De Yerno A Novia (Remake)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por XimenaCastillo.
Desde la infancia no solo me encantaba verme y comportarme como niña, en verdad me sentí muy nena, pero con el paso del tiempo empecé tontamente a reprimirme al grado que me case, no me duro mucho el gusto de mi “cura” más allá de unos meses.
En ese entonces me quede sin empleo y mi mujer fue la encargada mantener la casa y el acuerdo es que yo me encargara al 100% de las tareas domésticas mientras encontrara algo.
Obviamente al tener libre la casa desde las 6 am hasta las 9 pm no solo me haría cargo de la casa sino literalmente me convertí en la señora de la casa.
Mis facciones son muy finas y desde adolescente aprendí muy bien a arreglarme así que no me costó trabajo convertirme en mujer.
Siempre pedía el súper a domicilio y como toda una señora recibía las compras, nadie me dijo nada sobre mi persona lo que me hace pensar que me veían como una clienta más.
Me encargaba de todo y pude darme el lujo de depilarme y cuidar mi piel al 100% ya que mi mujer no me pedía sexo porque estaba muy cansada siempre, incluso habían fines de semana que se iba a trabajar.
Así que hasta la responsabilidad de cumplir como hombre me la quitaron y yo pues ¡feliz!
Así pasaron unos meses en donde yo buscaba feminizarme un poco más cada vez, lo último fue comprarme una crema que hacia crecer el busco y miren que sutilmente pase a ser copa A.
Un día por la mañana estando sola usaba solo uno coordinado rosa suave de encaje y licra con un camioncito blanco semitransparente me estaba terminando de maquillar cuando veo por el espejo del tocador que entra mi ¡suegro! El sin quitarme la vista de encime me dice – ¡Vaya! veo que los rumores son verdad- se acerca y me abraza bruscamente-me encantas putito, o deberé decirte putita- y de inmediato me da un beso donde su lengua repaso cada parte de mi boca que duro un buen rato, de pronto se separa de mí y me da una bofetada que me lanza a la cama.
-estúpida puta, mi hija necesitaba un hombre no otra mujer, pero bueno eso explica todo, ok si no quieres que te mate a golpes y le cuente todo a toda la familia deberás darme todo aquello que no me da tu suegra como mujer, sí que vístete y baja prepare el desayuno- no había de otra no podía permitir que se enterasen todos, mis cuñados son muy homofóbicos, asique asentí con la cabeza y deprisa me fui a la cocina.
Después de haber terminado todo e que hacer de la casa, me llevo a la suya donde también hice lo de allá, debo decir que vivimos en una casa propiedad de mi suegro por lo que tiene llaves de la casa.
Al terminar me dio un vestido que pertenecía a su hija menor, es de licra color rosa suave y una vez arregladita me llevo a un centro comercial, ahí me compro ropa muy juvenil, faldas, vestidos, mayones, zapatillas botas, interiores y accesorios.
-A partir de hoy serás solo mía pero te quiero jovial no como señora y desde ya no quiero que toques a mi hija, el sexo solo lo tendrás conmigo y antes que nada ahora te arreglaras para mí y vendrás a mi casa a atenderme y después iras a la de mi hija- De ahí entramos de nuevo a la casa nuestra, o bueno a la de “mi mujer” y sin decir nada más en la sala me tira al sillón y él se desnuda frente mío, es increíble que ese hombre de más de 60 años de edad tuviera un cuerpo muy varonil y bien conservado musculoso, su pene brillaba de forma muy especial y ya estaba erecto, el me tomo de la cabeza y me metió todos sus 19 cm, no pude mamársela ya que le literalmente me cogió por la ¡boca! Muy brusco conmigo, pero sus palabras de -putita hermosa, sabes darme placer, te quiero como mi hembra, aprende a comértela- simplemente me enloquecieron.
Así me tuvo por 30 min hasta que se pone detrás mío y me arranca el vestido y empieza a manosearme por todas partes, era increíble que estaba excitándome mucho como nadie mi ¡suegro! De repente me pone en la boca un freno de caballo, me tira al suelo en 4 patas hace a un lado mi panty y empieza a penetrarme brutalmente jalando el freno con vigor, yo empecé a gritar hasta que con un fuete me golpeo las nalgas-¡Cállate hembra!- conforme siguió moviéndose en mí y tras algunos azotes más, empecé a gemir, yo estaba gimiendo de placer por el sexo de mi suegro y el me empieza a decir -Ah eso es mejor, eres una yegua hermosa y tus tetas están lindas para criar, desde hoy serás mi mujer y nada más, cogerás solo conmigo y con quien te ordene, por cierto de mi hija no te preocupes ella ya tiene quien le dé verga, ese si es hombre y un buen amigo de la familia, pronto lo conocerás seguro te pedirán que les limpies su casa-, en ese momento me di cuenta que no sentía celos por mi mujer, sino me sentía bien por ella ya que ahora se lo lindo que es tener un hombre de verdad a lado de una y en ese momento mi suegro se deja venir con una explosión enorme de semen, semen que entro a mi interior declarándome su mujer.
Al poco rato de eso después de que se tomó el café que le prepare empezó de nuevo a manosearme y nuevamente al estar erecto después de mamarlo ahora si como media hora, hizo que lo montara, ya en ese momento le gritaba-mi amor cógeme rico contigo si siento placer porque eres mi macho, declárame tuya, tu hembra quiero ser- y el me pregunta- ¿y que hay de tu mujer, mi hija?- , -nunca me gusto estar con ella, yo necesito un hombre- en ese omento me voltea hacia la puerta donde mi mujer estaba parada ¡mirándonos! y en ese momento me asuste y al mismo tiempo tuve un orgasmo por la penetración.
-cariño no sé qué decirte!-, -no me digas nada nena te veo y comprendo muy bien todo lo sucedido, me sentía culpable por serte infiel pero mi papá había notado tu cambio y con esto que veo ya no siento culpa, desde hoy seremos amigas y bueno una vez divorciadas creo que empezaras a ser mi madrastra- Es verdad perdí a mi mujer y gane un marido ya qué unos meses después mi mujer es mi hijastra y mi suegro es mi marido situación que toda la familia ya lo sabía desde antes y en casa vienen todos a comer lo que les preparo con todo mi amor y mi verdadero amor siempre busca la forma de dominarme, hoy busca a varios tipos para hacerme una orgia.
Es bueno saber que aún te llevas bien con tus antiguos suegro y esposa, ahora marido e hijastra.