Diana Mujer
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Dianatv72.
No he de mentirles, después de ese encuentro con el Doctor, Mi Adorado Doctor, fue una vorágine de cambios en mi, tanto físicos; ya que al iniciar el tratamiento hormonal mi cuerpo fue cambiando exponencialmente, mentales; tenia depresiones, pocas he de aceptarlo, pero las había, espirituales, ya que cambio toda la percepción de mi misma, sentimentales; me sentía mas sensible en muchas situaciones que antes no era tan notable, lloraba hasta por ver películas románticas y sobre todo en mi conducta, ya que abandone la escuela, llegaba a casa inclusive totalmente vestida y maquillada, cosa que mi madre en una ocasión me cacho, ya que llegue en estado un poco inconveniente, pero esta situación la contare en otro relato.
Empecemos con el día 2 después de mi encuentro con el Doctor, les contaba que Rocío dijo: – Diana Bienvenida al Paraíso, y tenia razón, es un paraíso el estar en un lugar donde aparte de hacerte sentir lo que eres, te ayudan a lograrlo, por el hecho de que ahora Diana era ya famosa en la mansión, logre hacer amistad con cada una de las niñas de ese lugar, y créanme que era complicada tal faena, algunas veces perdía accesorios y algún vestido, porque las prestaba, cosa que a Rocío le molestaba en demasía, pero a mi no me importaba ya que eran patrocinados por el Doctor. En fin, me fui a casa pensando que futuro tan delicioso me esperaba, al día siguiente, fue un domingo de hacer planes, el lunes en la escuela mi sonrisa era demasiado notable, compañeros de clase extrañados preguntaban el porqué pero no dije nada, ya que no hacia amistad con nadie y me mantenía aislada, un profesor que impartía clase de psicología, hablo conmigo en privado, preguntándome el porque del cambio, -extraoficial? Le pregunte. –claro ten confianza, se que no eres como el resto de tus compañeros!, -en que sentido, profe? –eres mas, digamos.. hummm……. delicado, especial! . –delicado profe?, -si no te sientes en confianza no digas nada, – le puedo confesar algo? –claro!, -pues si, soy así como dice pero diferente, -diferente?, dijo, – si profe, no es delicado, es delicada, -Oh ya veo, -tengo gustos femeninos desde muy pequeña y pues conocí una amiga que me ayuda, y me hace sentir feliz, y un extraordinario hombre también, -entonces la razón de tal sonrisa es enamoramiento, no es así? –pues yo creo que sí, -debe de ser interesante el conocer toda la historia, cuando sientas que puedo ser confiable no dudes en contármelo ok?, -ok profe lo haré en este momento puedo? – claro, tenemos horas, y pues conté desde el principio de como mi madre deseaba una nena, y me vestía con ropa de beba, luego de mi fascinación por todo lo femenino, de mis primeras veces con vestidos de mis primas, del calzoncito rosa, en fin, ya en confianza, pues no tenia que fingir y conforme platicaba mis ademanes gestos inclusive la voz era la de Diana,
él escuchaba atento y en un momento hacia preguntas, y al final me comento que el tratamiento hormonal estaba bien, que tenia que reunir el valor de hablar con mis padres, para que fuera ya libre de complejos y aceptada en casa y eso facilitaría mas las cosas, en fin consejos –te vistes siempre?, inclusive ahora? –pues si uso interior de dama siempre, y pantymedias, -extraordinario, me dijo, y cual es tu verdadero nombre? -Diana Alejandra, -hermosos ambos, hizo un movimiento detrás del escritorio con sus manos y fue como me di cuenta que tenía una erección, -le gustaría ver mis medias?, dije con malicia, -siempre mantengo mis piernas depiladas y humectadas, -sería estupendo, dijo, – me gustan mucho las piernas bien cuidadas y enfundadas en medias, 3 segundos después ya no traía el pantalón del uniforme, me acerque y arranque un Ufff…..! –puedo tocarlas, suspiro, -claro y me senté en el escritorio y el tocaba mis talones y pie con una devoción, -hermosas piernas Diana, nunca había tocado unas piernas que no fueran de una mujer biológica, están deliciosas, -gracias son mi orgullo, cuando veneraba mis muslos, con mi pie le toque su instrumento, y el chupaba mis dedos, fetichista de pies! Pensé, me levante del escritorio y me puse de rodillas para corresponder tal veneración con mis labios pero se resistió, tomó mi mano y me levantó.
Me invito a sentarme de nuevo en el escritorio, pero sacó su grueso instrumento fuera y tomo mis pies, y rodeando con mis plantas aquel monumento, inicio una masturbación, todo eso era nuevo para mi, mis pies eran un instrumento amatorio y antes de terminar, me pidió que me quitara las pantymedias, lo hice y el las doblo de una manera muy delicada, para luego pegárselas a la nariz, mmmhh, crema maja, exclamó, luego con ellas se terminó de masturbar de una manera que pensé se arrancaría aquello, para luego explotar en mis medias, exhausto y tembloroso, tomo las medias y las guardo en una bolsa que tenia en su maletín, se acomodo la trusa y se vistió, yo me iba a poner mi uniforme cuando –No diana espera, acaricio mis piernas, sus manos sedosas, me arrancaron un suspiro, -tus piernas son muy lindas se agacho y las lamió, otro suspiro mío, el noto que yo ni trazas de una erección, froto aquella forma femenina, donde se escondía mi bulto, y nada, segundos después dijo: -listo Diana, eres exquisita, y ahora te debo un par de medias, – tómelas como un obsequio mío profe, -ok gracias, y esta conversación y lo que paso se queda en este salón de acuerdo?, -por supuesto, y gracias por escucharme, -si necesitas algo mas Diana aquí estoy, – si claro, con permiso, termine de vestirme y Salí del salón rumbo al mío tome mi mochila y me salí de la escuela lo mas rápido posible, con una risa contenida, la cual al llegar al cine con mi amigo Don Luis, y al contarle, solo se limito a decirme- Dianita que bárbara hasta a los loquitos satisface usted. –ay Don Luis no me diga eso que por un momento me asuste! – Ajá, si como no!
Los cambios que fueron mas notables fueron mis senos los cuales aumentaron de tamaño como de sensibilidad, ya que los pezones ya con mas tamaño rozaban con mis playeras, así que los tenia que cubrir con brassiere casi todo el tiempo, el Doctor sugirió que les diera masaje constante para que no perdiera elasticidad la piel que se hacia mas y mas grande, sugirió también que amamantara pero sin roce de dientes, que si él no podía y cuando mis pezones lo necesitaran que buscara quien los lamiera y chupara junto con un masaje como él me había enseñado, ya como nodriza pues Don Luis fue quien me ayudaba con esa dura faena yo hacia lo posible por hacer ejercicios para que estuvieran firmes y fue debido a eso que, Ramón el conserje de mayor edad de la escuela en una ocasión que vestida como niño y en el baño de hombres, al no aguantar la camiseta por la sensibilidad y me ponía un bra, me descubrió -pues que haces con eso puesto que eres marica o que? –soy nena que no ves este par, (sosteniéndolas con mis manos), nena en construcción para ser exacta, las pastillas e inyecciones, me ponen los pezones demasiado sensibles, y tengo que cuidarlos, el Doctor me indico que amamantara y pues, no voy a amamantar todo el día!, -órale, dijo con voz mas calmada, pues están muy bonitas, y tienes razón, no puedes tener un bebé ahí siempre, -disculpa si me exalté y perdón por lo de maricón.
No te preocupes dije demasiada información de la que debí decirte, pero mira mis pechos ya los tengo muy irritados por la playera del uniforme, y tengo que usar bra, -si tienes crema puedo ayudarte a untarla, dijo con una sonrisa, – lo que necesito es que los chupes para que crezcan, pero sin morderlos, -pero aquí en el baño no! dijo, vamos a la azotea estaremos mas solitos, en las escaleras nadie nos verá, nadie va para allá, -ok pero ya! dije con voz suplicante, porque no los aguanto, al llegar y cerrar la puerta de las escaleras que conducían a la azotea me quite la camiseta y el bra, él al ver mis pechos los tomo como si tomara un pichón con suavidad a pesar de sus manos callosas, huy si están mas bonitos que los de mi vieja, y empezó a lamerlos con mucha atención al pezón y la areola yo levante mis brazos mientras sus manos acariciaban mi espalda una y otra uno de mis pechos, quienes fueron instrumento de amamantar con mucha pasión, hasta que la picazón se transformó en un placer inmenso, le mostré como masajearlos en círculos y fue un gran alumno, minutos después sus manos en mi espalda e inevitablemente mis nalgas, me baje el pantalón y al tocar mi faja se sorprendió tanto que me dijo – pues si que eres una nena eh!, tus piernas huelen a mujer, y esa faja que traes hace que tu cintura se vea como una nena, y además se te nota, una rajadita, como una de ellas, – creo que ahora tu vas a mamar un poquito de esto, saco su pene del pantalón, el cual ya estaba muy mojado y con un olor extraño mezcla de sudor, orín, y semen, me arrodille para corresponder la cortesía de mis pechos lo tome en mis manos, mientras mi lengua toco su punta al descubrir la capucha el olor fue mas intenso, ya que fuera del glande había motas secas de semen, las cuales quite con mi lengua poco a poco, tan pegadas estaban que me tomo un buen rato el quitarlas, rato después de rendirle tributo a ese falo de hombre trabajador descuidado en su aseo personal, y cuando sentía los espasmos maravillosos previo a la explosión, mi dedo apretó en la base del pene y donde inician las hermosas bolsas de terciopelo, y el se estremeció, luego, cuando una de sus hermosas bolsas desaparecía en mi boca, arrancó en el un largo gemido, mi saliva y el liquido preseminal eran abundantes que me baje la panty faja a la altura de mis rodillas,
me agache junto a el en los escalones y le ofrecí mi colita la cual, en esa posición invitaba a ser poseída, el se enderezó y acepto mi regalo, un escupitajo fue a dar a mi entradita, y un dedo lubrico mis entrañas, tres escupitajos mas y dos dedos, -métela por favor! gemí con voz suplicante. -Tá bueno niña ahí le va, colocó su glande limpio y brillante ya, y de un golpe embistió mi entrada al paraíso, un dolor punzante recorrió mi zona anal, y un grito mezclado con gemido salio de mi garganta y mis piernas tambalearon, por instinto intente zafarme de aquello pero aquel amante tomo con fuerza mis caderas y empezó a bombear desenfrenadamente, -te voy a violar, pequeña zorra, decía, -esta cogida no la olvidaras nunca! decía con voz entrecortada, yo en ese momento ya no sentía dolor sino que, mis caderas se movían en dirección de aquel fierro candente que entraba y salía de mi con furia, – nunca nadie me había, apretado la verga como lo acabas de hacer me diste mas ganas para cogerte, yo solo gemía como demente, mi hasta ese entonces historial de parejas ninguno me había hablado como el lo hizo y me había poseído con tal fuerza, de no ser porque se lo pedí, si hubiera sido una violación, fueron minutos que nos elevaron a un nivel de éxtasis, el bufaba como toro, yo gemía como la zorra en la que él me había convertido -te los vas a comer perrita, sus uñas se enterraban en mi cadera y cuando esperaba que terminara dentro, saco de mi entradita aquel fierro candente y lo metió en mi boca
–comete la leche de papá, zorrita, toda mi leche, quiero ver como te los comes, así que abrí mi boca y saque la lengua un poco, su primer chorro salio con fuerza y como cinco más que me atragantaron, comételos!, me ordenaba, así lo hice, después tome el fierro en mis manos, le mostré mi boca ya sin leche, y limpié de nuevo todo rastro de aquel elixir para diosas que me encantaba el cual sabia muy acido, unas mamaditas mas mientras se sentaba en los escalones hasta que aquel fierro candente se fue a dormir, -pues lo dicho, dijo con voz suave casi un susurro, como si recitara poesía, eres una niña, no un maricón, como te llamas? –Diana, -muy bien Diana, mira tenia casi un año sin coger y tu si sabes como hacerlo, no me pude contener, me prendió que apretaras mi verga y no venirme rápido, si te lastime discúlpame, – fue duro pero me gustó, contesté -entonces ya te la habían metido antes?, – si, conteste tímida, desde los 9 años, un primo, y nunca me lo habían hecho así, es decir no me forzaron, me iniciaron, así que no te preocupes, -es qué cómo gritaste, y te quisiste zafar, yo…, – oye, al ano no se lubrica por dentro, tiene que ser lubricado, y como te digo nunca había entrado nada a la fuerza, pues fue un reflejo, haber déjame verte, dijo, tomo mi mano y me levanté me dio la vuelta y me hizo que volviera a ponerme en la posición anterior y se lo mostré, el sacó su pañuelo y limpió, no hay sangre, me dijo, -te digo que esta bien no te preocupes, – me gustas para coger, quiero invitarte este fin de semana aquí en la escuela, me quedo de velador por si quieres acompañarme, -creo que si, contesté, luego te digo Ok?, -y te vistes de mujer con todo y todo? –ajá vestido y zapatos, maquillaje, todo, -quédate por lo menos un día, el viernes al salir de clases, si quieres y puedes -lo intentaré, conteste, se subió el pantalón, espero a que yo también estuviera lista se asomo y antes de salir del cuarto de las escaleras rodeo con sus manos mi cuello y me dio un beso en la boca, – sal tu primero diana dijo, acto seguido me tomo de las nalgas, y las apretó, estas son mías eh!, yo solté una risita de aceptación, ese fin de semana será relatado posteriormente, ya que no fue solo ramón quien estaba ahí sino algunos mas.
besos Diana G.
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