Cuando finalmente exploté…
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por VerooGabbyTv.
Hola nada estimado lector, si está aquí es por su inmensa curiosidad y a la vez su deseo latente de complacerce, no lo niegue.
Puedes llamarme Valeria, o al menos ese fue el nombre que escogió "él" para mí.
Para introducirte un poco a mí.
Soy un joven de grann apetito sexual y eso es algo que no puedo ocultarlo; no sé de dónde salió que yo sea alguien que se masturba con regularidad y tiene ganas de tener encuentros sexuales, pero empezó hace varios años en mi pubertad.
Recuerdo que cuando terminé teniendo internet en casa, como todo joven curioso, comencé a adentrarme a esos mundos en los que está prohibido ingresar a menores de 18 años, pero como cualquier joven, como mencioné, la curiosidad me llevó a ver brevemente cosas que un jovencito como yo no debería haber visto; cosa usual del desarrollo sexual de una persona, creo yo.
Pasaron un par de años, ya tenía edad legal para ver e ingresar a ciertos sitios, entonces cierto peso de conciencia no era para nada un problema.
Comencé a jugar en lugares de chat erótico, y ahí comencé a aprender la dinámica de estos sitios , en los cuales por supuesto, no había suficientes mujeres, y las que habían, pedían cámara web o mínimo fotografías reales.
Yo, a esa edad, no tenía ninguno.
Pronto noté que también habían homosexuales, hambrientos, yo no me consideré y hasta hoy en día no me considero homosexual, sin embargo en aquel entonces me aventuré a "Jugar" con esa gente extraña en la comodidad y seguridad de mi teclado.
A esta gente le exitaba tanto decirle que tenías 18 años, que eras nuevo en el "ambiente" y similares, mandaban fotos esperando que me gustara, cosa que no lo disfrutaba, solo la charla erótica y el morbo incrementando a montones.
Una cosa llevó a otra, e incluso después de sentarme a pensarlo con muchísimo cuidado, declaré que el mismísimo erotismo era lo que me conducía a hacer cosas que en la realidad me producian hasta asco.
Pero comenzó ligeralmente mi adicción, entraba más seguido a estos sitios, y algo que también me exitaba era entrar a los avisos clasificados de mi ciudad a ver que gente estaba con ganas de tener encuentros; los leía, me exitaba (en especial los de activos muy descriptivos a la hora de buscar pasivos) me masturbaba y lo dejaba; apenas terminaba ya no sentía ningún deseo de tener nada con nadie, mucho menos con un varón.
Empeoré, conseguí una cámara y ahora mi fetiche era exitar otros, no me interesaba si era a mujeres u hombres, compartir fotos (sin rostro por supuesto), charlar y demás era algo que me facinaba.
Terminé abriendo un facebook sólo para esto, y las cosas aún peores, charlaba con gente de mi ciudad, homosexuales que querían conocerme.
Hubo uno que llamó mi atención por su gentileza y confianza que me emanaba, yo era, y soy una persona inteligente, lo suficiente para tener el cuidado con mi persona, me hacía insultar con otras gentes por pedir discreción, seguridad y confindencialidad.
Pero no importaba, mi curiosidad moría al finalizar la masturbación y nunca pensé en llegar a más.
Pero como dicen, nunca digas nunca.
Esta persona de las que les hablo.
Pues, lo siento, no pasó nada con esta, hoy en día creo que hubiera sido más saludable haber matado mi curiosidad a los 18 años que continuar con un peso de apetito sexual bastante desagradable.
Pero hey, me exitaba pensar en ir a su departamento y que me "haga", terminaba y ya me sentía tranquilo.
A modo de introducción todo ese tedioso argumento, por qué? Pues porque continué empeorando.
He hecho cosas como comprar una cámara web específicamente para tener sexo virtual, he ido a prostibulos, he conversando con incontable gente y un pequeño puñádo de esta gente casi tuvo la oportunidad de verme; Llegué a un punto que de la nada me salió la curiosidad y deseo de tener algo yo vestido de mujer, me exitaba muchísimo la idea.
He transmitido por cámara web aquello, me he tomado fotos así e incluso abrí un facebook específicamente para esa parte de mi.
Pero no paré.
Llegué a un punto en el que pasaba días sólo pensando en tener sexo o masturbarme.
Me controlaba y me calmaba, era cansador y frustrante gastar tanto tiempo en algo que debería ser un placer controlado.
Conocí a un sujeto por internet, muy centrado, muy respetuoso y sabía lo que hacía, varios problemas con eso, entre ellos, él era bastante mayor y el segundo, era varón.
En ese punto de mi vida, estaba convencido de mi disgusto por el varón, me daba morbo la idea, pero nunca me exitó realmente.
Lastimosamente en el masivo hambre sexual que tenía, llegaba al filo y terminaba muy deseoso de tener relaciones con varón o mujer.
Esta persona, que se hacía llamar Rodrigo, terminó deseandome bastante, por alguna razón que ya no recuerdo, comenzamos a tener la idea de jugar, pero, yo vestido de mujer, cosa rara ya que a él no le gustaban las travestis, fue de las primeras cosas que me insistió de él (parte de la historia que no es importante, más que ese detalle); me insistió que mi cuerpo, mi actitud inteligente y respetuosa le daban el morbo suficiente para imaginarme con ropa de mujer y exitarlo muchísimo.
Lo que él no sabía era que yo tenía ropa de mujer, y que ya había usado dicha ropa para tener sexo virtual incontables veces, él creía que yo era solo un inocente que iba a ser arrastrado a un juego de "Ligas mayores".
Un día estaba tan exitado que le mandé fotos, me hizo exitar más lo que me dijo de mí, accedí a encontrarnos.
Una vez en el lugar del encuentro, me vi con un señor de unos 50 años, poco cabello, yendose lentamente a la calvicie, de mi estatura, 1.
80m, del típico señor blancón que vez, no extremadamente gordo, tampoco flaco, pero sí la panza de "señor".
Me saludó, subimos a su auto y ahí, con mi inmenso nerviosismo me fue imposible hablar, me habló de cosas y con confianza me dijo "Si deseas, ya que nos conocemos, te quedas aquí tranquilo, y lo piensas para una próxima vez".
Terminé haciendo eso, saliendo de su auto, caminé un par de pasos para ligeramente vomitar, los nervios y el asco del momento se revelaron, pero lo curioso era que.
Tenía apetito sexual y en esos momentos me volví loco, hablando con varios de mis contactos de facebook con los que ya había conversado para ver si alguno quería que nos encontraramos.
Sin éxito, volví a casa, me masturbé, y después de lavarme, con algo de asco, volví a mi vida normal sin nada de deseo por semanas.
Pasaron incluso meses antes de que realment ellegara al punto de esa noche, de tener la exitación y morbo necesario de encontrarme con alguien.
Esa mism asemana había fallado en coordinar con otras travestis e incluso con una mujer (un deseo sexual muy fuerte que tengo, es tener sexo con una mujer dominante y yo de mujer también).
Terminé hablando con Rodrigo, él me puso el nombre de Valeria, no entendí bien por qué, pero me gustaba (Un viejo crush que yo tenía, y quien sabe su razón de él).
Pasaron días hasta que al final ambos parecíamos un tanto obvios en ese deseo de tener sexo.
No cabe razón para elaborar más al respecto, rapidamente esperé a tener la casa sola para prepararme apropiadamente para ser "valeria", entré a la ducha rapidamente, limpié mi ano, me rasuré las piernas, el torso y con cuidado el rostro, robé un poco de maquillaje base para las imperfecciones de la cara, y con esa ropa que tenía me encaminaba a lo que posiblemente fuese mi primera experiencia legítima homosexual.
Para no desanimarme, que apenas me metí a la ducha ya dudaba con creces inmensos, puse uno de mis videos favoritos a mi celular, y en el camino lo escuchaba con mis audífonos y lo veía en la oscuridad de la noche, me facinaba ese video y la mujer del video gemía muchísimo, eso me dió un empujoncito para no retractarme.
8:10pm llegué a la esquina acordada, me dió encuentro y subimos a su auto, él no cambió, el mismo señor de canas y cabello corto.
Me preguntó si me sentía seguro, a lo que yo respondí que "si no lo hago ahora, creo que seguiré molesto y con este peso" o algo así en menos palabras.
Me puso la mano en el muslo y preguntó una vez más, si quería ir al motel (Algo que igual me "agradó" y no quiero sonar rata, fue que él estaba dispuesto a pagar el lugar del encuentro (ya que su casa y la mía estaban fuera del trato), incluso si yo me desanimaba a los minutos de entrar).
Le dije que fueramos, que allí adentro veíamos si ocurría algo.
Casi muero cuando fue a un motel más alejado del que me dijo, pero según él, fue por seguridad, la calle del primer motel es más concurrida y él quería tanta o más discreción que yo.
Entramos, rapidamente me metí al baño a cambiarme, sin quitar la mirada de mi pequeño estímulo de mi celular.
Me puse mis medias blancas que cubren todo el muslo, mi pequeño interior rosado (ya ni tan rosado por las pajas que le echado), un sostén regular blanco, encima un encaje erótico que va de el torso hasta las nalgas y finalmente una pequeña salida de cama semi erótica negra.
Mi pene estaba peor que una tortuga asustada.
Salí y Rodrigo me miró sorprendido
– Qué belleza, hermosa.
Se me acercó y comenzó a manosearme la cola, me sostenía de la cadera e intentaba rosar su verga, ya exitada, con la mía, intentó besarme a lo que yo me rehusé de instinto.
Continuó así y me besó el cuello y el pecho por encima de la ropa.
Sentía su mentón con barba creciendo raspando mi cuerpo, su lengua mojada y aún así tieza y aspera; sentí desagrado.
Pero ya estaba ahí, tenía una idea más fuerte de tener que acabar con esto qe otra cosa.
Me dijo que se quitaría la ropa (sólo iba sin el saco de su traje).
En eso le pedí insistente que cambiara la televisión de la habitación a un canal porbo, realmente necesitaba ese estímulo si quería seguir.
No es por discriminar personas de edad "mayor" pero él fue incapaz de usar el control, tuve que cruzar la habitación, en todo mi nervio y des exitación para hacerlo, afortunadamente apenas logré entrar al canal, vi una escena fabulosa, con una mujer más que bella.
Me tomó de la cadera una vez él en sus interiores, comenzamos a tener roses intensos, me quitó la salida de cama y se exitó de sobremanera al verme con el conjunto erótico dentro de la salida de cama, comenzó a decirme cosas más y más sucias, que extrañamente, por internet cuando transmito en vivo me exitan de sobremanera, pero esta vez tan sólo me desanimaban.
Me besaba por todo el cuello y pecho, intentaba llegar a mis pezones y yo seguía sintiendo su barba en crecimiento sintinendo desagrado, sin embargo ayudaba muchísimo haber puesto el canal porno.
Sacó su miembro, sacó el mio, lo masturbó y me hizo tocarle el suyo, fue ligeramente agradable, lo único que molestaba era su vello en el área, me tiró a la cama y comenzó a besarme, intenté responder, pero ese momento en definitiva fue desagradable, su lengua daba saltos por toda mi boca, sin ningún tipo de gusto respondía con la mía, hasta que al final sentí una arcada y decidí detener los besos o muy posiblmente podría haber vomitado en mi boca.
Continuó, se hizo un tanto interesante cuando me sacó el interior, me dejó con mis prendas favoritas, el brassier, las medias blancas largas y la pieza erótica; yo estaba deseoso de que me haga beso negro, pero parece que él quería ir un tanto lento en ese movimiento más "avanzado", comenzó a dedear mi ano, mi eseperado deseo de tener algo en mi ano que no fuese mio.
Se ensalibó dos dedos y procedió a decirme "Vamos a comenzar, iré con cuidado".
Metió sus dedos por mi ano, primero de manera cuidadosa, para hacerme entender a qué iba, ya que yo era virgen del ano, se sentó en mi torso mientras hacía eso, comencé a sentir sus dedos secos, ya que la saliba, como el agua, no son los mejores lubricantes, pero así continuó.
Intentó hacerme chupar su pene, y lo intenté, pero ver tanto vello alrededor me fue desagradable, y él lo empujaba mientras decía "Chupaaaalo Chuuuupaaaalo", con una voz jadeosa y exitada.
No pude pese a enfoarme en la porno que ocurría en televisión donde la hermosa rubia se comía la verga del hombre.
Él continuó con sus dedos, pero dejó de ser cuidadoso, por ser mi primera vez, estaba pensando que tal vez por eso comenzó a doler, pero realmente se volvió desagradable la convinación de tenerlo encima metiendo sus dedos de manera brusca, su panza de señor comenzó a pesar.
Yo echado con las piernas abiertas mientras metía sus dedos, se masturbó e intentó metermela sin concentimiento, me rehusé instantáneamente diciéndole que sin protección no iba a pasar nada, siguió intentado y respondí una vez más, hasta que finalmente dijo "solo quiero rosarte las nalgas y lo que está entre tus huevos deliciosos y tu cola"
Aún así, me resistí, él me dijo "Y, quieres que te lo meta?" A lo que respondí ambiguamente a qué todavía quería ver como iba todo.
Parece que lo terminé aburriendo, ya que en su continua insistencía, me comenzó a tratar "peor"; me metía con intensidad sus dedos, se los relamía y los introducía con mucha convicción, gemía mientras yo intentaba disfrutarlo y a la vez no perder las ganas con un ojo a la televisión, me nalgueaba, y la verdad, no noté las nalgueadas si no era el sonido que hacían sus manos al tocarme, la idea de las nalgadas me exitó, pero la acción en sí no realmente.
Me puso mi mano en su verga, y me hizo masturbarlo con su ayuda, gemía y me decía "perra, rica, vamos, vamos perra rica", yo estaba en un raro intermedio, no estaba del todo exitado para responder adecuadamente a la situación, pero tampoco estaba sin nada de morbo como para detenerme, realmente quería disfrutarlo.
COntinúo con su juego de paja en mi ano y que yo le ayude a pajearse a él, comenzó a jadear y decirme "dónde quieres que acabe?", parecía que quería hacerlo en mi rostro, después de mi empujón bajó a mi torso, pero hubiera odiado también que ensuciara mi ropa, terminó acabando, en contra de mi concentimiento, encima de mi vientre y por un lado de mis testículos.
Justo cuando él empezaba a acabar yo me comenzaba a animar como para intentar "tenerlo dentro" pero ya era tarde, demasiado tarde y la verdad no estaba muy complacido al respecto, hubiera preferido que me intente un poco a seguir con la curiosidad.
Yo no había acabado, él lo notó y me masturbó, pero la posición y su espeso semen me desexitaron, me di la vuelta y me puse de 4, la posición de perrito, me masturbé así y ahí él metió sus dedos con un ánimo tal que realmente lastimó mi recto, finalmente me dejé ir y gemí a un volumen modesto con lo que terminé deslechándome con los dedos de un extraño en mi ano en toda la cama.
Tomé aire, me fui a cambiar, él hizo lo mismo.
Subimos al auto, me dejó en nuestro punto de encuentro, yo no respondí nada de lo que me preguntó en el auto, sólo me despedí con la mano, llegué a casa y me duché.
Noté que posiblemente mi ano se había rasgado ya que había algo de sangre cuando me limpié; no sentí nada, ni realización, ni placer, solo un poco de alivio por finalmente haber terminado con toda mi curiosidad.
Mi parte más racional ya había vuelto, obviamente no me sentí bien por lo hecho, pero ya lo había hecho, ya había experimentado.
Esa misma parte racional me dijo que escribera a Rodrigo para decirle cómo fue todo, agradecerle por el respeto (en su momento) que me mostró y cosas así para ya dejar ir ese mundo.
Además de olvidar hacerlo, actividades de mi vida personal me limitaron y ya no pude.
Mi sorpresa que cuando intenté ingresar a mis cuentas, todas mis cuentas habían sido observadas por facebook y ya no pude ni acceder a ellas ni mucho menos responder a mis contactos.
Definitivamente esa parte de mi vida acababa y estaba bien con eso.
Estuve bien con eso, si ingresaba a algún sitio, era para mirar pornoigrafía y ya, ahí lo dejaba.
Incluso tuve un encuentro sexual con una chica que conozco, sin mayores repercusiones ni "particularidades".
Es más, decidí dejar todo eso por un tiempo ya que, dos meses después del encuentro con ese señor, me salió una alergia en mis genitales, mi doctor no me especificó qué era, pero me aseguró que como no había mantenido relaciones en un rango de 15 días descartaba el que fuese algo de contagio sexual.
SIn embargo las adicciones vuelven.
Volví a vestirme y a transmitir en cámara con alguna que otra vez empuones de morbo que me decían que volviera a experimentar.
No lo he hecho, aún.
Y espero no hacerlo.
Espero no volver a explotar.
Volver a ser Valeria.
Ese es mi relato, un joven hétero de gustos muy particulares, de deseos muy latentes.
de hambres muy intensas.
Espero les haya gustado este relato.
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