada lamida, con cada mordisco que me daba.
Luego fuimos a la habitación, le puse un forro, me coloqué en cuatro patas en la cama y esperé a que él actuara.
Volvió a chuparme el culo y meterme el dedo, y me hacía que le chupara el dedo con sabor a mi culo un y otra vez, hasta que apoyó la punta de su pija y de a poco la fué metiendo hasta llegar al fondo.
Me cogió con fuerza un rato hasta que no aguanto mas y acabó abundantemente en mi culo.
Como ya había parado un poco la lluvia aprovechó para irse pidiendome que volvieramos a juntarnos.
Nos juntamos un par de veces mas hasta que él terminó su trabajo en ese lugar.
esa es mi fantasia vestirme de mujer yque un macho me use