DOMINACIÓN, PRIMERA PARTE
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Había llegado su momento, hacía 3 semanas que no iba por allí, estaba impaciente, al fin se sintió seguro, salió del coche, abrió el maletero, en sus bolsas estaba lo que había comprado esa misma tarde aun etiquetado, un corsé negro, solo tocar el tejido, lo hacia temblar, a la vez mentalmente se iba transformando, se cambió en los asientos traseros, él corsé, las bragas las medias todo en color negro, como un gran ritual, a la vez, que su piel sentía el suave y para él enloquecedor tacto, del tejido, unos zapatos de mujer, de tacón plano, pues no podía comprar unos de tacón, por el terreno, tierra, todo sería coronado con un vestido, que cuando esa tarde lo vio, lo deseó al instante, negro de tejido minimamente trasnparente, elastico, tal como habia imaginado, al colocarselo, se pegaba a su cuerpo totalmente, haciendo resaltar las "rellenas tetitas" del corsé dando una apariencia que él tenia esas tetas, su culo, grande en proporción a su cuerpo, muy carnoso y redondo, que a su mujer le gustaba tocar y tocar, ahora el vestido le hacía marcarlo extremadamente, algo que a su vez a él, lo enloquecía.
Salió del coche tras mirar varias veces, se arregló de pie mejor el vestido, como temblaba su cuerpo solo con hacer eso, tocó una de sus nalgas el vestido se apretaba a ella furiosamente, sentía el aire entre sus piernas, como un simbolo de libertad, ahora él se iba marchando, diluyendo, "ella" venia, rápida, con furor, a adueñarse, por esos momentos de su cuerpo, a tomar posesión y por una noche ser la dueña total, de ese cuerpo, a cada paso, cerca del coche, su andar, se iba feminizando mas y mas, sus manos no daban a basto, tocando sus tetas sus muslos sus nalgas, a la vez, que sentía el sugerente tejido.
A sus 51 años, divorciado, solía buscar "rollos", en el descampado, pero cada vez le aburria más, ir, no encontraba lo que realmente buscaba, un buen sumiso, que disfrutara, con unos buenos azotes, con la dominación en amplios aspectos, por internet, tambien muchos que decian serlo para despues llevarse una gran fustracción, era un hombre grande, en todos los aspectos anchisima espalda, algo gordito, debía ser muy fuerte, si se empleaba a fondo, velludo, para nada mal dotado, un buen rabo de casi 19 cm, gordo muy venoso, hacía tiempo estaba aparcado, sin salir, viendo los coches, ya todo se habia tranquilizado, solo intuía que por el otro lado de los arboles el coche que vio aparcar, no habia salido, aún debia estar la "pareja" pensó por el tiempo transcurrido, finalmente decidió salir, ya estaba todo a oscuras, más aun por donde él estaba pasando bajo los arboles y retamas que dividian como una isla, las dos zonas de tierra usadas por los coches, llegó al otro lado al principio no divisó nada, el coche se vio vacio, quedó en el arbol seguro, pues esa oscuridad muy superior a la que habia junto al coche, observando.
Vio venir primero una sombra caminando junto a la linde de los arboles, una zona mucho mas visible que dentro, esa sombra se fue acercando hasta que la identifico, iba vestido de mujer, sin aun saber si era un hombre o una mujer, seguía acercandose, hasta llegar, inocente, confiada, sin saber que a escasos metros era observada, ahora lo observaba, bien cerca, era un hombre vestido de mujer, bajo, culón, le excitó nada más verlo tan cerca, sin moverse, sin ser descubierto, ella se tocaba sus tetas, se miraba su vestido, eso en él despertaba los más salvajes deseos como le gustaría azotarla, humillarla, ¿quien se lo impedía?, era bastante pequeño comparado con él, buscaría la follaran en ese momento y si se "pasaba algo", no podría decir nada.
Ella se separó del coche de nuevo, parecia volver a caminar de nuevo esta vez en sentido contrario, dejó que se separara bien del coche y caminó hacia el coche, desde ahí hacia ella, ella lo escuchó se giró le entró el miedo, iba de nuevo al coche a la vez tenia que acercarse a él, al llegar a su altura él la paró en seco con su mano
– Hola guapa
– No busco nada,
– tranquila estas muy nerviosa
-Es que no busco nada
Si hay algo que excite a un dominante, es que le supliquen, ella mas que hablar suplicaba, sin imaginar que hacia subir la excitación, de él, lo habia cogido con su mano por una de sus muñecas, todo pasó muy rapido, él tiro fuerte de ella diciendole a su vez
– aqui hablaremos mejor
La sacó de la linde, entró en los arboles, ella intentaba rechazarlo, tirar hacia atras, pero sin conseguir nada, mientras él no dejaba de hablarle
– tranquila, no seas asi no pasa nada.
Tras conseguir meterlo ahí, miró alrededor, había, unos altos matorrales, fuera de las sombras de los arboles, tiró hacia ahí, de nuevo ella habló
– dejame he de irme, dejame,
Seguía sin entender que aquello aun lo enervaba más, a la fuerza con una mano en su nuca, lo obligó a colocarse a 4 patas emplenadose el macho a fondo bien a fondo, sin hablar, ella emitía unos gritos mezclados con su voz pidiendo la dejara marchar.
el sonido inundo toda esa parte del bosquecillo, fue un sonido seco, fuerte, seguido de un grito, que se confundió con un aún mas fuerte sonido que el anterior, así, de forma ordenada, encadenada, se escuchó ese sonido una y otra vez, a la vez que el grito se iba apagando, mas y mas, hasta que cesaron los sonidos.
para cualquiera que hubiera en esos momentos entrado entre esos matorrales y ver el claro, se hubiera encontrado con la visión, de un maduro grande velludo sin camisa, de rodillas, mientras entre sus manos tenia a 4 patas, a una pequeña TV con su vestido subido por encima de la cintura, sus nalgas fuertemente azotadas, su cabeza apoyada en el suelo gimoteando, entre un extraño lloro o placer, el maduro se levantó su mano puesta sobre la espalda de ella, casi al pricipio de las nalgas indicandole con ello que no se moviera, se sacó el cinturón se quitó los pantalones, el slip, le pasó el cinturon por el cuello de la perra tal como un collar y correa tiró de ella por su cuello, hasta quedar de rodillas frente a su falo, se la metió en la boca y ella la chupó, sumisa, a la vez que entregada, la chupaba sin el maduro imaginar que era su primera polla, la tocaba, le tocaba los huevos, todo le atraia ahora como una polilla a la luz, deseaba pasar su lengua por los huevos, sentirse que esos huevos mandaban en ella, el maduro lo fui intuyendo todo, todaviá podia hacerle bastante más, pensó incluso, hacerla su esclava permanente, le atraia ese culo.
se puso tras ella, después de sacarle el vestido, no dejaba de mirar esas nalgas, golpeó ahora sus muslos, a la vez apretó sus pequeños testiculos y pene en su mano, de nuevo tenia a la perra gritando, aguantaba la zorra pensó, tenia que emplearse a fondo con ella, despues de castigarla así, se levantó la cogío del pelo sin ella esperarlo tiró fuerte sin dejarla levantar, hasta despues colocarla a 4 patas y hacerla andar a gritos tirando de su pelo, cuando terminó en un instante la cambió, se sento sentando a ella en un de sus muslos cogida del pelo tirando hacia atras la espalda de ella el corsé pegado al pecho y lateral de él le hizo levantar las piernas hasta poder meterle un dedo, lo sacaba lo metia con mas saliva hasta que empezó a moverlo muy rapido y fuerte, la zorra jadeaba se contorsionaba, apoyada en el pecho de él, abierta de piernas gritando como una cerda en sus manos, se corrío a gritos, por el culo por su pene, sus gritos aaaaaahhhhh aaaaaahhhh imposibles de parar habian inundado el bosquecillo, para despues dar paso a caer sobre el pecho de él su espalda, quedando inerte, sus piernas temblaban obstensiblemente, no podia abrir los ojos era incluso eso un enorme esfuerzo, lo que ella habia creido, ser unos fuertes orgasmos a solas en su casa no eran comparable a lo que habia sentido durante un largo periodo de ese tiempo, cogida por el dedo de el, el orgasmo habia venido avisando desde hacia muchisimo poco a poco impaable, haciendola gemir desde mucho antes hasta que cuando llegó el climax creyó iba a morir de tanto placer, por instantes pensó que su cuerpo no aguantaba tanto placer, para despues caer en un sopor enorme casi un desmayo, sentia s espalda apyada en el ancho pecho de el, su mano sobre el fuerte y velludo muslo de él, ahora sintio que la mano de él se acaiciaba su polla, cada vez más, asiduamente hasta que empezó a masturbarse sin moverse, abiertamente, le cogío la mano a ella se la puso incitandola a que siguiera ella pero simplemente no podia él siguió, colocando la mano de ella en los huevos de él, ella acarició abiertamente intentando ayudarle a que llegara al orgasmo, hasta que llegó, cuando el gritaba ella acariciaba sus huevos, sus ingles, puso su mano y sintió como le cayó leche caliente sobre su mano, sin el imaginar, que ella, sentia un enorme placer al sentir la leche de su macho por primera vez.
Se creyó la mentira de ella, que debía irse en realidad, ahora de nuevo tenia miedo a la vez que cansanción, queria irse a la vez aquel maduro la atraia, lo miraba, pensaba que era el primero que realmente lo habia visto intimamente en todo sus deseos, mas oscuros, mas inconfesables, con lo que accedió no a darle su telefono sino a que él le diera el suyo, aunque le habia invitado a ir esa noche a su casa ella, no quería, solo queria irse.
Cuando de nuevo se vio en su casa cuando de nuevo volvio a ser él y no ella, se decia que todo era una locura, que no volvería a ir con él con nadie, que seguiría, como hasta ahora, con eso debia bastarle, nadie sabría su secreto, excepto él claro, no, no lo llamaría y nada más, aun sentía muy muy bien, el dolor de sus nalgas, aún seguian encarnadas, por las manos de él, no dejaba de mirarselas en el espejo, recordaba el momento, le venia unas sensaciones contradictorias distintas a lo pensado unos segundos antes, se duchó se acostó, aquella noche durmió, toda la noche, no como las anteriores en las que se despertaba, pensando en conocer, a un macho a un dominante, ahora lo habia conocido nada era como lo habia soñado era aun mejor, se habia tenido que entregar a la fuerza aunque no la hubiera follado, pero con que placer recibió la polla de él, la deseaba en ese momento mas que nada en el mundo, le habia despertado unos deseos que queria negar, pero no podia, se habia sentido desde el primer momento que tiró de ella aquel macho seguro fuerte, sin poder revelarse a él, ella se habia derretido interiormente cada vez más y mas hasta terminar que todo lo que le hubiera hecho ella simplemente hubiera aceptado, pero aquello habia empezado esa noche y debía acabar esa noche, pues sentía que si siguiera pasaria algo, irremediable.
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